tag:blogger.com,1999:blog-315691922024-02-28T07:35:18.758-08:00Labios mayoresPeriódico virtual del grupo K-Oz. Un espacio para la crítica y una invitación al debate. La literatura no es un libro de poemas, la literatura no es el pasatiempo de los diletantes, es una apuesta por la vidaPablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.comBlogger29125tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-42234823753207936722023-01-11T14:09:00.001-08:002023-01-11T14:17:12.838-08:00EN EL TRAYECTO; paisajes y fachadas con memoria<p></p><span style="font-family: arial;"><span style="color: white; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"> Volver
es una actividad de alto riesgo; no solo por la pretensión de recuperar, del
pasado, los vestigios que hacen de la memoria el asiento de la identidad; retornar
es abandonar, de manera consciente, el presente para pretender habitar el
pasado lugar donde a uno le asaltan las imágenes y regresan las voces de los
ausentes. Volver es una apuesta temeraria, los dardos del tiempo se notan en cada
pared y en cada puerta de esas casas que permanecen a pesar de los años; ya no
tienen la misma calidez ni el mismo brillo con los que acogieron los pasos de
los viandantes pero se mantienen como testigos de las ruinas que se van
erigiendo.<br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4un0NwXukK6qUeJ0qYiNgdafWrvFOsfAgorLC1lrKXKESlP9FSI5HEi0e4ZZHtOgFf7bndbApvJF2v1CxnI0o2oIY3I19IYqCt9_O_cmQjF6AZKQ0FFNciZ8AzD7HRqO6ockizU8qhmOnNyDzndefJ8HYkCj5zoesHUP7Or6Fc1viOilVNWk/s1663/Fachada%202.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1663" data-original-width="1207" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4un0NwXukK6qUeJ0qYiNgdafWrvFOsfAgorLC1lrKXKESlP9FSI5HEi0e4ZZHtOgFf7bndbApvJF2v1CxnI0o2oIY3I19IYqCt9_O_cmQjF6AZKQ0FFNciZ8AzD7HRqO6ockizU8qhmOnNyDzndefJ8HYkCj5zoesHUP7Or6Fc1viOilVNWk/s320/Fachada%202.jpg" width="232" /></a></div></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;">Pintar
es la más absurda manera de retratar la existencia; es el esfuerzo vano por
dejar constancia de los instantes y, sobre todo, de las sensaciones. Cuando
contemplo los cuadros de Carlos Revelo, de manera repentina, se mezclan los
planos, las voces, los colores, los recuerdos. Mientras me siento en una silla para
observar su muestra y, a la vez, miro su rostro, sus lentes y su corte de pelo
estilo militar; una ráfaga de fuego se despliega en mi cabeza recordando episodios
de su vida que casi nadie conoce. Pacto de silencio en el salón de los
recuerdos. Reloj pendular el que nos convoca, el que nos impele hacia adelante.
Tampoco hablamos de las tragedias, de la muerte, de los amigos caídos en
desgracia. La vida nos cita a pesar de estar la parca siempre detrás de la
puerta, en cada trazo y en cada mirada. Conversamos sobre los premios, acerca
de la importancia del trabajo realizado, de sus pasos en la docencia, del
egoísmo y las tendencias en las artes plásticas. Muchos de los rostros que miro,
todos aquellos que ha retratado, me son tan familiares; sus hermanos, sus tíos,
sus profesores, los rostros de la calle, el desordenado jardín del asombro.
Rostros captados con paciencia o en el violento despertar de las madrugadas,
cuando era indispensable seguir soñando para evitar el contagio con el sol o la
realidad. <o:p></o:p></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ1FI1Xu5uHCKnT7McJba12nfRRCJaCQBOExiyQefSYLtTgFSmS8Tws6bxnjuq99kKiFcHldCAqYukwE5LpIV814q5SMWyw4iJ3u7nOD0l3xQ02AYmLshF9048bDFx3kN-R9Tnaf8bX9jzyH4CBxCjeIbQ0B7X785jMcqzBJ1UfZKUyA15ZwM/s1118/Calle%20centro%20hist%C3%B3rico.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="color: white; font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="1118" data-original-width="896" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ1FI1Xu5uHCKnT7McJba12nfRRCJaCQBOExiyQefSYLtTgFSmS8Tws6bxnjuq99kKiFcHldCAqYukwE5LpIV814q5SMWyw4iJ3u7nOD0l3xQ02AYmLshF9048bDFx3kN-R9Tnaf8bX9jzyH4CBxCjeIbQ0B7X785jMcqzBJ1UfZKUyA15ZwM/s320/Calle%20centro%20hist%C3%B3rico.jpg" width="256" /></span></a></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;">En la
fugacidad de los instantes se inscribe el sentido del artista. Su paso por la
facultad de arquitectura y su posterior descubrimiento de la existencia de la
facultad de artes. Su intransigencia para estudiar artes a pesar de la clásica
oposición familiar. Su aburrimiento frente a maestros que repetían lo que ya
había estudiado como autodidacta, con esa vocación amateur de los que conocen a
ciencia cierta lo que se quiere ser. Sus abandonos y sus regresos, su terca
pasión por hacer de la pintura la forma más placentera de existir. Sus
búsquedas y sus inicios, sus retornos a la realidad y su insistencia por captar
la luz y la sombra. La vida misma, con ese olor a tíñer (<i>thinner</i>) y las omnipresentes tonalidades de la sangre, garabateada
en los ojos del asombro, en los rostros de desconcierto, en la soledad vertida
en las paredes o en el asfalto.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;"> Destellos
de los años transcurridos; subo por la misma calle tantas veces transitada en
compañía, hace años, de la gran jauría de jóvenes a la caza de la vida.
Silenciosa y en penumbra ahora, como si hasta la empresa eléctrica se hubiese
confabulado para hacer, de ese recorrido, un pasillo hacia el interior. Subo
cinco cuadras, desde la Avenida de La Prensa hasta el taller de Carlos Revelo.
Ingreso con la confianza de haber habitado sus espacios como casa propia en ese
barrio emblemático; pionero en la comercialización del cannabis, el que acogió
la primera ola de migrantes cubanos a quienes, en la actualidad, los han
reemplazando venezolanos. Nos preguntamos por los pintores que paraban–más que
paraban se bamboleaban-, en Mayo del 68; de una época de subversión que devino
en documental y, posteriormente, en caricatura. <o:p></o:p></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBclj1wI6rrgGaX4edRnNbtNPEdEr0dX8xlWdyWhy5HUziHkuitq0PHmRBNO-fw0IJOds3EBn911cXaBP_o6uurkakCKvqRvw8Ui6LE7tffQJq2DsW_Lcrip1_kRSGkkK9Rl-YPfgoDStZWAn1t1XVPj5wbeX4e_-kWlVtps3Nl-FjmHodOE0/s1362/Fachada%201.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="color: white; font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="850" data-original-width="1362" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBclj1wI6rrgGaX4edRnNbtNPEdEr0dX8xlWdyWhy5HUziHkuitq0PHmRBNO-fw0IJOds3EBn911cXaBP_o6uurkakCKvqRvw8Ui6LE7tffQJq2DsW_Lcrip1_kRSGkkK9Rl-YPfgoDStZWAn1t1XVPj5wbeX4e_-kWlVtps3Nl-FjmHodOE0/w320-h200/Fachada%201.jpg" width="320" /></span></a></div><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;"> La
luz que cae sobre el lienzo y sobre nuestros rostros; los recuerdos nos asedian.
Hojeo su libro editado por la UCE. Fragmentos de la existencia, cuerpos sin
rostros, estudios, perros en basurales, la nave de los locos, autorretratos,
paisajes del centro colonial sin gente, sin autos, solo color y forma bajo un
cielo azul que sirve casi siempre de contraste. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;"> Sería
tedioso enumerar sus premios, sus proyectos para exponer, al interior de la UCE,
las obras de sus alumnos, las negociaciones para hacer realidad el libro –el
primero de un pintor en cuarenta años de existencia de la facultad-, la
relación fluida con sus alumnos, la relación cordial y a la vez distante con
sus colegas artistas, el sendero propio trazado con la búsqueda personal, los
celos, las pasiones y el encierro. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;"> Sus hijas, triada de niñas en su más
esencial candidez, constituyen en la actualidad, su motor de búsqueda. Reconstrucción
del cielo y del espacio; recuperación del equilibrio, de la razón instrumental
de la existencia. Los trazos –me explica- deben ser rápidos pues la preparación
del color es en base a diluyente y no dispone de mucho. Yo, ajeno a la
precariedad de las existencias, le escucho, mientras recojo fragmentos de su
pasión. Los retratos de sus hijas constituyen un testimonio de su consolidación
como pintor y como ser sensible. La magia de todos esos rostros se resume en la
capacidad de Carlos para captar las miradas. Ese mecanismo que nos permite
descubrirnos, con sorpresa, cada mañana ante el espejo; descubrir la
desfiguración y la fragmentación, el delirio y la pasión; el tedio, el
cansancio y, a veces, el asombro y el deseo de transformar la existencia. <o:p></o:p></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="color: white; font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQjumz7ENwjip4YEJhKrl75MgOP9UNDFDMQXbPPzxkajX8uUDLIxCmAZFDpS6MgiBv9WyjbUWSD5AvACVP78AUe_W0LAB58KAyA-ZZ6CJxALeyNC9Z_cuMoA6ilzn-ScIQeaNN-QWUrGuFYTEQConWellKcSuVW6M4PCgPDsm-CoELjtSMIBw/s1878/318755871_3408181302758415_5246021411894414736_n.png" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1352" data-original-width="1878" height="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQjumz7ENwjip4YEJhKrl75MgOP9UNDFDMQXbPPzxkajX8uUDLIxCmAZFDpS6MgiBv9WyjbUWSD5AvACVP78AUe_W0LAB58KAyA-ZZ6CJxALeyNC9Z_cuMoA6ilzn-ScIQeaNN-QWUrGuFYTEQConWellKcSuVW6M4PCgPDsm-CoELjtSMIBw/s320/318755871_3408181302758415_5246021411894414736_n.png" width="320" /></a></span></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;">Carlos, esta vez nos presenta: cuadrículas verticales, crucigramas
de luz y de sombra, un tablero ajedrezado que oculta y deforma habitantes de esta
ciudad implantada en medio del color y la soledad. Construye, a su pesar, una
guía para perderse en la epidermis de una ciudad fantástica y en ruinas que se
descascara ante el parpadeo del observador. Carlos Revelo, nos provee de pequeñas
pistas que dan cuenta que, detrás de esas fachadas, habita alguien además del miedo
y la soledad. Logra trazar una ciudad como un imaginado mapa secreto a través
del cual, el viandante, se orienta según
la luz y color para evitar el abismo de una ciudad vaciada y en ruinas. Nos
proporciona el color para salvarnos de la catástrofe. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;">Ciudad de balcones en decadencia cuyos habitantes huyeron hacia el
interior como un juego de posiciones ante una pesadilla. El espectador toma
partido ante una ciudad que se descascara como un tatuaje de alguna época
anterior. Los rostros que se intuyen detrás de las ventanas son aquellas existencias
que se desvanecen paulatinamente como las fachadas de una ciudad inhabitada <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;">Carlos Revelo, diseña una ciudad fantástica, las calles de un
cementerio de luz, un muestrario del color y la soledad; cuestiona los viejos
blasones de una ciudad que tiene problemas para resolver su trauma identitario;
drama de silencios y violencia soterrada en el clásico escenario en el que, los
cuerpos, se debaten en las calles y el abandono; la existencia humana retratada
con una paleta de luz y asombro. Silencio, solo el silencio es percibido por el
transeúnte que arriesga su existencia al poner los pies por fuera (¿o dentro?)
de los viejos portones.</span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="color: white; font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdBohrj7InzELFr-Tyi0cKGXKYnZXiO7TgyZkdSdmaoZw7-DjgnafOhpZ19xAHXporLsEJRHKnBcTxWfYva8uB0U-dmHQd6kCR9u3AZdrIzzngY-sfuRWEknCr-KhInYed00g3yclc9iAJ3NlW4-OE48ocVmP9rIl-xc-7DcTttLSahMKRyD8/s595/Inauguraci%C3%B3n%202.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="595" data-original-width="510" height="273" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdBohrj7InzELFr-Tyi0cKGXKYnZXiO7TgyZkdSdmaoZw7-DjgnafOhpZ19xAHXporLsEJRHKnBcTxWfYva8uB0U-dmHQd6kCR9u3AZdrIzzngY-sfuRWEknCr-KhInYed00g3yclc9iAJ3NlW4-OE48ocVmP9rIl-xc-7DcTttLSahMKRyD8/w234-h273/Inauguraci%C3%B3n%202.jpg" width="234" /></a></span></div><span style="color: white; font-family: arial;"><br /><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;">Cada vez que miro las obras de Carlos Revelo recuerdo el trayecto,
el vacío y el inicio. Rescato su enérgica forma de pintar, de construir las
texturas en comunión con el color y la figura y a contracorriente con el arte
conceptual que, en muchos de los casos, expresa solo el vacío de las significaciones
y el predominio del mercado. Búsqueda y persistencia, delicada manera de existir
a pesar de todas las trampas y los trofeos. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;">Bienvenidos a esta ciudad de luz, color y soledad; a este trayecto
de paisajes y fachadas de la memoria…<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><b><span style="line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;">Pablo Yépez Maldonado<o:p></o:p></span></span></b></p>
<b><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span style="color: white; font-family: arial;">6 de enero de 2023</span></span></b>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-35209754510061202922022-12-06T22:01:00.003-08:002022-12-07T08:52:11.993-08:00Solo el fuego lo renueva todo…<p> <span style="color: red;"><b>Disidencia de los cuerpos rojos</b></span></p><p><span style="font-size: 12pt;">Existen amores y tiempos y memorias que matan, que es
menester pasarlos por alto o desparramarlos en los murales de la nostalgia o en
ciertas páginas de memoria histórica e histérica de los sociólogos y los
proxenetas de la filosofía.</span></p><p>
</p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Hay relaciones que nos marcan, nos desintegran, nos
condicionan y nos dibujan en nuestra más ridícula condición de seres amantes,
posesivos, contradictorios, celosos, inseguros. Hay personajes que nos convidan
parte de sus características y nos involucran en sus tramas y sus destinos tragicómicos.
Hay lugares a los cuales solo los avistamos en medio de nuestra locura y enajenación,
pues no es posible arribar a ellos por medios convencionales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Hay, hubo y persiste una época en la cual nos sentimos
convocados, interpelados, aprisionados entre nuestra propia historia personal y
la tragedia colectiva<span>; </span><span>t</span>iempo de sueños ferales,
de grandes búsquedas, de colectivos imaginantes, de redactores de grandes
proyectos, de convocatorias amplias y multifacéticas y, a la vez, era de la
degradación humana mayúscula expresada en los mecanismos de tortura ideados por
nuestros ejércitos de ocupación interna, tiempo de lujuria de la muerte y la invención
de los desaparecidos.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh37HjkDgRH4NN01SRVM7MLHeV_h-Tc5Nw_IXw5XPcxX8tfNsyX4uN_wEq3mvl8AWWBf1zx0Xa1p6DuKi9xwIvn2QaGOtaCGtm-wvgPm-u1wMNusRkVrbbD2t91LitZk40A13ZDVNC8KgLfNXY-SxrNAtJ_2WAp0k4S6sYR5hd3QZGqrk3C34I/s1302/Disidencia%20de%20los%20cuerpos%20rojos.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1302" data-original-width="843" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh37HjkDgRH4NN01SRVM7MLHeV_h-Tc5Nw_IXw5XPcxX8tfNsyX4uN_wEq3mvl8AWWBf1zx0Xa1p6DuKi9xwIvn2QaGOtaCGtm-wvgPm-u1wMNusRkVrbbD2t91LitZk40A13ZDVNC8KgLfNXY-SxrNAtJ_2WAp0k4S6sYR5hd3QZGqrk3C34I/s320/Disidencia%20de%20los%20cuerpos%20rojos.jpg" width="207" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Latinoamérica<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>había
minado todos los campos; la literatura se convirtió, como siempre, en el campo
que más bajas dejó: en el un bando, el contingente de los neutrales, de los
tibios, de los artífices de la palabra<span style="color: red;"> </span>y, en el
otro campo, todas las fuerzas antisistema, dementes creativos que lograron
pergeñar el futuro con solo haber soñado o participado de las grandes aventuras
colectivas, de las violentas tomas de terrenos, casas, fábricas, calles. Estos
últimos, combatientes delirantes contagiados por el mismo virus de Mayo del 68
creyendo que debajo de los adoquines había la arena de playa. Pero el sistema
es perfecto, digiere a los delirantes, los vuelve dóciles funcionarios de la
palabra. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">La mayoría, expulsados del paraíso y con el frío
consustancial de la derrota, se refugiaba en las casas de esos barrios creados
para la multitud que constituyen, a la postre, los crematorios donde se
calcinan sus sueños. Solo un puñado, con la opacidad de los sueños inconclusos,
con los ojos enardecidos por la pasión y la soledad, refugiados en los rincones
reservados a los trashumantes y a los solitarios, a los contradictores
permanentes de la molicie subsiste por los alrededores a la espera de una
oportunidad para volver a congregarse, para reeditar, con nuevas consignas, esas
asambleas multitudinarias donde la pasión y la subversión constituyen el
libreto central.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Caminamos largas noches y obscuras madrugadas pintando las
paredes con nuestros sueños, grafiteando el tedio y haciendo volar por los
aires el planificado retiro diseñado para nuestra vejez. Es más, ¡ni siquiera contemplábamos
la posibilidad de llegar tan lejos…!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhAApZX-9jG_Kn8FMV8ckc3kFumobNto3Omot6UQANx4mg5arLpQrDvUD8nZTpEYxnB7WW2XsAfFP4-J2_mfofLAXZbV1RGESYx4JJtovlZj-vvrLyP4zM_hlP6VTLS6tunvjY18AhxyIUKjyrJebouOI0B2jwsgjaoEKGEZgoDNfq0z1WGRI/s719/Alfredo%20P%C3%A9rez.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="719" data-original-width="640" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhAApZX-9jG_Kn8FMV8ckc3kFumobNto3Omot6UQANx4mg5arLpQrDvUD8nZTpEYxnB7WW2XsAfFP4-J2_mfofLAXZbV1RGESYx4JJtovlZj-vvrLyP4zM_hlP6VTLS6tunvjY18AhxyIUKjyrJebouOI0B2jwsgjaoEKGEZgoDNfq0z1WGRI/s320/Alfredo%20P%C3%A9rez.jpeg" width="285" /></a></div>Como un artificio, como uno de esos viejos trucos de los
magos de carpas gastadas, Alfredo Pérez, alejado –según él– de los escenarios
de la poesía, nos lanza un puñado de instantáneas, una <i>sui géneris</i> manera de
retratar los instantes, el sueño, la soledad y el tiempo. Seis meses, propone,
para amar, para construir una historia a espaldas de los viejos burócratas de
partidos subversivos, que, de subversivos ya no<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>tienen ni el nombre. Al contrario de esa historia del héroe homérico, en
esta historia nadie regresa, todo es un viaje de ida en el mismo sitio; es un
retrato de esa juventud y ese amor vivido en los locos años 80 y, a la vez, esa
misma pasión desde la experimentada vivencia de la actualidad –ya sin la misma intensidad,
tal vez con cierto desgano y mucho escepticismo.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Solo vestigios, solo restos de todo aquel espectáculo, solo
esperpentos retratados en la violenta necesidad de ser, de amar, de fracturar,
de explotar, de explorar…, seis meses nada más pues no era posible soñar a más
largo plazo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Nada ha cambiado; tal vez el reto es subsistir en las frías
pantallas de los celulares, en el tramado de las pantallas táctiles en que se
ha convertido la existencia. Ni siquiera tenemos la oportunidad de utilizar
nuestras glándulas apocrinas; a lo sumo, nos arriesgamos a hacer el ridículo
construyendo textos con los cuales justificamos nuestra existencia. Hoy, solo
basta utilizar una aplicación para encontrar pareja en esa solitaria existencia
de las redes sociales. Angustia de otros tiempos, instantes que se descuelgan
de la memoria: cómo subvertir el orden si apenas vislumbramos la realidad. La
verdad yace sepultada bajo las narrativas construidas por los grandes grupos de
poder; apenas si podemos disputarles pequeños espacios desde donde seguimos
edificando ilusiones. Nunca quedó tan lejos la utopía como ahora a pesar de que
en las redes sociales se hagan versiones <i style="mso-bidi-font-style: normal;">adinfinitun</i>
de Galeano, Cortázar, Roque Dalton…, tratando de reinventar ese espíritu que
está en retirada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Es la hora de los hípsters, de los circenses teóricos, de la
farándula posmoderna; construcción versátil de la realidad según el visor del
intelectual, qué duda cabe. Todo se arregla con adjuntar al currículo la
trayectoria militante en los pasillos del poder (ya K no está perdido en el
Kastillo; es el dueño y señor absoluto de su destino y de todos los que viven a
su alrededor); calificadísimos agrimensores que cobrarán el rescate por
mantener la razón en el lugar adecuado ahora que estamos al borde de que la
demencia llegue a su punto culminante. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Disidencia
de los cuerpos rojos</span></i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"> constituye, acaso, la apuesta por la desacralización
de la literatura y de la sociología que constituyó, en su época, la disciplina
que dotaba de sentido al quehacer político y que, en la actualidad, yace
arrinconada en el cuarto de los trastos inútiles, convencida como está, de que
su único papel es el de apuntalar el discurso del poder. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Intelectuales a la carta, amigos del pueblo a la vez que
consejeros del príncipe, especialistas en la elaboración de consultorías para <i style="mso-bidi-font-style: normal;">desfacer</i> entuertos o torcer aún más la
retórica de la administración pública –sea del signo que fuere. Narrativas desovilladas
desde la lógica de la cátedra cada vez más funcional a los sistemas
meritocráticos. Por su lado, la experiencia literaria se convierte en el
ejercicio del ego potenciado por los títulos y los actos consecuentes con el
público, con los escenarios. Nada disruptivo, toda la escenografía dispuesta
para que los autores mueran colgados<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del
andamio, eso sí, con el seguro al día y el carnet de escritor en la levita. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">El héroe posmoderno evita la confrontación, sabe de antemano
que es inútil toda lucha; solo llega a acuerdos de vida para subsistir en el
borde de la rutina. Construcción de discursos progresistas que nada cambian
pero todo lo modernizan, estructuran una fachada de cambio de era mientras, en
realidad, se farrean y engullen la era de cambio con el mayor desparpajo. Ya
nada tiene sentido; todo está expuesto y a la vista (¡menos la corrupción más
insultante realizada en nombre de la revolución!). De todas maneras,<span style="color: red;"> </span>estamos en retirada; ahí les queda el escenario del
vicio y de las apariencias, las instituciones que hacen posible el mismo rigor
mortis de esta sociedad atrapada en medio de un sector bancario especulativo y
una cuadrilla de audaces rateros al ritmo de los acordes de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">patria tierra sagrada</i> mientras se
reparten millones en sobreprecios y en coimas como una escena de Kusturica
mientras el país se hunde en la barbarie.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Años de militancia consumidos en medio de la solidaridad y el
caos, entre banderas, pinturas, periódicos, música, ron y amor; ese amor que
surgía a contratiempo, por el solo hecho de justificar la existencia y para
poner a prueba aquellos principios clásicos: no posesión, no pertenencia, no
exclusividad…, pero qué jóvenes éramos. Nos sobrepasaba el amor o nos derrotaba
el hambre. Los tiempos del pragmatismo dogmático se enseñorearían en estos
lares, tiempos conservadores y de desfalco bancario, caídas de gobierno y fugas
al exterior; cientos de miles de compatriotas abordando precarias naves para ir
a colonizar el mundo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Estamos donde empezamos, como esta novela de <i>tik tok</i> que nos
revela en la juventud y en la mirada atormentada de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vejentud</i> al mismo tiempo; al parecer, con la suficiente experiencia
como para aquilatar los errores pero, a la vez, con la necesaria ingenuidad
como para desear que ocurra nuevamente ese desatino. Solo el amor nos supera y
nos define, nos enrostra y nos delinea, nos convierte en amantes de trinchera,
de tiempo establecido, de ocasión; pero amantes al fin y al cabo, como una
suerte de conjuro para hacer frente la gris y prosaica existencia…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Del rojo único e intenso hemos avanzado hacia el arcoíris y a
la reverberación violeta como expresión de la máxima libertad de elección y
opción; atrás quedan los discursos moralizantes y pacatos de trasnochados <i style="mso-bidi-font-style: normal;">revolú</i> formados en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">opus dei</i>, son otros los tiempos y otras
las exigencias. Narrativas diseñadas desde los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">troll center</i> para disciplinar, amedrentar y controlar. Solo el
fuego lo renueva todo, ese fuego que brota desde nuestro pubis y nos altera esa
razón que solo ha engendrado los monstruos de la guerra y el libre mercado…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Disidencia, sí; radical, profunda, irreconciliable con viejos
dogmas, con viejos fantasmas, con nuevos ricos, con burócratas entontecidos por
el poder. Disidencia hacia la ternura, la pasión, el amor; hacia donde nos
podamos rehacer al amparo de las viejas y nuevas normas de la naturaleza y el
cosmos…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm;"><i><span style="color: red;"><b>Pablo
Yépez Maldonado</b></span><b><o:p></o:p></b></i></p><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">
<b><i><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-EC; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">Noviembre 2022</span></i></b></span></p><p><br /></p>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-83756572843239942542016-03-31T12:49:00.000-07:002016-03-31T13:03:11.458-07:00MANIFIESTO<div class="MsoNormal">
<b><span style="color: red; font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">A propósito de la Ley de Cultura </span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="color: red; font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">antes denominada Ley de Culturas</span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Posiblemente<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Posiblemente
el<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Posiblemente
el milagro<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Se
realice y entonces no habremos venido en balde hacia estas dependencias si se
comprendiera si se lograra visualizar que no queremos dádivas que no queremos
limosnas ni partidas extrapresupuestarias, que la lógica de los artistas está
más allá de la inmediatez de la política que queremos construir este país que
hemos imaginado colectivamente y que no queremos dejar pasar la oportunidad <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">A
pesar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">A
pesar de<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">A
pesar de que ya se han malogrado 7 años y la poesía no ha llegado y una
revolución sin música es una revolución muerta y una revolución que malgasta
sus recursos tratando de comprar o cooptar artistas para ejecutar las obras de
relumbrón es una revolución que agoniza que prostituye que mata<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En fin
que no queremos nada<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Que
solo exigimos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La más
alta<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La más
alta conciencia<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La más
alta imaginación<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La
creación lograda en los más altos hornos de la pasión no por decreto<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">No por
las desmedidas membrecías por los viajes por los pergaminos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Queremos
la posibilidad de diseñar de participar de realizar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">De
soñar juntos de colorear la vida<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Sin
tramposos comisarios de la estética sin ambiciosos tramitadores sin la
participación de los preclaros consultores que creen saberlo todo menos la
dimensión de su estulticia<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En fin
que no queremos salir de este despacho<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Sino
con la convicción de que es posible<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">De que
aún posible reconstruir aquello que comenzamos a armar hace ya más de
quinientos años<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hace
ya más de doscientos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hace
tan solo dos décadas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hace
tan solo siete años pues todos los cambios los hemos hecho nosotros todos los
sueños los hemos pergeñado de manera colectiva todas las líneas todos los
dibujos y colores todas las figuras y los textos sagrados<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Todas
las historias las hemos contado y sabemos su final su término sus límites<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Por
eso no nos podemos engañar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">No
pedimos nada para nosotros (será extraño esto que a veces ni nosotros mismos lo
creemos)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Únicamente
queremos que se diseñe una política cultural democrática incluyente plural
diversa solo exigimos demandamos que no se crea que la cultura parte de las
preclaras mentes de los consabidos ideólogos o cientistas sociales que lo único
que saben es repetir fórmulas aprendidas en otros lares en otras tierras
mientras miran con extrañeza a sus connacionales a sus coterráneos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Nada
para nosotros y para nosotros todo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Nada
para nosotros y sin embargo exigimos todo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Quito,
18 de diciembre del 2014<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pablo
Yépez Maldonado<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Rafael
Díaz<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Señor Ministro de Cultura<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Francisco Borja Cevallos</span></div>
<span style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Presente.-<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><i>Este oficio entregamos al, en ese entonces Ministro de Cultura, Francisco Borja Cevallos antes de que sea reemplazado y enviado al olvido (pero a buen recaudo) por el ministro actual.</i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><i>Total que las cosas se harán en la medida de nuestros sueños no de los márgenes estrechos de la burocracia limitada y domesticada, tengan o no PHD's o maestrías, que anteponen la zanahoria y la conveniencia a cualquier riesgo que les expulse de ese paraíso creado por y para ellos en estos larguísimos años de penumbra...</i></span></div>
Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-50787142425897556742011-09-05T04:00:00.000-07:002011-09-05T07:51:47.551-07:00DOBLES Y ÚNICOS<div style="text-align: center;"><span style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" ><b>Joaquín Gallegos Lara y Pablo Palacio; dos maneras</b></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" ><b>de abordar la literatura</b></span></span></div> <h5><span class="Apple-style-span">Pablo Yépez Maldonado</span></h5> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom:6.0pt; margin-left:189.0pt;text-align:justify"><span style="font-size:8.0pt; mso-bidi-font-size:11.0pt;line-height:115%">El hombre es temible aún después de muerto.<o:p></o:p></span></p> <h4 style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom:0cm;margin-left:189.1pt; margin-bottom:.0001pt"><span class="Apple-style-span" ><i>Joaquín Gallegos Lara</i></span></h4> <h3 align="right" style="text-align: left;margin-top: 0cm; margin-right: 0cm; margin-bottom: 6pt; margin-left: 189.1pt; "><span class="Apple-style-span" >El Guaraguao</span></h3> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom:6.0pt; margin-left:189.0pt;text-align:justify"><span style="font-size:8.0pt; mso-bidi-font-size:11.0pt;line-height:115%">Mi espalda, mi atrás, es; si nadie se opone, mi pecho de ella. Mi vientre está contrapuesto a mi vientre de ella. Tengo dos cabezas, cuatro brazos, cuatro senos, cuatro piernas, y me han dicho que <i>mis</i> columnas vertebrales, dos, hasta la altura de los omóp</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: 11px; line-height: 12px; ">latos, se unen allí para seguir –robustecida- hasta la región coxígea.</span></p> <h2 align="right" style="text-align: center;"><i><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span><span class="Apple-style-span" > </span></span><span class="Apple-style-span" ></span></i><i><span class="Apple-style-span" >Pablo Palacio </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><b><span class="Apple-style-span" >La doble y única mujer</span></b></span></h2> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La verdad puede ser producida desde un discurso y, aún más, se puede establecer un horizonte de sentido dentro del corpus académico o de la narratología social de acuerdo a las herramientas, la metodología, el escalpelo con los cuales se trabaje sobre la realidad o sobre otros discursos. <i>“Es pues agradable</i> —dice Deleuze— <i>que resuene hoy la buena nueva: el sentido no es nunca principio ni origen, sino producto. No hay que descubrirlo, restaurarlo ni reemplearlo, sino que hay que producirlo, mediante una nueva maqui</i><i>naria,</i>” y; concluye: <i>“... producir el sentido es hoy la tarea”</i>.<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn1" name="_ednref1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[1]</span></span></span></span></a> Ya no es el tiempo de la inocencia, de los mismos y manidos argumentos, de los primeros balbuceos inconscientes; de los ensayos escritos por el puro placer de aparecer en el índice de los “intelectuales” del Ecuador. Ya no. Vivimos una época de definiciones, de radicales posicionamientos, de grandes reagrupamientos, de apuestas sobre el futuro con una carga hipercrítica acerca del pasado y, lo que es más importante, con los suficientes elementos para redireccionarlo, modificar el presente y, consecuentemente, definir el futuro.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none">Es el momento de la reconstitución<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn2" name="_ednref2" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> de este país, de un violento reacomodo de las fuerzas a nivel nacional y mundial, de una paradójica época de producción desmedida y de la más insultante miseria (medida, por supuesto, con el baremo de los tecnócratas, de los estadísticos, de los cientistas sociales). El cisne<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn3" name="_ednref3" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[3]</span></span></span></span></a> hace rato que perdió su batalla, muchos nacimos en el siglo de la defunción de la rosa<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn4" name="_ednref4" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[4]</span></span></span></span></a> y la mayoría en la época petrolera. El debate se centra en este momento en las interpretaciones, en la construcción del sentido y la definición de sus múltiples vertientes; ninguno de los pronunciamientos de los intelectuales responde ya a la<span> </span>inocencia o la candidez.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none">En todos los razonamientos, cumplidos, omisiones, olvidos, desprecios, subvaloraciones se encubre una motivación, un propósito pacientemente calculado por aquellos que determinan el sentido, el canon, establecen los límites de la comunidad y dan el visto bueno a los aspirantes para ser parte de la cofradía. Amparados por esta sospecha inicial se puede comprender que tras los esfuerzos denodados por buscar íconos, figuras representativas y ejercitar validaciones pos históricas se esconde una extraña manera de auto elogiarse, de auto redimirse, de auto representarse y de proyectarse desde el pedestal egregiamente levantado con la finalidad de suplantar, con su figura de enanos, la de los <i>excelsos</i> vates, filósofos, pensadores que de esta tierra han sido...</p><h3 align="right" style="text-align: left; margin-top: 0cm; margin-right: 0cm; margin-bottom: 6pt; margin-left: 189.1pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; font-weight: normal; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-NUUMPDpUSPm_KAqUwL8J7z0R0UfZqeDhE-yIH-EgEiGi9mT_GERpy-uY82F6O-gdHNLKjF9f5-Bl6XUKmSdmh-uDoWyCddQjBnqwla_wHSnfevkAM07QxI9pLTEtkOvAe5dZmw/s320/Joaqu%25C3%25ADn+Gallegos+y+Nela.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5648883836408495442" style="cursor: pointer; width: 320px; height: 195px; " /></span></h3> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none"><b><span class="Apple-style-span" >¿Antagonistas o complementarios?</span><o:p></o:p></b></p> <p class="MsoBodyText" style="line-height:115%">En el Ecuador se ha fortalecido una corriente que revaloriza a Pablo Palacio en detrimento de Joaquín Gallegos Lara; dos notables escritores y actores políticos de los inicios de la ecuatorianidad en la literatura (a pesar de que se recurra a la muletilla de que uno no habita una nación sino una lengua). Dos antagonistas en su tiempo pero complementarios en el devenir de la historia; dos figuras incompletas en sí mismas que no hacen una unidad sino una gran estela de proposiciones y vacíos. Dos personajes que en su peculiar manera de existir constituyen las bases de lo que se denomina la <i>literatura moderna</i> de este país (inacabado en sí mismo y, a la vez, desbordado por sus contenidos).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">A inicios de la década de los 70, escindido el movimiento <i>Tzántzico</i>, desaparecida su revista <i>Pucuna</i> y definida una nueva tendencia que antepuso el “<i>oficio</i>” a la “<i>actitud</i>”; con la edición del Nº 8, en julio de 1974, de la revista “<i>La bufanda del sol</i>”<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn5" name="_ednref5" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> se inicia el proceso de revalorización de la obra de Pablo Palacio; quien, luego de abandonar la literatura, se refugió en el discurso del orden para escaparse, posterior y definitivamente, a través del umbral de la locura, hacia su muerte temprana. Este proceso de “reencuentro” con Palacio significa una puesta en valor de su inimitable manera de <i>desacreditar la realidad</i>;<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn6" name="_ednref6" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> su iniciática labor de hurgar en las pequeñas cosas las causas del desacomodo de los personajes al interior de la realidad (tanto la ficcional como la real); sus juegos de transposiciones y sus laberínticas maneras de perderse en la inmensidad del día para amanecer el mismo, y a la vez distinto, personaje que constituye un engranaje nada más de todo el mecanismo de relojería que nos lleva hacia la esquizofrenia, el conformismo y la servidumbre. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Cuáles son las razones para tanta fascinación (si de la historia no hay nada que recuperar pues lo único que nos resta es interpretarla desde la contemporaneidad, por supuesto);<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn7" name="_ednref7" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> cuáles son los motivos para que, de manera paulatina, a partir de la década de los 70 del siglo pasado, se vuelva sobre los pasos de Pablo Palacio denostando, como contrapartida, al llamado “realismo social”<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn8" name="_ednref8" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> de la década del 30 y, fundamentalmente, renegando de Joaquín Gallegos Lara,<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn9" name="_ednref9" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> un ser deforme de una lucidez extraordinaria<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn10" name="_ednref10" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> y una cordura a prueba del acomodo y el arribismo.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">¿Qué se esconde, qué está detrás de todos estos juegos de homenajes y recuperaciones, de olvidos y agravios? ¿Qué está en juego en estas tendenciosas maneras de abordar dos concepciones distintas de hacer la literatura, dos maneras de entender el mundo, pero fundamentalmente dos actitudes vitales y formas diferentes de cuestionar la realidad en la que se desenvolvieron?</p> <p class="MsoBodyText" style="line-height:115%">Pablo Palacio no necesita de los rescatadores de oficio, no le hacen falta los epígonos ni los conmilitones de capilla; pero han crecido en número y en representatividad, en fama y trascendencia. Joaquín Gallegos Lara, en cambio, perdido entre las más ácidas críticas no ha logrado superar ese cerco impuesto por la intelectualidad –imbuida ahora por su nuevo rol protagónico en la construcción positiva de la realidad-, de sugerentes y amplios caminos por donde transcurre la observación más sosa, la cavilación más inocua, la pedantería más inoficiosa, el rastacuerismo en suma pero desarrollado bajo novedosas presentaciones.<span> </span></p> <h1><span class="Apple-style-span" >Realidad, personajes y mitos</span></h1> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">La aparición en 1930 de <i>Los que se van</i>, obra de Joaquín Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta y Enrique Gil Gilbert dio paso a la consolidación de una tendencia de hacer literatura; conformándose, con Alfredo Pareja Diezcanseco y José de la Cuadra, el grupo “<i>Cinco como un puño</i>”; a los que se añadirían, como escritores dentro de la misma orilla, Ángel Felicísimo Rojas, Enrique Terán e incluso Leopoldo Benítez <span>para completar lo que se conoce como</span><i> Grupo de Guayaquil</i>. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Forjados al calor (y horror) de la masacre del 15 de noviembre de 1922 y bajo los signos de la modernización impuesta por la Misión Kemmerer, traída al país para subsanar la inutilidad de la oligarquía en ordenar las cuentas y el aparato estatal, pero fundamentalmente por el interés de los terratenientes de recuperar la hegemonía perdida a medias en 1885 con la Revolución Liberal, el <i>Grupo de Guayaquil</i> (al que se suma la <i>corriente de la Sierra</i> con Jorge Icaza y Fernando Chávez, principalmente), irrumpe en el ambiente literario<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn11" name="_ednref11" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> con una escritura que recoge el habla popular, esa parte del idioma que hizo añicos la forma tradicional de relatar pero que, sobre todo, deja de lado las pretensiones de los escritores de ser aceptados por la Real Academia de la Lengua pues, en este país, como lo demostrarían ante los ojos irritados de los críticos de oficio, existían únicamente luengas y anfractuosas formas de exclusión y explotación. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Estos escritores elevaron a la categoría de protagonistas fundamentales a aquellos individuos que habían construido la historia pero que no formaban parte ni del proyecto ni de los beneficios de los sucesivos intentos de modernización de la sociedad (modernización como propuesta para alcanzar el desarrollo, la igualdad, la fraternidad y la equidad; proyecto fallido por lo demás). </p> <p class="MsoBodyText" style="line-height:115%">Aparecen en escena el cholo, el montubio, el indio, el negro (con Adalberto Ortiz y posteriormente con Nelson Estupiñán Bass, para hablar de los iniciadores de la visibilización de los negros en el mosaico nacional); protagonistas tanto de las Guerras de la Independencia como de las luchas a favor y en contra de la Revolución Liberal pero nunca incluidos en el inventario de vencedores sino únicamente como clases subalternas, como peones de oficio al mando de los “ilustrados”<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn12" name="_ednref12" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> y hasta “aristócratas” héroes criollos<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn13" name="_ednref13" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> de las primeras guerras y, bajo la dirección de generalotes latifundistas o de curas y hacendados, de la Revolución Liberal. </p> <p class="MsoBodyText" style="line-height:115%">Son quienes definieron de manera radical (de una radicalidad que aún nos lleva a debatir el tema) el papel del escritor al interior de la sociedad –pacata, mojigata, mohína-; oficio asumido como expresión de la conciencia colectiva y, a la vez, como constructor y deconstructor tanto de la lengua como del imaginario celosamente construido bajo los olores del incienso y la lengua servil de los nobles y cortesanos en mutación. </p> <p class="MsoBodyText" style="line-height:115%">A su forma de escribir, porque establece una ruptura con el lenguaje artificioso, se ha llegado al extremo de caracterizarla como “<i>terrorista</i>”;<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn14" name="_ednref14" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> es decir el ejercicio de la violencia extrema a la que no logramos comprender pero que sin embargo se gesta y genera en el interior de las sociedades y se explica por las mismas condiciones en las que se debate la comunidad humana. Último recurso frente a la impermeabilidad del sistema, de las estructuras, de las clases dominantes, de los institutos, de la academia. Aquella “bomba” lanzada en medio del desfile de la paquidérmica congregación de los proxenetas del lenguaje y de la realidad fue la única manera de irrumpir y demoler, de nombrar, de establecer, de hacer evidente aquello que esa realidad “municipal y espesa” escapaba a los ojos de los “intelectuales” de la época. </p> <p class="MsoBodyText" style="line-height:115%">De aquella herencia literaria maltrecha proveniente de los Mera y Montalvo pasando por la <i>Generación decapitada</i>, se arriba de manera violenta a la exposición de los <i>desposeídos</i><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn15" name="_ednref15" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><i> de la tierra</i>; en esta republiqueta de ficción<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn16" name="_ednref16" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> se eleva al escenario literario a los que siempre empujaron todos los cambios, todas las revoluciones sin haber capitalizado a su favor ningún beneficio.<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn17" name="_ednref17" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">El indio, contradictor permanente de esa ilusión de patria, de nación irrumpe en el escenario –indio recreado castiza y malintencionadamente por Gonzalo Zaldumbide<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn18" name="_ednref18" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> y todos sus epígonos-, desbaratando toda la estantería armada por los discursos oficiales, por la primorosa candidez de los poetas y la cobarde actitud de los intelectuales que soslayaron el tema; el indio los interpelaba no solo a nivel de su discurso sociológico sino fundamentalmente como ingrediente rechazado de la constitución del ser y de la nación.<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn19" name="_ednref19" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Sujeto histórico reprimido y masacrado por los mismos iluministas que crearon esta república de bambalinas; despreciado y conminado (en el mejor de los casos) a integrarse en la <i>república mestiza</i> con la condición de que renuncie a sus costumbres, a su cultura, a su forma de concebir la vida para incorporarse al proyecto “nacional blanco-mestizo”.<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn20" name="_ednref20" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">El negro, invisibilizado y ocultado, segregado en remotas regiones donde pudo mantener su idolatría, su peculiar manera de relacionarse con el cuerpo, con la vida, con la historia; ni siquiera formó parte de ningún proyecto, simplemente se lo ignoró salvo como protagonista de la barbarie, del salvajismo más puro hasta que –en las últimas décadas- se lo descubrió en su calidad erótico-estética-exótica llegando inclusive a constituirse como la encarnación de la ecuatorianidad puesta en juego en un rectángulo deportivo. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">El cholo, el <i>montuvio</i>; los que “<i>se van pa´bajo del barranco</i>” se apropian del escenario. Si, con tanta fuerza resuenan los escritores que los recrean, es simplemente porque el auditorio no está preparado para captar la realidad y mirarse en el espejo,<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn21" name="_ednref21" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> para observar la bárbara realidad que habían construido a fin de garantizar su comodidad o, en algunos casos, para reunir los fondos necesarios con la finalidad de viajar a aprehender la <i>cultura</i> en París o Londres; son los tiempos de esa época cuyos habitantes inclusive no lograron comprender a quienes regresaban con la idea de <i>ampliar</i> el horizonte cultural del país con nuevas propuestas.<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn22" name="_ednref22" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> </p> <p class="MsoBodyText">La violenta represión del 15 de Noviembre de 1922 daría paso a la <i>Revolución Juliana</i> de 1925;<span> </span>crecería la ilusión de la pequeña burguesía intelectual de construir la historia sobre la base de la democracia heredada de una civilización esclavista que –al igual que la nuestra-, negó su condición de protagonistas a mujeres, artesanos, esclavos, en definitiva, a todos aquellos que no tenían abolengo, a los que no descendían de los “patricios” nacidos bajo el sol ecuatorial; ilusión cuyo límite constituyó el mismo proyecto reformador de carácter institucionalista que se llevó adelante a partir de ese año.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">La definición radical de su posición como intelectuales frente a esa realidad se bifurca: la que asume Joaquín Gallegos Lara: la del escritor como agitador, como revolucionario, como activo militante que conspira permanentemente en contra de la realidad y de los cánones establecidos; y, la de Pablo Palacio, para ponerlo como contradictor –por el momento, pues su papel más es de coadyuvante-, que representa aquella postura de los intelectuales que mantienen una postura crítica, irónica, introspectiva, contemplativa pequeño burguesa en suma (sin que esto denote ninguna valoración peyorativa) frente a una realidad ya desenmascarada pero casi imposible (desde su punto de vista) de cambiarla.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Alrededor de aquellos dos personajes se construyen dos mitos: “<i>los cinco como un puño</i>”<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn23" name="_ednref23" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> y “<i>la soledad de Pablo Palacio.</i>”<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn24" name="_ednref24" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Mitos interesados en fortalecer, el primero, la unidad del grupo como propuesta ideológica hegemónica que logra permearse, a través de sus obras, hacia la institucionalidad estatal; y, el segundo, la imagen del individuo encerrado en su concepción, impermeable a la crítica, terco hasta la tozudez que raya en el genio; los dos empero, construidos como antagonistas irreconciliables de dos tendencias disímiles de hacer literatura.</p> <p class="MsoBodyText">El mito de “<i>los cinco como un puño</i>”, construido por los que quedaron con vida de aquel movimiento rupturista de los años 30;<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn25" name="_ednref25" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> enmascara una realidad que debe ser desentrañada por los prolijos investigadores de biblioteca: Joaquín Gallegos Lara se quedó solo; en una soledad absoluta<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn26" name="_ednref26" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> compartida de manera escindida con Falcón de Alaqués y, a su manera, irradiando esa imagen del conductor centauro sobre los hombros de los que deberían alcanzar la liberación a través de la revolución. </p> <p class="MsoBodyText">La biografía de Gallegos Lara, trasladada a la literatura<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn27" name="_ednref27" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> y luego a la pantalla, no solo expresa esa voluntad de ser sino que sirve de pretexto para que “el intelectual” (en su papel de narrador y novelista) exponga sus reflexiones sobre la dificultad de escribir una novela; tema que, paradoja que confirma la realidad de ambos como parte de un todo en ese momento histórico, es desarrollado por Pablo Palacio en su novela <i>Débora</i>. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Aquellos que sobrevivieron de “<i>los cinco como un puño</i>” optaron por la colaboración con regímenes de diversa índole, remarcando aún más esa distancia en las posiciones políticas entre Gallegos y “sus hermanos” de vertiente literaria. A Gallegos se le negó hasta un cargo de profesor en un colegio<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn28" name="_ednref28" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> a pesar de que los futuros diplomáticos reconocieran a <i>Joaco</i> como el dirigente de la corriente. Aislado el individuo es mucho más fácil proceder a su esterilización con la finalidad de evitar su peligroso contagio. Aislamiento no solamente efectuado en el campo de la literatura sino también al interior de ese partido “revolucionario” del cual formó parte. Corrían los años en los cuales se debatían cuestiones cruciales: la claudicación de acuerdo con la línea de Browder o la consolidación de una línea revolucionaria independiente que apuntara a transformar la realidad de los países<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn29" name="_ednref29" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> y no solamente a colaborar a la detención del fascismo a nivel mundial. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Todo lo anterior nada tiene que ver con la literatura dirán los puristas, los que abogan por la inviolabilidad del mundo de la ficción por las bacterias de la realidad, pero, es preciso recordarles a los preciosistas (tan castos ellos) que es la realidad la que configura a los escritores, a los lectores, a los críticos; es decir demarca el mundo real donde se desenvuelve “la literatura”; pues, sin esos actores no es posible su realización (en términos marxistas, claro).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Por el otro lado, el mito de <i>la soledad</i> de Pablo Palacio, coadyuvó a generar una corriente de reapreciación del genio incomprendido; aquel que, pese a todas las circunstancias en contra, logra desarrollar su propuesta a contracorriente para <span style="font-family:"Times New Roman","serif"">—</span>admonición del tiempo y los arqueólogos de la palabra<span style="font-family:"Times New Roman","serif"">—</span>, relucir con brillo propio al cabo de los años. Corriente que además, deja de lado su historia personal como abogado exitoso, pues llegó a ser Secretario del Congreso, y reconocido por su prosa pulida en favor de... la disciplina. Es decir, preocupado por aquellas pequeñas realidades que también configuran la vida de los escritores, lectores, prestamistas, deudores, de la literatura en suma.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Temprana partida de los dos; hacia la muerte en el caso de Gallegos Lara y hacia la locura, en el de Pablo Palacio. Final prosaico en el primero, literario en el segundo. Gallegos Lara, para oprobio de sus coidearios tiene, como <i>gran reconocimiento</i>, ensalzado por el Partido Comunista, un acuerdo de condolencia publicado por el gobierno de ese entonces; Pablo Palacio, el reconocimiento tardío de su pléyade de seguidores;<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn30" name="_ednref30" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> que, mucho más vivenciales, desean el reconocimiento a sus méritos literarios “en vida”<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn31" name="_ednref31" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> y que la locura ronde únicamente sus textos literarios como final soñado.</p> <p class="MsoBodyText2"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" ><b>Los años azarosos</b></span><span style="font-weight: bold; "> </span></span></p> <p class="MsoBodyText">Los ideales de la Revolución Rusa y la difusión del anarquismo y del marxismo como propuestas revolucionarias y libertarias tomaron cuerpo en aquellos sectores sociales que nunca fueron considerados en el proceso de consolidación del proyecto republicano. Son los intelectuales de la primera hornada del socialismo (de ese socialismo pequeño burgués e inocentón) los que reconceptualizan el papel de la literatura y del arte en general para lanzarse a la producción de aquellas obras que constituirían la piedra angular de nuestra forma de narrar, de mirar al otro, de constituir la “identidad nacional" (por lo menos desde fuera, desde la enunciación y la denuncia). </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">De manera inédita hasta ese momento los escritores ponen en evidencia la realidad que está por fuera de la centralidad, exponen las duras y violentas condiciones en las que se hallan aquellos que hacen posible la situación más o menos confortable a latifundistas, hacendados, banqueros y pequeño burgueses. Esa realidad nunca fue enunciada por los intelectuales ni por los grupos hegemónicos que se turnaron en el poder. Además develaron la compleja tramoya que se entreteje para que esa realidad sea posible; las relaciones incestuosas entre el latifundista o terrateniente (que para el caso no eran lo mismo ni estaban enclavados en la misma región), las leyes, la religión y sus acuciosos ejecutores. Y, señalan, de manera irrefutable ese maridazgo que llega hasta la complicidad de los que callan, de aquellos que no la hacen evidente y de manera estructural se benefician de la condición descrita. Por lo que, de manera implícita plantean una posibilidad de subvertir y revertir la situación dada.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">La definición de su actitud y de su quehacer literario vino, por añadidura, por el lado de la escisión del partido Socialista y la creación del Partido Comunista. Gallegos Lara formó parte del segundo y Palacio del primero. Las claves para entender aquella división están dadas por el rol asignado a la pequeña burguesía; el PC afirmaba que constituía una clase que desaparecería al calor de la revolución mientras que el PS sostenía que la pequeña burguesía tenía un papel protagónico como dirigente de los obreros y del campesinado debido a su condición intelectual.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">El PS se fortaleció en la sierra y el PC en la costa. Los escritores agrupados en aquella denominación ideológica de realismo socialista pusieron énfasis en hacer evidente la explotación de las clases oprimidas mientras que Pablo Palacio (junto a Humberto Salvador, <i>Ajedrez</i>, 1929 y <i>En la ciudad he perdido una novela</i>, 1930) “reduce al ridículo a la cultura de élite que dominaba en el Ecuador de los últimos años 20”.<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn32" name="_ednref32" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Por otro lado, la influencia de las vanguardias, ampliamente demostrada en el estudio sobre Pablo Palacio realizado por María del Carmen Fernández, define la otra vertiente. Aquella asumida por los poetas posmodernos: Jorge Carrera Andrade, Gonzalo Escudero, Alfredo Gangotena además de los Miguel Ángel: León y Zambrano a quienes se debe sumar de manera ineludible a Hugo Mayo; renuevan la poesía, desestructuran el verso tradicional, incorporan la poética de la tierra y de sus actores fundamentales sin renunciar (y más bien ensanchando la estrecha línea de lo local) a su cosmopolitismo y su visión de otras realidades, otras tierras y otras formas de poetizar la realidad inabarcable. En la narrativa, la experimentación formal por la generación latinoamericana de los años 20, tiene su expresión en la obra de Palacio, quien asume que:</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:72.0pt;text-align:justify;mso-line-height-alt: 1.15pt"><span style="font-size:9.0pt;mso-bidi-font-size:11.0pt">“...hay dos literaturas que siguen el criterio materialístico: una de lucha, de combate, y otra que puede ser simplemente expositiva. (...)<span> </span>vivimos en momentos de crisis, en momento decadentista, que debe ser expuesto a secas, sin comentario. (...) Dos actitudes, pues, existen para mí en el escritor: la del encauzador, la del conductor y reformador –no en el sentido acomodaticio y oportunista- y la del expositor simplemente, y este último punto de vista es el que me corresponde: el descrédito de las realidades presentes, descrédito que Gallegos mismo encuentra a medias admirativo, a medias repelente, porque esto es justamente lo que quería: invitar al asco de nuestra verdad actual.”<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn33" name="_ednref33" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:9.0pt;mso-bidi-font-size:11.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Es decir, desde su perspectiva coexisten y se necesitan esas dos vertientes; aquello que para los críticos del realismo social<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn34" name="_ednref34" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> es exclusión para Palacio es coexistencia, es posibilidad de compartir; pues, el mundo, en especial en esa década comenzó a fraccionarse en muchos mundos, a descubrirse en toda su explosiva composición como un entramado complejo y contradictorio de actores, clases sociales, personajes, condiciones y relaciones sociales de producción; en definitiva eclosionó ante la asombrada mirada de los intelectuales y de la academia todo un mundo al que lo mencionaban pero que nunca se atrevieron a hurgar peor a explorarlo.<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn35" name="_ednref35" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> </p> <h1><span class="Apple-style-span" >¿Dónde reside la sospecha?</span></h1> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Fernando Tinajero en ese lúcido pero incompleto repaso que constituye <i>De la evasión al desencanto</i><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn36" name="_ednref36" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> se refiere así a los Tenientes, a aquellos que tomaron el gobierno en la Revolución Juliana: </p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:29.2pt;margin-bottom: 10.0pt;margin-left:72.0pt;text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt"><span style="font-size:9.0pt;mso-bidi-font-size:11.0pt">“Tales Tenientes, en efecto, eran los portadores de las aspiraciones más arribistas que revolucionarias de una clase media que había nacido al mismo tiempo que el proletariado, aunque tenía sobre él la ventaja de haber sido adiestrado por la escuela laica en el uso del Verbo del dominador...”<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn37" name="_ednref37" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:9.0pt;mso-bidi-font-size:11.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">El tiempo tiende a retornar confirmando que los procesos son cíclicos, recurrentes, forman una espiral sin fin. Los actuales momentos que vive el país así lo confirman; una intelectualidad encaramada en el gobierno pretende reescribir la historia desde su particular posición de (re)elaboradores de discursos, de normadores absolutos, de reformadores en suma para poner en orden el caos que escapa a su comprensión. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Hijos y nietos de esa clase media que se formó al calor de la dictadura “<i>nacionalista y revolucionaria</i>” de la década de los 70<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn38" name="_ednref38" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[38]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> bajo el signo de los petrodólares y la modernización del estado, ahora conducen el timón del estado bajo los parámetros racionalistas del Banco Mundial y una obsesiva compulsión a centralizar y normar todo con el pretexto de disciplinar la sociedad; paso previo para entrar de lleno en una nueva etapa extractivista y de reprimarización de la economía. Pues la modernización (¡otra vez!) del Estado y de la sociedad requieren de las divisas que pueden proveer los metales y los hidrocarburos que aún subyacen en la reserva de la biósfera Yasuní, en el bosque húmedo tropical de Zamora y Morona; en definitiva que bajo la aún inexplotada biodiversidad está la talega de oro que nos sacará del subdesarrollo, de las condiciones del capitalismo tardío, de país tercer mundista, de país en vías de desarrollo (todos eufemismos para designar una misma realidad).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">El proyecto modernizador y disciplinario está en manos de los intelectuales formados en Europa; ya no son los rústicos militares (claro que están detrás siempre garantizando el orden constituido a pesar de haber sido relevados de esa tarea)<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn39" name="_ednref39" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[39]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> los que llevan adelante el proceso; ahora está la mesocracia que logró encaramarse en el gobierno capitalizando a su favor la ola de cambios y demandas provocados y exigidas por los sectores populares e inclusive, como constatación de su desparpajo, apropiándose o confiscando el discurso revolucionario (claro que con ese olor a antigualla que genera <i>la estudiantina</i> oficial de la revolución ciudadana: <i>Pueblo Nuevo</i>, expresión más pura del “<i>oportunismo revolucionario</i>”).</p> <p class="MsoBodyText">Son los intelectuales los llamados a hacer la revolución, a normar y a disciplinar, a poner en orden; en definitiva a hacer aquello que no logró la oligarquía: que el capital circule más rápidamente, que la fuerza de trabajo sea más calificada y tenga mejores condiciones para reparar su desgaste; que los tributos se constituyan en el instrumento racional de reinversión; que la infraestructura sea parte fundamental de la inversión indispensable para hacer, de la producción, un buen negocio; que la capacidad de ahorro interno se destine a la inversión productiva. Elementales principios de la economía política del capitalismo no del socialismo.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Es en este contexto que se realiza una relectura de la historia y de la literatura; se ponen al día las discusiones que se establecieron años atrás; se rescata o se desvaloriza, se ensalza o se desacredita, se publica o se silencia. Todo en nombre de: la <i>revolución</i> en el caso del gobierno central; o, de la <i>libertad</i> en el proceso llevado adelante en Guayaquil por sus <i>emprelectuales</i><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn40" name="_ednref40" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:11.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[40]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> (híbrido resultante de la coyunda de intelectuales y empresarios).</p> <p class="MsoBodyText2"><b><span class="Apple-style-span" >Orillas, tendencias, ideologías</span></b></p> <p class="MsoBodyText">Joaquín Gallegos Lara representa, en este esquema simplificado, a los que están fuera de la academia y de la norma; Pablo Palacio, en cambio, a la pequeña burguesía y su conciencia desgarrada; <i>Joaco,</i> a los que están por fuera del proyecto renovador e institucional; Palacio, a los intelectuales y a los puristas que sienten asco de la realidad actual; Gallegos a los comunistas y revolucionarios, Pablo a los reformistas y forajidos; Joaquín a los que <i>se van pa´bajo del barranco</i>; Palacio a los que ascienden, a los que logran...</p> <p class="MsoBodyText">Destino paradójico para dos escritores; solitarios los dos a su manera: JGL solo en su eticidad e intransigencia, PP en la profundidad de su tendencia literaria. Al igual que en los años treinta, pero esta vez intercambiando las orillas; los epígonos de Palacio se han multiplicado, la marginalidad (palabreja que fascina a la pequeña burguesía) se expresa en la literatura contemporánea; la realidad social, en cambio, es eludida. </p> <p class="MsoBodyText">Los monólogos se suceden sin fin en las novelas actuales; la acción rápida, fulgurante y asesina solo está presente en la crónica roja. La muerte es solo una percepción, la pobreza un dato, los índices de desarrollo humano simplemente una estadística; la vida fluye sin narradores en El Guasmo, Las Malvinas, la Jaime Roldós, la Isla Piedad. El discurso del intelectual pequeño burgués está presente en las esferas oficiales, en los ministerios y en los cónclaves internacionales; a las voces de los migrantes, de los indios, de los negros, de los <i>mishos</i> se las oculta, se las invisibiliza para que resuene más alto aún el discurso oficial como el portador de la nación y de los intereses patrios.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Pablo Palacio está en la academia (colofón demencial a su ironía); Gallegos Lara sigue en las calles, en los sindicatos, en las plantaciones de banano, en las minas de cascajo...</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt">Pablo Palacio concita el interés de los estudiosos, de las editoriales, de los literatos; Gallegos Lara atrae a los que pretenden subvertir el orden, conspirar contra la adocenada literatura. Destinos contradictorios pero coherentes con su forma de vivir y escribir. Palacio es la ley y el orden; Gallegos la subversión y el asedio de las hordas salvajes al templo, a la literatura.</p> <h1><span class="Apple-style-span" >Otras lecturas, otras interpretaciones</span></h1> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;mso-line-height-alt:1.15pt"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:98.95pt;text-align:justify;mso-line-height-alt: 1.15pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size: 9.0pt;mso-bidi-font-size:11.0pt">“</span><span lang="ES-EC" style="font-size: 9.0pt;mso-bidi-font-size:11.0pt;mso-ansi-language:ES-EC">Toda esta literatura -la que logró el beneplácito de quienes imponían y administraban el sistema: la otra tenía cerrados todos los caminos- tendió a conferir inteligibilidad y apariencia de bondad a un sistema económico y social que consagraba una extremosa pirámide de desigualdades y desalentaba a los marginados de los bienes de la tierra, de la voluntad de reconquistar su herencia”. (Hernán Rodríguez Castello)</span><span lang="ES-EC" style="font-size:9.0pt;mso-bidi-font-size: 10.0pt;mso-ansi-language:ES-EC"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES-EC">Se renuevan los discursos pero no las intenciones; detrás de las voces se esconde un objetivo, una finalidad, un sentido. Aquellos que predican a favor de la consolidación de la “aldea global” desconocen en el fondo las pequeñas, ínfimas y cotidianas tragedias locales<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn41" name="_ednref41" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-EC" style="font-size:11.0pt;line-height: 115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES-EC;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[41]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> para embarcarse en la corriente avasalladora de la posmodernidad<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn42" name="_ednref42" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-EC" style="font-size:11.0pt;line-height: 115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES-EC;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[42]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> como discurso elaborado para los otros, no para los que lo idearon; no de otra manera se puede entender la inexistente respuesta de los “pensadores”<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn43" name="_ednref43" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-EC" style="font-size:11.0pt;line-height: 115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES-EC;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[43]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> franceses a una derivación de sus filósofos. Entonces las subjetividades, el desgarramiento (y desdoblamiento) de la intelectualidad pequeño burguesa se siente amenazada o proyectada por esa otra realidad, aquella que emerge con toda su crudeza y pone nuevamente sobre la mesa, lanzada con desprecio, con violencia por ese filósofo que renegó del galardón más alto que puede conceder la intelectualidad mundial “La náusea no tiene ningún valor frente a la muerte de un niño en África”; pero sabemos que tiene valor pues de lo contrario de qué estamos hablando si hay tantas muertes que se multiplican a nombre de la racionalidad occidental y no tan cristiana en Irak, Afganistán, en Libia, en Etiopía, en Bolivia, en la Patagonia; hasta en la bien amada cuna de la libertad y la democracia pues no puede ser más insultante e infamante la persistencia de los guetos y la criminalización de los ilegales en Estados Unidos, Italia, Francia, España, Alemania paradigmas de lo que “debe ser” para los nuevos predicadores de la nueva época.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoBodyTextIndent" style="margin-left:98.95pt;mso-line-height-alt:1.15pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:9.0pt;mso-bidi-font-size:11.0pt;font-family:"Calibri","sans-serif"">“Dar consistencia a tal cosmovisión implicaba edificar un mundo ‘interior’ y propiciar aventuras y ascensiones ‘interiores’. Más aún, mostrar como las únicas valiosas a esas empresas ‘trascendentes’. Arrojar cenizas de ‘contemptus mundi’ sobre cualquier empeño de conquista del mundo y transformación de la sociedad.” </span><span style="font-size:9.0pt;mso-bidi-font-size:11.0pt; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-ansi-language:ES">(Hernán Rodríguez Castello)</span><span lang="ES-EC" style="font-size:9.0pt;mso-bidi-font-size: 10.0pt;font-family:"Calibri","sans-serif""><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES-EC">Sobrevaloración de la ficción cuando en el mundo se diseña la virtualidad como el nuevo continente que será habitado por millones de desposeídos que buscarán la única puerta de escape ahora que la guerra a las drogas llega a su fin y porque se ha descubierto que la evasión abre un nuevo filón de oro más rentable y menos problemático que la heroína y el hachís; pues, los video juegos no son sino el sucedáneo que permite manipular, controlar, limitar, condicionar la capacidad de respuesta, la imaginación, las aspiraciones de vida; en fin, que con la industria de la distracción y el ocio (ya que la educación demostró que a la vez que produce batallones de domesticados y correctos ciudadanos puede generar también peligrosos subversivos) se tendría asegurada la pasividad de millones de seres humanos que “alcanzarán” los beneficios de la tecnología (tecnología que en sus fases fundamentales está bajo el dominio de las transnacionales que a la vez monopolizan: los recursos naturales, las armas, el conocimiento, las fuentes de financiamiento, la comunicación, la ciencia... solo para enumerar las más importantes). <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES-EC">Se reclama como casi única y fundamental función de la literatura hacer <i>verosímil la ficción</i> cuando en verdad lo más difícil se ha logrado: <i>hacer increíble la realidad</i>. Y, a ello aportan los ‘literatos puros’, los que sí ‘saben escribir’ y logran el espacio y la reverberación en las grandes editoriales (que son, a fin de cuentas las que determinan qué se lee y, lo que es peor, qué se escribe). Pero la literatura –a pesar de estos sostenidos intentos de sus proxenetas- está más allá y se cuela por los intersticios de los catalogadores oficiales, de los dadores de fama, de los canonizadores. <i>Gregorio Samsa</i> no es solamente una metaficción, es una realidad cotidiana que atormenta a millones de seres humanos que buscan el cobre en los basureros tecnológicos (no por su alta tecnología sino porque allá van a parar los desechos de los productos tecnológicos elaborados bajo el concepto de obsolescencia programada) quemando a cielo abierto los cables de las computadoras que son desechadas bajo ese paraguas hipócrita de ‘ayuda al desarrollo’ o aquel otro más rimbombante y por ello más perverso aún de ‘aporte para cerrar la brecha tecnológica’ entre nuestros países y los países desarrollados... <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES-EC">Pero, esa ‘realidad increíble’ no consta en las ‘obras de literatura’ ni en las portadas de los diarios pues es un aspecto que no ‘desgarra’ la conciencia del intelectual pequeño burgués (ya que la alta burguesía ni la aristocracia tienen ningún interés en este pasatiempo ‘inútil’); es preciso el ensalzamiento del Ulises y las hilarantes reflexiones de Stephen Dedalus o, ya en nuestro patio, las de <i>Antonio Gálvez</i> y la espiral infinita de escribir una novela sobre un escritor que pretende escribir una novela que a su vez trata sobre un escritor que... <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES-EC">Pre-textos, con-textos, inter-textos, hiper-textos; el mundo construido por la palabra, por la capacidad de narrarnos, de re-hacernos a partir de la exterioridad de ese material sonoro que contiene en sí mismo la contradicción de la cual reniegan los ‘verdaderos escritores’: enuncia la realidad pero no es la realidad; entonces de qué ‘realismo’ hablamos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES-EC">Por lo tanto, por un lado están aquellos escritores que hacen de la realidad concreta su referencia (pero no la abarcan, no la agotan, no la encierran); y, por otro, de aquellos que a partir de la ‘conciencia escindida’ del ‘intelectual’ –cuyo ego lo lleva a autoproclamarse como ‘conciencia crítica’ de la sociedad-, hacen de la ficción su centralidad, su punto referencial –de aquellos que hacen de la “literatura” su pretexto para elaborar material ... literario-; y, son, los que –por sí y ante sí- se convierten en el rasero con el cual deben medirse los niveles de sensibilidad, de competencia, de maestría para hacer, de la ficción, un mundo creíble. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoBodyTextIndent" style="margin-left:98.95pt;mso-line-height-alt:1.15pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:9.0pt;mso-bidi-font-size:11.0pt;font-family:"Calibri","sans-serif"">“La literatura tenía que cumplir el mismo papel que la ciudad y el templo; y algo más: daría a ciudad y templo su exacto significado. Porque templos como San Francisco o la Compañía, tan ricos, eran signos abiertos, y ello resultaba peligroso. En la cúspide del sistema semiológico al que pertenecen ciudad y templo, está la literatura: como hagiografía, como ascética y mística, como relato misional, como oratoria sagrada.” </span><span style="font-size:9.0pt; mso-bidi-font-size:11.0pt;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-ansi-language: ES">(Hernán Rodríguez Castello)</span><span lang="ES-EC" style="font-size:9.0pt; mso-bidi-font-size:11.0pt;font-family:"Calibri","sans-serif""><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES-EC">Utilizaré esta exposición (palimpsesto y hermenéutica a fin de cuentas) para desnudar aquello que está detrás de los enunciados. Y comenzaré por el final pues la “oratoria sagrada”, aquella con la que pretenden evangelizar al nuevo mundo descubierto, está desarrollada en cierta literatura, en ciertos filósofos, en ciertos pensadores que creen, con esa temeridad que solo la poseen los dogmáticos, que su función fundamental es la de prevenir al “lector” sobre lo que “es” la verdadera “literatura”. Desde el valle sagrado los pontífices de “la palabra” predican en contra de aquellos que pretenden contaminarlo con sus acercamientos a la realidad, sus enfoques evidentemente “maniqueos” (se olvidan que, como todo enfoque, conlleva una forma de acercamiento); los nuevos predicadores de la pureza de la literatura tienen el deber ineludible de consignar en el índex a aquellos autores que profanan esa pasión <i>inútil</i> (tan inútil no ha de ser para que existan millones de escritores que pretenden llegar al pedestal de los reconocidos como “buenos” escritores). <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none"><span lang="ES-EC">No es extraño entonces que “<i>la literatura: como hagiografía, como ascética y mística, como relato misional</i>” tenga su funcionalidad en un momento de la historia que, igual al que hace referencia Hernán Rodríguez Castello, necesita normar, difundir los nuevos preceptos del mundo que adviene, poner de relieve los nuevos templos, las nuevas deidades y, por supuesto y como contrapartida, develar también los conflictos que se generan a partir de la irrupción de los bárbaros que asedian –sin las herramientas ni los conocimientos que poseen “los civilizados”- no solo al templo sino fundamentalmente que atentan contra las normas, los preceptos, las concepciones sobre lo que “es la literatura”.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none"><span lang="ES-EC">Solo serán salvos aquellos que se alisten en la orilla de los escogidos, de los puros, de los verdaderos “profetas de la palabra”; porque el mundo de los subdesarrollados está por desaparecer; aquellos pueblos que están por fuera de la historia no tienen futuro, ni oportunidades de asistir al nacimiento glorioso de la nueva era. Si pensábamos que las profecías apocalípticas venían únicamente desde Hollywood podemos enmendar nuestro error. Las aguas, al igual que las del Mar Rojo, nuevamente se abrirán para castigar a aquellos que no lograron (no logramos pues) captar el mensaje del <i>Mercado </i>que es, a la postre, el nuevo <i>Mesías</i>; la palabra que está por venir se levantará para convertir en estatuas de sal a los autores que pretendan describir los sufrimientos de Gomorra y Sodoma...(a pesar de que nos regodeemos en sus placeres, en sus personajes, en sus escenarios, en su procaz forma de asumir la vida al margen de las normas).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none"><span lang="ES-EC">Pero la realidad es más terca que la fantasía; aquellos autores que no pretenden aludirla siquiera, no tienen más remedio que utilizar ese material fonético construido pacientemente por el vulgo, por los rupturistas y vanguardistas (que, al cabo de los años es asimilado en el corpus de la lengua), por los irreverentes y los preceptores, por los ultraístas y los puristas; en fin, por toda la gama de seres humanos (y no tan humanos) que han enunciado, nombrado, nominado las cosas, las circunstancias, los aspectos, las aristas de esa realidad que ahora se escapa de la materialidad concreta para habitar el espacio de lo metafísico, de lo cuántico, lo astral, lo cósmico, lo inmaterial (energía que se transmuta en materia y a la inversa), lo onírico, lo patológico, lo sagrado, lo profano, lo maldito, lo proscrito, lo aborrecido, lo no descubierto, lo imaginado...<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES-EC">Larga lista para constatar que a la realidad no es posible eludirla; y, que aquel paraíso construido por los profesionales de la palabra, únicamente existe en la arrogancia de aquellos que pretenden mantener como suyo ese coto cerrado de la imaginación, ese templo “sagrado” que es, en última instancia “la literatura”; cuando ya, desde hace siglos se conoce las diversas funcionalidades que ésta tiene: calidad de signo y significante, intencionalidad de persuadir, portadora de ideología (palabra proscrita del diccionario pero fundamentalmente de los nuevos ideólogos de la pureza), conspiradora o consolidadora del <i>statu quo</i>, reverenciadora o impugnadora del poder, constructora o deconstructora de la realidad –tanto la real como la ficcional-, articuladora o desarticuladora, crítica o complaciente... todas las contradicciones que de manera ficcional se resuelven en una <i>“buena obra”</i> (y solo en ella, es decir en ese “</span><i><span lang="ES-EC" style="mso-bidi-font-size: 16.0pt;line-height:115%;mso-bidi-font-family:Arial;color:black;mso-ansi-language: ES-EC">mundo autárquico, que fabrica sus dimensiones y sus límites ordenando su tiempo, su espacio, su población, su colección de objetos y sus mitos.</span></i><span lang="ES-EC" style="mso-bidi-font-size:16.0pt;line-height:115%;mso-bidi-font-family: Arial;color:black;mso-ansi-language:ES-EC">");<span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-EC" style="font-size:11.0pt;mso-bidi-font-size: 16.0pt;line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:Arial;color:black;mso-ansi-language: ES-EC;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn44" name="_ednref44" title="">[44]</a> </span></span></span></span></span>o, que trasladan –y esa es la cuestión polémica- parte de aquella construcción al imaginario del lector, apelan a complementar ese mundo –que por ello no es autárquico- con aquel que poseen los lectores para conspirar en contra de su “buena conciencia”.</p> <p class="MsoBodyText" style="line-height:115%;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none"><span lang="ES-EC">Pues: <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoBodyText" style="margin-left:99.0pt;line-height:115%;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES-EC" style="font-size:9.0pt;mso-bidi-font-size: 11.0pt;line-height:115%;mso-bidi-font-family:Arial;mso-ansi-language:ES-EC">“...no debe concluirse que la literatura no mantiene ninguna relación de los demás ‘niveles’ de la vida social. Más bien se trata de establecer una jerarquía entre todos esos niveles; (...) todo elemento de la obra tiene (en sus términos) una <i>función constructiva</i> que permite su integración en la obra. Ésta, a su vez posee, una <i>función literaria</i> mediante la cual se integra en la literatura contemporánea. Esta última, por fin, tiene una <i>función verbal</i> (u orientación) gracias a la cual puede integrarse en el conjunto de los hechos sociales. (...) Más que de ‘reflejo’ la relación entre la serie literaria y las demás series sociales es de participación, de integración, etc. (...) Así, el punto de partida debería ser el estudio de la relación entre la literatura y el comportamiento verbal de una sociedad.”<a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_edn45" name="_ednref45" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-EC" style="font-size:9.0pt;mso-bidi-font-size: 11.0pt;line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:Arial;mso-ansi-language:ES-EC; mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[45]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoBodyText" style="line-height:115%;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none"><i><span lang="ES-EC">Comportamiento verbal</span></i><span lang="ES-EC"> que hemos tratado de develar para desmontar los mitos, los prejuicios, las afirmaciones tendenciosas, los juicios de valor que han rodeado a estas dos figuras protagónicas de la literatura del Ecuador. Solo así es posible entender (y resolver) esa aparente dicotomía entre Joaquín Gallegos Lara y Pablo Palacio. Únicos, distintos, complementarios, contradictorios, frontales así fueron Pablo Palacio y Joaquín Gallegos Lara; fallecidos los dos el mismo año de 1947.</span><span lang="ES-EC"> </span><span class="apple-style-span"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt"><span class="apple-style-span"><b><span style="font-size: 12pt; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; "><span class="Apple-style-span">Notas</span><o:p></o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.15pt"></p><div> <!--[endif]--> <div id="edn1"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom:6.0pt; margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref1" name="_edn1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 7.5pt;line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;line-height:115%"> <span> </span><span>Guilles Deleuze;</span><i> Lógica</i></span><i><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:8.5pt;line-height:115%"> del sentido. </span></i><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:8.5pt;line-height: 115%">Barral Ed., Barcelona, 1970<span> </span></span><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:11.0pt;line-height:115%"><o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn2"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref2" name="_edn2" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>No en vano se han emitido dos cartas constitucionales en el lapso de 10 años.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn3"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref3" name="_edn3" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span></span><span class="apple-style-span"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:8.5pt;line-height:115%;color:#333333">“Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje /que da su nota blanca al azul de la fuente; / él pasea su gracia no más, pero no siente / el alma de las cosas y la voz del paisaje." Enrique González Martínez; Córtale el cuello al cisne; Los senderos ocultos, 1911. </span></span><span style="font-size:7.5pt; mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"><o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn4"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref4" name="_edn4" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“</span><span class="apple-style-span"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:8.5pt;line-height:115%">Nací en el siglo de la defunción de la rosa / cuando el motor ya había ahuyentado a los ángeles. // Han emigrado todos los ángeles terrestres, / hasta el ángel moreno del cacao.” Jorge Carrera Andrade, Biografía para uso de los pájaros, 1937.</span></span><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"><o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn5"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref5" name="_edn5" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“Al parecer (en la Bufanda del sol) se trataba de recuperar para sí un predecesor con el cual enganchar la producción literaria propia. Los ex tzántzicos que habían renegado del realismo social y sus epígonos, encontraron en Palacio la cabeza visible de una vertiente de la que se sentirían herederos.”<span> Raúl Vallejo; <i>La Bufanda del Sol, </i>segunda etapa: aproximación inicial. Revista Kipus Nº 20; 2006</span><o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn6"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref6" name="_edn6" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Las obras de Pablo Palacio, según María del Carmen Fernández “no pretendían traspasar la realidad a la literatura según las normas de la estética realista, sino criticarla y desprestigiarla a través de una creación <u>netamente artística</u>, declaradamente de ficción” (subrayados míos).<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn7"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref7" name="_edn7" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“...la historia es un sistema conformador del pasado en la medida en que es el historiador el que, consciente o inconscientemente, incorpora o elimina acontecimientos y los acomoda de acuerdo con su subjetividad y a estos acontecimientos seleccionados y modificados los organiza en un todo que pretende ser completo y coherente pero que, fatalmente, es incompleto y dotado no de una coherencia externa al historiador sino aportada por él”. Claudio Malo González,<span> </span>Estudio introductorio, <i>Pensamiento indigenista del Ecuador</i>. Banco Central del Ecuador, Corporación Editora Nacional. 1988<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn8"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom:6.0pt; margin-left:14.2pt;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref8" name="_edn8" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;line-height:115%"> </span><span> </span><span style="font-size:7.5pt;line-height:115%;mso-bidi-font-family: "Adobe Garamond Pro";color:black">“Nada le ha hecho tanto daño a la literatura del país como el realismo social (y todos sus afluentes y relacionados). Todavía, a más de 70 años de su aparición, no hemos podido dejarlo descansar el sueño de los justos y precipitarnos a otras perspectivas.” <span>Eduardo Varas<b>, </b>“Ecuador: una narrativa que no se ve.”<b> </b><i>Hermano Cerdo 14, abril 2007, </i>México.</span></span></p> </div> <div id="edn9"> <h2 style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom:6.0pt;margin-left: 14.2pt;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref9" name="_edn9" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:8.0pt;mso-bidi-font-size:11.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span> <span> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="apple-style-span"><span style="font-size: 7.5pt; line-height: 115%; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">“Al releer Gallegos Lara es fácil darse cuenta que toda su obra no vale nada frente a cualquier cuento de Dávila Andrade, de De La Cuadra, o de Palacio.” <span> </span></span></span><span style="font-size: 7.5pt; line-height: 115%; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">César Vásconez Romero, </span></span><span style="font-size: 7.5pt; line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span> </span>“Adoum<u> </u>Amargo”. <i>Hermano Cerdo, Febrero 2011</i></span><span style="background:white">.</span></span></h2> </div> <div id="edn10"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref10" name="_edn10" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“Era naturalmente, y no es necesario decirlo, un comunista (...) en su línea de vida espiritual no hay vacilación ni desfallecimiento, ni aún siquiera cuando el pobre cuerpo inhábil se enflaqueció y la escasa vida, derrochada en ese andar del espíritu, ya se iba agotando. Era el hombre del camino firme, era un fanático, no podía vacilar ni desfallecer.” Alejandro Carrión; “A Joaquín Gallegos Lara cuya muerte enluta la cultura nacional.” <i>Páginas olvidadas de Joaquín Gallegos Lara</i>, Alejandro Guerra Cáceres, Editorial de la Universidad de Guayaquil, 1987<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn11"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref11" name="_edn11" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“Era la primera tentativa briosa de objetividad. Ignorábamos muchas cosas de los que éramos ‘nosotros’ entonces, aún ignoran. Pero rectificamos 400 años de rastacuerismo y de colonialismo literario.” Joaquín Gallegos Lara en una carta según Jorge Enrique Adoum en Páginas olvidadas de Joaquín Gallegos Lara, Alejandro Guerra Cáceres, Editorial de la Universidad de Guayaquil, 1987.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn12"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref12" name="_edn12" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“...en mi juicio (habría que) obligar a los indios a que vistiesen a la moda española, y que hablasen nuestro idioma, sería bastante para que ellos fuesen absolutamente conquistados y se formasen basallos (sic) fieles y hombres de conocida religión.” Eugenio Espejo; Voto de un Ministro togado; citado por Galo Ramón Valarezo; “Ese secreto poder de la escritura.” <i>Indios</i>. Quito, Abya-yala; 1991. <o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn13"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref13" name="_edn13" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“Los héroes de la independencia, los que pasaron a ocupar monumentos o puestos en las estrofas de los himnos y las epopeyas, fueron blancos o mestizos y mulatos culturalmente blancos”. Claudio Malo González,<span> </span>“Estudio introductorio.” <i>Pensamiento indigenista del Ecuador</i>. Quito, Banco Central del Ecuador, Corporación Editora Nacional. 1988<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn14"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref14" name="_edn14" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“...el libro (Los que se van) tiene una unidad de ambiente y de lenguaje. Y es ese lenguaje nuevo, descarado, insolente, incluso terrorista...” Jorge Enrique Adoum, “Estudio introductorio.” <i>Los que se van</i>. Quito, CCE, 2004.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn15"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref15" name="_edn15" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Que ya no “los condenados de la tierra” de Frantz Fanon, sino de aquellas sociedades y seres humanos productos del desarrollo del capitalismo por el despojo artero y la violencia desembozada.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn16"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref16" name="_edn16" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“El Ecuador no es una nación o un pueblo. No es un Estado nacional. Es solo un país. Un Estado-país.” Alejandro Moreano, “El movimiento indio y el estado multinacional.” <i>Los indios y el estado-país</i>. Quito, Abya-yala, 1993.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn17"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref17" name="_edn17" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“Las rebeliones de las postrimerías de la Colonia y de la primera época republicana, fueron la defensa desesperada de esa territorialidad y se fundaron en la comunidad y en sus formas culturales. (...) Los indios recuperaron formas de unificación nacional –los señoríos étnicos y alianzas regionales- y tendieron a convertirse en movimientos de afirmación nacional. Los criollos liquidaron esos movimientos, condición necesaria no solo para la independencia de España, sino para la conformación de la nueva economía.” Alejandro Moreano, “El movimiento indio y el estado multinacional.” <i>Los indios y el estado-país</i>. Quito, Abya-yala, 1993.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn18"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref18" name="_edn18" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Para refrescar la mente de los desmemoriados, así escribía Don Gonzalo Zaldumbide, ejemplo de <i>cosmopolitismo</i> y <i>casticismo</i>, por supuesto: “Desfilaron a saludarme las demás sirvientas, cada cual con su rústica ofrenda, ligeramente conturbadas todas en su simplicidad. Luego las más tímidas y humildes, las indias, mujeres de los gañanes, de los mansos siervos de la gleba (...) Dónde más encontrar el candor con que esta sencilla gente me daba la bienvenida y me reconocía amo y señor del lugar, como antes a la ama grande, a mi madre y a cuantas paternalmente poseyeron la hacienda con sus pobladores”. Amo y señor de toda una época idílica, según él, que sería puesta en evidencia por ese “terrorista” de Icaza pues teme que al leer Huasipungo, ¿<i>qué dirán?</i>: “Los extranjeros que la han leído y los que atraídos por su fama, han de leerla, exclamarán sin duda: Si así es el indio de bruto y el chagra así de malvado, y el patrón así de avariento y ávido... qué turbios componentes de una nacionalidad aún en formación”.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn19"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref19" name="_edn19" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“Raza vencida y secularmente humillada”. (El Día, 10/02/1928); “Malos instintos de sus indios”. (Ibíd.); “Instinto salvaje en toda su fiereza”. (El Día, 12/01/1929); “Raza lindante más con la escala inferior zoológica que con la de patronos y amos.” (El Comercio, 07/02/1929); “Absoluta incultura que le domina (al indio)”. (El Día, 11/02/1929); “Una grande vergüenza nacional.” (El Comercio, 16/04/1929); “La pobre raza sufrida.” (El Comercio, 16/09/1929). Una muestra del conjunto de opiniones entresacadas de la prensa nacional a fines de los años 20. Citado por Hernán Ibarra, “La identidad devaluada de los ´modern indians´”. <i>Indios</i>, Quito, Abya-yala, 1991.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn20"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref20" name="_edn20" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Intentos que se prolongaron hasta la década del 70 del siglo XX y que renacen al interior de esta Revolución ciudadana que pretende empujar al país hacia la modernización (tercer momento) aún a costa de la ‘cultura’ y del ‘sumak kausay’.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn21"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref21" name="_edn21" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>No de otra manera se puede entender ese acto racista y violento protagonizado hace pocos años por un presentador de noticas al confrontar a una indígena, nombrada Canciller de la República, a mirarse al espejo. Es decir a que constate que su imagen no correspondía al imaginario de lo que “deben ser” los diplomáticos, los representantes de este país ante “el concierto de las naciones” como les gusta denominar al mundo diplomático. Acto cobarde y vil que no tuvo ningún tipo de rechazo por parte de la “intelligentzia”. <o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn22"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref22" name="_edn22" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Para muestra un ejemplo; la revista Hélice hizo su aparición en 1926, contaba con la dirección de Camilo Egas, <u>recién llegado de París</u>; Raúl Andrade, que fungía de secretario, se refiere en estos términos<span> </span>a quienes criticaron de manera negativa a la revista: “los eternos farsantes, propietarios del buen decir y del buen gusto, aquellos que nunca supieron realizar la más mínima obra de creación, pero supieron simularla, se levantaron como un colmenar. Contaban para ello con la aquiescencia del diarismo ventrudo y con la indiferencia del medio”. Citado por María del Carmen Fernández, El realismo abierto de Pablo Palacio. Ya se puede imaginar el lector el avispero que se levantaría con la aparición de <i>Los que se van</i>.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn23"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref23" name="_edn23" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“Se ha dicho que los cinco escritores de Guayaquil eran ‘como un puño’. Yo no creo, pienso que eran muy diferentes...”<span> </span>Los Guandos en dos tiempos; entrevista a Nela Martínez, en <i>Páginas olvidadas de Joaquín Gallegos Lara</i>, Alejandro Guerra Cáceres, Editorial de la Universidad de Guayaquil, 1987, pp. 376<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn24"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref24" name="_edn24" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“Pablo Palacio no constituye un caso aislado y descontextualizado en la producción del Ecuador de su tiempo”. María del Carmen Fernández, El Realismo Abierto de Pablo Palacio, Ediciones Libri Mundi, 1991, pp. 417.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn25"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref25" name="_edn25" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“Sorpresivamente vino un instante de silencio. Silencio debido a que algunos escritores valiosos habían muerto, en buena hora tal vez; pero sobre todo a que los demás habían dejado de producir. ¿Qué hacían ahora estos rebeldes? (...) No escribían libros, pero se hablaba mucho de ellos: y en bien para sorpresa nuestra. De repente, a alguno lo condecoraron, a otro le dieron una embajada, a un tercero ‘su’ ministerio. De un cuarto nos dijeron: ¿No sabes? Pero claro que sigue escribiendo y como... periodista. Leímos sus artículos y nos enteramos de que estos ‘socialistas’ continuaban produciendo una vigorosa literatura de ‘denuncia’, pero esta vez denunciando... ‘comunistas’. Ocioso es decir que como buena parte de los ‘marxistas’ se habían vendido al imperialismo, quedaban en ese momento pocos a quienes denunciar.” Agustín Cueva, <i>Entre la ira y la esperanza</i>. Quito, CCE, 2008.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn26"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref26" name="_edn26" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“Hubo un momento en que nos hicimos hombres, y en que quisimos liberarnos de su yugo. Fue un momento crucial para mí, para ti, para muchos de nosotros. Para encontrar nuestra personalidad de artistas, de hombres civiles, de combatientes, teníamos que echar lejos su yugo. Teníamos que librarnos de él, de su jefatura, de su dedo señalando el camino, de su voz recitando, poderosa y ardiente, la norma. (...) a veces, me asaltaba dolorosamente la vieja amistad y la conciencia de lo terriblemente desolada que debía ser su vida. (...) Su vida que era solamente su desnuda soledad. Y su fe, la única habitante de su soledad. (...) Pero eso no le quita el que haya sido una vida terriblemente desolada. Llena de una soledad tan atroz que la muerte, acaso, oscuramente, haya sido para él bienvenida.” Alejandro Carrión, en <i>Páginas olvidadas de Joaquín Gallegos Lara</i>, Alejandro Guerra Cáceres, Editorial de la Universidad de Guayaquil, 1987, pp. 364, 365<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn27"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref27" name="_edn27" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Me refiero, obviamente a <i>Entre Marx y una mujer desnuda</i> intento fallido de Jorge Enrique Adoum de entrar tardíamente en el <i>boom</i> y lo único que consiguió es que se inscribiera a <i>Marcelo Chiriboga</i>, el más grande escritor del boom, autor ecuatoriano de la insuperable novela <i>La caja sin secreto</i>, como caricatura en algunas novelas de Carlos Fuentes y José Donoso. Nótese la ironía entre el título de la ‘<i>obra’</i> de <i>Marcelo Chiriboga</i> y la elaborada manera de poner en evidencia la estructura de la novela en <i>Entre Marx y una mujer desnuda</i>, lo que la convierte en una novela que se vacía de sentido pues <i>expone sus secretos</i> ante el lector.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn28"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-left:14.2pt;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref28" name="_edn28" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:10.0pt;line-height:115%; font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <span> </span><span style="font-size:7.5pt;line-height: 115%">“Después del triunfo de la revolución popular del 28 de Mayo de 1.944 la Municipalidad de Guayaquil le premió con una artística Medalla de Oro, impuesta en la Sesión Solemne del 25 de Julio, por sus valientes escritos en "El Universo". Fue su minuto de gloria, salió retratado en todos los periódicos, gozó de popularidad. Varios estudiantes del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte pidieron su designación pero algunos maestros tuvieron la avilantez de oponerse, pretextando su defecto físico, cuando en realidad era por sus ideas políticas. Por eso tuvo que conformarse con la designación de administrador boletero de la piscina Municipal No. 1 ubicada en la intersección de las calles Malecón y Loja con S/. 300 de sueldo...” <a href="http://www.diccionariobiograficoecuador.com/tomos/tomo3/g1.htm">http://www.diccionariobiograficoecuador.com/tomos/tomo3/g1.htm</a> </span></p> </div> <div id="edn29"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref29" name="_edn29" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“...no lucha contra la ingenuidad de suspender la lucha de clases sino contra esa otra ingenuidad de la coexistencia pacífica entre el agresor y las víctimas.” Jorge Enrique Adoum, entre Marx y una mujer desnuda, Siglo XXI editores; 1980; p. 235.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn30"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref30" name="_edn30" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>El que la “llamada <<subjetividad>> de Palacio no está cifrada en escribir sobre sí mismo o con tonos sentimentales, sino en el hecho de darle a su literatura un acabamiento formal que supera las presiones del contexto, sin condicionar su creación (...) hace de Palacio <u>la mayor inteligencia narrativa que haya tenido la literatura ecuatoriana</u>”. Leonardo Valencia, El síndrome de Falcón, Paradiso Editores, 2008.<o:p></o:p></subjetividad></span></p> </div> <div id="edn31"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref31" name="_edn31" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>“en vida que me quisieras, de muerto ya para qué...” Prosaica expresión de que el reconocimiento es mejor en contante y sonante para los “escritores profesionales...”<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn32"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref32" name="_edn32" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Fernández, María del Carmen; El realismo abierto de Pablo Palacio; Libri Mundi, 1991.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn33"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref33" name="_edn33" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Palacio, Pablo, Carta a Carlos M. Espinosa, del 5 de enero de 1933, en <i>Obras completas</i> de Pablo Palacio, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1964, pp. 77-78<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn34"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref34" name="_edn34" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Artificio para designar a la literatura que tiene como eje referencial “lo social”, entendido ya no como objeto de estudio sino como sujeto enunciador; es decir, como conjunto humano que expone desde su propia condición su visión del mundo, sus concepciones ética y estética.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn35"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-left:14.2pt;text-align:justify; text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref35" name="_edn35" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:10.0pt;line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <span> </span>“<span style="font-size:7.5pt; mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%">No, señores servidores del feudalismo: Las novelas de Icaza no son falsas. Son la auténtica expresión de nuestra realidad humana. ¿Os espanta el cuadro? Debiérais avergonzaros de ser los domésticos letrados de la clase social que es capaz de cometer los crímenes cotidianos que Icaza narra y que por más polvo que queráis levantar no podréis ocultar. La explotación bestial a que se somete al indio desde la conquista, después de haberle robado todas sus tierras, es innegable (...) No puede haber ocurrencia más idiota que aquello de que debemos ocultar que esto existe, como sostiene un periodista de alma morlaca, para que la burguesía extranjera no se asuste y venga a viajecitos de turismo, creyendo que todo en el Ecuador son lagunitas de Otavalo y prostitutas pintadas en la calle Machala de Guayaquil. No, majaderos y lacayos: Ecuador no es un país de turismo sino de tragedia. Esta tragedia hay que proclamarla a los cuatro vientos del mundo para despertar la conciencia internacional a favor de las víctimas cotidianas que un puñado de momias, de hombres muertos, los feudales supervivientes, encadena, azota, explota y asesina en este país. El haber sabido revelar esto por primera vez es lo que constituye el valor fundamental de Icaza como novelista.”<span> </span>Joaquín Gallegos Lara, “En las calles” (1936). <i>Escritos literarios y políticos de Joaquín Gallegos Lara</i>, Alejandro Guerra Cáceres, compilador. Guayaquil, CCE, 1995. Págs. 129, 130.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn36"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref36" name="_edn36" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Fundamentalmente porque no logra un adecuado enfoque crítico sobre la “generación del desencanto”; posiblemente porque su cercanía y su participación en el movimiento no le permiten mirar esa generación con mayor objetividad.<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn37"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref37" name="_edn37" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Tinajero; Fernando. De la evasión al desencanto. Quito, El Conejo, 1987. Págs. 48<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn38"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref38" name="_edn38" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[38]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Segundo intento de modernización según quienes llevan las cuentas de los intentos, de los fracasos, de las buenas intenciones en suma...<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn39"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-left:14.2pt;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref39" name="_edn39" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[39]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Véase <i>30S Ficción y realidad</i> de Marcelo Chiriboga y Roberto Maldonado, en este mismo libro.</span></p> </div> <div id="edn40"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref40" name="_edn40" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[40]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Para muestra un botón: en la edición de lujo realizada por la I. Municipalidad de Guayaquil de las Obras selectas de Joaquín Gallegos Lara; Yanko Molina Rueda, quien funge de psicoanalista del autor, menciona de paso que “entre sus múltiples y <i>curiosas</i> <i>ocupaciones</i> (de Joaquín Gallegos Lara) estuvieron la de recolector de boletos en una piscina municipal y la de acompañante y contador en los recorridos de un camión que transportaba cascajo”. Para el sesudo analista son curiosas y anecdóticas nada más estas <i>múltiples</i> ocupaciones de Gallegos Lara. “Colega, hay que trabajar para vivir. No todos podemos pasar sonriendo en un soportal” le dice, el autor de <i>Las cruces sobre el agua,</i> a Raúl Andrade a propósito de una crónica que este escribió sobre estas mismas <i>curiosas</i> ocupaciones de Gallegos Lara. <o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn41"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref41" name="_edn41" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[41]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Paradoja total; aquellos que pretenden cobijarse bajo la sombra de Pablo Palacio realizan denodados esfuerzos por evitar desacreditar la realidad, su aspiración es otra: sacralizar los nuevos discursos para que el templo, la literatura en suma, quede incólume, se levante egregia frente a esa realidad menospreciada...<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn42"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref42" name="_edn42" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[42]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span></span><span lang="ES-EC" style="font-size: 7.5pt;mso-bidi-font-size:7.0pt;line-height:115%;letter-spacing:-.05pt; mso-ansi-language:ES-EC">"...la posmodernidad es el folklore de la sociedad postindustrial." Iñaki Urdanibia. En torno a la posmodernidad. G. Vattimo y otros. Barcelona, Anthropos, 1990.</span><span style="font-size:7.5pt; mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"><o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn43"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-align:justify;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref43" name="_edn43" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[43]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Porque <i><u>esos</u></i> <i><u>sí</u></i> son pensadores; no como los que desde la concepción y condición indoamericana proponen otra lectura, otra dimensión de la filosofía, la historia y la vida que, quiérase o no, son las orillas desde donde “se piensa, se filosofa y se afirma” (o niega... que es, creo, la vertiente más fuerte pero subterránea y que va de la mano de los otros sectores, de aquellos que hasta ahora no han tenido su puesto en la historia a no ser como masa, pueblo, populacho, fuerza de trabajo y hasta el gentil proletariado –por lo de reconocer su importancia como sepultureros del capitalismo; no por sus orígenes obviamente-; denominaciones generales que ocultan sus características, sus potencialidades y fundamentalmente sus proyectos históricos).<o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn44"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref44" name="_edn44" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[44]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span></span><span lang="ES-EC" style="font-size: 7.5pt;mso-bidi-font-size:7.0pt;line-height:115%;letter-spacing:-.05pt; mso-ansi-language:ES-EC">Roland Barthes. El grado cero de la escritura. Nuevos ensayos críticos. Edit. Siglo XXI.</span><span style="font-size:7.5pt; mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"><o:p></o:p></span></p> </div> <div id="edn45"> <p class="MsoEndnoteText" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom: 6.0pt;margin-left:14.2pt;text-indent:-14.2pt"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Escritos%20Pablo%20Y%C3%A9pez%20M/Dobles%20y%20%C3%BAnicos%20%20blog.doc#_ednref45" name="_edn45" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"><span><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt; line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA">[45]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size:7.5pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;line-height:115%"> <span> </span>Oswald Ducrot; Tzvetan Todorov; Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje; Siglo XXI editores, 1989.<o:p></o:p></span></p> </div></div>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-61652874926476102842011-05-19T00:15:00.000-07:002011-05-19T01:54:25.302-07:00El taller literario:<span style="font-size:180%;color:#ff0000;"><strong>ESPACIO PARA CREAR OTRA REALIDAD</strong></span><br /><br /><br /><div><br /><div><br /><div><br /><div>Escribir no es una fantasía, es una necesidad primaria; es una forma de comunicación y para ello se escribe sobre la piel de las piedras al igual que sobre la coraza de las tortugas o en la trama del papiro o a través de los hilos multicolores y disímiles de los kipus, o se expresan el <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDEUHmx8Zsb5OWrukwX2AeoW3RL-qOZhwr05lmkD3eJITqyC44prTaKSaE_zMzCp0ioRi5J1EaPKNEecX6QMM74k9D8flmH6uYklnZfz4MsAU3YrvCHUMBSuh-r51cbJkUaxjMTw/s1600/mata_3.png"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 202px; FLOAT: right; HEIGHT: 274px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5608328263381212994" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDEUHmx8Zsb5OWrukwX2AeoW3RL-qOZhwr05lmkD3eJITqyC44prTaKSaE_zMzCp0ioRi5J1EaPKNEecX6QMM74k9D8flmH6uYklnZfz4MsAU3YrvCHUMBSuh-r51cbJkUaxjMTw/s320/mata_3.png" /></a>silencio y el asombro en los cuerpos mediante diversas líneas que representan animales sagrados; y se convoca a los espíritus y se redescubre que la vida tiene continuidad y los ciclos se repiten y que a la vez se fracturan, que los mitos no son aquellos que heredamos de los griegos o romanos sino que subyacen en nuestras máscaras y en nuestras fiestas, en nuestra manera tan ecuatoriana de enfrentar el destino embarcándonos en frágiles canoas a redescubrir aquello que ya habíamos inventado.<br /><br />Pero cuando la escritura se vuelve pasión se convierte en el giroscopio que nos instala como viajeros en dos naves distintas: el tiempo y el espacio. Y logramos articular el espacio y conseguimos romper el tiempo para construir y demostrar que la vida sigue y está, y nos acecha con su temeraria cantidad de posibilidades, a las cuales, de manera constante y casi maquinal negamos. Entonces vivimos la literatura porque logra construir aquellos escenarios que soñamos y atravesamos las situaciones que alguna vez imaginamos. Si esto es así, y parece ser que se repite en el tiempo como una constante, ¿cuál es la función de los talleres literarios?; ¿qué los diferencia de los grupos de literatos que de una u otra manera se han formado casi siempre alrededor de la tarea de escribir?<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZuX3EueggwmdkIxwnEsdjxR8j9Q_nzoptys-jRAad4SLmyEVj_7vhGAbhP6A2DBMi-phkJdXCFG-xwIRwsX_FL91GD4mHWLp2DNhnprVpp1Bo_qRmi7_mWJWEouwoBi-e6jlxVQ/s1600/slide0024_image039.jpg"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 263px; FLOAT: left; HEIGHT: 241px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5608327817850791874" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZuX3EueggwmdkIxwnEsdjxR8j9Q_nzoptys-jRAad4SLmyEVj_7vhGAbhP6A2DBMi-phkJdXCFG-xwIRwsX_FL91GD4mHWLp2DNhnprVpp1Bo_qRmi7_mWJWEouwoBi-e6jlxVQ/s320/slide0024_image039.jpg" /></a><br />Los talleres literarios surgen en nuestro país en la década de los ochenta, con la llegada de Miguel Donoso y su trabajo en la Casa de la Cultura con una metodología aprendida y a medias inventada en México; en esa década se crearon muchos talleres literarios, en muchas ciudades y con diversos nombres, no voy a repetir la historia para no cansarles (solamente déjenme decirles que los talleres hicieron su aparición conjuntamente con las guayuserías, que en el país mandaba Febres Cordero y en las calles se respiraba el olor recién inaugurado de los desaparecidos y los muertos por la ley de fuga; los AVC fueron masacrados y eliminados antes de la víspera mientras el que “nunca se ahueva”, según dijo en alguna de sus últimas alocusiones lloraba y orinaba en el pantalón ante los comandos de Taura); de esos talleres surgieron muchos escritores y escritoras que ahora facturan su fama bien ganada y su pose de poetas de élite.<br /><br />Aparentemente, en esa década en la cual la política se condensó; los nuevos aires que insufló el triunfo de la Revolución Sandinista frente al sátrapa y asesino de Anastasio Somosa; las guerra de liberación sostenidas en El Salvador y Guatemala fundamentalmente; los iniciales intentos de unir la izquierda en este país para hacer frente a la oligarquía insaciable; la cercanía con grupos guerrilleros de diversa índole como las FARC, el EPL, el M19 y el ELN en Colombia o<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk-gNGUJMYWqTTaPCYbPTUJiCfJ_BQXdQAY6ak_C-upiDpJTdanck6kl91bbnjFxBOqA8TJ_y0aW25N2mMvEo0AzyadKvd3rBDDQSn9AXcVfwGc5anZf8vebteh9oelSCvVRj02Q/s1600/image114.jpg"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 159px; FLOAT: right; HEIGHT: 127px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5608328555304450530" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk-gNGUJMYWqTTaPCYbPTUJiCfJ_BQXdQAY6ak_C-upiDpJTdanck6kl91bbnjFxBOqA8TJ_y0aW25N2mMvEo0AzyadKvd3rBDDQSn9AXcVfwGc5anZf8vebteh9oelSCvVRj02Q/s320/image114.jpg" /></a> Sendero Luminoso y el MRTA en el Perú pueden dar una idea de la efervecencia revolucionaria en América Latina; pero a la vez sufríamos las dictaduras de los Figueiredo, Bordaberry, Pinochet, Videla-Viola-Galtieri, Stroessner en el Cono Sur; los Bánzer-García Meza; los Velasco Alvarado-Morales Bermúdez, en la región andina para finalmente mirar entre fascinados y sorprendidos el derrumbe del muro de Berlín y el desmembramiento de la URSS para dar paso a la posmodernidad, la supuesta muerte de las ideologías y el fin de la historia como cantos triunfales del capitalismo sobre la humanidad.<br /><br />Los talleres literarios formaban parte de toda esa batalla; estaban inmersos en el debate ideológico político para definir el futuro y, fundamentalmente determinar el papel de los escritores y de los intelectuales en general sobre ese vasto campo de batalla que era América Latina. ¿Por qué no nos alineamos con las diversas, distintas y a veces hasta contradictorias tendencias de la izquierda? Porque las revoluciones no solamente se definen en el campo de lo político-militar; demarcan y definen sus tendencias en el campo ideológico-político y ese espacio nos constituyó, nos definió, nos marcó y nos diferenció. No pretendíamos erigirnos en los escritores oficiales de los diversos partidos; queríamos una transformación más profunda para evitar caer en la amarga derrota que constituye el ejercicio del poder encumbrados en las esferas oficiales de los escritores consagrados. Nuestra propuesta era (¡es!) más ambiciosa. Romper la clásica división entre los creadores y los consumidores, entre los escritores sensibles y profesionales y el común de la gente. Queríamos (¡queremos!) transformar la literatura y el arte en general en una dimensión más de la cotidianidad, convirtiendo al ser humano en un ser creativo, sensible, crítico; capaz de elaborar sus más altas fantasías. No pretendíamos derribar viejos iconos para encumbrarnos sobre las ruinas de sus pedestales; no queríamos (¡ni queremos!) ser parte del panteón de los ungidos. ¡La imaginación contra todo tipo de poder! Y, nos propusimos crear, no uno ni dos ni tres Vietnams; para encender la chispa que incendiara la pradera; el Che Guevara pasó a ser parte del fol<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6tPrRBwhOXF9acvXGKbmBWT2AjtP9s0kgz8jPmy_pJfm5BrpFRJkl2XgxP7HZJgvqZLFswck-IWctig5LGFNH0SF0atPweKhKbyNDeMapC-NImMKqEeW7xrO9Vr7OW_z64cmWxA/s1600/image074.jpg"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 151px; FLOAT: right; HEIGHT: 147px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5608327467097866690" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6tPrRBwhOXF9acvXGKbmBWT2AjtP9s0kgz8jPmy_pJfm5BrpFRJkl2XgxP7HZJgvqZLFswck-IWctig5LGFNH0SF0atPweKhKbyNDeMapC-NImMKqEeW7xrO9Vr7OW_z64cmWxA/s320/image074.jpg" /></a>klore de la izquierda veleidosa y objeto de consumo que desdibujó su propuesta de generación del “hombre nuevo”. Con la institucionalización y posterior derrota de la Revolución Sandinista se demostró, y de qué manera, que el poder corrompe; que es más fácil derrotar a los revolucionarios encumbrados en el poder que en medio de un campo de batalla. No de otra manera se puede explicar la debacle de ese esperpento de socialismo que para llamarlo de alguna manera se denominó “socialismo real”, para esconder la arbitrariedad y la falta de imaginación de una burocracia que hizo, de los sueños de la humanidad, un instrumento para obtener prebendas y usufructuar de las delicias del poder.<br /><br />Por eso, quienes fundamos y creamos el Taller de Literatura Matapiojo, apartándonos del clásico taller con un coordinador que nos ejercite en el duro oficio literario optamos por la coordinación colectiva para demostrar que es posible descubrir, inventar, retomar, irrumpir, cuestionar, maravillar, sorprender desde la intuición y la pasión, desde la vocación inclaudicable de evitar las consagraciones y repeler de manera instintiva el aroma de los consagrados (fundamentalmente de aquellos que han trabajado de manera persistente para hacerse un nombre, a pesar de su mediocridad, aupados por el oportunismo y la manifiesta cultura del veddetismo en nuestra comarquiana esfera literaria).<br /><br />Paradoja de las paradojas, en la década de los noventa la metodología de taller fue apropiada por aquel entonces por ciertos jóvenes que pusieron e hicieron de ese espacio una especie de círculo de iniciados y de club de fans para adorar la literatura y dar al país el premio Nóbel, Nadal, Herralde, Planeta, Copa Libertadores... en fin cualquier premio para que adquiriese talla universal; pero como verán, tampoco se dio a pesar de todos los intentos por denominarse poetas “feto”, “probeta”, “generación post desencanto”, de cualquier manera la etiqueta no les ayudó mucho a proyectarse en el mercado a los nuevos escritores y escritoras.<br /><br />Y entonces, luego de este cortísimo viaje estamos de nuevo al comienzo, claro que han pasado ya 10 presidentes (sin contar un triunvirato y una presidenta) –es decir a un promedio de 2 años por período presidencial-; tres constituciones y una sola realidad verdadera, una revolución ciudadana, un puñado de forajidos satisfechos, millones de migrantes que se marcharon en busca del dorado, más o menos 6.000 millones de dólares entregados a los banqueros que están en Miami y otros paraísos del mundo. En fin que esta historia ya la conocen y no me voy a preocupar de recordársela. Total que estamos al comienzo, es decir con una nueva camada de escritoras y escritores, poetas y narradores y narradoras; pero, cuál es la punta que une el comienzo con el final, mágica serpiente ouroboros, que se recrea toda a partir de sí misma.<br /><br />Un taller no es la reunión de amigos para definir al poeta más sensible, sublime o estratosférico, no es la camarilla de agitadores conspirando contra la academia y las buenas costumbres, no es la secta que elabora el canon y eleva al partenón a los ungidos con la victoria de algún juego floral, no es el grupo de bohemios que deambula en búsqueda de fantasmas ni las interminables discusiones filosofales que no conducen sino a la necesidad de un próximo reencuentro para seguir hurgando bajo la piel hasta despellejarse, tampoco es el sitio de los elegidos por algún dios dador de dones y virtudes –y alguno que otro pecadillo-, para desflorar la vida.<br /><br />Un taller, creo yo, es un grupo de comunes y corrientes personas sensibles, que trabajan textos a partir del material dado, es decir porfiados constructores de un nuevo e inacabado hipertexto a partir de un palimpsesto que a la vez se constituirá en otro de los tantos y tantos trillones de textos que se acumularán en el espacio para devenir reflexiones, en esa otra nave, que es el tiempo. Clarísimo. O, trataré de entenderme yo mismo, un taller es la reunión de ciertos ingenuos que pretenden escribir otra realidad porque la que existe no es lo suficientemente compleja ni tiene la capacidad de abarcar tantos sueños. O un taller, puede ser, la reunión de doce discípulos con el maestro como eje central para que recorran el camino de la vida, lo llamen el enviado y posteriormente le saquen los ojos, renieguen de él y lo hagan papilla.<br /><br />Bueno todo eso y mucho más es un taller, es la construcción paciente de textos que puedan comunicar aquello que de manera habitual no podemos hacerlo; para ello nos hacemos de las únicas herramientas que tenemos a mano: la palabra, la sensibilidad, la crítica, la observación, la realidad, el terror, el humor, la ironía, la soledad, la historia, el desarraigo, la<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi71eEnJ-GXP4jCCLw5dsPwhomjJy8EUotDS4VYVfrsHxwP6m7pRq6WguAfx3oX3t48LOVSKsRrZi2HZEraPiC3DpdJdJfzrqxYKHiyne23MoBphJB5xUp8iuDGpRe4hJ7e_pe_yg/s1600/otro+escarabajo.PNG"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 301px; FLOAT: right; HEIGHT: 223px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5608330159224250802" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi71eEnJ-GXP4jCCLw5dsPwhomjJy8EUotDS4VYVfrsHxwP6m7pRq6WguAfx3oX3t48LOVSKsRrZi2HZEraPiC3DpdJdJfzrqxYKHiyne23MoBphJB5xUp8iuDGpRe4hJ7e_pe_yg/s320/otro+escarabajo.PNG" /></a> imaginación, los sueños, la ingenuidad, el erotismo, el miedo, los colores, el silencio, la literatura, la incertidumbre, la filosofía, la física, las precariedades económicas, las miradas entre compasivas y admiradas de los parientes –en especial de los respectivos compañeros o compañeras cuando se llega a la casa después de trabajar en el taller y decir, entre orgulloso y avergonzado, esto es lo que hice y se saca una miserable hoja de papel con múltiples tachones y dibujos realizados por el resto de compañeros-; además usamos la sombra, los sonidos, la arquitectura, el agua, el aura, los mitos, la medicina.<br /><br />Tenemos la posibilidad de reinventar el mundo sin necesidad de cobrar nada por ello, y eso nos recrea y nos reconstruye y nos encara y nos eleva o nos envía al abismo, pero siempre de frente hacia lo que constituye nuestra pasión, los textos, la imaginación; la valoración de uno frente a lo que se puede hacer con uno mismo. Porque el taller no es una fábrica de escritores es un trabajo de grupo donde se aprende a escribir con paciencia y pasión, con terquedad para adquirir cierta seguridad, y comprender que la narrativa no es el catálogo de los buenos escritores, que la poesía no es un decálogo para fabricar imágenes y, que la literatura, no es un fin en sí misma, es un medio para ser, hacernos y deshacernos.<br /><br />La propuesta fundamental de un taller de literatura es (o debería ser) socializar los medios de creación, dar a conocer las técnicas que nos permiten crear para dar por terminada la división entre el arte y la vida. Esa fue una de las propuestas que surgieron hace ya más de dos décadas y creemos que hasta ahora mantiene su vigencia. Hacer de la literatura el ejercicio que nos posibilite romper y desprogramar nuestra rutina para asumirnos en nuestra condición humana. Nunca el taller como espacio de reproducción de vedettes, nunca el taller como factoría de profesionales de la palabra; el taller como espacio de crítica colectiva y de militancia sensible con la vida.<br /><br />Eso es un taller o así al menos lo hemos concebido, inventado, soñado y recreado en estos años. Al leer los textos de nuevos poetas, narradores y narradoras ustedes sabrán juzgar si se ha conseguido el objetivo, y los que participaron en todo el proceso podrán dar testimonio si les permitió comprender la vida de otra manera porque la literatura al igual que la ciencia da cuenta de la realidad; pero, la literatura, al contrario de la ciencia, tiene la ventaja de poder crear otras realidades, otros tiempos y otros espacios, y, a la vez recrearnos como seres humanos sensibles, asombrados, creativos y críticos; soñantes y soñados, cuestionadores, suscitadores, lúdicos... </div></div></div></div>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-24515423731788246372010-11-08T13:40:00.000-08:002010-11-08T14:10:10.663-08:00PRIMER ENCUENTRO DE TALLERES LITERARIOS "GUSTAVO GARZÓN GUZMÁN"<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlLqY_paZ81rwe7ASTAwrckFZOMVETonmxMcBv2qZBZJmn_RUuFTTHsKD36GANWy4HLx30J5mLJWicZ6HITZPgRBKN34DDWv9DOPrx7OYn38xpKc19bIdx3FLj3E5Jk-8h4Sffqg/s1600/GG.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 189px; height: 263px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlLqY_paZ81rwe7ASTAwrckFZOMVETonmxMcBv2qZBZJmn_RUuFTTHsKD36GANWy4HLx30J5mLJWicZ6HITZPgRBKN34DDWv9DOPrx7OYn38xpKc19bIdx3FLj3E5Jk-8h4Sffqg/s320/GG.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5537298738202905042" border="0" /></a><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:trackmoves/> <w:trackformatting/> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> 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class="MsoNormal"><b><i><span style="font-size: 21.5pt; line-height: 115%; color: red;">"Toda piedad aquí es cruel si no incendia algo..."<a style="" href="#_edn1" name="_ednref1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style=""><span class="MsoEndnoteReference"><b style=""><span style="font-size: 21.5pt; line-height: 115%; font-family: "Calibri","sans-serif"; color: red;"><span style="font-size:78%;">1</span></span></b></span></span></span></a></span></i></b></p> <p class="MsoNormal"><br /><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Durante la década de los años ochenta, el Ecuador estuvo atravesado por el cuestionamiento a los imaginarios que la anterior generación: la del 70, resumió en las teorías de “la década perdida”, del “desencuentro” y del “desencanto”. Estas crisis de rol del escritor en su contexto, se agudizaron políticamente durante el gobierno neoliberal de León Febres Cordero, estando marcada la década, por la aparición de grupos alzados en armas y por una represión generalizada sobre los sectores juveniles en especial.<br /><br />A nivel literario, el Ecuador había perdido el espacio de la dignidad que representaban ciertos íconos literarios e intelectuales, pues estos se declararon “desencantados” del movimiento de izquierda tras la caída del “mundo socialista” que representaba la ex URSS y el muro de Berlín, mientras que EE.UU se alzaba como la única potencia mundial intentando imponer las teorías de “el fin de la historia”, “el pensamiento único” y la guerrerista “confrontación de las civilizaciones” que devendría en el maniqueo concepto de la pretendida existencia de los “ejes del bien y del mal”.<br /><br />En este contexto, y frente a los reclamos ciudadanos y de los movimientos sociales, los derechos humanos fueron vulnerados, llegando al extremos de encarcelamientos, asesinatos sin formulas de juicio y desapariciones, tal como consta en el Informe de la Comisión de la Verdad, que para investigar estos casos se organizara en el actual período gubernamental; dicha comisión fue presidida por la Hna. Elsie Monge.<br /><br />Familiares y amigos, trabajadores del campo y la ciudad, periodistas y comunicadores sociales, escritores e intelectuales, hombres y mujeres, fueron víctimas de un proceso de represión que marcó un importante momento de la “historia oscura” del país; a todos ellos es justo reconocer y revalorar para que las nuevas generaciones no olviden que son consecuencia de luchas sociales anteriores y que en ellas hubo personas que ofrecieron su energía y aún sus vidas, por ver días mejores para la patria ecuatorial.<br /><br />De ahí que este primer encuentro va dirigido a quien fuera el más destacado de los jóvenes escritores que produjera la generación de los talleres literarios, el hermano y compañero GUSTAVO GARZÓN GUZMÁN, quien fuera encarcelado a finales del año de 1989, liberado en octubre de 1990 y “desaparecido” el 10 de noviembre de ese mismo año, en el marco de la represión mencionada; causando uno de los más grandes dolores que hemos tenido durante todos estos años los trabajadores de la literatura y sobre todo su familia y especialmente su madre: doña Clorinda Guzmán de Garzón, que hoy en día constituye un icono de la lucha por los derechos humanos en el Ecuador.<br /><br /><br />En la década de los años ochenta, se crearon los talleres literarios, como un movimiento de las letras ecuatorianas. Estos, fueron consecuencia del Taller que creó la Casa de la Cultura Ecuatoriana en el año de 1982 y fue dirigido por el escritor Miguel Donoso Pareja, quien demostró al país que una labor de esta naturaleza genera nuevos aportes al imaginario cultural y que por tanto deja huellas imposibles de borrar, tal como ha quedado registrado en el libro “La posibilidad de soñar por escrito” del poeta Alfredo Pérez Bermúdez.<br /><br />En estos procesos colectivos, plenos de recursos metodológicos innovadores relativamente desconocidos aún, se formaron varios escritores que hoy representan a las letras ecuatorianas y que a pesar de la falta de difusión de sus obras, no han dejado de producir, sin esperar reconocimiento alguno, que no se el que sus obras, por sí solas, lo merezcan.<br /><br />De aquello muy poco se ha analizado y discutido. La experiencia del Encuentro “Cultura entre dos crisis”, realizado en el año de 1987, constituyó un hito en la historia de reflexión local sobre el rol del escritor en su contexto político y social, el que no fue evaluado de manera sistemática para generar continuidad en necesarios y útiles debates, sobre todo para encontrar derroteros para los actuales momentos, cuando el Gobierno de autodenominada “Revolución Ciudadana”, ha creado el Ministerio de Cultura, como un ente articulador y rector de las políticas en este sector de gestión gubernamental.<br /><br />Si otrora, los trabajadores de la cultura y particularmente de la literatura, nos hemos movilizado reclamando por los derechos de nuestras áreas de acción, es necesario volver a retomar los cauces de la reflexión, el análisis y la confrontación conceptual, política y sobre las prácticas significativas de las “culturas ecuatoriales”, pues el gran esfuerzo realizado, no ha logrado que los derechos de los creadores sean asumidos como políticas de Estado, y por el contrario, hasta la presente fecha, no se reconoce al imaginario cultural de los pueblos y culturas ecuatoriales, como un eje de desarrollo nacional, a pesar de estar en juego una reciente discutida Ley de Culturas en Ecuador.<br /><br />En lo específico, es imprescindible que los jóvenes creadores literarios, poetas y narradores, ensayistas y analistas sociales, nos convoquemos para asumir la responsabilidad de darle al país nuevas herramientas conceptuales provocadas por los recientes desarrollos tecnológicos y científicos, así como para evidenciar y reconocer el resurgimiento de nuestras culturas ancestrales y de nuevas culturas juveniles urbanas, como ejes vigentes de nuevas formas de comportamiento humano y convivencia en armonía y reciprocidad con la naturaleza (Sumak Kawsay) y entre los seres que habitamos este planeta y en particular: en nuestras ancestrales <em><span style="font-family: "Calibri","sans-serif";">Tierras de la Mitad.</span></em><br /> </span></p> <div style=""><br /> <hr align="left" width="33%" size="1"> <div style="" id="edn1"> <p class="MsoEndnoteText"><a style="" href="#_ednref1" name="_edn1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%; font-family: "Calibri","sans-serif";">1.-</span></span></span></span></a> Roque Dalton</p> </div> </div><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:130%;" ><em><span style=""><br /></span></em> </span>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-52316031273636342742010-09-20T10:54:00.002-07:002010-09-20T11:10:51.726-07:00¿ANTIPOESÍA EN TIEMPOS POSMODERNOS?<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" 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presentan sin poses, sin currículum, sin padrinos, sin libros a veces, solo con ciertos artefactos a punto de estallar.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Los antipoetas no quieren pasar a la posteridad, ni los premios ni el reconocimiento; solo el suave plumaje de la palabra que les llega de sopetón en los buses o en el trole, apretujados con el resto de la gente que sufre por el pico, placa y por falta de aire.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Los antipoetas juegan con los dobles y triples sentidos, con el árbol genealógico, con Dios, con las amadas, con los niños; es decir derriban todo aquello que con santa paciencia han erigido los elegidos, los vates sagrados, los sesudos estudios de las diversas universidades.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Los antipoetas están hechos de esa materia común y corriente que se encuentra en la calle y en todas las esquinas; permanecen arrumados en las oficinas hasta que sacan a relucir su enmohecida armadura de dueños de la palabra y embisten contra todo; mandan al carajo por correo electrónico, por medio de bombas panfletarias, a través de cometas multicolores. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Son tan únicos y tan corrientes a la vez que casi siempre tropezamos con ellos pero no los descubrimos, no logramos percatarnos hasta que nos desnudan con sus imágenes y nos hacen caer en cuenta del ridículo que hacemos siempre tan serios, tan solemnes, tan cuidados en la forma, tan elaborados en nuestras costumbres, tan acartonados en nuestra maner</span><span style="font-size:100%;">a de amar.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Los antipoetas llegan a la meta porque llegan, con tenacidad, con paciencia, con la sonrisa dibujada de oreja a oreja solo por el placer de llegar, de estar, de hacerse presentes. Sacan de sus bolsillos viejas navajas de cuando eran niños, elefantes tiernos, gatos divinos e incomprendidos, viejos cristos de la igualdad, bolígrafos encantados, corchos convertidos en brújulas para perderse con mayor facilidad. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Los<span style=""> </span>antipoetas no se sientan entre el público, <b><i style="">son</i></b> el público; los antipoetas no se contradicen, se desdicen, rompen la lógica, la siempre furtiva razón. Son los profesionales de la sospecha, descubren a timadores en los colectivos, en las rancias salas de clases o en el purgatorio. Son los siempre tiernos niños que nunca dejan de soñar y hacer travesuras. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Los antipoetas son de carne y hueso no como aquellos divinos, apolíneos y a la vez dionisíacos poetas de relumbre. Los antipoetas sacan al mago de la chistera, dialogan con el común de los mortales, rompen los espejos para no caer en el pecado capital de la vanidad.<br /></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Los antipoetas cuestionan la seriedad postiza, la romántica forma de concebir el amor, la patibularia manera de asir la existencia, la masoquista inercia que nos vuelve clavos oxidados, la sensual manera de esperar la muerte, la reconocida forma de alimentar el ego.<br /></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Si eso son y hacen los antipoetas; ¿qué sentido tienen estos <b><i style="">Antipoemas verdes</i></b> –con <span style=""> </span>ese tinte de pos ecologista-, <span style=""> </span>en este momento en que se cumplen nueve años de la caída de las torres gemelas y de la globalización del terror por la potencia mundial más armada y más retrógrada del mundo?, haciéndonos <b>casi</b></span><span style="font-size:100%;"> </span><span style="font-size:100%;">olvidar que hace exactamente 37 años también se ins</span><span style="font-size:100%;">tauró el terror pero <b><i style="">solo</i></b> localizado, <b><i style="">solo</i></b> regional, <b><i style="">solo</i></b> en el cono sur. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Creo que la antipoesía es una revuelta en contra de la poesía realizada frente al espejo para convertirla en el pan cotidiano, esa contractual forma de vivir día a día así ya sea con los subsidios del estado o los cheques de la burocracia revolucionaria de oropel. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Creo que la antipoesía es la reconstrucción de la dimensión humana de la ternura y la franqueza. Es la restauración de la esfera de la cotidianidad con grandes vuelos y grandes limitaciones, con desmesurados deseos y desproporcionados sueños para seres insignificantes, para aquellos que se debaten entre el trole y la aventura suicida de caminar por las calles sin escoltas, sin guardaespaldas y, lo que es peor, casi sin medio en el bolsillo.</span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihfivDacZ6xWDejkO9J8DEr5-WSSXjfiL3mR2oyyr9P4kG7fml1rO665bRUO0eR4yB746qCKgc1CAOV2Khc23mi6MTRI9aObHHPQoeGOlrENcGJdPNG2U5ZYrC7Vm06yv14sz0og/s1600/hern%C3%A1n.JPG"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 189px; height: 263px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihfivDacZ6xWDejkO9J8DEr5-WSSXjfiL3mR2oyyr9P4kG7fml1rO665bRUO0eR4yB746qCKgc1CAOV2Khc23mi6MTRI9aObHHPQoeGOlrENcGJdPNG2U5ZYrC7Vm06yv14sz0og/s320/hern%C3%A1n.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5519057378721374098" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><b><i style="">Hernán Hermosa</i></b></span><span style="font-size:100%;"> se debate en el mundo pedestre de los seres comunes y silvestres; no tiene ningún deseo de llegar inmaculado a la academia para ser objeto de formolizadas disecciones en los gabinetes de la academia; insiste en el habla común para expresar las preocupaciones cotidianas; lejos, muy lejos, de esas alambicadas maneras de decir de los vates consagrados o a punto de serlo. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Se ríe a carcajadas de sí mismo (y claro de nosotros también, por supuesto);</span><span style="font-size:100%;"> sol</span><span style="font-size:100%;">loza frente al desamor con esa sabia posición de filósofo abandonado pero digno. Profundamente humano y sinceramente frágil frente al desdén del objeto amado. <span style=""> </span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Nicanor Parra ya lo dijo: <i style="">"La poesía morirá si no se la ofende, hay que poseerla y humillarla en público. Después se verá lo que se hace"</i><b>. </b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Es el tiempo de los nuevos discursos, de la demolición del canon impuesto por los dementes burócratas de lo bello, es el momento de reconstruir la poética, volverla gato volantinero de todos los días; es la hora de salir de esas burbujas narcisistas en que se ha convertido la soledad del ser humano para reconocernos pedestres obras del tiempo y la palabra. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Estos <b><i style="">Antipoemas verdes</i></b> vienen a refrescar el ambiente de la poesía para evitar esa sensación extraña de que cuando uno cuenta sus desatinos la gente está en otro patín; o, no llevarnos la sorpresa de que cuando queremos poner la luna a los pies de nuestra amada, ésta, esté dormida en la cama de la mamá. Porque la desmesura del deseo nos lleva</span><span style="font-size:100%;"> a pensar en estudiar inglés por correspondencia para irnos al extranjero; o comprar un retrovisor en Machachi, adaptarlo a la bici, para salir a buscarla (a quién más, a ella, por supuesto) en el tumulto, del domingo.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">En fin que el antipoeta es lo que es; ni Barrabás ni Cristo del Consuelo, apenas <i style="">“un animador de la vida”</i>. Aquel que sueña con ganarse el Neruda de oropel, o el premio Nobel de literatura para que la santa cofradía de la localidad crea que el fallo del jurado es una falla; el que</span><span style="font-size:100%;"> se niega a escribir más elevado no por el terror a las alturas sino por la dificultad de escribir desde un andamio.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">El tren del tiempo no se detiene y cobra fuerza a medida que nos acercamos a esa etapa en, la que dicen, que es momento de recoger aquello que se ha sembrado; pero creo que<span style=""> </span>en esta época de incertidumbre, donde <b><i style="">solo la revolución es una constante</i></b>… <b><i style="">propaganda</i></b>, tengo la impresión que no hemos sembrado nada, no hemos guardado nada para la época de invierno. Nos hemos gastado la vida embromándola; sembrando artefactos sonoros, coloridos sonajeros para atrapar a las musas, cerbatanas para domesticar el viento, manifiestos para inventarnos nuevas épocas, sombreros para ocultar nuestra poca capacidad para las cosas prácticas, trompos para jugarnos la vida por una idea o por un amigo; giralunas para comprobar que la existencia es una ilusión y que no dejan de llover los pagarés, el arriendo o las cuentas de la luz y el agua. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Me sobrecoge la sonrisa que mantuve durante toda la lectura del libro; me asombra esa capacidad para ser tan humano, tan profundo en la sencillez, tan coloquial en medio de la solemnidad que campea. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Es cierto; todavía podemos inventarnos a nosotros mismos a pesar de los viejos presagios y las malas lenguas. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Este cuento se ha acabado porque este libro no existe; es una transcripción de los monólogos de todos los transeúntes, de todos los peatones vitalicios. </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">¡¡Viva la boecía, la siempre nueva boecía!!</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><b>Pablo Yépez Maldonado</b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:78%;"><b>Septiembre del 2010 </b></span></p>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-52982543394273097862010-04-29T13:56:00.000-07:002010-04-29T14:38:41.926-07:00¡EA! ¡POETA!<span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><span style="color: rgb(255, 0, 0); font-weight: bold;font-size:130%;" >¡ARRIBA LOS POBRES DEL MUNDO!</span><br /></span><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">En medio de las discusiones contemporáneas, nadie pone en duda que la tarea fundamental de un poeta es escribir. Y escribir bien si es que tiene la capacidad para hacerlo. Debajo de esta muletilla subyace aquella acusación qu</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">e prende las mesas fi</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">losofales y derrama las vísceras de los contertulios</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"> cuando se d</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">espliega, sobre el mantel, la política, o el discurso de lo político para ser políticamente más correcto. Porque, si además de la prudencia que deben manejar los poetas en tiempos de crisis se les exige que se preocupen de los fantasmas socia</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">les, esta exigencia resulta demasiado grande para aquellos seres constreñidos al enfrentamiento diario con el delirio, con la concupiscencia, o el desvarío. </span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnh9mPuoKMbBT5_tYhH7m9_N0VzRO2W8StWA1-Sxj2fC8ecJNzafdssJIKV-4DDIxf6pq6X2vhRRnPqBUmhqZ_-V03Jdp5Pm8rLksqEhiKPu22g015UDC1TRS99bh6x5VhGRs_hQ/s1600/Rafael+dibujo.png"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 128px; height: 184px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnh9mPuoKMbBT5_tYhH7m9_N0VzRO2W8StWA1-Sxj2fC8ecJNzafdssJIKV-4DDIxf6pq6X2vhRRnPqBUmhqZ_-V03Jdp5Pm8rLksqEhiKPu22g015UDC1TRS99bh6x5VhGRs_hQ/s320/Rafael+dibujo.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5465673311426959346" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">Si debajo de la piel de América, de la nuestra se entiende; aplicamos un termómetro para medir el grado de pasión que existe; debido, entre otras razones, al deseo latino y a la crisis económica; coincidirán conmigo que es casi imposible no contagiarse de aquel mal que empieza</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"> con “pe” y no puede terminar peor que en “a”. Es entonces cuando los estetas se rasgan las </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">vestiduras y piensan que la poesía debería, con esa forma de deber que es común a todos los tercer—mundialistas, ser pura com</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">o una pastilla de alkaseltzer; blanca como la conciencia de Fray Escrivá de Balaguer; críptica como todos los planes de atención social de los gobiernos y estar de acuerdo a los cánones establecidos por la franciscana lengua de Don Fray Gaspar de Carvajal.<span style=""> </span>Esa, dicen, sí es poesía. Y de la buena.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">Pero el gusto del pequeño burgués es ramplón y timorato, con un alto sentido d</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">e culpa (en unos casos por no ser lo suficientemente pobre y, en la mayoría de los casos por no poder ser lo suficientemente rico); intelectuales que agitan sus trascendentales palabras en el mar anodino del acomodo y la timidez; entonces llaman crípticos a sus intentos de resolver sus test, sus cafés y hasta sus complejos con la ayuda del lector que le permitirá trazar líneas maestras para comprobar lo que él ya sospechaba: que, en realidad, sufre de un gran síndrome de desadaptación lo que le impide subirse a la mesa de los antiguos mecena</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">s sin sentirse avergonzado por sus malas maneras, su pobre indumentaria y lo que es más triste, por su lenguaje morigerado ante la necesidad de ser aceptado.</span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinOWzyMBZzbV7YXxUSY_53f16vpFp_PO7_EHHquTHw9jQ_919iwXSO-dZZI6SJb5Z0XiDLIBkmicw0Gnhn-hX2p4wX8L4KTOle0SYc_aDU72kr8HsGf2SptLHbknrlDBkpkCGNpA/s1600/Rafael+Larrea.png"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 217px; height: 166px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinOWzyMBZzbV7YXxUSY_53f16vpFp_PO7_EHHquTHw9jQ_919iwXSO-dZZI6SJb5Z0XiDLIBkmicw0Gnhn-hX2p4wX8L4KTOle0SYc_aDU72kr8HsGf2SptLHbknrlDBkpkCGNpA/s320/Rafael+Larrea.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5465673341706951138" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">Frente a todo lo anterior, con menos frecuencia pero con mayor fortuna, existe otra tende</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">ncia para entender la poesía. Aquella que naciendo de la parte instintiva, se convierte en el eje rector de una racionalidad que se dirige hacia la ternura, la solidaridad, el amor, la pasión; pero por sobre todas las cosas, la fidelidad a sí mismos; esa posición indeformable que permite, a un individuo, asumirse tal cual es. Y punto. Sin pedir permiso a los críticos, a los dadores de fama y fortuna, a los editores dueños del catálogo de virtudes. Firme y apasionadamente delinean su vida al margen de las santas cofradías, de los grupos de autoalabanzas o loas cruzadas; sin </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">importarles los críticos comprometidos con la lengua. Solos frente a su oficio, a la terca pasión por asirlo todo, palparlo, desacralizarlo; jugar con esa realidad fatua y esquiva en medio de sus labios proxenetas, lujuriosos ante esa casquivana concreta que deambula por el mundo agrandando diferencias y repartiendo inequidades. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">Es entonces que es posible entender a los poetas que se encabritan que deconstruyen y reorganizan, sacuden el polvo de las neuronas de los críticos acartonados, de los </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">cítricos críticos profesionales, o cretinos en el opúsculo de la palabra.<br /></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">“De mi espalda</span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">nace esta flor que envío al monte,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">mi pariente,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">a los lagos, a los ríos, al mar brindo esta flor<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">de dolor y sangre,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">esta pestaña, esta roja entraña<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD"><span style="color: rgb(255, 0, 0);">de soles incendiarios.”</span><o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9mM4DHULau_W7i0YmNDfhhmHbbeAymbdlFZFFOgKm1CISdNUwhiG_PCx6_fY7cvbdZKYx3acHIovZYp-lHpc1NyAK4nfqVofeQ28mmLtLtyC4ydldkKM9JzmUIPvHXC11WgftTw/s1600/Antolog%C3%ADa.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 158px; height: 260px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9mM4DHULau_W7i0YmNDfhhmHbbeAymbdlFZFFOgKm1CISdNUwhiG_PCx6_fY7cvbdZKYx3acHIovZYp-lHpc1NyAK4nfqVofeQ28mmLtLtyC4ydldkKM9JzmUIPvHXC11WgftTw/s320/Antolog%C3%ADa.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5465673323616838194" border="0" /></a></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">Es que existe una mágica realidad que nos atenaza del cuello y no nos quiere soltar. O asumimos una posición contemplativa para demostrar que, a pesar de que nos congelaron la</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">sonrisa junto con nuestros dólares, tenemos aún el recato de vivir sin reclamar, sin dar a conocer que nos estamos comiendo la camisa; actitud de decencia dicen los poetólogos. O actuamos de otra forma ante la vida que intenta tragarnos con sus inmaculados dientes para convertirnos en un eslabón más de la cadena trófica; tomar la vida como es; sin contemplaciones, sin falsas expectativas. Sabiendo que cada día que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">pasa el ombligo estará más cerca de la espalda. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">“Y aquí me quedo!<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">Me quedo en ti<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">tierra, pájara, mujer. <o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">Y para decir ¡te amo!</span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">me subo al cerro,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">a la luna me empino para amarte,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">para besar tus pies soy lengua de vaca,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);font-size:100%;" ><i style=""><span lang="ES-TRAD">cuchillo soy para acabar tus penas, ...”</span></i></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">Porque el poder no nos nace de cuna ni no nos viene con la tarjeta de crédito. El único poder real que poseemos, lo dijo Rafael, es el poder de lo irreverente. Porque más mortal para el sistema es la toma de Carondelet por espacio de tres horas por un indígena que la creación de un fondo millonario para repartir a las comunidades con la finalidad de bajar la temperatura. Porque en lo simbólico, en ese imaginario de lo sagrado, en el último reducto de su linaje, en ese sitio inmaculado está el talón de aquiles de nuestra clase dominante. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">“Es un portal</span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">la cama para todas las sombras,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">la noche lame hueso<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">helado en mi país,</span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">se reparten sin pausa<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">su camisa bordada, <o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">pero zurcimos lomas<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">para nunca morir.<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">Es su pocilga, solo, aguilucho sin alas,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">un obrero latino, en Nueva York, exclama :<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">!por Ecuador, carajo¡<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">y se bebe hasta el Ande, la orquídea y el estero<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">añorando con sangre una palabra humana,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">una esquina de pueblo,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">un viejo modo de ver, de ser, el suyo.<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">Y se mantiene vivo soplando los rescoldos.<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">En fin de cuentas somos<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">solo un rincón del mundo,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">y como todos los pueblos</span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);font-size:100%;" ><i style=""><span lang="ES-TRAD">¡nos bañamos en llamas!”</span></i></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">Entonces, el violento despertar de las burbujas, ¡la champaña no es nuestra! Se nos han bebido toda la alegría. La fiesta de las mariposas, del futuro, de los niños. ¡No existe, es solo una quimera! Y los viejos y doctos críticos de la lengua. Bien gracias, deglutiendo empanadas gordas de aire y miel. ¿Y los poetas de la globalización, la<span style=""> </span>posmodernidad, el desencanto? Afilando la lengua para cuando la crisis pase y nos podamos ver ya, sin la neblina del ham</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">bre o la urgencia de la angustia. ¿Y la poesía y su poder de subversión? <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">“Nosotros,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">la luna,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">los caballos ...<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">seguidores del sol y de la noche,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">de las ideas bellas, imposibles,</span></i></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPJoo5lPDf5bL7GbqOh8jlIdZKRhKk3ujWKs2zeVn4fJGYaETYpfy_t88MaHxJhVdtxFeQfnEdLQqf-CFZhTE27kYzkwzD504bUW3gxeehHJoFIX96-HzkU6cLjeqlV_Uw1vYt1g/s1600/Rafael+La.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 188px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPJoo5lPDf5bL7GbqOh8jlIdZKRhKk3ujWKs2zeVn4fJGYaETYpfy_t88MaHxJhVdtxFeQfnEdLQqf-CFZhTE27kYzkwzD504bUW3gxeehHJoFIX96-HzkU6cLjeqlV_Uw1vYt1g/s320/Rafael+La.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5465673331750281890" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">inútiles, <o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">nostálgicas ...<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">(.........)<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">Nuestro es el juego del alba,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">no hay dique capaz de detener la vida,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">hemos abierto todas las puertas, <o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD"><span style="color: rgb(255, 0, 0);">una tras otra.”</span><o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">Porque debajo del caparazón sensible o senil –depende del caso-, se acodera el andamiaje tosco de la vanidad, del acomodo; reminiscencias del viejo ritual de las capillas, nos hace falta el olor del incienso para elevarnos; unos dicen que para dejar ya de pertenecer al bando de los eternos perdedores, otros por simple molicie para ascender al peldaño de los ungidos, de los premiados.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">“... por qué ha de ser tan lunes este día<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">en que me hundo con zapatos y todo<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">en el recuerdo de ese beso rojo, <o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">de esos labios para morder,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">solamente por ella quiero ver al sol<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">abriendo esta puerta,<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD"><span style="color: rgb(255, 0, 0);">salud, ...”</span><o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">Es el amor, ese amor promiscuo de pasión, el continente de la poesía de Rafael Larrea. No es el coito reglamentado por el orden o la asepsia, es la ternura que brota en el margen de la vida, donde no se establecen los libretos pregrabados. Es la posibilidad de asir la vida al paso, con una vocación que va más allá de la transgresión. Es un permanente redescubrimiento de la vida no de los altares, del amor no de los artificios. El asombro cotidiano ante</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"> <i style="">“Cada vecino / </i>(que) <i style="">es una tragedia diferente.”</i><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">Es difícil catalogar las actitudes de los “otros” frente a Rafael Larrea; pero</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8Dxs9XyXtSGZX2Gq_FlalIk_eaAJGAKHW21saW3PFw8_bFG9oFBPUDqjCR4bITmzar284XB4-1uF2D_vEUxdwDnv6lgDqcwUKQMmPxNRV2f5NFAfF3t3Gg2cMqff5wHzlEbpyIA/s1600/Portada+disco.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 236px; height: 229px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8Dxs9XyXtSGZX2Gq_FlalIk_eaAJGAKHW21saW3PFw8_bFG9oFBPUDqjCR4bITmzar284XB4-1uF2D_vEUxdwDnv6lgDqcwUKQMmPxNRV2f5NFAfF3t3Gg2cMqff5wHzlEbpyIA/s320/Portada+disco.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5465673333457362018" border="0" /></a></p><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;">es necesario. No porque pretendamos tener el veredicto final e inapelable sino porque es preciso restañar distancias. Si el silencio es un arma, la utilizaron sabiamente; si el estigma es una confabulación, la armaron muy bien; si los calificativos debentomar en cuenta los atributos del sujeto, violaron permanentemente las reglas. Pero a despecho de muchos, y como él mismo lo dijo :<o:p></o:p></span> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">“Adiós. Adiós. Tú también te quedas</span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">con nosotros. Cuidaremos de ti.<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD">De tu memoria.<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:100%;"><i style=""><span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);font-size:100%;" ><i style=""><span lang="ES-TRAD">No habrá jamás olvido, amigo mío, nuestro.”</span></i></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:12pt;"><span style="font-size:100%;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:12pt;"><span style="font-size:100%;">Pues un poeta jamás muere.</span></span></p>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-67470988647098578972009-11-18T02:40:00.001-08:002009-11-18T09:57:39.810-08:00SOCIOLOGÍA Y LITERATURA EN EL ECUADOR<p class="MsoNormal" style="text-align: center; font-weight: bold;" align="center"><span class="Apple-style-span" style="font-size:180%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0);">Una relación bajo sospecha</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;" align="right"><b><i><span style=";font-family:";" ><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Pablo Yépez Maldonado</span><o:p></o:p></span></i></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;" align="right"><b><span style=";font-family:";" ><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Quito, octubre del 2009 </span><o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><b style=""><span style="font-size:12pt;"><o:p> </o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">En los nuevos tiempos, en esta era de cambios y fogosos discursos sobre la revolución y el poder de los ciudadanos; en esta época en la cual la incertidumbre da paso a la esperanza, a la posibilidad de concretar por lo menos la racionalidad del aparato estatal, la consolidación de un proyecto nacional (discutible, pero por lo menos existe una propuesta a ser discutida); en estos momentos en que se inaugura una nueva época (otra) con todos los vientos a favor a pesar de que existe un vacío de la participación de los ciudadanos en la construcción concreta o por lo menos en una base social de apoyo efectiva para concretar los cambios; preciso es hacer un breve recuento de las diversas etapas por las cuales nos ha tocado atravesar para llegar a donde estamos. Tanto desde el punto de vista de los personajes como de los actores, de los tramoyistas, de los iluminadores, de los guionistas, de los cronistas, de los que en definitiva han actuado y siguen actuando en el escenario de lo que es el actual Ecuador. Es el tiempo de la reflexión para evitar llegar a Puerto de Palos, nuevamente.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Debajo de todos los discursos, de las experimentaciones formales, de los manifiestos y de los ensayos; lo que se discute es la reubicación del poder político y cultural, como siempre que existen movimientos agitados en el decurrir de la historia. Debajo de los discursos relamidos de algunos literatos y crípticos de la mayoría de sociólogos o investigadores sociales se oculta esta realidad; en esencia cuál es el discurso que prevalece en los meandros del poder. Más allá de las repetitivas y manidas discusiones; lo que subyace en la polémica, es la construcción del discurso político recogido por los sociólogos y la construcción del canon por parte de los literatos. ¿Hasta qué punto es válida esta percepción y esta relación? Al parecer la historia actual justifica este paralelismo pues, como se demostrará en el transcurso de la presente, los personajes de novela de la décadas de los 70 y 80’s son los protagonistas de la historia real. Es posible, según los intelectuales que ocupan el Palacio</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">de Zoonderet, construir una nueva nación –aquella permanentemente en ciernes- a partir de la edificación racional, ordenada y aséptica determinada por Senplades –que se asemeja a la versión orwelliana de la institución encargada de normar los sueños y ¡hacerlos realidad!-.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">No es casual, o podría ser nada más la constatación de que debajo de la pretendida escritura científica acerca de la realidad se encubre la fantasía más delirante, que nuestro mayor sociólogo –es decir para trasladar a él alguna de las valoraciones que realizó acerca de la aceptación de las obras: pues ha sido publicado en varias editoriales y su circulación ha trascendido las fronteras patrias-, se bautizó como hombre de teatro y mantuvo una relación muy estrecha con la literatura en su intento de explicar –ya no de captar- la realidad. La fina línea divisoria entre literatura (es decir ficción) y sociología (es decir un permanente ensayo) va de la mano de la realidad cambiante, vertiginosa, a veces inasible de esta historia que se construye a golpe de forajidos, vándalos, aventureros, príncipes, marginales, políticos de caricatura, seres de carne y hueso que son retratados ficcionalmente o descritos científicamente en un esquizofrénico intento por asir la realidad, como pretendían aquellos escritores de la generación del 30, o evadirla como lo hicieron a su manera literaria y literalmente la generación que se decapitó, o aquella más actual que se retrató sí misma en su tránsito del más completo optimismo hacia su desencanto. Se arguye que los sociólogos de antaño, así como los cronistas son a los antropólogos, son los narradores; de la misma manera los ficcionalistas de hoy parecen ser los sociólogos pues no se deja de ver su impronta tras todos los proyectos de desarrollo ante una realidad que se resiste a torcer su cuello de cisne. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Esa permanente construcción del discurso, de la trama, de los</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">personajes y de la voz narrativa son la realidad o nada más una realidad soñada; es decir personajes que se sueñan sociólogos o sociólogos que se piensan personajes</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[1]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">.</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size:12pt;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);font-family:arial;" class="Apple-style-span" >CÓMO EMPIEZA EL CUENTO DE </span><st1:personname style="color: rgb(255, 0, 0);" productid="LA PATRIA" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">LA PATRIA</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">La historia tiene fracturas, fases que impelen a los actores sociales a hacer su destino aún a pesar de no tener la conciencia suficiente como para detallar todos sus aportes en los manuales oficiales que explican esos pasajes turbulentos y aún esas épocas de tranquilo discurrir de los hechos. La construcción de la añorada “identidad nacional” ha constituido el eje de reflexión de muchos pensadores; por eso no es extraño hablar de la literatura como parte importante en la configuración de las propuestas, tanto hegemónicas como contra hegemónicas.</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Si se toma los mapas de circulación para arribar a la época contemporánea siempre se transita por los mismos hitos; la mirada es la distinta: Velasco o la reconstrucción del imaginario Reyno de Quito antes y durante la llegada de los sedientos de oro; Espejo y el problema de la identidad, o cómo acceder al instrumental discursivo oficial para disputar en el plano de lo</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">erudito y/o científico los espacios del poder y del conocimiento; Mera y Montalvo son una expresión bifronte que se descuadra en el escenario pues si bien es cierto que el liberal se (con)dolió de la situación de los indios prefirió el lenguaje castizo para ser aceptado dentro de la elite de prosistas; mientras que el Mera</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[2]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> conservador y romántico hasta el desparpajo de la imitación es el que recupera cierta poesía y narraciones orales populares o los restos de la memoria colectiva luego de la larga permanencia de los españoles y la no menos devastadora acción de los marqueses y criollos en los espacios de la administración de la ya república del Ecuador. Figuras que se hicieron a sí mismas en el (des)concierto de la constitución de la república, en el imaginario de lo que podría ser el nuevo mundo; bajo la vigilancia de la iglesia dogmática, explotadora y obscurantista y en contra del anodino acontecer del quehacer intelectual de la época.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Luego de los años de configuración de ese imaginario colectivo desdibujado en un simple nombre vaciado de toda significación; la narrativa se encuentra a bocajarro con la presencia de las voces propias, las disidentes, las que buscan construir su propio lenguaje, sus propios personajes y su propia razón de ser como escritores. Emerge la literatura del montuvio, la del negro, la del cholo, la del indio (visto de lejos, pero al fin como personaje fundamental pero indescifrable); la del obrero y la narrativa de la ciudad. Con todos los desafueros que se pudieran haber cometido, dentro de una sociedad que lo que reclamaba era la “buena” literatura y esa (como hasta ahora) es la que viene de afuera, la de Francia, la de </span><st1:personname productid="la Europa" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Europa</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> mítica, la de EE.UU. y su fabulosa capacidad para inventarse y automitificarse además de flagelarse y flagelar por supuesto. Una generación que parte del rechazo de la poesía de los decapitados al reto de constituir un proyecto nacional; una apuesta con diversos senderos y propuestas desde aquella del realismo social hasta la del realismo abierto como aquellos que constituyeron en sí mismos una escuela sin seguidores como Hugo Mayo y Pablo Palacio.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Una revisión a trancas y barrancas para llegar a lo que nos interesa; luego de la paulatina desaparición de escena de los escritores del realismo en todas sus vertientes y después de un largo silencio llegamos más o menos a la inauguración de la modernidad y su filón de oro el petróleo. Una época en la que se inaugura por decir lo menos el Ecuador actual, que sobrevivirá incluso a la debacle más grande y a la apropiación más descarada de la riqueza social por parte de la oligarquía voraz y no filantrópica. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">No sé si constan las novelas a ser comentadas en el ranking de las mejores</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[3]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> pero creo que son las más significativas para el tema que nos convoca, desde la década de los 70; </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Entre Marx y una mujer desnuda</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> (1976) de Jorge Enrique Adoum;</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">El desencuentro</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> (1976; </span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">reeditada con cambios profundos en 1983) de Fernando Tinajero</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[4]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">; </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Teoría del desencanto</span></i><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[5]</span></span></span></span></span></a><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[6]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> (1989) de Raúl Pérez Torres y </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">El devastado Jardín del Paraíso</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> (1990) de Alejandro Moreano</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[7]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> y; en ese orden de aparición; dentro de un contexto más amplio que no pretende agotar el análisis de la narrativa del Ecuador sino poner en tela de duda, como hace la literatura y como pone en evidencia la sociología, la realidad tanto la ficcional como la realidad real ahora que podemos hablar de las múltiples realidades y universos paralelos si se quiere ser cuántico. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size:12pt;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);font-family:arial;" class="Apple-style-span" >DE </span><st1:personname style="color: rgb(255, 0, 0);" productid="LA DESTRUCCIᅮN A" st="on"><st1:personname productid="LA DESTRUCCIᅮN" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">LA DESTRUCCIÓN</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> A</span></st1:personname><span style="color: rgb(255, 0, 0);font-family:arial;" class="Apple-style-span" > </span><st1:personname style="color: rgb(255, 0, 0);" productid="LA RECONSTRUCCIᅮN DE" st="on"><st1:personname productid="LA RECONSTRUCCIᅮN" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">LA RECONSTRUCCIÓN</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> DE</span></st1:personname><span style="color: rgb(255, 0, 0);font-family:arial;" class="Apple-style-span" > LO NACIONAL</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Arrasados los mitos fundacionales, derribados todos los ídolos (en la actualidad coleccionados y mercadeados por los descendientes de aquellos que los destruyeron), era necesario inventarse una patria, un concepto que abarque a todos pero sin eliminar los privilegios. El proyecto emancipador no constituye sino la parte culminante del despojo. La entrada en la historia con derechos propios (conculcados con violencia a la mayoría de los habitantes de la región); la elaboración de </span><st1:personname productid="la Carta" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Carta</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> de Constitución de </span><st1:personname productid="la Repblica" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la República</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> del Ecuador no es nada más que la consumación del sistemático atropello y desvalijamiento</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[8]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">. </span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Nos inventamos una patria</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[9]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> para que la administren, en derecho exclusivo, los hacendados y dueños de plantaciones desconociendo la calidad de ciudadanos a la mayoría de sus habitantes y poniendo a los “venerables” curas párrocos como protectores de los ‘inocentes, abyectos y miserables’ indígenas. ¡He ahí un modelo de república!; situación que únicamente se corregirá, de alguna manera, 168 años más tarde con la irrupción del movimiento indígena en el escenario político y el reconocimiento de los derechos sociales y colectivos en </span><st1:personname productid="la Constitucin" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Constitución</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> de 1998. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">La subordinación del Estado a </span><st1:personname productid="la Iglesia" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Iglesia</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> Católica</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[10]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> determinará en gran parte el derrotero que toman las letras y las artes en el recientemente fundado Ecuador. Tutelaje que se romperá con la revolución liberal de </span><st1:metricconverter productid="1895 a" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">1895 a</span></st1:metricconverter><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> pesar de que la influencia de la iglesia católica, en gran parte de la educación, la ha mantenido hasta nuestros días. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Este es el escenario donde se despliega la imaginación, los actores, los personajes y la tragedia-parodia-drama-paradoja y simulación de los ecuatorianos. En un permanente proceso de búsqueda y construcción (no es casual que algunos de los trabajos de “renombrados” cuentistas y cientistas sociales se refieran a la búsqueda de lo perdido</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[11]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">); de reconocimiento y fuga, de ampliación de los estrechos linderos patrios y retornos permanentes; de ansia de nuevos horizontes y nostalgia por el terruño –por la pacha mama-; de recuperación urbanística y olvido de aquellos que construyeron las iglesias, las catedrales, las casas coloniales y las republicanas; recuperación de los espacios de construcción de la ciudadanía sin mencionar que en aquellas plazas fueron quemados, ajusticiados, asesinados líderes indígenas. Es decir un proceso general de blanqueamiento sin que se tome en cuenta la voz de aquellos excluidos, marginados, olvidados por el poder quienes únicamente aparecen como objetos de políticas públicas o de beneficencia, objetos de estudio por parte de sociólogos y antropólogos; en el mejor de los casos, como personajes en la narrativa ecuatoriana y, en el peor, como causantes de la situación de atraso y dependencia del Ecuador actual.</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[12]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);">DÓNDE HABITA EL PUEBLO REAL, AQUEL QUE ES BUSCADO AFANOSAMENTE POR LOS SOCIOLÓGOS, ANTROPOLÓGOS Y LITERATOS</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size:12pt;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);font-family:arial;" class="Apple-style-span" >La reconstitución del escenario</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">M</span></span></b><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">ás de quinientos años después los elementos de la historia se mantienen; el mismo Dios que acompañó a los españoles en la conquista de América, ahora debidamente acuñado en papeles verdes, y las mismas y desgastadas palabras para tratar de imponer el discurso de la “modernidad” y el “progreso”, el “desarrollo” y el “futuro” y, para darle un tinte pluricultural de “sumak kawsay”. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Más allá de las expresiones de los sectores dominantes y de su desconcierto; el "levantamiento indígena"</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[13]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> constituye la irrupción de aquellos sectores "inviables" en el concierto de la historia. A la vez es la abolición de la dicotomía entre "el Norte, donde reinan el instrumentalismo y el poder, y el Sur, que se cierra en la angustia de su identidad perdida", que según Alain Touraine, no</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">está debidamente delimitada y, precisamente, es en "los límites de un discurso -de qué se habla- (los que) convierten a éste, en un discurso sobre límites -cómo debe hablarse y hasta dónde-". Lo que impulsa la movilización de los desposeídos y excluidos, precisamente, son los límites de lo establecido, la incapacidad de traducir las normas constitucionales en realidades y en un nuevo orden económico.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">La aparición de los nuevos movimientos y sectores sociales en el escenario nacional ocurre a fines de la década de los 80 y a comienzos de la de los 90. De estos grupos de la “sociedad civil”</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[14]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">, se destacan: el movimiento de mujeres con la incorporación de varios puntos reglamentados en </span><st1:personname productid="la Ley" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Ley</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> para su participación política y su denodado esfuerzo por construir la equidad de género –que luego de institucionalizarse aquel movimiento desapareció de la escenario político para constituirse en una agrupación normativa-; el de los niños que logró el reconocimiento de su calidad de ciudadanos y la incorporación de su nuevo estatuto en </span><st1:personname productid="la Constitucin Pol■tica" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Constitución Política</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> del Estado ya en 1998; el movimiento GLBT que logró la despenalización de la homosexualidad y que lucha en la actualidad por la eliminación de la discriminación y el auténtico ejercicio de sus derechos sin temor a las represalias; y, el más importante, el movimiento indígena, montuvio y de afrodescendientes </span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">que ha logrado interpelar al Estado nacional de manera recurrente en su papel excluyente, discriminatorio e inequitativo logrando grandes avances tanto en </span><st1:personname productid="la Constitucin" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Constitución</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> de 1998 como en la del 2008.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Los acontecimientos de enero del 2.000 y la subsiguiente huida de Mahuad a su refugio académico en Harvard; constituyeron el resquebrajamiento de la imagen del poder en lo simbólico con la presencia inconsulta de otros signos y de otros presagios. Fue un anuncio de la necesidad de re interpretar la historia,</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">tratar de leer aquellos arcanos de los que están construidos los clímax de todo movimiento; un indio en el Palacio de Gobierno desestructuró la lejanía del poder, la inaccesibilidad, la distancia; permitió consolidar, en el imaginario indígena y popular, que el ejercicio del gobierno sí era posible, confirmando toda aquella práctica y conocimiento adquiridos en los espacios del poder local hacia el "buen gobierno" y dejando, seriamente resentido, el referente real construido con violencia y exclusión por los sectores dominantes de lo que es: poder y gobernar. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Si existe una disociación entre la imagen psíquica (representación o significado) y el referente real es que está en proceso de construcción o deconstrucción –precisamente ese espacio reservado a los elegidos, a los “patriotas”, a aquellos que construyeron este país sobre las manos, los huesos, la rabia y el trabajo de los indios, de los explotados-; otra concepción de poder y de gobierno compuesta de ingredientes reales e imaginarios a contrapelo de los discursos de los intelectuales –convertidos a la vez en "consejeros del Príncipe modernizador y (en) defensores del pueblo oprimido"</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[15]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">- que no logran comprender una dinámica que fluye por fuera de la racionalidad occidental; discurso -apropiado pero ajeno- de la razón, de la racionalidad, de la funcionalidad, de la subordinación, del orden y la cordura. Hay que meter, a como dé lugar, la realidad en el saco de las teorías de occidente.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">El levantamiento indígena, que finaliza con la incorporación del concepto de plurinacionalidad</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[16]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> en </span><st1:personname productid="la Constitucin" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Constitución</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> más reciente además de obligarle a sentarse a conversar sobre la nueva ley de aguas confirma que la construcción de la identidad es posible únicamente desde la irrupción, desde la ruptura; demostración que ha conllevado quinientos años y más. A pesar de las “bondades de la democracia” y de los esfuerzos estatales para "integrar" al desarrollo al sector indígena; no ha sido posible impedir su incursión en el escenario de la democracia –no en los términos elaborados por los tecnócratas de los años 70 ni de los de la actual administración, sino en las condiciones que los indígenas desean- para modificar el todo político más allá de las conquistas coyunturales obtenidas.</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Las innumerables rebeliones del pueblo indígena son una expresión concreta de creación colectiva de su visión del porvenir en su enfrentamiento permanente con aquellas fuerzas que actúan en su contra ¿Qué se esconde detrás del nuevo escenario, qué fórmula secreta se maneja debajo de los ponchos para que puedan doblegar la soberbia de los gobernantes de turno; qué ilusión galvanizada por el aire de los páramos permite la destrucción de los límites del discurso oficial, de la academia y de los medios de comunicación? ¿Está el código andino más allá del marco jurídico heredado de las polis griegas y romanas?</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[17]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Es necesario mirar a todo el proceso como un ejercicio condensado de construcción de identidad (y diferenciación). Es cierto que las condiciones económicas constituyen el detonante, es también evidente que el atraco cínico a los dineros del Estado y de la ciudadanía en </span><span class="MsoCommentReference"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">@os@</span></span></span><span class="MsoCommentReference"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">general es un acto que convoca a la acción y a la lucha; pero no son suficientes elementos para explicar, por sí mismos, la movilización creciente y el poder de convocatoria demostrado por el movimiento indígena a pesar de todos los intentos por dividirlo y manipularlo. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="MsoCommentReference"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">El viraje hacia la izquierda experimentado por América latina desde hace ya una década permite desmentir la audaz aseveración de que no teníamos nada qué decir,</span></span></span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[18]</span></span></span></span></span></span></a><span class="MsoCommentReference"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> en un escenario que estaba dispuesto para dar el gran paso hacia la globalización determinada por las metrópolis. En la actualidad está en cuestión todo y estamos obligados a discutir </span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">los conceptos, nociones y categorías científicas creadas desde la modernidad occidental e impuestas como verdades absolutas, por obra y gracia de la colonización del pensamiento, bajo una forma de pensar etnocéntrica. El Ecuador a pesar de las aseveraciones</span></span></span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[19]</span></span></span></span></span></span></a><span class="MsoCommentReference"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> que desconocen la riqueza del conocimiento ancestral guarda una enorme gama de lenguajes iconográficos y orales que contienen un amplio saber acerca que, del desarrollo, tenían los pueblos originarios, concepto que de los términos vernáculos se la podría traducir como </span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">saber criar la vida</span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">. No es una disputa por el poder entendido en los términos occidentales, es una puesta en práctica de una forma de concebir la vida la que está en juego.</span></span></span><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="MsoCommentReference"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">El movimiento indígena logra descolocar el discurso, cuestiona su construcción, sus constructores y sus límites; desmonta aquel sutil </span></span></span><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">proceso que obliga a decantarse entre </span><b><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Ser</span></i></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">, es decir expresar en toda su potencialidad la naturaleza humana -con sus distintos niveles de espiritualidad y animalidad- y </span><b><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Parecer</span></i></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">, es decir asumir aquella razón objetiva que le deja inerme ante la realidad aplastante; además, y como si fuera poco, el movimiento indígena desarma el discurso de relojería de las clases sociales delimitadas de manera casi matemática, portadoras de su propia ideología lo que les impide construir una visión general de mundo. Entonces, es el momento de preguntarnos ¿cuál es la esencia que provoca esta catástrofe; cuál es la potencialidad de aquellos excluidos que dejan fuera de juego a los constructores de sentido en el ámbito del poder, de la filosofía, de las leyes y de la economía?</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">"El tiempo extraordinario ya sea como el tiempo de la catástrofe o de la plenitud, es el tiempo en que la identidad o la existencia misma de una comunidad entra en cuestión; es el tiempo de la posibilidad efectiva del aniquilamiento, de la destrucción de la identidad del grupo o es también el tiempo de la plenitud, es decir, el tiempo de la realización paradisíaca, en el que las metas y los ideales de la comunidad pueden cumplirse."</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[20]</span></span></span></span></span></a><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Es el momento de proponer un cambio; de manera radical (y, a su manera, exclusiva), transformar la visión lineal marcada por la racionalidad occidental hacia una cosmovisión que permita incluir los postulados ancestrales como principios fundamentales para garantizar la vida lejos de una concepción antropocentrista sino cósmica y mágica</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[21]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">; con lo cual se cerraría el círculo entre los pueblos que están fuera del proyecto histórico de occidente y que constituyen las tres cuartas partes de la humanidad.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size:12pt;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);font-family:arial;" class="Apple-style-span" >QUÉ PAPEL JUEGAN LOS FORAJIDOS</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">La ciudad (más que el país), como un reptil dividido se movilizó armada de pitos, vehículos, banderas; en un verdadero carnaval de la cordura para descabezar aquello que no hacía juego con sus vitrinas de alto coturno; con aquellas formas de expresión del poder que muchas veces fueron aceptadas pero no acatadas –otra manera de aceptar a los virreyes pero no a los mishos ni a los longos-; una gran carga de sensibilidad y de indignación por la pérdida de sus representantes en </span><st1:personname productid="la Corte" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Corte</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> suprema de Justicia, acto ilegal e inconstitucional según los tratadistas que luego darían su bendición absolutoria a la destitución del, en ese entonces, presidente Gutiérrez con 61 votos de 100 legisladores; es decir sin cumplir las 2/3 partes que obliga la constitución. Pero ello no constituye óbice para dar paso a un nuevo reacomodo del poder. Es preciso volver a poner las cosas en orden, es decir en el mismo sitio donde estuvieron siempre.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">La otra parte del</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">reptil; indiferente, escéptico y desmovilizado miraba cómo se hacía lo que se hizo en su nombre y en representación suya. El resto del país; a pesar de las proclamas para que se movilizara en contra del </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Dictócrata</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">, no se desperezaba ni tomaba partido ni a favor ni en contra. Una abulia absoluta al centro político y un desprecio al centro económico como rechazo al conocido manoseo efectuado por las élites políticas tradicionales. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Pero ¿qué significó la presencia de “los forajidos” en el escenario político local, más que regional o nacional, cómo se gestó y llegó a tener la fuerza suficiente como para cambiar de titular del gobierno. Qué valores enarbolaron y cómo llegaron a constituir el movimiento social que echó del poder a un presidente elegido por los votantes de las zonas periféricas. Tiene la capacidad suficiente un medio de comunicación como para convertirse en el canal de (auto) convocatoria para coordinar la movilización de ciudadanos y ciudadanas que se congregó en las calles de Quito.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">El </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">espíritu forajido</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">, movimiento clase mediero toma la posta al movimiento de los obreros, maestros y estudiantes y de los indígenas; y, los supera, los desplaza y, en cierto sentido, hasta los emplaza.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">El espíritu no se constituye de la noche a la mañana, la movilización contestataria e insubordinacional no es producto de la pasión radiofónica de un solo locutor, agitador, comunicador social y analista (todo en uno); no es el resultado de la indignación contra la corrupción a secas, pues, la pequeña burguesía a pesar de que antepone grandes consignas (prohibido prohibir; por ejemplo) construye el escenario y se desenvuelve en él con soltura pero debajo del entarimado (no solo de los adoquines) subyacen las grandes razones por las cuales lucha y se moviliza, se constituye en movimiento social, en actor político, en clase (categorías utilizadas dependiendo de la vertiente político-ideológica del enfoque).</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Asumiendo que la caída de Gutiérrez respondió a un movimiento urbano de Quito, ciudad clara y groseramente dividida en dos sectores: el norte de la pequeña burguesía y al sur los sectores populares (esta división grosera, no excluye la diversidad y heterogeneidad que encierra solamente las simplifica al máximo, simplificación basada en la forma de existir en el imaginario urbano, de auto representarse y asumirse). Que además contó con el respaldo de los pobladores y pobladoras de los valles circundantes donde se asientan principalmente la burguesía y la pequeña burguesía alta con pujos. En el resto de las ciudades del país el movimiento fue minoritario, disperso o nulo. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Aceptando este antecedente como cierto (con todas las limitaciones y simplificaciones expuestas); Quito se convierte en la cuna de </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">los forajidos</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> más allá de lo anecdótico (la frase afortunada –pues dio pie para consolidar una identidad en los manifestantes—emitida por el </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">dictócrata</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> pretendiendo descalificar a quienes rechazaban su gobierno) y también su límite pues más allá del reducido círculo de la pequeña burguesía informada no existió mayor movilización ni rechazo ni aceptación alguna al hecho en sí.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">El movimiento de enero de 1997, que derrocó a Bucaram, también movilizó a Quito en su conjunto –y a otras ciudades del país-; pero por notorias diversas razones: el norte se indignó por la forma</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[22]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> de conducir la nación, la chabacanería, la ridiculez, la </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">guachafería</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">, la actitud servil frente al </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">enemigo</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">histórico</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> del Ecuador; el sur en cambio, por la pretendida elevación del precio del gas</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> de consumo doméstico. El Norte dirigido por la pequeña burguesía ilustrada (Mahuad, Arrobo, </span><st1:personname productid="la Iglesia" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Iglesia</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">); el Sur por los dirigentes populares y sindicales. Aquella multitudinaria manifestación que confluyó en el Congreso Nacional nunca se mezcló, más bien recalcó la gran división de la ciudad. En ese entonces se contó con el apoyo de la gran prensa que azuzó los ánimos y magnificó los hechos discordantes del entonces presidente. Más allá de estos detonantes la burguesía financiera puso en tensión todos sus resortes para derrocar a quien pretendía evitar que el Banco Central dejase de funcionar como la caja de auxilio permanente y recurrente de los bancos privados y declarar, además, la convertibilidad de la moneda en </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">apenas</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> cinco mil sucres. Todo el proceso de desregulación financiera, iniciada por Sixto Durán Ballén, no habría tenido sentido si no se concretaba –como sucedió apenas dos años más tarde— en el mayor desfalco efectuado en el país.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><st1:personname productid="la Constitucin" st="on"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">La Constitución</span></span></st1:personname><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> no es nada más que un parapeto legal para legitimar los grandes negocios de la burguesía; eso ha quedado demostrado en este corto pero lucrativo –para los beneficiarios— período de despojo y de concentración de la riqueza hasta niveles nunca vistos. Bucaram fue cesado en su cargo por el Congreso debido a </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">“incapacidad mental”</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">; y, las Fuerzas Armadas, dirimieron el asunto de la sucesión presidencial a favor de un interino talla única cuya única función fue evitar que sea demasiado evidente la retoma del control del estado nuevamente por parte de los grupos financieros del Ecuador y que, efectivamente, continuaran haciendo sus fructíferos y grandes negocios.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Satisfechos todos. El Congreso efectuó una parodia de auto depuración, el Gobierno realizó un referéndum para ratificar lo actuado por el Congreso y convocó a una Asamblea Constituyente para </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">refundar la república</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">. El movimiento nacional de repudio a una fracción de la burguesía </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">informal</span></i><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[23]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> consolidó una forma de gobierno de corte presidencialista y restó atributos al Congreso. Una movilización multiclasista no podía parir más que una Asamblea que reconociera, en el papel, los derechos sociales y de las minorías pero que dejara intacta la estructura fundamental de la nación: la inequidad, la acumulación, la explotación, la subordinación a los organismos financieros internacionales y la supremacía de la burguesía financiera. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">En la ruptura del período constitucional más largo de </span><st1:personname productid="la Historia" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Historia</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">; los elementos subjetivos primaron y dieron visos de legalidad a las verdaderas razones para la caída de Bucaram. La pequeña burguesía, con su movilización, ganó el protagonismo de la escena política y creyó haber contribuido al proceso de cambio del país; pero, la burguesía financiera</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[24]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">, sobre todo aquella que desarrolló su lucrativo negocio durante este período de crisis, pronto la sacaría de su ilusión. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size:12pt;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);font-family:arial;" class="Apple-style-span" >UNA NUEVA SITUACIÓN POLÍTICA</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">La presencia en las calles de los autodenominados </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">forajidos</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> constituyó el despertar de una nueva forma de hacer política. La demanda de la mayoría de los manifestantes de que </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">se vayan todos</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> es el momento más alto de reivindicación política para sentar las bases de un nuevo Estado. El desplazamiento de los sectores de izquierda constituye el fin de la lucha organizada a través de los partidos políticos como portadores de propuestas de sectores sociales plenamente identificados. La revalorización de los símbolos patrios, más allá de las banderas político-partidarias constituye la configuración del espíritu nacional tantas veces anhelado por diversos sectores sociales –tanto los de avanzada, como en los años 30 o de los desarrollistas en los 70--</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">y la concesión de la demanda de la plurinacionalidad pero bajo los parámetros establecidos por los intelectuales del nuevo régimen.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Es el momento de los movimientos sociales y de la ciudadanía en esa relación bilateral frente al Estado; además, es la hora de pensar en las reformas como límite deseable. Qué cada quién coja su morral de ilusiones, los archivos de sus pasiones secretas para buscar el grupo social adecuado como para ponerlas a marchar en el asfalto del reacomodo del poder que, luego de la ebullición, viene la calma, por no habernos atrevido a soñar lo imposible, lo tantas veces ansiado aún a costa de muchas vidas (ajenas por supuesto, como condición </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">sine qua non</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> para seguir soñando).</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="color: rgb(255, 0, 0);"><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">QUÉ SUCEDE CON </span><st1:personname productid="LA LITERATURA EN" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">LA LITERATURA EN</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> ESTE LARGO PROCESO</span></span></b><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">En la literatura existe una preocupación permanente e inacabada por construir la "identidad" nacional</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><sup><span><sup><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" lang="ES-EC" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[25]</span></span></sup></span></sup></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">; esa es su tragedia -a pesar de no contar con una tradición teatral-, su grandeza -a despecho de no poseer grandes gestas históricas-, y su casi inexistente presencia a nivel latinoamericano si exceptuamos a Marcelo Chiriboga, único escritor ecuatoriano mencionado por los del </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">boom</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">El 16 de enero de 1994, con grandes titulares, Raúl Pérez Torres, en el diario El Comercio, describió las características y las circunstancias de "La generación del desencanto". A pesar del bautizo masivo nadie -hasta el momento-, ha renegado del nombre ni de sus connotaciones. </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">"Una Literatura de la ambigüedad, de la angustia, de la incertidumbre, del desencanto del hombre y de sus instituciones, una literatura que, sin embargo, busca la identidad perdida, la inocencia, el gesto, el otro rostro de una existencia urbanizada y encementada."</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">¿De dónde proviene el desencanto? La condición desencantada se presenta como una posición extrema, la única factible entre el decoro, la honestidad y el oficio del intelectual. Parece imposible, para la generación que teorizó la revolución, dejarse de mirar en el espejo de la derrota, les resultó más fácil recrearse como personajes de novela o escribir prólogos, o disculpas que asimilar sus engendros:</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:10pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">"Pero no, el tiempo no ha vuelto; ha girado, sí, pero en una espiral. Hoy parece lo mismo pero es diferente. Alfredo, el ideólogo, el caracterizado representante de la cordura y el saber revolucionario, el que apoyaba a Fabián en el propósito de organizar un movimiento popular, de verdad popular; el que había luchado hasta el fin contra los exaltados que desconfiaban del pueblo y abogaban por las guerrillas; el que se oponía a los soñadores de poemas afirmando que la palabra cultura sólo tiene sentido cuando es coreada por las masas; el que mil veces había hecho oír su voz de barítono sobre el aullido insensato de las asambleas desenfrenadas y noveleras; el sabedor de todos los vericuetos de la dialéctica y de las trampas de la estrategia, él tampoco es el mismo: el tiempo y el cansancio le han hecho otro; ha devenido sociólogo, experto en textos consagrados e inquisidor de falacias, desvíos y herejías. (...) Ha terminado detrás de un escritorio, arrimado en el respaldo de su sillón, con aire de tonto solemne, revolucionario jubilado, leyendo y escribiendo Informes Importantes, dictando cátedra de materialismo histórico en </span><st1:personname productid="la Universidad" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Universidad</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> y creyéndose capaz de diagnosticar el error táctico de los que pregonan su hambre exhibiendo carteles en la puerta de la fábrica cerrada; ex-defensor de la vinculación con los obreros, ex-opositor de la alternativa terrorista, ex-orador de motines y asambleas; ex-disidente, ex-preso, ex-liberado, ex-sinempleo, es ahora funcionario de alto nivel técnico, con libre acceso al despacho del señor ministro, asesor y hombre de confianza, intelectual de izquierda, solemne porquería." </span><b><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Fernando Tinajero. El desencuentro.</span></i></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">El escritor se arrogó funciones de Demiurgo, se convirtió en el Dios inmisericordioso capaz de arrojar del paraíso a sus criaturas más amadas; pero en realidad (se) estaba retratando al intelectual orgánico atrapado entre el deseo de cambiar el mundo y su condición de militante que más que la revolución estaba constreñido a construir “el partido”:</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:10pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">“La gana de actuar de Gálvez, tenía algo de lujuria, por obsesiva y excluyente, y lo que le ataba las piernas o se las costaba, su verdadera impotencia, no era, como en nuestro caso la comodidad, sino su disciplina, El problem está, decía, en que hablamos de revolución</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">pero ellos hablan de partido y, por desgracia, todavía no es lo mismo, por lo menos aquí. Mantienen una actitud de resignación y acatamiento, casi un complejo de inferioridad, como el de los negros norteamericanos antes del Black Power, como el de nuestra pequeñita clase obrera: no piensan alterar el orden sino entrar en él, no se proponen liquidar un sistema sino ser admitidos, no se trata del odio sino de la reconciliación” </span><b><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Jorge Enrique Adoum. Entre Marx y una mujer desnuda.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></i></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">La literatura se convirtió en el campo virtual de la revolución donde fue posible instalar a los existencialmente atormentados héroes, incapacitados para romper su dependencia vital e intelectual. A falta de héroes reales, la novela se alimentó de la imagen del intelectual-puro y lo convirtió en mártir que siempre osciló entre la incomprensión de las masas, del partido, de la familia, del mundo en general. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:10pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">"No hemos sabido perseverar, nos hemos dejado llevar por la comodidad, por lo más fácil, hemos buscado pretextos para dejar de actuar, hemos caído en la trampa y muchos hemos abandonado el país porque era un país de cerdos y hemos viajado a Europa porque allí sí nos entienden y alaban nuestra finura y nuestra inteligencia, e inclusive podemos pescar una francesita descuidada para elevar nuestro status. (...) No hemos roto nada. Generación de la pose. Hemos salido de los brazos de mamita para buscar otros más débiles. Seguimos siendo tan mediocres como nuestros padres. La vida del mediocre es lineal, simple, incapaz de transgredir normas (a lo más enmascararlas) de romper reglas, huele a devocionario, a pan guardado, no tiene alternativas, se va engordando de las vulgaridades cotidianas, de su falta de pasión, de esa monotonía asquerosa de tres comidas diarias y pasta dentífrica, suprimiendo quizá la pasta dentífrica, a fin de demostrar que no somos iguales. De comunistas hemos pasado a consumistas." </span><b><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Raúl Pérez Torres. Teoría del desencanto.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></i></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">No es nada extraño que los héroes abandonen su papel (o el país), aspiren estar más maduros para comprender este país iridiscente o a la espera de que cambie la realidad para que tengan cabida todos sus sueños. El desaliento y la derrota constituyen la estatura de sus sueños; esa incapacidad para la acción, esa imposibilidad de romper la historia, la familia, la comodidad constituyen el cerco de su drama:</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:10pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">"Elegimos un camino pero no llegamos a recorrerlo, ni siquiera dimos el primer paso, nunca llegamos a existir. Todo fue un simulacro, entiendes; una representación que sustituyó a lo real y que la vivimos como si fuera la propia vida... la tragedia de los actores que ensayan una, dos, tres, cien mil veces la gran epopeya y mueren el día anterior a la primera representación real... (...) Fuimos los héroes, los mártires anónimos de una guerra que nunca se dio, de una causa que nadie llegó a conocer... No, no existió la dinamita social... Fuimos la pólvora que explotó solitaria... Oh, el doble ascetismo de la muerte... Morir sin haber existido jamás. Somos los nonatos (...) los nonatos de la revolución." </span><b><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Alejandro Moreano. El devastado jardín del paraíso.</span></i></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">La autodenominada </span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">"Generación del desencanto"</span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">; manejó una propuesta estética desde la derrota, reforzó la constatación de la imposibilidad de cambiar la historia. La mayoría de sus integrantes participó o simpatizó con los movimientos denominados revolucionarios que luego cayeron en la orfandad al derrumbarse el Muro de Berlín. Una literatura de la nostalgia y el recuento, de la lamentación hecha novela. Los géneros preferidos fueron la novela, el cuento y el ensayo; en los inicios de su actividad literaria se sumaron a la corriente transformadora que recorría América Latina, en sus estertores, su discurso lo desarrollan desde el recuerdo. Su grandilocuencia se ha convertido en una suerte de expiación de culpas. Entablaron a la literatura con una serie de reflexiones filosóficas y la trataron de abordar, esencialmente, como construcción de la dicotomía entre reforma y revolución; constituyendo, lo revolucionario, el mundo de las ideas encarnadas en el intelectual-mártir, capaz de cuestionarlo todo y de cuestionarse entero pero incapaz de convertir los sueños en realidad; su lucha es un enfrentamiento desigual con sus fantasmas y sus progenitores; una literatura de la derrota a pesar de estar coqueteando (en la actualidad salvo raras excepciones) con el poder y sus meandros</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><sup><span><sup><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" lang="ES-EC" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[26]</span></span></sup></span></sup></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Pero en contra de todas las evidencias </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">"... quienes se instalan en el desencanto y lo racionalizan como un nuevo valor. Aparentemente radical, esta actitud es profundamente conservadora: prefiere adaptarse al curso supuestamente natural del mundo. Parece que el temor a las desgracias en que desembocaron nuestros sueños nos censura en los deseos. El desencanto genera hastío y nos acosa la fatiga. Basta mirarnos y recordar al poeta:</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Os digo que la vida está en el espejo, y que vosotros sois el original, la muerte (...) Estáis muertos, no habiendo antes vivido jamás. Quien quiera diría que, no siendo ahora en otros tiempos fuisteis. Pero, en verdad, vosotros sois los cadáveres de una vida que nunca fue. Triste destino"</span></span></i><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><sup><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span><sup><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" lang="ES-EC" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[27]</span></span></sup></span></span></sup></a><span lang="ES-EC" style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size:12pt;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);font-family:arial;" class="Apple-style-span" >CÓMO SE LIGA TODO</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">En los camerinos, cuando es posible ver a los actores de este teatro; se pone de manifiesto el cambio de escenario, del vestuario, de las luces. Los protagonistas se suceden unos a otros frente al público; cada quien con sus proclamas, cada cual con sus secretas intenciones. Los forajidos constituyen en definitiva el desplazamiento en la escena política del movimiento indígena, el recambio de la wipala por el símbolo patrio, la reivindicación de lo nacional frente al redimensionamiento de los sueños. Los intelectuales en medio de la disputa por protagonizar los actos del drama, en un inicio exponen al público sus limitaciones, sus incapacidades, su timorata condición de soñadores a tiempo completo e ineficaces en la acción; en un segundo acto se proclaman los artífices del cambio, los que pueden señalar el derrotero de las transformaciones; a medio camino entre el pensamiento occidental pues ahora se jactan de sus títulos obtenidos en Europa, y su tímida y escasa relación con los pueblos y comunidades del Ecuador. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Es notoria la inexistencia de la literatura que coadyuve a construir la identidad nacional pues está en cuestión la diversidad y la pluriculturalidad. El discurso totalizador se desplaza hacia el desarrollo de la anécdota; la única posibilidad de</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">ser auténticos sin que se corra el riesgo de ser acusados de impostores es la construcción del mismo personaje con distintas voces y diferentes nombres</span><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:12pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[28]</span></span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">. </span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Es decir se pretende llevar a la literatura al extremo de hablar para los idénticos, para los miembros de la comunidad de apoyo, para aquellos que conocen a la perfección los códigos para su desciframiento. Mientras tanto la sociología escarba en los cada vez más minuciosos microcasos de la realidad, con la mayor cantidad de datos a ser utilizados para diseccionar un fenómeno específico que le atañe a un particular grupo social. Constreñidos todos a elaborar los sueños y los discursos a la medida del mercado. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">¿Es posible salir de la encrucijada; es posible la comprensión del otro sin dejar de ser uno mismo; el diálogo con el otro sin por eso enajenarse? </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Superar los cálculos econométricos y estadísticos, incorporar la dimensión simbólica, la ritualidad, la magia, la capacidad de soñar. Se trata de construir una mirada sobre nosotros mismos, a partir de revalorar los recursos cognoscitivos con que cuenta el pueblo (aquel que nunca se perdió) del Ecuador, sus sociedades y comunidades. Es el momento de incorporar nuevos discursos sin pretender erigir un canon, es preciso construir nuevas variables para conocer la realidad a partir de la percepción de la gente y su aporte en la construcción del conocimiento en desmedro de la visión e intervención del especialista que pretende conocer a fondo una realidad pero opera con un instrumental que no le es propio. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Dejar de interpretar el tradicional papel de influyentes y omnisapientes intelectuales, portadores y reproductores del saber, formados bajo la égida del pensamiento racionalista y clasificador; pues "hay realidades simbólicas y concretas a un tiempo solo accesibles al músico, al poeta, y por tanto, verdaderas, con otra verdad distinta a la de la experiencia o a la de los conceptos </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:12pt;"><o:p> </o:p></span></p> <div style=""><br /><hr width="33%" align="left" size="1"> <div style="" id="ftn1"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[1]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> “Bien: no sé si entonces era un hombre que soñaba que era mariposa, / o si ahora soy una mariposa que sueña que es hombre". Lao Tse.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn2"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[2]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Cumandá o un drama entre salvajes</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> (1879). En 1865 escribió la letra del Himno nacional del Ecuador. Algunas de sus obras más sobresalientes son: </span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">La virgen del sol</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> (1861), leyenda extraída del folclore; </span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Antología ecuatoriana:</span></span></span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span></span><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">cantares del pueblo</span></span><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> (1892). </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Ojeada Histórico crítica de la poesía ecuatoriana (1868).</span></i><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Cantares del pueblo ecuatoriano (1892); Miguel de Santiago (1892)</span></i></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size:7pt;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span></o:p></span></p> </div> <div id="ftn3"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[3]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Al respecto véase </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">14 novelas claves de la literatura Ecuatoriana</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">, de Antonio Sacoto o </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">El nuevo realismo</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> de Miguel Donoso Pareja</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn4"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[4]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> De ella dice Raúl Vallejo: </span><span class="apple-style-span"><span style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">"(...) <span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">es la novela de las formulaciones éticas de un intelectual que procura asumir su responsabilidad frente a la historia. En ella está presente la búsqueda de sentidos que los individuos particulares y anónimos realizan en una sociedad profundamente clasista y decadente (Dios, la muerte, el amor, etc.) y la búsqueda de</span></span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">caminos que los individuos insertados en la dinámica de la historia realizan para la consecución de las utopías."</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span style=";font-size:7pt;color:black;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span></span></span><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn5"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[5]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> “nos fuimos apagando, descorazonados por la abulia del medio, por el grito al vacío, por la falta de imaginación, por el egoísmo, la falsedad, la cobardía, la división de las organizaciones de izquierda ...” (17); “Se instaló [</span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">sic</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">] en nosotros la soledad y la vergüenza ...” Raúl Pérez Torres; </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Teoría del desencanto,</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn6"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[6]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Michael Handelsman dice de “</span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Pérez Torres busca una especie de purgación espiritual del desencanto generado por los fracasos del idealismo revolucionario de los años </span><st1:metricconverter productid="60”" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">60”</span></st1:metricconverter></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn7"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[7]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> “La dialéctica de la libertad y el destino, de la épica y la tragedia, de la contingencia y el absoluto va tejiendo una vasta urdimbre de situaciones límites. "Para probar mi vida no tengo sino mi muerte", el verso de Vallejo es una de las claves de esta novela de múltiples símbolos. La experiencia guerrillera supone una cotidianeidad gobernada por la amenaza y la tentación de la muerte que magnifica la plenitud contradictoria de la vida. Es, además, la situación excepcional que potencia las relaciones del individuo con la especie, del hombre con la historia. En la derrota final del grupo guerrillero, la libertad se transforma en destino, la épica en tragedia, el héroe en mártir.” Editorial El Conejo </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn8"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[8]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Artículo 68.- Este Congreso constituyente nombra a los venerables curas párrocos por tutores y padres naturales de los indígenas, excitando su ministerio de caridad en favor de esta clase inocente, abyecta y miserable. Constitución de Ecuador de 1830</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn9"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[9]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> El concepto de “patria” es definido así por distintos diccionarios hispanos: “La tierra</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">donde uno ha nacido” (Covarrubias, 1611), “El lugar o país en que se ha nacido” (</span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Diccionario de autoridades</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">, 1726), “El país en que uno ha nacido” (</span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Diccionario de Terreros y Pando</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">, 1787). Estas definiciones suponían también un sentimiento de lealtad al lugar de nacimiento. Por tanto “patria” aparece en la tradición hispana como una lealtad filial, localizada y territorializada. En </span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Nación y Patria: las Lecturas de los </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Comentarios </span></i><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Reales y</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> el patriotismo criollo emancipador; </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Jesús Díaz-Caballero.</span></i></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> www.dartmouth.edu</span><b><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></b></span></p> </div> <div id="ftn10"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[10]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> En </span><st1:personname productid="la Constitucin" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">la Constitución</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> de 1869 se llegó a establecer que para ser ciudadano se debía ser católico.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn11"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[11]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> En busca del pueblo </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">perdido,</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Adrián Bonilla; En busca del cuento </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">perdido, </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Eskeletra Editorial</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn12"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[12]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Hurtado, Osvaldo; </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Las costumbres de los ecuatorianos</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">. Editorial Planeta. 2007</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn13"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[13]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Proceso iniciado en 1990 con la movilización exigiendo el reconocimiento de la plurinacionalidad y de la territorialidad y que no ha cesado hasta la actualidad.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn14"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[14]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Aquellas formas de vida social de los hombres que están más allá de las formas de vida reguladas por las funciones del Estado, es decir, que tienen carácter privado</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn15"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[15]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Touraine, Alain. Crítica de la modernidad. Temas de hoy. Ensayo.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn16"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[16]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Antes, la historia de esos pueblos eran muchas historias. Después de la "conquista" comienza la historia de esa creación europea que es "el indio". Mires, Fernando. El discurso de la indianidad.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn17"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[17]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> “El código andino quichua gira en torno a seis valores básicos. Los tres primeros AMA QUILLA (no haraganear), AMA LLULLA (no mentir) y el AMA SHUA (no robar); en tanto que los otros tres valores son amor por la tierra, reciprocidad y presencia de lo sagrado” Rosero, Fernando. Levantamiento indígena: tierra y precios. CEDIS. 1990</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn18"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[18]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Schmidt, Wolfgang “Mientras Europa y Estados Unidos se han enclaustrado en el relativismo desencantador del ‘postmodernismo’, América Latina no tiene nada que decir. Los discursos de los 60 y 70 se quebraron frente a la revolución informática y al ‘boom’ económico de los centros</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">de acumulación”. En los límites de la modernidad. En: Debates sobre Modernidad y postmodernidad. Nariz del Diablo. 1991</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn19"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[19]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Al respecto véanse las visiones de Jorge Enrique Adoum: Ecuador, señas particulares (“Creo que no tuvimos el comienzo que habríamos querido...no hubo aquí nada equivalente, aunque fuera de menores dimensiones, a lo que tuvieron mayas, aztecas, incas...); la de Miguel Donoso Pareja: Ecuador, identidad o esquizofrenia (...pienso que a estas alturas de nuestra existencia como país, tenemos que asumir el nombre que tiene, darle toda la dimensión que podamos y sumarla a la que, a pesar de todo, tenemos y nos permite sentirnos ecuatorianos).</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn20"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[20]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Echeverría, Bolívar. Ceremonia festiva y drama escénico. Ponencia del autor en la mesa redonda "el arte y la vida cotidiana" efectuada en </span><st1:personname productid="la UNAM" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">la UNAM</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> el 27 de noviembre de 1992.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn21"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[21]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Concretar los esfuerzos por redescubrirnos y resignificarnos en el proceso de construcción de </span><st1:personname productid="la Casa Comn" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">la Casa Común</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> de los ecuatorianos. </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">“Mostrar la visión cualitativa de la buena vida de la civilización occidental moderna, basada en la escisión sujeto / objeto y la visión amerindia basada en lo contrario: el continuo biosférico”,</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> es clave para el nuevo diseño de políticas públicas que pueden sacarnos de situaciones tercer mundistas, hacia un estilo de vida convivial y equilibrado.</span></span><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn22"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[22]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> “... la corrupción, el nepotismo, el favoritismo sobre la base de lealtades personalistas, el desprecio por las formalidades del estado de derecho, etc., no son atributo exclusivo de los ‘populistas rudos’, mas en ellos se representan sin maquillaje ni agradables modales del disimulo.” Fernando Bustamente, </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">La política y la picaresca: reflexiones sobre el no tan nuevo orden de la “sociedad patriótica”. </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Revista Ecuador Debate Nº 61.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn23"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[23]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> Burguesía </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">informal</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> pues está ligada a los mecanismos de acumulación del comercio no formal, el contrabando, y alejada de los círculos tradicionales donde se reúnen y se identifican los burgueses formales: el Club </span><st1:personname productid="La Unin" st="on"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">La Unión</span></i></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> y </span><st1:personname productid="la Junta C■vica" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">la </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Junta Cívica</span></i></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> en Guayaquil y, en Quito, el rancho </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">San Francisco </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">y el club </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Los arrayanes</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> además de ser admitidos cada cierto tiempo en </span><st1:personname productid="la Sala Capitular" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">la </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Sala Capitular</span></i></st1:personname><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">de </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">San Francisco</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">.</span></span></p></div> <div id="ftn25"> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[24]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> “La aristocracia financiera, lo mismo en sus métodos de adquisición, que en sus placeres, no es más que el renacimiento del lumpenproletariado en las cumbres de la sociedad burguesa.” Carlos Marx, </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Las luchas de clases en Francia de </span><st1:metricconverter productid="1848 a" st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">1848 a</span></st1:metricconverter><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> 1850. </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Akal Editores. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn26"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; line-height: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref26" name="_ftn26" title=""></a></span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span></span></span></span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" lang="EN-US" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[25]</span></span></span></span></span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">.- </span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Examínense las visiones de Jorge Enrique Adum: Ecuador, señas particulares; la de Miguel Donoso Pareja: Ecuador, identidad o esquizofrenia; o la del ilustrado anarquista Jijón y Chiluisa en Longos.</span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn27"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; line-height: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref27" name="_ftn27" title=""></a></span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span></span></span></span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" lang="EN-US" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[26]</span></span></span></span></span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">.- </span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">El caso más conocido es el de Jorge Enrique Adum, quien, en palabras de Alejandro Moreano, demuestra la decadencia de un excelente poeta -autor de Los cuadernos de </span><st1:personname productid="la Tierra-," st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">la Tierra-,</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> tradicionalmente comprometido con los partidos de izquierda (en el gobierno de Mahuad) participando de las "sabatinas del poder".</span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div id="ftn28"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; line-height: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref28" name="_ftn28" title=""></a></span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> </span></span></span></span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" lang="EN-US" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[27]</span></span></span></span></span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">.- </span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Norbert Lechner. </span><u><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Un desencanto llamado posmodernismo</span></u><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">. Debates sobre modernidad y postmodernidad. El poema es de César Vallejo: Trilce, LXXV.</span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <div style="" id="ftn29"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7pt;"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;font-size:7pt;" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">[28]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"> “El novelista urbano, llevado por una honesta visión de la realidad social total o por las exigencias del argumento, hace intervenir en sus obras a algunos obreros y, generalmente, le sucede lo mismo que le acontecía con los campesinos: los ve de afuera y de lejos, cuando más los muestra en su trabajo, pero los hace pensar, reaccionar y hablar como él mismo: puro disfraz exterior, en el fondo”. Jorge Enrique Adoum; en el prólogo a Las cruces sobre el agua, de Joaquín Gallegos Lara.</span><o:p></o:p></span></p> </div></div>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-9871694628012511112009-11-18T02:40:00.000-08:002009-11-18T02:55:14.637-08:00SOCIOLOGÍA Y LITERATURA EN EL ECUADOR<p class="MsoNormal" align="center" style="text-align:center;mso-line-height-alt: 1.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:14.0pt; font-family:"Times New Roman"">SOCIOLOGÍA Y LITERATURA EN EL ECUADOR<o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" align="center" style="text-align:center;mso-line-height-alt: 1.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"">Una relación bajo sospecha<o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" align="right" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;mso-line-height-alt:1.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight: normal"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span style="font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"">Pablo Yépez Maldonado<o:p></o:p></span></i></b></p> <p class="MsoNormal" align="right" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;mso-line-height-alt:1.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight: normal"><span style="font-size:10.0pt;font-family:"Times New Roman"">Quito, octubre del 2009 <o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman""><o:p> </o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">En los nuevos tiempos, en esta era de cambios y fogosos discursos sobre la revolución y el poder de los ciudadanos; en esta época en la cual la incertidumbre da paso a la esperanza, a la posibilidad de concretar por lo menos la racionalidad del aparato estatal, la consolidación de un proyecto nacional (discutible, pero por lo menos existe una propuesta a ser discutida); en estos momentos en que se inaugura una nueva época (otra) con todos los vientos a favor a pesar de que existe un vacío de la participación de los ciudadanos en la construcción concreta o por lo menos en una base social de apoyo efectiva para concretar los cambios; preciso es hacer un breve recuento de las diversas etapas por las cuales nos ha tocado atravesar para llegar a donde estamos. Tanto desde el punto de vista de los personajes como de los actores, de los tramoyistas, de los iluminadores, de los guionistas, de los cronistas, de los que en definitiva han actuado y siguen actuando en el escenario de lo que es el actual Ecuador. Es el tiempo de la reflexión para evitar llegar a Puerto de Palos, nuevamente.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Debajo de todos los discursos, de las experimentaciones formales, de los manifiestos y de los ensayos; lo que se discute es la reubicación del poder político y cultural, como siempre que existen movimientos agitados en el decurrir de la historia. Debajo de los discursos relamidos de algunos literatos y crípticos de la mayoría de sociólogos o investigadores sociales se oculta esta realidad; en esencia cuál es el discurso que prevalece en los meandros del poder. Más allá de las repetitivas y manidas discusiones; lo que subyace en la polémica, es la construcción del discurso político recogido por los sociólogos y la construcción del canon por parte de los literatos. ¿Hasta qué punto es válida esta percepción y esta relación? Al parecer la historia actual justifica este paralelismo pues, como se demostrará en el transcurso de la presente, los personajes de novela de la décadas de los 70 y 80’s son los protagonistas de la historia real. Es posible, según los intelectuales que ocupan el Palacio<span style="mso-spacerun:yes"> </span>de Zoonderet, construir una nueva nación –aquella permanentemente en ciernes- a partir de la edificación racional, ordenada y aséptica determinada por Senplades –que se asemeja a la versión orwelliana de la institución encargada de normar los sueños y ¡hacerlos realidad!-.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">No es casual, o podría ser nada más la constatación de que debajo de la pretendida escritura científica acerca de la realidad se encubre la fantasía más delirante, que nuestro mayor sociólogo –es decir para trasladar a él alguna de las valoraciones que realizó acerca de la aceptación de las obras: pues ha sido publicado en varias editoriales y su circulación ha trascendido las fronteras patrias-, se bautizó como hombre de teatro y mantuvo una relación muy estrecha con la literatura en su intento de explicar –ya no de captar- la realidad. La fina línea divisoria entre literatura (es decir ficción) y sociología (es decir un permanente ensayo) va de la mano de la realidad cambiante, vertiginosa, a veces inasible de esta historia que se construye a golpe de forajidos, vándalos, aventureros, príncipes, marginales, políticos de caricatura, seres de carne y hueso que son retratados ficcionalmente o descritos científicamente en un esquizofrénico intento por asir la realidad, como pretendían aquellos escritores de la generación del 30, o evadirla como lo hicieron a su manera literaria y literalmente la generación que se decapitó, o aquella más actual que se retrató sí misma en su tránsito del más completo optimismo hacia su desencanto. Se arguye que los sociólogos de antaño, así como los cronistas son a los antropólogos, son los narradores; de la misma manera los ficcionalistas de hoy parecen ser los sociólogos pues no se deja de ver su impronta tras todos los proyectos de desarrollo ante una realidad que se resiste a torcer su cuello de cisne. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Esa permanente construcción del discurso, de la trama, de los<span style="mso-spacerun:yes"> </span>personajes y de la voz narrativa son la realidad o nada más una realidad soñada; es decir personajes que se sueñan sociólogos o sociólogos que se piensan personajes<a style="mso-footnote-id:ftn1" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US; mso-bidi-language:AR-SA">[1]</span></span></span></span></a>.<span style="mso-spacerun:yes"> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman"">CÓMO EMPIEZA EL CUENTO DE <st1:personname productid="LA PATRIA" st="on">LA PATRIA</st1:personname><o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">La historia tiene fracturas, fases que impelen a los actores sociales a hacer su destino aún a pesar de no tener la conciencia suficiente como para detallar todos sus aportes en los manuales oficiales que explican esos pasajes turbulentos y aún esas épocas de tranquilo discurrir de los hechos. La construcción de la añorada “identidad nacional” ha constituido el eje de reflexión de muchos pensadores; por eso no es extraño hablar de la literatura como parte importante en la configuración de las propuestas, tanto hegemónicas como contra hegemónicas.<span style="mso-spacerun:yes"> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Si se toma los mapas de circulación para arribar a la época contemporánea siempre se transita por los mismos hitos; la mirada es la distinta: Velasco o la reconstrucción del imaginario Reyno de Quito antes y durante la llegada de los sedientos de oro; Espejo y el problema de la identidad, o cómo acceder al instrumental discursivo oficial para disputar en el plano de lo<span style="mso-spacerun:yes"> </span>erudito y/o científico los espacios del poder y del conocimiento; Mera y Montalvo son una expresión bifronte que se descuadra en el escenario pues si bien es cierto que el liberal se (con)dolió de la situación de los indios prefirió el lenguaje castizo para ser aceptado dentro de la elite de prosistas; mientras que el Mera<a style="mso-footnote-id:ftn2" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[2]</span></span></span></span></a> conservador y romántico hasta el desparpajo de la imitación es el que recupera cierta poesía y narraciones orales populares o los restos de la memoria colectiva luego de la larga permanencia de los españoles y la no menos devastadora acción de los marqueses y criollos en los espacios de la administración de la ya república del Ecuador. Figuras que se hicieron a sí mismas en el (des)concierto de la constitución de la república, en el imaginario de lo que podría ser el nuevo mundo; bajo la vigilancia de la iglesia dogmática, explotadora y obscurantista y en contra del anodino acontecer del quehacer intelectual de la época.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Luego de los años de configuración de ese imaginario colectivo desdibujado en un simple nombre vaciado de toda significación; la narrativa se encuentra a bocajarro con la presencia de las voces propias, las disidentes, las que buscan construir su propio lenguaje, sus propios personajes y su propia razón de ser como escritores. Emerge la literatura del montuvio, la del negro, la del cholo, la del indio (visto de lejos, pero al fin como personaje fundamental pero indescifrable); la del obrero y la narrativa de la ciudad. Con todos los desafueros que se pudieran haber cometido, dentro de una sociedad que lo que reclamaba era la “buena” literatura y esa (como hasta ahora) es la que viene de afuera, la de Francia, la de <st1:personname productid="la Europa" st="on">la Europa</st1:personname> mítica, la de EE.UU. y su fabulosa capacidad para inventarse y automitificarse además de flagelarse y flagelar por supuesto. Una generación que parte del rechazo de la poesía de los decapitados al reto de constituir un proyecto nacional; una apuesta con diversos senderos y propuestas desde aquella del realismo social hasta la del realismo abierto como aquellos que constituyeron en sí mismos una escuela sin seguidores como Hugo Mayo y Pablo Palacio.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt; mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Una revisión a trancas y barrancas para llegar a lo que nos interesa; luego de la paulatina desaparición de escena de los escritores del realismo en todas sus vertientes y después de un largo silencio llegamos más o menos a la inauguración de la modernidad y su filón de oro el petróleo. Una época en la que se inaugura por decir lo menos el Ecuador actual, que sobrevivirá incluso a la debacle más grande y a la apropiación más descarada de la riqueza social por parte de la oligarquía voraz y no filantrópica. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt; mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">No sé si constan las novelas a ser comentadas en el ranking de las mejores<a style="mso-footnote-id: ftn3" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[3]</span></span></span></span></a> pero creo que son las más significativas para el tema que nos convoca, desde la década de los 70; <i style="mso-bidi-font-style:normal">Entre Marx y una mujer desnuda</i> (1976) de Jorge Enrique Adoum;<span style="mso-spacerun:yes"> </span><i style="mso-bidi-font-style:normal">El desencuentro</i> (1976; <span style="mso-spacerun:yes"> </span>reeditada con cambios profundos en 1983) de Fernando Tinajero<a style="mso-footnote-id:ftn4" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US; mso-bidi-language:AR-SA">[4]</span></span></span></span></a>; <i style="mso-bidi-font-style:normal">Teoría del desencanto</i><a style="mso-footnote-id:ftn5" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[5]</span></span></span></span></a><a style="mso-footnote-id:ftn6" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[6]</span></span></span></span></a> (1989) de Raúl Pérez Torres y <i style="mso-bidi-font-style:normal">El devastado Jardín del Paraíso</i> (1990) de Alejandro Moreano<a style="mso-footnote-id:ftn7" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[7]</span></span></span></span></a> y; en ese orden de aparición; dentro de un contexto más amplio que no pretende agotar el análisis de la narrativa del Ecuador sino poner en tela de duda, como hace la literatura y como pone en evidencia la sociología, la realidad tanto la ficcional como la realidad real ahora que podemos hablar de las múltiples realidades y universos paralelos si se quiere ser cuántico. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt; mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman"">DE <st1:personname productid="LA DESTRUCCIᅮN A" st="on"><st1:personname productid="LA DESTRUCCIᅮN" st="on">LA DESTRUCCIÓN</st1:personname> A</st1:personname> <st1:personname productid="LA RECONSTRUCCIᅮN DE" st="on"><st1:personname productid="LA RECONSTRUCCIᅮN" st="on">LA RECONSTRUCCIÓN</st1:personname> DE</st1:personname> LO NACIONAL<o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt; mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Arrasados los mitos fundacionales, derribados todos los ídolos (en la actualidad coleccionados y mercadeados por los descendientes de aquellos que los destruyeron), era necesario inventarse una patria, un concepto que abarque a todos pero sin eliminar los privilegios. El proyecto emancipador no constituye sino la parte culminante del despojo. La entrada en la historia con derechos propios (conculcados con violencia a la mayoría de los habitantes de la región); la elaboración de <st1:personname productid="la Carta" st="on">la Carta</st1:personname> de Constitución de <st1:personname productid="la Repblica" st="on">la República</st1:personname> del Ecuador no es nada más que la consumación del sistemático atropello y desvalijamiento<a style="mso-footnote-id:ftn8" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[8]</span></span></span></span></a>. <span style="mso-spacerun:yes"> </span>Nos inventamos una patria<a style="mso-footnote-id:ftn9" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[9]</span></span></span></span></a> para que la administren, en derecho exclusivo, los hacendados y dueños de plantaciones desconociendo la calidad de ciudadanos a la mayoría de sus habitantes y poniendo a los “venerables” curas párrocos como protectores de los ‘inocentes, abyectos y miserables’ indígenas. ¡He ahí un modelo de república!; situación que únicamente se corregirá, de alguna manera, 168 años más tarde con la irrupción del movimiento indígena en el escenario político y el reconocimiento de los derechos sociales y colectivos en <st1:personname productid="la Constitucin" st="on">la Constitución</st1:personname> de 1998. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt; mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">La subordinación del Estado a <st1:personname productid="la Iglesia" st="on">la Iglesia</st1:personname> Católica<a style="mso-footnote-id:ftn10" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US; mso-bidi-language:AR-SA">[10]</span></span></span></span></a> determinará en gran parte el derrotero que toman las letras y las artes en el recientemente fundado Ecuador. Tutelaje que se romperá con la revolución liberal de <st1:metricconverter productid="1895 a" st="on">1895 a</st1:metricconverter> pesar de que la influencia de la iglesia católica, en gran parte de la educación, la ha mantenido hasta nuestros días. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt; mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Este es el escenario donde se despliega la imaginación, los actores, los personajes y la tragedia-parodia-drama-paradoja y simulación de los ecuatorianos. En un permanente proceso de búsqueda y construcción (no es casual que algunos de los trabajos de “renombrados” cuentistas y cientistas sociales se refieran a la búsqueda de lo perdido<a style="mso-footnote-id:ftn11" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[11]</span></span></span></span></a>); de reconocimiento y fuga, de ampliación de los estrechos linderos patrios y retornos permanentes; de ansia de nuevos horizontes y nostalgia por el terruño –por la pacha mama-; de recuperación urbanística y olvido de aquellos que construyeron las iglesias, las catedrales, las casas coloniales y las republicanas; recuperación de los espacios de construcción de la ciudadanía sin mencionar que en aquellas plazas fueron quemados, ajusticiados, asesinados líderes indígenas. Es decir un proceso general de blanqueamiento sin que se tome en cuenta la voz de aquellos excluidos, marginados, olvidados por el poder quienes únicamente aparecen como objetos de políticas públicas o de beneficencia, objetos de estudio por parte de sociólogos y antropólogos; en el mejor de los casos, como personajes en la narrativa ecuatoriana y, en el peor, como causantes de la situación de atraso y dependencia del Ecuador actual.<a style="mso-footnote-id:ftn12" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[12]</span></span></span></span></a><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt; mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman"">DÓNDE HABITA EL PUEBLO REAL, AQUEL QUE ES BUSCADO AFANOSAMENTE POR LOS SOCIOLÓGOS, ANTROPOLÓGOS Y LITERATOS<o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman"">La reconstitución del escenario<o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman"">M</span></b><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">ás de quinientos años después los elementos de la historia se mantienen; el mismo Dios que acompañó a los españoles en la conquista de América, ahora debidamente acuñado en papeles verdes, y las mismas y desgastadas palabras para tratar de imponer el discurso de la “modernidad” y el “progreso”, el “desarrollo” y el “futuro” y, para darle un tinte pluricultural de “sumak kawsay”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Más allá de las expresiones de los sectores dominantes y de su desconcierto; el "levantamiento indígena"<a style="mso-footnote-id:ftn13" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[13]</span></span></span></span></a> constituye la irrupción de aquellos sectores "inviables" en el concierto de la historia. A la vez es la abolición de la dicotomía entre "el Norte, donde reinan el instrumentalismo y el poder, y el Sur, que se cierra en la angustia de su identidad perdida", que según Alain Touraine, no<span style="mso-spacerun:yes"> </span>está debidamente delimitada y, precisamente, es en "los límites de un discurso -de qué se habla- (los que) convierten a éste, en un discurso sobre límites -cómo debe hablarse y hasta dónde-". Lo que impulsa la movilización de los desposeídos y excluidos, precisamente, son los límites de lo establecido, la incapacidad de traducir las normas constitucionales en realidades y en un nuevo orden económico.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">La aparición de los nuevos movimientos y sectores sociales en el escenario nacional ocurre a fines de la década de los 80 y a comienzos de la de los 90. De estos grupos de la “sociedad civil”<a style="mso-footnote-id:ftn14" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US; mso-bidi-language:AR-SA">[14]</span></span></span></span></a>, se destacan: el movimiento de mujeres con la incorporación de varios puntos reglamentados en <st1:personname productid="la Ley" st="on">la Ley</st1:personname> para su participación política y su denodado esfuerzo por construir la equidad de género –que luego de institucionalizarse aquel movimiento desapareció de la escenario político para constituirse en una agrupación normativa-; el de los niños que logró el reconocimiento de su calidad de ciudadanos y la incorporación de su nuevo estatuto en <st1:personname productid="la Constitucin Pol■tica" st="on">la Constitución Política</st1:personname> del Estado ya en 1998; el movimiento GLBT que logró la despenalización de la homosexualidad y que lucha en la actualidad por la eliminación de la discriminación y el auténtico ejercicio de sus derechos sin temor a las represalias; y, el más importante, el movimiento indígena, montuvio y de afrodescendientes <span style="mso-spacerun:yes"> </span>que ha logrado interpelar al Estado nacional de manera recurrente en su papel excluyente, discriminatorio e inequitativo logrando grandes avances tanto en <st1:personname productid="la Constitucin" st="on">la Constitución</st1:personname> de 1998 como en la del 2008.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Los acontecimientos de enero del 2.000 y la subsiguiente huida de Mahuad a su refugio académico en Harvard; constituyeron el resquebrajamiento de la imagen del poder en lo simbólico con la presencia inconsulta de otros signos y de otros presagios. Fue un anuncio de la necesidad de re interpretar la historia,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>tratar de leer aquellos arcanos de los que están construidos los clímax de todo movimiento; un indio en el Palacio de Gobierno desestructuró la lejanía del poder, la inaccesibilidad, la distancia; permitió consolidar, en el imaginario indígena y popular, que el ejercicio del gobierno sí era posible, confirmando toda aquella práctica y conocimiento adquiridos en los espacios del poder local hacia el "buen gobierno" y dejando, seriamente resentido, el referente real construido con violencia y exclusión por los sectores dominantes de lo que es: poder y gobernar. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Si existe una disociación entre la imagen psíquica (representación o significado) y el referente real es que está en proceso de construcción o deconstrucción –precisamente ese espacio reservado a los elegidos, a los “patriotas”, a aquellos que construyeron este país sobre las manos, los huesos, la rabia y el trabajo de los indios, de los explotados-; otra concepción de poder y de gobierno compuesta de ingredientes reales e imaginarios a contrapelo de los discursos de los intelectuales –convertidos a la vez en "consejeros del Príncipe modernizador y (en) defensores del pueblo oprimido"<a style="mso-footnote-id: ftn15" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[15]</span></span></span></span></a>- que no logran comprender una dinámica que fluye por fuera de la racionalidad occidental; discurso -apropiado pero ajeno- de la razón, de la racionalidad, de la funcionalidad, de la subordinación, del orden y la cordura. Hay que meter, a como dé lugar, la realidad en el saco de las teorías de occidente.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman""><span style="mso-spacerun:yes"> </span>El levantamiento indígena, que finaliza con la incorporación del concepto de plurinacionalidad<a style="mso-footnote-id:ftn16" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[16]</span></span></span></span></a> en <st1:personname productid="la Constitucin" st="on">la Constitución</st1:personname> más reciente además de obligarle a sentarse a conversar sobre la nueva ley de aguas confirma que la construcción de la identidad es posible únicamente desde la irrupción, desde la ruptura; demostración que ha conllevado quinientos años y más. A pesar de las “bondades de la democracia” y de los esfuerzos estatales para "integrar" al desarrollo al sector indígena; no ha sido posible impedir su incursión en el escenario de la democracia –no en los términos elaborados por los tecnócratas de los años 70 ni de los de la actual administración, sino en las condiciones que los indígenas desean- para modificar el todo político más allá de las conquistas coyunturales obtenidas.<span style="mso-spacerun:yes"> </span>Las innumerables rebeliones del pueblo indígena son una expresión concreta de creación colectiva de su visión del porvenir en su enfrentamiento permanente con aquellas fuerzas que actúan en su contra ¿Qué se esconde detrás del nuevo escenario, qué fórmula secreta se maneja debajo de los ponchos para que puedan doblegar la soberbia de los gobernantes de turno; qué ilusión galvanizada por el aire de los páramos permite la destrucción de los límites del discurso oficial, de la academia y de los medios de comunicación? ¿Está el código andino más allá del marco jurídico heredado de las polis griegas y romanas?<a style="mso-footnote-id:ftn17" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[17]</span></span></span></span></a> <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Es necesario mirar a todo el proceso como un ejercicio condensado de construcción de identidad (y diferenciación). Es cierto que las condiciones económicas constituyen el detonante, es también evidente que el atraco cínico a los dineros del Estado y de la ciudadanía en <span class="MsoCommentReference"><span style="mso-ansi-font-size: 12.0pt;mso-bidi-font-size:12.0pt;display:none;mso-hide:all">@os@</span></span><span class="MsoCommentReference"><span style="mso-ansi-font-size:12.0pt;mso-bidi-font-size: 12.0pt">general es un acto que convoca a la acción y a la lucha; pero no son suficientes elementos para explicar, por sí mismos, la movilización creciente y el poder de convocatoria demostrado por el movimiento indígena a pesar de todos los intentos por dividirlo y manipularlo. <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span class="MsoCommentReference"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">El viraje hacia la izquierda experimentado por América latina desde hace ya una década permite desmentir la audaz aseveración de que no teníamos nada qué decir,</span></span><a style="mso-footnote-id:ftn18" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman""><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[18]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoCommentReference"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman""> en un escenario que estaba dispuesto para dar el gran paso hacia la globalización determinada por las metrópolis. En la actualidad está en cuestión todo y estamos obligados a discutir <span style="mso-spacerun:yes"> </span>los conceptos, nociones y categorías científicas creadas desde la modernidad occidental e impuestas como verdades absolutas, por obra y gracia de la colonización del pensamiento, bajo una forma de pensar etnocéntrica. El Ecuador a pesar de las aseveraciones</span></span><a style="mso-footnote-id:ftn19" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman""><span style="mso-special-character: footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US; mso-bidi-language:AR-SA">[19]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoCommentReference"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman""> que desconocen la riqueza del conocimiento ancestral guarda una enorme gama de lenguajes iconográficos y orales que contienen un amplio saber acerca que, del desarrollo, tenían los pueblos originarios, concepto que de los términos vernáculos se la podría traducir como <b style="mso-bidi-font-weight:normal">saber criar la vida</b>. No es una disputa por el poder entendido en los términos occidentales, es una puesta en práctica de una forma de concebir la vida la que está en juego.</span></span><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman""><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span class="MsoCommentReference"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">El movimiento indígena logra descolocar el discurso, cuestiona su construcción, sus constructores y sus límites; desmonta aquel sutil </span></span><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">proceso que obliga a decantarse entre <b style="mso-bidi-font-weight:normal"><i style="mso-bidi-font-style: normal">Ser</i></b>, es decir expresar en toda su potencialidad la naturaleza humana -con sus distintos niveles de espiritualidad y animalidad- y <b style="mso-bidi-font-weight:normal"><i style="mso-bidi-font-style:normal">Parecer</i></b>, es decir asumir aquella razón objetiva que le deja inerme ante la realidad aplastante; además, y como si fuera poco, el movimiento indígena desarma el discurso de relojería de las clases sociales delimitadas de manera casi matemática, portadoras de su propia ideología lo que les impide construir una visión general de mundo. Entonces, es el momento de preguntarnos ¿cuál es la esencia que provoca esta catástrofe; cuál es la potencialidad de aquellos excluidos que dejan fuera de juego a los constructores de sentido en el ámbito del poder, de la filosofía, de las leyes y de la economía?<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">"El tiempo extraordinario ya sea como el tiempo de la catástrofe o de la plenitud, es el tiempo en que la identidad o la existencia misma de una comunidad entra en cuestión; es el tiempo de la posibilidad efectiva del aniquilamiento, de la destrucción de la identidad del grupo o es también el tiempo de la plenitud, es decir, el tiempo de la realización paradisíaca, en el que las metas y los ideales de la comunidad pueden cumplirse."<a style="mso-footnote-id:ftn20" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[20]</span></span></span></span></a><span style="mso-spacerun:yes"> </span>Es el momento de proponer un cambio; de manera radical (y, a su manera, exclusiva), transformar la visión lineal marcada por la racionalidad occidental hacia una cosmovisión que permita incluir los postulados ancestrales como principios fundamentales para garantizar la vida lejos de una concepción antropocentrista sino cósmica y mágica<a style="mso-footnote-id:ftn21" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[21]</span></span></span></span></a>; con lo cual se cerraría el círculo entre los pueblos que están fuera del proyecto histórico de occidente y que constituyen las tres cuartas partes de la humanidad.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman"">QUÉ PAPEL JUEGAN LOS FORAJIDOS<o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">La ciudad (más que el país), como un reptil dividido se movilizó armada de pitos, vehículos, banderas; en un verdadero carnaval de la cordura para descabezar aquello que no hacía juego con sus vitrinas de alto coturno; con aquellas formas de expresión del poder que muchas veces fueron aceptadas pero no acatadas –otra manera de aceptar a los virreyes pero no a los mishos ni a los longos-; una gran carga de sensibilidad y de indignación por la pérdida de sus representantes en <st1:personname productid="la Corte" st="on">la<span style="mso-spacerun:yes"> </span>Corte</st1:personname> suprema de Justicia, acto ilegal e inconstitucional según los tratadistas que luego darían su bendición absolutoria a la destitución del, en ese entonces, presidente Gutiérrez con 61 votos de 100 legisladores; es decir sin cumplir las 2/3 partes que obliga la constitución. Pero ello no constituye óbice para dar paso a un nuevo reacomodo del poder. Es preciso volver a poner las cosas en orden, es decir en el mismo sitio donde estuvieron siempre.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">La otra parte del<span style="mso-spacerun:yes"> </span>reptil; indiferente, escéptico y desmovilizado miraba cómo se hacía lo que se hizo en su nombre y en representación suya. El resto del país; a pesar de las proclamas para que se movilizara en contra del <i style="mso-bidi-font-style:normal">Dictócrata</i>, no se desperezaba ni tomaba partido ni a favor ni en contra. Una abulia absoluta al centro político y un desprecio al centro económico como rechazo al conocido manoseo efectuado por las élites políticas tradicionales. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Pero ¿qué significó la presencia de “los forajidos” en el escenario político local, más que regional o nacional, cómo se gestó y llegó a tener la fuerza suficiente como para cambiar de titular del gobierno. Qué valores enarbolaron y cómo llegaron a constituir el movimiento social que echó del poder a un presidente elegido por los votantes de las zonas periféricas. Tiene la capacidad suficiente un medio de comunicación como para convertirse en el canal de (auto) convocatoria para coordinar la movilización de ciudadanos y ciudadanas que se congregó en las calles de Quito.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">El <i style="mso-bidi-font-style: normal">espíritu forajido</i>, movimiento clase mediero toma la posta al movimiento de los obreros, maestros y estudiantes y de los indígenas; y, los supera, los desplaza y, en cierto sentido, hasta los emplaza.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">El espíritu no se constituye de la noche a la mañana, la movilización contestataria e insubordinacional no es producto de la pasión radiofónica de un solo locutor, agitador, comunicador social y analista (todo en uno); no es el resultado de la indignación contra la corrupción a secas, pues, la pequeña burguesía a pesar de que antepone grandes consignas (prohibido prohibir; por ejemplo) construye el escenario y se desenvuelve en él con soltura pero debajo del entarimado (no solo de los adoquines) subyacen las grandes razones por las cuales lucha y se moviliza, se constituye en movimiento social, en actor político, en clase (categorías utilizadas dependiendo de la vertiente político-ideológica del enfoque).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Asumiendo que la caída de Gutiérrez respondió a un movimiento urbano de Quito, ciudad clara y groseramente dividida en dos sectores: el norte de la pequeña burguesía y al sur los sectores populares (esta división grosera, no excluye la diversidad y heterogeneidad que encierra solamente las simplifica al máximo, simplificación basada en la forma de existir en el imaginario urbano, de auto representarse y asumirse). Que además contó con el respaldo de los pobladores y pobladoras de los valles circundantes donde se asientan principalmente la burguesía y la pequeña burguesía alta con pujos. En el resto de las ciudades del país el movimiento fue minoritario, disperso o nulo. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Aceptando este antecedente como cierto (con todas las limitaciones y simplificaciones expuestas); Quito se convierte en la cuna de <i style="mso-bidi-font-style: normal">los forajidos</i> más allá de lo anecdótico (la frase afortunada –pues dio pie para consolidar una identidad en los manifestantes—emitida por el <i style="mso-bidi-font-style:normal">dictócrata</i> pretendiendo descalificar a quienes rechazaban su gobierno) y también su límite pues más allá del reducido círculo de la pequeña burguesía informada no existió mayor movilización ni rechazo ni aceptación alguna al hecho en sí.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">El movimiento de enero de 1997, que derrocó a Bucaram, también movilizó a Quito en su conjunto –y a otras ciudades del país-; pero por notorias diversas razones: el norte se indignó por la forma<a style="mso-footnote-id:ftn22" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[22]</span></span></span></span></a> de conducir la nación, la chabacanería, la ridiculez, la <i style="mso-bidi-font-style: normal">guachafería</i>, la actitud servil frente al <i style="mso-bidi-font-style: normal">enemigo</i> <i style="mso-bidi-font-style:normal">histórico</i> del Ecuador; el sur en cambio, por la pretendida elevación del precio del gas<a style="mso-footnote-id:ftn23" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[23]</span></span></span></span></a> de consumo doméstico. El Norte dirigido por la pequeña burguesía ilustrada (Mahuad, Arrobo, <st1:personname productid="la Iglesia" st="on">la Iglesia</st1:personname>); el Sur por los dirigentes populares y sindicales. Aquella multitudinaria manifestación que confluyó en el Congreso Nacional nunca se mezcló, más bien recalcó la gran división de la ciudad. En ese entonces se contó con el apoyo de la gran prensa que azuzó los ánimos y magnificó los hechos discordantes del entonces presidente. Más allá de estos detonantes la burguesía financiera puso en tensión todos sus resortes para derrocar a quien pretendía evitar que el Banco Central dejase de funcionar como la caja de auxilio permanente y recurrente de los bancos privados y declarar, además, la convertibilidad de la moneda en <i style="mso-bidi-font-style:normal">apenas</i> cinco mil sucres. Todo el proceso de desregulación financiera, iniciada por Sixto Durán Ballén, no habría tenido sentido si no se concretaba –como sucedió apenas dos años más tarde— en el mayor desfalco efectuado en el país.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><st1:personname productid="la Constitucin" st="on"><span style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman"">La Constitución</span></st1:personname><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman""> no es nada más que un parapeto legal para legitimar los grandes negocios de la burguesía; eso ha quedado demostrado en este corto pero lucrativo –para los beneficiarios— período de despojo y de concentración de la riqueza hasta niveles nunca vistos. Bucaram fue cesado en su cargo por el Congreso debido a <i style="mso-bidi-font-style: normal">“incapacidad mental”</i>; y, las Fuerzas Armadas, dirimieron el asunto de la sucesión presidencial a favor de un interino talla única cuya única función fue evitar que sea demasiado evidente la retoma del control del estado nuevamente por parte de los grupos financieros del Ecuador y que, efectivamente, continuaran haciendo sus fructíferos y grandes negocios.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Satisfechos todos. El Congreso efectuó una parodia de auto depuración, el Gobierno realizó un referéndum para ratificar lo actuado por el Congreso y convocó a una Asamblea Constituyente para <i style="mso-bidi-font-style:normal">refundar la república</i>. El movimiento nacional de repudio a una fracción de la burguesía <i style="mso-bidi-font-style:normal">informal</i><a style="mso-footnote-id:ftn24" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[24]</span></span></span></span></a> consolidó una forma de gobierno de corte presidencialista y restó atributos al Congreso. Una movilización multiclasista no podía parir más que una Asamblea que reconociera, en el papel, los derechos sociales y de las minorías pero que dejara intacta la estructura fundamental de la nación: la inequidad, la acumulación, la explotación, la subordinación a los organismos financieros internacionales y la supremacía de la burguesía financiera. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">En la ruptura del período constitucional más largo de <st1:personname productid="la Historia" st="on">la Historia</st1:personname>; los elementos subjetivos primaron y dieron visos de legalidad a las verdaderas razones para la caída de Bucaram. La pequeña burguesía, con su movilización, ganó el protagonismo de la escena política y creyó haber contribuido al proceso de cambio del país; pero, la burguesía financiera<a style="mso-footnote-id:ftn25" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[25]</span></span></span></span></a>, sobre todo aquella que desarrolló su lucrativo negocio durante este período de crisis, pronto la sacaría de su ilusión. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman"">UNA NUEVA SITUACIÓN POLÍTICA<o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">La presencia en las calles de los autodenominados <i style="mso-bidi-font-style:normal">forajidos</i> constituyó el despertar de una nueva forma de hacer política. La demanda de la mayoría de los manifestantes de que <i style="mso-bidi-font-style:normal">se vayan todos</i> es el momento más alto de reivindicación política para sentar las bases de un nuevo Estado. El desplazamiento de los sectores de izquierda constituye el fin de la lucha organizada a través de los partidos políticos como portadores de propuestas de sectores sociales plenamente identificados. La revalorización de los símbolos patrios, más allá de las banderas político-partidarias constituye la configuración del espíritu nacional tantas veces anhelado por diversos sectores sociales –tanto los de avanzada, como en los años 30 o de los desarrollistas en los 70--<span style="mso-spacerun:yes"> </span>y la concesión de la demanda de la plurinacionalidad pero bajo los parámetros establecidos por los intelectuales del nuevo régimen.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Es el momento de los movimientos sociales y de la ciudadanía en esa relación bilateral frente al Estado; además, es la hora de pensar en las reformas como límite deseable. Qué cada quién coja su morral de ilusiones, los archivos de sus pasiones secretas para buscar el grupo social adecuado como para ponerlas a marchar en el asfalto del reacomodo del poder que, luego de la ebullición, viene la calma, por no habernos atrevido a soñar lo imposible, lo tantas veces ansiado aún a costa de muchas vidas (ajenas por supuesto, como condición <i style="mso-bidi-font-style: normal">sine qua non</i> para seguir soñando).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><b><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES-EC">QUÉ SUCEDE CON <st1:personname productid="LA LITERATURA EN" st="on">LA LITERATURA EN</st1:personname> ESTE LARGO PROCESO</span></b><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES-EC"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES-EC">En el la literatura del existe una preocupación permanente e inacabada por construir la "identidad" nacional<a style="mso-footnote-id:ftn26" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote"><sup><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt; line-height:115%;font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri; mso-ansi-language:ES-EC;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[26]</span></sup></span></sup></a>; esa es su tragedia -a pesar de no contar con una tradición teatral-, su grandeza -a despecho de no poseer grandes gestas históricas-, y su casi inexistente presencia a nivel latinoamericano si exceptuamos a Marcelo Chiriboga, único escritor ecuatoriano mencionado por los del <i style="mso-bidi-font-style:normal">boom</i>.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES-EC">El 16 de enero de 1994, con grandes titulares, Raúl Pérez Torres, en el diario El Comercio, describió las características y las circunstancias de "La generación del desencanto". A pesar del bautizo masivo nadie -hasta el momento-, ha renegado del nombre ni de sus connotaciones. <i>"Una Literatura de la ambigüedad, de la angustia, de la incertidumbre, del desencanto del hombre y de sus instituciones, una literatura que, sin embargo, busca la identidad perdida, la inocencia, el gesto, el otro rostro de una existencia urbanizada y encementada."</i><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES-EC">¿De dónde proviene el desencanto? La condición desencantada se presenta como una posición extrema, la única factible entre el decoro, la honestidad y el oficio del intelectual. Parece imposible, para la generación que teorizó la revolución, dejarse de mirar en el espejo de la derrota, les resultó más fácil recrearse como personajes de novela o escribir prólogos, o disculpas que asimilar sus engendros:<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify;mso-line-height-alt: 1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:10.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-EC">"Pero no, el tiempo no ha vuelto; ha girado, sí, pero en una espiral. Hoy parece lo mismo pero es diferente. Alfredo, el ideólogo, el caracterizado representante de la cordura y el saber revolucionario, el que apoyaba a Fabián en el propósito de organizar un movimiento popular, de verdad popular; el que había luchado hasta el fin contra los exaltados que desconfiaban del pueblo y abogaban por las guerrillas; el que se oponía a los soñadores de poemas afirmando que la palabra cultura sólo tiene sentido cuando es coreada por las masas; el que mil veces había hecho oír su voz de barítono sobre el aullido insensato de las asambleas desenfrenadas y noveleras; el sabedor de todos los vericuetos de la dialéctica y de las trampas de la estrategia, él tampoco es el mismo: el tiempo y el cansancio le han hecho otro; ha devenido sociólogo, experto en textos consagrados e inquisidor de falacias, desvíos y herejías. (...) Ha terminado detrás de un escritorio, arrimado en el respaldo de su sillón, con aire de tonto solemne, revolucionario jubilado, leyendo y escribiendo Informes Importantes, dictando cátedra de materialismo histórico en <st1:personname productid="la Universidad" st="on">la Universidad</st1:personname> y creyéndose capaz de diagnosticar el error táctico de los que pregonan su hambre exhibiendo carteles en la puerta de la fábrica cerrada; ex-defensor de la vinculación con los obreros, ex-opositor de la alternativa terrorista, ex-orador de motines y asambleas; ex-disidente, ex-preso, ex-liberado, ex-sinempleo, es ahora funcionario de alto nivel técnico, con libre acceso al despacho del señor ministro, asesor y hombre de confianza, intelectual de izquierda, solemne porquería." <b style="mso-bidi-font-weight:normal"><i style="mso-bidi-font-style:normal">Fernando Tinajero. El desencuentro.</i></b><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES-EC">El escritor se arrogó funciones de Demiurgo, se convirtió en el Dios inmisericordioso capaz de arrojar del paraíso a sus criaturas más amadas; pero en realidad (se) estaba retratando al intelectual orgánico atrapado entre el deseo de cambiar el mundo y su condición de militante que más que la revolución estaba constreñido a construir “el partido”:<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify;mso-line-height-alt: 1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:10.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-EC">“La gana de actuar de Gálvez, tenía algo de lujuria, por obsesiva y excluyente, y lo que le ataba las piernas o se las costaba, su verdadera impotencia, no era, como en nuestro caso la comodidad, sino su disciplina, El problem está, decía, en que hablamos de revolución<span style="mso-spacerun:yes"> </span>pero ellos hablan de partido y, por desgracia, todavía no es lo mismo, por lo menos aquí. Mantienen una actitud de resignación y acatamiento, casi un complejo de inferioridad, como el de los negros norteamericanos antes del Black Power, como el de nuestra pequeñita clase obrera: no piensan alterar el orden sino entrar en él, no se proponen liquidar un sistema sino ser admitidos, no se trata del odio sino de la reconciliación” <b style="mso-bidi-font-weight:normal"><i style="mso-bidi-font-style: normal">Jorge Enrique Adoum. Entre Marx y una mujer desnuda.<o:p></o:p></i></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES-EC">La literatura se convirtió en el campo virtual de la revolución donde fue posible instalar a los existencialmente atormentados héroes, incapacitados para romper su dependencia vital e intelectual. A falta de héroes reales, la novela se alimentó de la imagen del intelectual-puro y lo convirtió en mártir que siempre osciló entre la incomprensión de las masas, del partido, de la familia, del mundo en general. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify;mso-line-height-alt: 1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:10.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-EC">"No hemos sabido perseverar, nos hemos dejado llevar por la comodidad, por lo más fácil, hemos buscado pretextos para dejar de actuar, hemos caído en la trampa y muchos hemos abandonado el país porque era un país de cerdos y hemos viajado a Europa porque allí sí nos entienden y alaban nuestra finura y nuestra inteligencia, e inclusive podemos pescar una francesita descuidada para elevar nuestro status. (...) No hemos roto nada. Generación de la pose. Hemos salido de los brazos de mamita para buscar otros más débiles. Seguimos siendo tan mediocres como nuestros padres. La vida del mediocre es lineal, simple, incapaz de transgredir normas (a lo más enmascararlas) de romper reglas, huele a devocionario, a pan guardado, no tiene alternativas, se va engordando de las vulgaridades cotidianas, de su falta de pasión, de esa monotonía asquerosa de tres comidas diarias y pasta dentífrica, suprimiendo quizá la pasta dentífrica, a fin de demostrar que no somos iguales. De comunistas hemos pasado a consumistas." <b style="mso-bidi-font-weight: normal"><i style="mso-bidi-font-style:normal">Raúl Pérez Torres. Teoría del desencanto.<o:p></o:p></i></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES-EC">No es nada extraño que los héroes abandonen su papel (o el país), aspiren estar más maduros para comprender este país iridiscente o a la espera de que cambie la realidad para que tengan cabida todos sus sueños. El desaliento y la derrota constituyen la estatura de sus sueños; esa incapacidad para la acción, esa imposibilidad de romper la historia, la familia, la comodidad constituyen el cerco de su drama:<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify;mso-line-height-alt: 1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:10.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-EC">"Elegimos un camino pero no llegamos a recorrerlo, ni siquiera dimos el primer paso, nunca llegamos a existir. Todo fue un simulacro, entiendes; una representación que sustituyó a lo real y que la vivimos como si fuera la propia vida... la tragedia de los actores que ensayan una, dos, tres, cien mil veces la gran epopeya y mueren el día anterior a la primera representación real... (...) Fuimos los héroes, los mártires anónimos de una guerra que nunca se dio, de una causa que nadie llegó a conocer... No, no existió la dinamita social... Fuimos la pólvora que explotó solitaria... Oh, el doble ascetismo de la muerte... Morir sin haber existido jamás. Somos los nonatos (...) los nonatos de la revolución." <b style="mso-bidi-font-weight: normal"><i style="mso-bidi-font-style:normal">Alejandro Moreano. El devastado jardín del paraíso.</i></b><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES-EC">La autodenominada <b>"Generación del desencanto"</b>; manejó una propuesta estética desde la derrota, reforzó la constatación de la imposibilidad de cambiar la historia. La mayoría de sus integrantes participó o simpatizó con los movimientos denominados revolucionarios que luego cayeron en la orfandad al derrumbarse el Muro de Berlín. Una literatura de la nostalgia y el recuento, de la lamentación hecha novela. Los géneros preferidos fueron la novela, el cuento y el ensayo; en los inicios de su actividad literaria se sumaron a la corriente transformadora que recorría América Latina, en sus estertores, su discurso lo desarrollan desde el recuerdo. Su grandilocuencia se ha convertido en una suerte de expiación de culpas. Entablaron a la literatura con una serie de reflexiones filosóficas y la trataron de abordar, esencialmente, como construcción de la dicotomía entre reforma y revolución; constituyendo, lo revolucionario, el mundo de las ideas encarnadas en el intelectual-mártir, capaz de cuestionarlo todo y de cuestionarse entero pero incapaz de convertir los sueños en realidad; su lucha es un enfrentamiento desigual con sus fantasmas y sus progenitores; una literatura de la derrota a pesar de estar coqueteando (en la actualidad salvo raras excepciones) con el poder y sus meandros<a style="mso-footnote-id:ftn27" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><sup><span style="mso-special-character:footnote"><sup><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language:ES-EC;mso-fareast-language: EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[27]</span></sup></span></sup></a>.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES-EC">Pero en contra de todas las evidencias <i>"... quienes se instalan en el desencanto y lo racionalizan como un nuevo valor. Aparentemente radical, esta actitud es profundamente conservadora: prefiere adaptarse al curso supuestamente natural del mundo. Parece que el temor a las desgracias en que desembocaron nuestros sueños nos censura en los deseos. El desencanto genera hastío y nos acosa la fatiga. Basta mirarnos y recordar al poeta:<o:p></o:p></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><i><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES-EC"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Os digo que la vida está en el espejo, y que vosotros sois el original, la muerte (...) Estáis muertos, no habiendo antes vivido jamás. Quien quiera diría que, no siendo ahora en otros tiempos fuisteis. Pero, en verdad, vosotros sois los cadáveres de una vida que nunca fue. Triste destino"</span></i><a style="mso-footnote-id: ftn28" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><sup><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES-EC"><span style="mso-special-character:footnote"><sup><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language:ES-EC;mso-fareast-language: EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[28]</span></sup></span></span></sup></a><span lang="ES-EC" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES-EC"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman"">CÓMO SE LIGA TODO<o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">En los camerinos, cuando es posible ver a los actores de este teatro; se pone de manifiesto el cambio de escenario, del vestuario, de las luces. Los protagonistas se suceden unos a otros frente al público; cada quien con sus proclamas, cada cual con sus secretas intenciones. Los forajidos constituyen en definitiva el desplazamiento en la escena política del movimiento indígena, el recambio de la wipala por el símbolo patrio, la reivindicación de lo nacional frente al redimensionamiento de los sueños. Los intelectuales en medio de la disputa por protagonizar los actos del drama, en un inicio exponen al público sus limitaciones, sus incapacidades, su timorata condición de soñadores a tiempo completo e ineficaces en la acción; en un segundo acto se proclaman los artífices del cambio, los que pueden señalar el derrotero de las transformaciones; a medio camino entre el pensamiento occidental pues ahora se jactan de sus títulos obtenidos en Europa, y su tímida y escasa relación con los pueblos y comunidades del Ecuador. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Es notoria la inexistencia de la literatura que coadyuve a construir la identidad nacional pues está en cuestión la diversidad y la pluriculturalidad. El discurso totalizador se desplaza hacia el desarrollo de la anécdota; la única posibilidad de<span style="mso-spacerun:yes"> </span>ser auténticos sin que se corra el riesgo de ser acusados de impostores es la construcción del mismo personaje con distintas voces y diferentes nombres<a style="mso-footnote-id: ftn29" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:Calibri;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[29]</span></span></span></span></a>. <span style="mso-spacerun:yes"> </span>Es decir se pretende llevar a la literatura al extremo de hablar para los idénticos, para los miembros de la comunidad de apoyo, para aquellos que conocen a la perfección los códigos para su desciframiento. Mientras tanto la sociología escarba en los cada vez más minuciosos microcasos de la realidad, con la mayor cantidad de datos a ser utilizados para diseccionar un fenómeno específico que le atañe a un particular grupo social. Constreñidos todos a elaborar los sueños y los discursos a la medida del mercado. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">¿Es posible salir de la encrucijada; es posible la comprensión del otro sin dejar de ser uno mismo; el diálogo con el otro sin por eso enajenarse? <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Superar los cálculos econométricos y estadísticos, incorporar la dimensión simbólica, la ritualidad, la magia, la capacidad de soñar. Se trata de construir una mirada sobre nosotros mismos, a partir de revalorar los recursos cognoscitivos con que cuenta el pueblo (aquel que nunca se perdió) del Ecuador, sus sociedades y comunidades. Es el momento de incorporar nuevos discursos sin pretender erigir un canon, es preciso construir nuevas variables para conocer la realidad a partir de la percepción de la gente y su aporte en la construcción del conocimiento en desmedro de la visión e intervención del especialista que pretende conocer a fondo una realidad pero opera con un instrumental que no le es propio. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"">Dejar de interpretar el tradicional papel de influyentes y omnisapientes intelectuales, portadores y reproductores del saber, formados bajo la égida del pensamiento racionalista y clasificador; pues "hay realidades simbólicas y concretas a un tiempo solo accesibles al músico, al poeta, y por tanto, verdaderas, con otra verdad distinta a la de la experiencia o a la de los conceptos <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-line-height-alt:1.4pt"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman""><o:p> </o:p></span></p> <div style="mso-element:footnote-list"><br /> <hr align="left" size="1" width="33%"> <div style="mso-element:footnote" id="ftn1"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn1" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> “Bien: no sé si entonces era un hombre que soñaba que era mariposa, / o si ahora soy una mariposa que sueña que es hombre". Lao Tse.<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn2"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn2" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[2]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> <span style="mso-bidi-font-weight:bold">Cumandá o un drama entre salvajes</span> (1879). En 1865 escribió la letra del Himno nacional del Ecuador. Algunas de sus obras más sobresalientes son: <span style="mso-bidi-font-weight:bold">La virgen del sol</span> (1861), leyenda extraída del folclore; <span style="mso-bidi-font-weight:bold">Antología ecuatoriana:</span></span><span style="mso-bidi-font-weight:bold"> </span><span style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-weight:bold">cantares del pueblo</span><span style="font-size:7.0pt"> (1892). <i>Ojeada Histórico crítica de la poesía ecuatoriana (1868).</i><span style="mso-bidi-font-style:italic"> <i>Cantares del pueblo ecuatoriano (1892); Miguel de Santiago (1892)</i></span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size:7.0pt"><o:p> </o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn3"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn3" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[3]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> Al respecto véase <i style="mso-bidi-font-style:normal">14 novelas claves de la literatura Ecuatoriana</i>, de Antonio Sacoto o <i style="mso-bidi-font-style:normal">El nuevo realismo</i> de Miguel Donoso Pareja<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn4"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn4" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[4]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> De ella dice Raúl Vallejo: <span class="apple-style-span"><span style="color:black">"(...) es la novela de las formulaciones éticas de un intelectual que procura asumir su responsabilidad frente a la historia. En ella está presente la búsqueda de sentidos que los individuos particulares y anónimos realizan en una sociedad profundamente clasista y decadente (Dios, la muerte, el amor, etc.) y la búsqueda de</span></span></span><span class="apple-style-span"><span style="color:black"> </span></span><span class="apple-style-span"><span style="font-size:7.0pt;color:black">caminos que los individuos insertados en la dinámica de la historia realizan para la consecución de las utopías."</span></span><span class="apple-converted-space"><span style="font-size:7.0pt;color:black"> </span></span><span style="font-size:7.0pt"><o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn5"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn5" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[5]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> “nos fuimos apagando, descorazonados por la abulia del medio, por el grito al vacío, por la falta de imaginación, por el egoísmo, la falsedad, la cobardía, la división de las organizaciones de izquierda ...” (17); “Se instaló [<i>sic</i>] en nosotros la soledad y la vergüenza ...” Raúl Pérez Torres; <i style="mso-bidi-font-style:normal">Teoría del desencanto,</i><o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn6"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn6" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[6]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> Michael Handelsman dice de “<i>Pérez Torres busca una especie de purgación espiritual del desencanto generado por los fracasos del idealismo revolucionario de los años <st1:metricconverter productid="60”" st="on">60”</st1:metricconverter></i><o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn7"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn7" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[7]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> “La dialéctica de la libertad y el destino, de la épica y la tragedia, de la contingencia y el absoluto va tejiendo una vasta urdimbre de situaciones límites. "Para probar mi vida no tengo sino mi muerte", el verso de Vallejo es una de las claves de esta novela de múltiples símbolos. La experiencia guerrillera supone una cotidianeidad gobernada por la amenaza y la tentación de la muerte que magnifica la plenitud contradictoria de la vida. Es, además, la situación excepcional que potencia las relaciones del individuo con la especie, del hombre con la historia. En la derrota final del grupo guerrillero, la libertad se transforma en destino, la épica en tragedia, el héroe en mártir.” Editorial El Conejo <o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn8"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn8" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[8]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> Artículo 68.- Este Congreso constituyente nombra a los venerables curas párrocos por tutores y padres naturales de los indígenas, excitando su ministerio de caridad en favor de esta clase inocente, abyecta y miserable. Constitución de Ecuador de 1830<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn9"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn9" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[9]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> El concepto de “patria” es definido así por distintos diccionarios hispanos: “La tierra<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size:7.0pt">donde uno ha nacido” (Covarrubias, 1611), “El lugar o país en que se ha nacido” (<i>Diccionario de autoridades</i>, 1726), “El país en que uno ha nacido” (<i>Diccionario de Terreros y Pando</i>, 1787). Estas definiciones suponían también un sentimiento de lealtad al lugar de nacimiento. Por tanto “patria” aparece en la tradición hispana como una lealtad filial, localizada y territorializada. En <span style="mso-bidi-font-weight:bold">Nación y Patria: las Lecturas de los <i>Comentarios </i><span style="mso-bidi-font-style:italic">Reales y</span> el patriotismo criollo emancipador; <i>Jesús Díaz-Caballero.</i></span> www.dartmouth.edu<b><span style="mso-bidi-font-style:italic"><o:p></o:p></span></b></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn10"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn10" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[10]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> En <st1:personname productid="la Constitucin" st="on">la Constitución</st1:personname> de 1869 se llegó a establecer que para ser ciudadano se debía ser católico.<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn11"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn11" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[11]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> En busca del pueblo <i style="mso-bidi-font-style: normal">perdido,</i> Adrián Bonilla; En busca del cuento <i style="mso-bidi-font-style: normal">perdido, </i>Eskeletra Editorial<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn12"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn12" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[12]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> Hurtado, Osvaldo; <i style="mso-bidi-font-style:normal">Las costumbres de los ecuatorianos</i>. Editorial Planeta. 2007<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn13"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn13" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[13]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> Proceso iniciado en 1990 con la movilización exigiendo el reconocimiento de la plurinacionalidad y de la territorialidad y que no ha cesado hasta la actualidad.<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn14"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn14" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[14]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> Aquellas formas de vida social de los hombres que están más allá de las formas de vida reguladas por las funciones del Estado, es decir, que tienen carácter privado<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn15"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn15" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[15]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> Touraine, Alain. Crítica de la modernidad. Temas de hoy. Ensayo.<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn16"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn16" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[16]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> Antes, la historia de esos pueblos eran muchas historias. Después de la "conquista" comienza la historia de esa creación europea que es "el indio". Mires, Fernando. El discurso de la indianidad.<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn17"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn17" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[17]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> “El código andino quichua gira en torno a seis valores básicos. Los tres primeros AMA QUILLA (no haraganear), AMA LLULLA (no mentir) y el AMA SHUA (no robar); en tanto que los otros tres valores son amor por la tierra, reciprocidad y presencia de lo sagrado” Rosero, Fernando. Levantamiento indígena: tierra y precios. CEDIS. 1990<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn18"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn18" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[18]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> Schmidt, Wolfgang “Mientras Europa y Estados Unidos se han enclaustrado en el relativismo desencantador del ‘postmodernismo’, América Latina no tiene nada que decir. Los discursos de los 60 y 70 se quebraron frente a la revolución informática y al ‘boom’ económico de los centros<span style="mso-spacerun:yes"> </span>de acumulación”. En los límites de la modernidad. En: Debates sobre Modernidad y postmodernidad. Nariz del Diablo. 1991<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn19"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn19" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[19]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"><span style="mso-spacerun:yes"> </span>Al respecto véanse las visiones de Jorge Enrique Adoum: Ecuador, señas particulares (“Creo que no tuvimos el comienzo que habríamos querido...no hubo aquí nada equivalente, aunque fuera de menores dimensiones, a lo que tuvieron mayas, aztecas, incas...); la de Miguel Donoso Pareja: Ecuador, identidad o esquizofrenia (...pienso que a estas alturas de nuestra existencia como país, tenemos que asumir el nombre que tiene, darle toda la dimensión que podamos y sumarla a la que, a pesar de todo, tenemos y nos permite sentirnos ecuatorianos).<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn20"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn20" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[20]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> Echeverría, Bolívar. Ceremonia festiva y drama escénico. Ponencia del autor en la mesa redonda "el arte y la vida cotidiana" efectuada en <st1:personname productid="la UNAM" st="on">la UNAM</st1:personname> el 27 de noviembre de 1992.<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn21"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn21" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[21]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:7.0pt; mso-ansi-language:ES-TRAD">Concretar los esfuerzos por redescubrirnos y resignificarnos en el proceso de construcción de <st1:personname productid="la Casa Comn" st="on">la Casa Común</st1:personname> de los ecuatorianos. <i style="mso-bidi-font-style:normal">“Mostrar la visión cualitativa de la buena vida de la civilización occidental moderna, basada en la escisión sujeto / objeto y la visión amerindia basada en lo contrario: el continuo biosférico”,</i> es clave para el nuevo diseño de políticas públicas que pueden sacarnos de situaciones tercer mundistas, hacia un estilo de vida convivial y equilibrado.</span><span style="font-size:7.0pt"><o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn22"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn22" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[22]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> “... la corrupción, el nepotismo, el favoritismo sobre la base de lealtades personalistas, el desprecio por las formalidades del estado de derecho, etc., no son atributo exclusivo de los ‘populistas rudos’, mas en ellos se representan sin maquillaje ni agradables modales del disimulo.” Fernando Bustamente, <i style="mso-bidi-font-style:normal">La política y la picaresca: reflexiones sobre el no tan nuevo orden de la “sociedad patriótica”. </i>Revista Ecuador Debate Nº 61.<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn23"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn23" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[23]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> <o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn24"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn24" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[24]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> Burguesía <i style="mso-bidi-font-style:normal">informal</i> pues está ligada a los mecanismos de acumulación del comercio no formal, el contrabando, y alejada de los círculos tradicionales donde se reúnen y se identifican los burgueses formales: el Club <st1:personname productid="La Unin" st="on"><i style="mso-bidi-font-style:normal">La Unión</i></st1:personname> y <st1:personname productid="la Junta C■vica" st="on">la <i style="mso-bidi-font-style: normal">Junta Cívica</i></st1:personname> en Guayaquil y, en Quito, el rancho <i style="mso-bidi-font-style:normal">San Francisco </i>y el club <i style="mso-bidi-font-style:normal">Los arrayanes</i> además de ser admitidos cada cierto tiempo en <st1:personname productid="la Sala Capitular" st="on">la <i style="mso-bidi-font-style:normal">Sala Capitular</i></st1:personname><i style="mso-bidi-font-style:normal"> </i>de <i style="mso-bidi-font-style:normal">San Francisco</i>.<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn25"> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align:justify;mso-hyphenate:none"><a style="mso-footnote-id:ftn25" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[25]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> “La aristocracia financiera, lo mismo en sus métodos de adquisición, que en sus placeres, no es más que el renacimiento del lumpenproletariado en las cumbres de la sociedad burguesa.” Carlos Marx, <i style="mso-bidi-font-style:normal">Las luchas de clases en Francia de <st1:metricconverter productid="1848 a" st="on">1848 a</st1:metricconverter> 1850. </i>Akal Editores. <o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn26"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-hyphenate:none;tab-stops:-36.0pt"><a style="mso-footnote-id:ftn26" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref26" name="_ftn26" title=""></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family: "Courier New";letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:ES-EC"><span style="mso-spacerun:yes"> </span></span></span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family: "Courier New";letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:EN-US"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-size:7.0pt;line-height: 115%;font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family: "Courier New";letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language: EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[26]</span></span></span></span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family:"Courier New"; letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:ES-EC">.- </span><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family:"Courier New";letter-spacing:-.05pt; mso-ansi-language:ES-EC">Examínense las visiones de Jorge Enrique Adum: Ecuador, señas particulares; la de Miguel Donoso Pareja: Ecuador, identidad o esquizofrenia; o la del ilustrado anarquista Jijón y Chiluisa en Longos.</span><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family:"Courier New"; letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:ES-EC"><o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn27"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-hyphenate:none;tab-stops:-36.0pt"><a style="mso-footnote-id:ftn27" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref27" name="_ftn27" title=""></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family: "Courier New";letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:ES-EC"><span style="mso-spacerun:yes"> </span></span></span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family: "Courier New";letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:EN-US"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-size:7.0pt;line-height: 115%;font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family: "Courier New";letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language: EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[27]</span></span></span></span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family:"Courier New"; letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:ES-EC">.- </span><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family:"Courier New";letter-spacing:-.05pt; mso-ansi-language:ES-EC">El caso más conocido es el de Jorge Enrique Adum, quien, en palabras de Alejandro Moreano, demuestra la decadencia de un excelente poeta -autor de Los cuadernos de <st1:personname productid="la Tierra-," st="on">la Tierra-,</st1:personname> tradicionalmente comprometido con los partidos de izquierda (en el gobierno de Mahuad) participando de las "sabatinas del poder".</span><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family:"Courier New";letter-spacing:-.15pt; mso-ansi-language:ES-EC"><o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn28"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-hyphenate:none;tab-stops:-36.0pt"><a style="mso-footnote-id:ftn28" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref28" name="_ftn28" title=""></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family: "Courier New";letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:ES-EC"><span style="mso-spacerun:yes"> </span></span></span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family: "Courier New";letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:EN-US"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-size:7.0pt;line-height: 115%;font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family: "Courier New";letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language: EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[28]</span></span></span></span></span><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family:"Courier New"; letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language:ES-EC">.- </span><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt;mso-bidi-font-family:"Courier New";letter-spacing:-.05pt; mso-ansi-language:ES-EC">Norbert Lechner. <u>Un desencanto llamado posmodernismo</u>. Debates sobre modernidad y postmodernidad. El poema es de César Vallejo: Trilce, LXXV.</span><span lang="ES-EC" style="font-size:7.0pt; mso-bidi-font-family:"Courier New";letter-spacing:-.15pt;mso-ansi-language: ES-EC"><o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn29"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn29" href="file:///D:/Pablo%20Y%C3%A9pez%20Maldonado/Ensayo%20Congreso%20Sociolog%C3%ADa/Ponencia%20Sociolog%C3%ADa%20blog.doc#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 7.0pt"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:7.0pt;line-height:115%; font-family:Calibri;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[29]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size:7.0pt"> “El novelista urbano, llevado por una honesta visión de la realidad social total o por las exigencias del argumento, hace intervenir en sus obras a algunos obreros y, generalmente, le sucede lo mismo que le acontecía con los campesinos: los ve de afuera y de lejos, cuando más los muestra en su trabajo, pero los hace pensar, reaccionar y hablar como él mismo: puro disfraz exterior, en el fondo”. Jorge Enrique Adoum; en el prólogo a Las cruces sobre el agua, de Joaquín Gallegos Lara.<o:p></o:p></span></p> </div></div>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-43583066601130138772009-06-24T15:40:00.000-07:002009-06-25T09:24:57.201-07:00AHÍ LOS VIDRIOS O LA POESÍA BEBIENDO DE SUS FUENTES ORIGINARIAS<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFfw0k6uRsGxNtZ6BN5MiESVsBYfdv8Cm-KqVtLVKJKhixw-0tho7ziAaDpwcX_K7gk-6QKQ3OPkPTBa5EEGGcETqBS-lp2pD8PjTgqxikcUnvI3LkVZd7fnXX6c_ydehkSkFbaA/s1600-h/Ah%C3%AD+los+vidrios.png"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 200px; height: 278px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFfw0k6uRsGxNtZ6BN5MiESVsBYfdv8Cm-KqVtLVKJKhixw-0tho7ziAaDpwcX_K7gk-6QKQ3OPkPTBa5EEGGcETqBS-lp2pD8PjTgqxikcUnvI3LkVZd7fnXX6c_ydehkSkFbaA/s320/Ah%C3%AD+los+vidrios.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5351300375018327762" border="0" /></a>
<br /><meta equiv="Content-Type" content="text/html; charset=utf-8"><meta name="ProgId" content="Word.Document"><meta name="Generator" content="Microsoft Word 12"><meta name="Originator" content="Microsoft Word 12"><link rel="File-List" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CPablo%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_filelist.xml"><link rel="themeData" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CPablo%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_themedata.thmx"><link rel="colorSchemeMapping" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CPablo%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_colorschememapping.xml"><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:trackmoves/> <w:trackformatting/> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:donotpromoteqf/> 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<br /><span style="font-size:100%;"><b style=""><i style=""><o:p></o:p></i></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">La historia es un hatillo de coincidencias, proyectos fallidos, sueños inconclusos, violentas esperanzas puestas en el congelador, silencios prolongados, azares y reencuentros. Esta historia, en particular, tiene mucho de lo mencionado. Ahí los vidrios es un acto teatral donde el poeta se recuesta como un fakir en una larga cama asfáltica llena de cristales corto punzantes y lanza al viento proclamas encendidas y esquizofrénicos llamados a la utopía y a las marchas. De toda esta historia no quedan sino los poemas, las imágenes que nos estremecen o nos hacen sonreír; no se puede permanecer indiferente ante estos textos desplegados con fuerza, con procaz cinismo y creativa alevosía. Es que la poesía, además de pretender que nos quieran o nos reconozcan –como últimamente se ha argumentado-, tiene la virtud de desnudar y desnudarnos, de ponernos frente al espejo para mirarnos de frente sin compasiones, sin las acostumbradas máscaras, para que descubramos aquel mapa cifrado que es la existencia, para revelar los puntos que dejamos inexplorados, las acciones que pretendemos ocultar, los hechos que nos abochornan y nos inquietan, los recuerdos que nos atormentan y no nos dejan vivir en paz.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;">
<br /><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Hace mucho tiempo conocí al autor; tantos años que nos miramos en orillas distintas; el agua, los derrumbes y la vida nos han acercado de tal manera que navegamos ahora en la misma barca y en el mismo sentido; tiempos remotos y heroicos como para pensar en transformar el mundo, tiempos de insobornable terquedad para creer que nuestras banderas eran las únicas que nos podían llevar a la toma de Zoonderet –como lo denominó al palacio presidencial, aquel que ya no nos acompaña pero que siempre regresa: Marco Núñez Duque-; el Alfredo en la cofradía de la Pequeñalulupa y su troupe de evasores a tiempo completo; nosotros (en el sentido estricto de un colectivo de escarabajos utópicos) en el Matapiojo pretendiendo incorporar el arte y la literatura en la cotidianidad; ellos en su apuesta permanente por la transgresión, nosotros por la construcción subversiva no de uno sino de diez mil talleres; ellos en la bohemia permanente conversando con los fantasmas y el Oscar Montalvo que tuvo a bien descubrir el otro lado de la luna, nosotros pretendiendo construir la asociación de talleres. ¿En qué momento la cascada de la vida nos juntó? Creo que la caída del muro, el hacernos a un lado de la generación del desencanto, el descubrimiento de la magia de la cosmovisión andina, el descrédito del desarrollo como reflejo de aquella parte del mundo que ya no tiene nada más que proponer además de su locura armada; la constatación de que estábamos vivos y con<span style=""> </span>ganas de seguir conspirando así sea en contra de nosotros mismos.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;">
<br /><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Creo que eso somos en el fondo: conspiradores de las reglas y las buenas costumbres, de la moral y su visión light y antiecológica de la vida; de la sexualidad y su rito cansino que nos ahoga y nos aprisiona; de los modelos (no de las modelos) y los marcos lógicos, de los buenos negocios y las fechorías; conspiramos en contra del canon y de los iluminados, de los vanidosos y los proxenetas de la literatura; estamos siempre atentando contra aquello que se debe decir para triunfar en la vida. Y, paradoja de paradojas, ahora que la revolución ya es de todos, no somos parte de esta revolución de académicos y músicos de hace fú; porque crecimos en todos los lugares y no nos acomodamos a la nostalgia, y no se nos derraman lágrimas con antiguos cantos a la bandera, a la patria sagrada, porque no hemos hecho negocio de la palabra.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Por eso estos textos del Alf, donde fundamentalmente socaba su piel y su aparente seriedad; camina solo, descubriendo los nuevos destellos del arco iris, las nuevas formas de entender la vida auscultando en las piedras milenarias y en los sonidos ancestrales porque creo, al igual que él, que allí se encuentra alguna clave y, si no fuese así, seguro que nos la inventamos, porque de eso se trata, no de creer sino de crear. Y en eso se nos va la vida, que es una permanente contradicción entre el bienestar y el bienvivir, adoptado este último concepto –fuera de contexto- por la constitución; pero que Alfredo conoce su profundo significado; a pesar de todos los intentos por uniformar la imaginación insistimos, procuramos construir aquel nuevo orden en el cual cada quien será libre de todo orden.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;">
<br /><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Me voy a remitir a los hechos, que son en definitiva las palabras, porque en contra de los escritores profesionales creemos en el ser humano que se dedica a vivir en comunión consigo mismos; y, por eso deambulan por sus páginas los marginales, los locos y los ebrios, aquellos que se debaten entre el deber ser y la demencia de ser felices aún a pesar de ellos mismos, y nos dice: <i style="">Leo el libro de la obscuridad / Esa horrible turbulencia / escapando de todo orden / Estoy solo sobrio / y sin embargo convulsivo / hasta el amanecer</i>; con ese asombro que ensordece nuestra monomanía de ajustar el reloj, subordinarnos a los horarios y a las costumbres porque no hay peor tirano que el que llevamos dentro, aquel que nos impide alterar y alterarnos; ¿qué es un poeta?, sino <i style="">la virtud del vicio / la manera de jugarse la ruleta rusa / antes de que le atraviese el plomo</i>;<span style=""> </span>porque de escapar de la muerte se trata, de condensar en el acto toda la experiencia y la toda rabia. La búsqueda del lugar de origen o de las raíces y la identidad o las identidades con las cuales deambula por la existencia, como esas cédulas falsas que nos permite vanagloriarnos de que somos alguien: <i style="">fui concebido en la imaginación / de una madre furtiva / quizás era un tubo de ensayo / por medio del cual / debí ser un osado astronauta</i>; la posibilidad de recrearnos, de rehacernos a pesar de las insistencia en la realidad para definirnos, para enmarcarnos. Una osadía de aquellos que no están satisfechos con la realidad plana de lo establecido; la desmesura es una de las características del poemario, esa desmesura que intenta abarcarlo todo: <i style="">solo sé que he mirado el cielo / y apenas he alcanzado a tocar / el timbre de tu casa</i>; la ironía, el antilirismo, el tono coloquial en contraposición a la solemnidad y a la trascendencia; la construcción permanente del universo a partir de las simples cosas; porque quien es consciente de nuestra pequeñez si no mantiene en su mapa mental la inmensidad del universo; y, quien no reconoce la inmensidad de los seres humanos si no delimita el universo.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;">
<br /><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">El poeta mantiene una irremediable vocación para amar; <i style="">El amor es mi adicción / y doy la frente / así que son tuyos mis testículos / arrasa con ellos / te peinaré el cabello / con los dientes / o me masturbaré hasta morir de frío / soltando mis huesos / como un Nijinski en el sanatorio</i>; con ese amor unilateral, desempolva las mejores fintas aprendidas en esos lugares prohibidísimos de antaño, donde <i style="">la sed de venganza o de amor que tenía / aquí está mi alma infecta / lista para los últimos rounds</i>. Es esa pasión por el amor, ese desencanto que siente ante el abandono, frente a la imposibilidad de concretar los sueños prefiere dejar libre al ser que ama para que se mantenga en el recuerdo; en aquel sitio nunca hollado por la traición ni la desesperanza. Porque si bien es cierto el amor es subversivo pues trastoca el orden de las cosas y las prioridades, el amor carnal es llamativo, reverberante, urgente y no repara en los daños colaterales o en las víctimas de la mutua posesión: <i style="">me fui a la cama con tu esposa / no hacía falta que sea viernes / encontramos la forma de engañarte / ella habló de su mal pasado / yo de Leonard Cohen / No la acuses / ella nunca leyó ese libro / pero sí hace con su cuerpo mejores versos.</i> El poeta se sueña invencible, incólume en su manía de esperar y construir ese amor creativo, ese que rompa las convenciones y los deberes, ese amor que sobrepase los dogmas y la ética: <i style="">puñal de pókares jugados / entre santos y profetas / carcajadas blasfemas / las putas arrojan la / simiente / de sus hombres que más huérfanos mean / y dibujan en los muros / enormes letras</i>; en medio de este Quito prostibulario, en medio de esta ciudad rescatada para el turismo pero vaciada de la vida, del riesgo, de las pequeñas criaturas que asombran las estadísticas por su terquedad para sobrevivir; como un cáncer que se propaga en numerosos pólipos persisten ahora hasta en los barrios residenciales para horror de sus moradores, subsisten en las principales avenidas de esta ciudad murcielagario. Ciudad que palpita, que constituye una personaje más de los múltiples que recorren el poemario; porque, dónde más se pueden encontrar el Templo de las quimeras, Las flores del califa, El palacio de las medias cantadas en las voces de Roberto Calero, Aladino, Tito Cortés, Julio Jaramillo, paladines del desaliento y la soledad, requiebros para hacer de la existencia un muestrario de desencuentros.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;">
<br /><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Pero el poemario avanza en medio del mismo escenario, ahora con el rock y las desapariciones de amigos y compañeros, por ello el poeta exclama <i style="">¡ESTOY VIVO! / ¡ESTOY VIVO!<span style=""> </span>entre transeúntes / entre el ruido / la polución maravillosa / de los destartalados carros</i>; sorprendido por haber sobrevivido indemne al cambio de los tiempos. <i style="">¡Hermano! / ya no soy yo el que te habla / son los sueños / las utopías / el albedrío / más que las reglas de la sedición / que nos volvieron / incrédulos / estrambóticos / soberbios</i>, en esa comunicación delirante con su antiguo y desaparecido compañero de aventuras Gustavo Garzón.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;">
<br /><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Pero persistir es un riesgo, pues todos bogan hacia otras fuentes; Alfredo no deserta, emprende con lo que tiene a mano, con la misma ferocidad con la cual enfrentó aquellos antiguos molinos del desencanto, ahora arremete contra las lanzas doradas de los fascinados, de los obnubilados por el poder y el prestigio. <i style="">La historia ha depositado sus infelices huevos en las piedras sempiternas de la urbe que tiene la firma arquitectónica del analecta</i>. Pues Quito tiene otras versiones, otras formas de escapar y de enmudecer; son los tiempos del consumo, de la desmedida pasión por el ego, por la autosatisfacción a pesar de tantos menesterosos que nos insultan por nuestra condición de nuevos dolarhabientes; por nuestra premura para llenar nuestras estanterías de todas aquellas cosas que no nos hacen felices pero nos vuelven más importantes aún a los ojos de nosotros mismos: <i style="">La caminata es lenta y distraída por la vereda / más poblada: almacenes coreanos, / restaurantes chinos, más y más ventas / ambulantes, ópticas donde unas estudiantes / quieren echar pinta con nuevos ojos azules / o verdes o tipo gato para sus proyectitos en el / Nobar.</i> Pero el poeta sobrepasa la ciudad, el tiempo, la soledad; se refugia en sí mismo para caminar más libre, más dueño de sus proyectos en reconstitución; pues la poesía no deja de habitarnos por más desacuerdos que tengams con la historia: <i style="">Esta realidad es tan solo una muletilla para regresar del extravío, o lo que es lo mismo, tomar el camino hacia la clarividencia, a la virtualidad, como si espíritu y cibernética se confabularan, pues interiormente giran en múltiples espirales en una espiral nodriza los microchips de mi vida</i>. Renacer, volver a cero, a inventar el universo a partir de las manos vacías, a conocer la magia de la creación a pesar de los otros funámbulos de la oportunidad; Alfredo desbrida su caballo, lo arma para el nuevo tiempo, para arremeter contra los falsarios y los charlatanes de las nuevas eras, contra los políticos agoreros de lo mismo, contra la ventrilocuencia de la modorra y los sueños obtenidos por decreto; contra los profesionales de la palabra que han quitado la lumbre a la poesía para volverla lienzo de burócratas de éxito o escritores de postín y de gabardina para cualquier ocasión. En la poética de Alfredo, se restituye la poesía nuevamente como un centro vertebrador de los más irreverentes sueños, ahora sobre la magia de los íconos propios, sobre la retomada senda de los viejos sabios, no de los elocuentes, no de los eruditos; de los sabios, de aquellos que tenían la capacidad de descifrar todas las profecías, todos los deseos debajo de la más insignificante de las pieles; a volver a los orígenes, a la rabia que todavía nos puede llevar a la desmesura, a la incendiaria voz que nos conmina a seguir: <i style="">Aquella luminiscencia hizo que nunca me faltara / alguien a quien caerle a machetazos / en pleno corazón de la urbe / mientras Genet / mi padre / alababa la vasta poesía de mis delitos.</i></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;">
<br /><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">Ahora regreso al amigo, al solitario as de corazones, al irreverente y apasionado poeta que construyó su obra sobre su misma soledad pero en medio de los sólidos pilares de esperanza, rabia y paciencia; aquello que llaman sabiduría, para no dejarse tentar por los cánticos de las sirenas que le invitaban a transigir en su grito, en su angustia; pues el mundo está todavía por construir, la esperanza está detrás de las puertas de los burócratas de oficio –ahora hasta pagan por hacer la revolución-; camina impertérrito a pesar de los desaires de sus antiguos camaradas, apoltronados ahora en mullidos asientos; camina terco e indeclinable con su vocación, con su rabia y su iracundia, con su voz que rompe aquellas melifluas voces que reniegan de lo que no está dentro de nosotros, enconchados y temerosos tratando de evitar aquella <i style="">carne de los niños drogadictos que / brillan con luz propia / y me ciegan de blancura / aun cubiertos con cartones y periódicos / la carroña más hermosa / la vista más placentera / que busco para mis criaturas / que han de convertirse en las aves emisarias / de mi antropofágico destino.</i></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;">
<br /><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;">¡¡Salud por la poesía, por la vida y por la amistad, sobre todo por la amistad!!</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;">
<br /><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><i style=""><span style="font-size:12;"><span style="font-size:100%;">Quito, 17 de junio del 2009 </span><o:p></o:p></span></i></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal;"><o:p> </o:p></p> Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-5577480238544167142008-12-08T09:20:00.000-08:002008-12-09T04:05:54.688-08:00CONSTRUIR Y DEMOLERCaminar con el morral lleno de sueños, convertir el mundo en una esquina y <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgokFm4fu2GlUS-8_CWSglRFCePZGUBuD38Q0unfff-Nov1Rw6Uk9spHeEdZISUA1IY79UwRZ9oOHyT3XGwxL8_8DhgMulFAbaxHJZ6N3Y54DJQFUtNWMLHpzh9iQPjQKDmqSCEhg/s1600-h/Afiche-DEMOLICION.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5277478376118237250" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 226px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgokFm4fu2GlUS-8_CWSglRFCePZGUBuD38Q0unfff-Nov1Rw6Uk9spHeEdZISUA1IY79UwRZ9oOHyT3XGwxL8_8DhgMulFAbaxHJZ6N3Y54DJQFUtNWMLHpzh9iQPjQKDmqSCEhg/s320/Afiche-DEMOLICION.jpg" border="0" /></a>al ser humano en un ser total; comparar la grandeza del universo con la mínima escala que representamos en el mundo y, a pesar de ello, imaginárnoslo; trastrocar el negocio del terror por el amor para evitar las invasiones y el genocidio; considerar la desproporcionada fuerza de una hormiga o la capacidad del camaleón para hacer que el mundo se vea de su color; comprender y asumir que apenas somos en la medida en que nos inventamos y pensamos y que no significamos más que una libre interpretación de un sueño; asumir que somos finitos y que no poseemos nada; considerar que el tiempo es una percepción continua más que el horadar de los segundos en nuestra conciencia; asimilarnos en el otro porque somos todos para superar ese concepto de alteridad que nos encapsula y nos divorcia.<br /><br /><br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5277480171934638642" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 134px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSSyiz5liKM9lcUTE68aBbQdFQOnaa-BLHG1J-TtsBfbLbqMN91wDFgTKsAf_X3lATg8ftNKOIU4raSuAI-ZmmBQWSfEMybHxxK-N25GkAg0BkSXuxN2Lvv5wHSam9ud9yqtVfEg/s320/valerio%5B2%5D.jpg" border="0" /><br />Convocar, provocar y demoler; para mirar asombrados que aquellas verdades con las cuales crecimos no son más que una de las múltiples vertientes del discurso. Que la vida y el universo están en nosotros como un resumen que recrea y potencia el macroformato; no somos una casualidad; hemos inventado el mundo para habitar nuestros sueños. <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwTcaPqy07f_MlwyfTZf0u57FpgN-TcSCputpF1CBdqF_k3GY-CnuRZTEiic4-08ahDt5b3KL8H33V3JiPnBEggpBYBjj3IKh6u2aAEYrj3WiPNjqForDXVLzTgVbIpmumRnIJIw/s1600-h/1080_veneno[1].JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5277481374083095570" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 207px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwTcaPqy07f_MlwyfTZf0u57FpgN-TcSCputpF1CBdqF_k3GY-CnuRZTEiic4-08ahDt5b3KL8H33V3JiPnBEggpBYBjj3IKh6u2aAEYrj3WiPNjqForDXVLzTgVbIpmumRnIJIw/s320/1080_veneno%5B1%5D.JPG" border="0" /></a><br /><br />Por eso citamos y provocamos, por ello no formamos parte de ninguna secta; somos una comunidad de comunidades de escritores; cada una es el centro, cada quién tiene su propio canon y su propuesta; cada quien habita su espacio y lo fecunda; somos una organización de rizomas; una sociedad de caórticos que lucha por crear otras formas de vivir; pretendemos aquello que suena imposible: integrar la vida en el arte para ello contagiamos e inoculamos el virus de la sospecha y reactivamos el de la imaginación.<br /><br />Son tiempos de cambios, de demoler el canon impuesto, las reglas, las leyes y las instituciones que nos desvalorizaron que nos impidieron reconocernos en nuestra potencialidad que nos coartaron la posibilidad de soñar con nuestros propios mitos; es el tiempo de la reconstitución de las historias, de los paradigmas y las formas de relacionarnos; que cada quien construya su propia teoría; que se aprovisione de sus más preciados sueños que comenzamos la travesía de la incertidumbre y el apertrechamiento propio; no existen ni maestros ni iluminados lo único que se presenta en el espacio-tiempo son las oportunidades y el silencio; la propuesta y la construcción de nuevas sensibilidades; no queremos festinarnos este cuerpo azul celeste que vaga por el espacio; no tendremos otra oportunidad.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5L7ggp_q7I65IGwOB1jCm6GSYFL9Id7U5XG18BmMAZw7Rvc2DoiXGUb04c_KEQnbiuzx-HKbpLbdJKmDewbTu0quHBQLLFn_Wa9FX955GlCaxdME8cwg50sBlHOkarnmcBZx3bw/s1600-h/Agenda-PAGANA[1].jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5277479631527373986" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 131px; CURSOR: hand; HEIGHT: 283px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5L7ggp_q7I65IGwOB1jCm6GSYFL9Id7U5XG18BmMAZw7Rvc2DoiXGUb04c_KEQnbiuzx-HKbpLbdJKmDewbTu0quHBQLLFn_Wa9FX955GlCaxdME8cwg50sBlHOkarnmcBZx3bw/s320/Agenda-PAGANA%5B1%5D.jpg" border="0" /></a>Para ello es preciso que se extienda la magia hacia todos los rincones, que la fuerza nos permita desarticular los negocios funestos y nos impulse a reconsiderar el camino; que nuevos vientos arrecien en contra de los saqueadores financieros para que las posibilidades de vivir bien sean ciertas; estamos aquí nuevamente como hace miles de años, con la misma pasión para recorrer el mundo, para asombrarnos de la levedad de las ensoñaciones y la profunda huella de las pesadillas.<br /><br />Somos todos los senderos que nos llevan hacia el exilio voluntario y todas las voces de los que nos quedamos; todas las visiones que nos permiten creer en el ser humano; no estamos y nunca nos hemos desencantado; no hemos renunciado ni pretendemos retirarnos del escenario de la palabra porque <strong><em><span style="font-size:130%;">nuestra es la vida</span></em></strong><a title="" style="mso-endnote-id: edn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_edn1" name="_ednref1">[1]</a>, como diría uno de los espíritus más vigorosos que está con nosotros y nos acompaña; porque <strong><em><span style="font-size:130%;">tanta vida y jamás...</span></em></strong><a title="" style="mso-endnote-id: edn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_edn2" name="_ednref2">[2]</a> como aseguraría otro; tenemos la certeza de que no inauguramos nada; que nadie pretenda la consagración porque el festival de incensarios está en otra parte; que nunca nadie ose determinarnos las consignas tenemos las nuestras, aquellas que nos permiten batallar por la subsistencia sin declarar jamás la derrota a pesar de morir en los suelos baldíos de alguna urbe con pretensiones cosmopolitas; somos y seremos como la paja de páramo que vuelve a crecer –aún a pesar nuestro-.<br /><br />Esta propuesta es el resultado de un largo trajinar; de una serie de eventos fallidos <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHjOvysu753y__3TRqy2ynEssW55RAUvVZqmnXn6ICHGZ3RwlFGTcl4YXauBry4il2FeI132x_pms2uIdHXg9z9dBVJCtCWy0-nHjZB4qQdkdBBXcAqW-TuKEWWTCELbxuIZXgMw/s1600-h/Taller-LUZ[1].jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5277479887589068818" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 131px; CURSOR: hand; HEIGHT: 283px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHjOvysu753y__3TRqy2ynEssW55RAUvVZqmnXn6ICHGZ3RwlFGTcl4YXauBry4il2FeI132x_pms2uIdHXg9z9dBVJCtCWy0-nHjZB4qQdkdBBXcAqW-TuKEWWTCELbxuIZXgMw/s320/Taller-LUZ%5B1%5D.jpg" border="0" /></a>y de libros nunca publicados; en nuestra bitácora de sueños está la magia que habita en todos nosotros; tenemos la fuerza para continuar en la creación del hipertexto; con las voces de aquellos que nos precedieron y con el violento despertar de todos aquellos que transitarán después de nosotros.<br /><br />A pesar de todas las provocaciones, los olvidos y las ausencias; o por esos mismos síntomas persistimos, no cejamos en nuestro empeño; que los textos se los lleve el olvido o la reluciente mirada del asombro; pues la poesía no camina de la mano de los profesionales de la palabra; está en todos nosotros y nosotras.<br /><br />Que así se mantenga.<br /><br /><strong><span style="font-size:85%;">Quito, 28 de noviembre del 2008</span></strong><br /><br /><br /><br /><a title="" style="mso-endnote-id: edn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ednref1" name="_edn1">[1]</a> Poemario de Rafael Larrea. Quito, 1943-1995<br /><a title="" style="mso-endnote-id: edn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ednref2" name="_edn2">[2]</a> Antología poética de Alfonso Chávez Jara. Riobamba, 1956-1992Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-57748761621285117742008-10-06T14:22:00.000-07:002008-10-06T20:30:48.257-07:00AL PIÉ DE LA LETRA<span style="font-family:arial;"><strong><span style="font-size:130%;"><span style="color:#ff0000;"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Elking</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Araujo</span> </span></span></strong></span><br /><span style="font-family:arial;"><strong><span style="font-size:130%;color:#ff0000;">PREMIO <em><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Aurelio</span> Espinosa <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Pólit</span></em>, 2008<br /></span></strong></span><br /><br />En medio de la constelación de <em>luminarias</em> que han obtenido el “<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Aurelio</span> Espinosa <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Pólit</span>” inscribe <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjsxcur2RwRMUBh8j70zUeVKP-OUtVHU6DHs1k4DHK8CLh6wUmpFHJJfiuPQjWpTJJBPaW4dlT0HJ3P1PUJGN9zdgnrEFMq7Z0Gy1XHGE61zxWxyzeFuad07heAUUy7ImZiE7RzA/s1600-h/Elking+Araujo+2.png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5254244375658336930" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjsxcur2RwRMUBh8j70zUeVKP-OUtVHU6DHs1k4DHK8CLh6wUmpFHJJfiuPQjWpTJJBPaW4dlT0HJ3P1PUJGN9zdgnrEFMq7Z0Gy1XHGE61zxWxyzeFuad07heAUUy7ImZiE7RzA/s320/Elking+Araujo+2.png" border="0" /></a>su nombre <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Elking Araujo</span>. Desconocido en medio de la farándula literaria, conspirador a sueldo en contra de la Endémica Academia de la Lengua, con un libro más fresco que la Constitución elaborada entre expertos españoles y los insobornables e <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">inclaudicables</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">ex</span> <em><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">revolú</span></em> de las décadas de los 70 y 80; con un humor que recrea la capacidad de cuestionar y de reír, de poner en duda hasta la seriedad de los académicos que estudian a esos seres extraños atrapados entre las dos tapas de un diccionario.<br /><br />Un giro completo a la seriedad de nuestras letras, a la tragedia y a la manera de abordar el relato, una apuesta por la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">cotidianidad</span> y la ironía, por el absurdo convertido en patrón de vida.<br /><br /><span style="font-size:85%;"><span style="color:#ff0000;"><strong><span style="font-family:verdana;"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">OXÍMORON</span></span><br /></strong><span style="font-family:verdana;"><em>Inteligencia militar</em></span></span><br /></span><br />Como para recordarnos que vivimos un momento especial de constitución y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">deconstitución</span>, pues es sobre la base de las palabras que se asienta esta revolución ciudadana donde, obviamente, son los ciudadanos y ciudadanas más ilustrados e ilustradas los y las que hicieron la revolución o la están haciendo. La patria ya es de todos, dicen pero uno no sabe dónde mismo queda la patria y <em>quienes son todos</em> y todas (me imagino). Si solo lográramos configurar en el imaginario de los funcionarios de gobierno que la patria puede limitar con la exclusividad de los barrios amurallados y bien <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">apertrechados</span> o con las calles infectas y la inseguridad de los barrios marginados entonces podríamos revolucionar su burocrática insubordinación contra un orden de cosas que escapa a su comprensión de incentivos y a su política de subordinación a base de subsidios y propaganda. Pero eso es materia de otro análisis pero viene a cuento pues el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Elking</span> (<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15"><em>oxímoron</em></span> él mismo) está empeñado en cuestionar a esos libros más sagrados que las cuentas del notario Cabrera:<br /><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><span style="color:#ff0000;"><em>“Los diccionarios suelen estar precedidos de un prestigio y una credibilidad</em> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">per</span> se </span><em><span style="color:#ff0000;">que ninguna otra obra disfruta. Los usuarios admiten la información del diccionario como verdad pocas veces rebatible. Sin embargo, ¿merecen los diccionarios <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">contrastivos</span>, y los diccionarios en general, esta aceptación sin objeciones? (...) pretendo demostrar la falta de veracidad de los diccionarios <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">contrastivos</span> ecuatorianos, debido principalmente a una equivocada aplicación del método de recolección de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">lexías</span>.”</span><br /></em></span><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlrBH27Tfxt8N_nirvRmEeZWf1WB0feD47YDg2ga_cKgJfqxNRqHBZtABobesAWhNY3peffqPoJ7bDKpgPrjAYYOmbEwQPJ7N8ZA6uZfgvjqCrop3LFgwdj2r7MwgUxEP24IvNiQ/s1600-h/Elking+Araujo+1.png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5254243679936629570" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlrBH27Tfxt8N_nirvRmEeZWf1WB0feD47YDg2ga_cKgJfqxNRqHBZtABobesAWhNY3peffqPoJ7bDKpgPrjAYYOmbEwQPJ7N8ZA6uZfgvjqCrop3LFgwdj2r7MwgUxEP24IvNiQ/s320/Elking+Araujo+1.png" border="0" /></a>Es decir que se faja contra aquello que los ecuatorianos y ecuatorianas hemos tomado como una realidad inamovible e incontrastable: la lengua. Casi que nos vendieron la idea de que es imposible atentar contra las normas de la Academia so pena de pasar por incultos (para poner un ejemplo nada más: J. E. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">Adoum</span> en su <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">best</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">seller</span> <em>Señas particulares</em> hace una aclaración al explicar que pone <em><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">Amazonía</span></em> pero que él sí sabe que se debe decir <em>Amazonia</em>, como que los argentinos o uruguayos tuvieran que pedir a cada momento notas de pie de página para decir que ellos escriben como hablan pero que sí saben que se dice <em>no <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">jodas</span></em> y que, <em>no <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_25">jodás</span></em> está mal); pero en fin, que el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_26">Elking</span>, luego de una experiencia en los antiguos talleres de la Casa de la Cultura, donde le dijeron más o menos que se dedicara a hacer otras cosas, recrea y renueva la narrativa con un estilo fresco y sugestivo:<br /><br /><br /><a name="_Toc203976751"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#ff0000;"><em><strong>EL TIEMPO QUE AMARILLA LAS HOJAS</strong></em></span></a><span style="color:#ff0000;"><br /></span><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><em><br /><span style="color:#ff0000;">Sabía que había llegado a la madurez gramatical porque tenía los verbos conjugados en amarillo, los adjetivos superlativos de dureza y los sustantivos antepuestos de perfume y primavera. Solo le faltaba descubrir en qué fruto rojo, azul o dorado se convertirían los puntos suspensivos que encontró al final.</span></em></span><br /><br />dando cuenta de la diversidad de formas y temas con los que está trabajando la literatura ecuatoriana actual; desmitificando la seriedad postiza y el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_27">existencialismo</span> a destiempo y a destajo.<br /><br /><strong><em>Al pie de la letra</em></strong>, título de su libro es una reflexión sobre esas manidas y masticadas palabras cuyos significados, de tanto usarlos, se han perdido en los pliegues de la desmemoria. Y entonces cobran nuevos significados y adquieren más grandes resonancias,<br /><br /><a name="_Toc203976758"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;color:#ff0000;"><strong>NOMBRE DE PILA</strong></span></a><span style="color:#ff0000;"><br /></span><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><span style="color:#ff0000;">En cuanto llegó a sus manos, lo abrió y lo revisó. Estaba ensalivado y deforme por las marcas de dientes. Tuvo que admitirlo: su nombre andaba de boca en boca.</span><br /></span><br />Aquellos lugares comunes se vuelven sitios de reflexión para caer en cuenta que nos hemos olvidado de los giros sintácticos propios de los hablantes del Ecuador, que esa forma terrorista de escribir de los años 30 se convirtió en una fórmula para devenir cartel, para rellenar el currículum con la finalidad de ostentar los cargos burocráticos en la esfera de la cultura o para deambular por los alfombrados pasillos de la cancillería en dirección a los cargos a discreción de los gobernantes de turno.<br /><br />Y entonces no hay las declaraciones líricas de <em>merecido premio</em> para algún ministro <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_28">multipartidista</span> con incalculable <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_29">experticia</span> en Educación, o las sorpresas porque desde la lejanía viene algún despistado exiliado a ganar un <em><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_30">concursito</span></em> en tierras ecuatorianas, o alguien más que únicamente le falta el podio en la categoría de teatro y poesía. En fin que el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_31">Elking</span> descorre el velo sobre el juego metafórico de la palabra, ese juego siempre de representación y falsedad, de nombramiento y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_32">elusión</span>, de nominación y evasión.<br /><br /><p><span style="font-size:78%;">Fotografías: <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_33">Elking Araujo</span>, la primera tomada de su blog <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_34">Catarnica</span>; la segunda de una página <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_35">web</span> de un colegio del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_36">Opus</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_37">Dei</span> que mejor no digo su nombre y que tuvo la buena iniciativa de no renovarle el contrato para que se ponga a trabajar en los textos de Al pié de la letra</span><br /><br /></p>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-20285114107119262612008-06-23T08:57:00.000-07:002008-12-09T19:52:52.657-08:00La CCE “Benjamín Carrión” en la encrucijadaLos cimientos sobre los que se erigió la Casa de la Cultura Benj<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcFHFiOq4kXOTUxAfk7L06_KXt9A5xp1EJkA7sWjAdxhkWLk7B5KFpFw2g9BHZwbNlA0TBUjs7JYUrS41YQxMkl08vnNWA0rLAOlT2pkC6qkbgs6FkjjhPkEEzxvIxwc9s1vX8JA/s1600-h/Benjam%C3%ADn+Carri%C3%B3n.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5215109870520638178" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcFHFiOq4kXOTUxAfk7L06_KXt9A5xp1EJkA7sWjAdxhkWLk7B5KFpFw2g9BHZwbNlA0TBUjs7JYUrS41YQxMkl08vnNWA0rLAOlT2pkC6qkbgs6FkjjhPkEEzxvIxwc9s1vX8JA/s320/Benjam%C3%ADn+Carri%C3%B3n.bmp" border="0" /></a>amín Carrión están por colapsar; el proyecto hegemónico de una concepción mestiza de la cultura<a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftn1" name="_ftnref1">[1]</a> –homogenizante e integradora- debe dar paso a una concepción de la diversidad y la pluriculturalidad. Es en medio de este dilema que entra al debate la autonomía de la Casa de la Cultura.<br /><br />Como telón de fondo y como contrapartida una revolución ciudadana que se diluye en los estrechos márgenes de la constitución o reconstitución del aparato estatal desde una posición académica muy lejana a la realidad y a la cotidianidad, al imaginario y a los símbolos de lo popular. Un proyecto reconcentrador y organizador desde el centro para convertir a la periferia en el escenario en el cual se cumplan los designios de los planificadores para impulsar el vagón de la patria hacia el desarrollo sobre las rieles del buen vivir –concepto entresacado de la concepción ancestral y agregado a la nueva constitución -.<br /><br />En qué medida la Casa de la Cultura ha agotado su concepción y su quehacer en estos más de 60 años de funcionamiento. Erigida como la institución desde la cual se reconstruiría el maltrecho orgullo nacional seccionado por la oprobiosa derrota del 41 y aquello que se denomina de manera entre revolucionaria y religiosamente “La gloriosa”, para construir aquella patria pequeña pero con espíritu grande según su mentalizador. Un proyecto estatal e intelectual para que, desde una casa donde se dé cita lo más alto del pensamiento, “robustecer el alma nacional y esclarecer la vocación y el destino de la patria”, en otras palabras refundar el cuerpo de la nación ecuatoriana, generar una identidad y reconstituir las relaciones simbólicas de pertenencia, cuyo eje medular correspondería a la narrativa de la “nación”, sentando las bases y las condiciones institucionales para la generación de una intelectualidad estatal<a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftn2" name="_ftnref2">[2]</a>.<br /><br />A pesar de los intentos de los ex impugnadores que se tomaron la Casa de la cultura en 1966 aprovechando la caída de la dictadura, la revolución cultural terminó en una restauración. A partir de allí el derrotero de la Casa de la Cultura ha estado marcado por el auspicio a cierta intelectualidad y a determinados artistas para fomentar aquello que se denominó “identidad nacional”. Pero en la década del 90 aquella visión hegemónica e integradora de la realidad se hizo trizas con el aparecimiento en escena del movimiento indígena como sujeto político y con un discurso propio que cuestionó en esencia al estado y la organización social excluyente sobre la cual, sin advertirlo, se había constituido este país; y reclamó su presencia y su legítimo derecho a participar activamente en la reconstitución del Ecuador. En parte la Constitución de 1998 es fruto de aquella impugnación.<br /><br />Qué sucede ahora. A partir de aquello que se autodenominó el “movimiento de los forajidos” se deslegitima el régimen de los partidos políticos –régimen auspiciado por la extinta Democracia Popular y aprovechado al máximo por los Social Cristianos-, arriba al gobierno un sector de la pequeña burguesía intelectual y académica que pretende reorganizar el aparato estatal y darle nuevos fundamentos a las relaciones sociales pero sin el acompañamiento de la efervescencia popular, en parte porque no se acomoda al discurso académico y racional y en gran parte porque para los sectores populares el poder es lejano e inaccesible. Como una forma de subsanar ese vacío de apoyo popular (apoyo popular real más allá del folclórico y ritual depósito del voto) se implementa una política subsidiaria para contrarrestar los efectos de la crisis bancaria y del desmantelamiento del aparato estatal, planificado y ejecutado de manera sistemática, en las dos décadas precedentes.<br /><br />Esa concepción académica que compartimenta, segrega y separa el todo para entender la realidad creó el Ministerio de Cultura separándolo del de Educación. Es decir la cultura entendida como un quehacer específico de los gestores culturales y para ellos creó una plataforma de proyectos a ser financiados. Pero la perversidad de la realidad demuestra a diario que la cultura lo atraviesa todo y está presente más allá de las estrechas paredes de las instituciones que pretenden ser los ejes rectores de la cultura y deviene en alucinantes figuras calcinadas del rock por falta de espacios adecuados para desarrollar sus actos y en propuestas vigorosas de las diversas naciones y pueblos indígenas sobre la recuperación de los símbolos enmascarados en las ritualidades sincréticas de las fiestas religiosas y reclaman la recuperación de sus monumentos históricos a contrapelo de las regeneraciones urbanas realizadas en Quito o Guayaquil donde los indígenas han sido considerados únicamente como mano de obra de lo colonial y republicano pero de cuyas zonas recuperadas ha sido borrada toda referencia a la barbarie ejercida sobre su humanidad para construir esa misma monumentalidad que se muestra ante los ojos atónitos de los turistas de toda laya.<br /><br />En este contexto no creo que se solucione el problema cambiando únicamente la denominación de la Casa de la Cultura por la Casa de las Culturas sino que es preciso demoler las bases sobre las que fue construida para integrar el arte y la literatura en la cotidianidad de los seres humanos. No es posible que parapetados en el discurso de Benjamín Carrión se den casos tan opuestos como el de los artistas abandonados a su suerte –Bruno Pino nos puede contar su historia arrojándonos su desprecio por los espacios institucionales- en contraposición al auspicio insultante que han recibido ciertos escritores y músicos que ahora están en el gobierno.<br /><br />La cultura es una constante y abarca todos los ámbitos de la vida; el arte y la literatura en cambio, en este proceso de super-especialización, es realizado por individuos de una “sensibilidad especial”; o eso nos han querido hacer creer, cuando en realidad todos los seres humanos estamos dotados de esa capacidad creativa pero que el proceso de educación y de integración a la producción van castrando para hacer del ser humano un individuo productivo pero no imaginante, un individuo al que se lo mide por la cantidad de cosas que elabora pero no por su capacidad de imaginar.<br /><br />La realidad actual es muy distinta a aquella que justificó la creación de la Casa de la Cultura; el proceso de globalización y el desarrollo de nuevas tecnologías nos demuestran que el papel del artista como el individuo de sensibilidad exquisita está desapareciendo y, como contrapartida, emerge del anonimato una cantidad increíble de creadores que elaboran otro discurso y otras manifestaciones artísticas por fuera del canon y la regla, por fuera de la academia y las instituciones, en la marginalidad y en el anonimato solo por el gusto y el placer de elaborar sus propios sueños y su propio discurso porque, el que es emanado desde la academia o los medios masivos de comunicación, no les pertenece ni les identifica. Todos los intentos por racionalizar, funcionalizar y uniformar el discurso es desbordada por estos creadores, pertenecientes en la mayoría de los casos a comunidades autogestionarias, a quienes no les interesa el destino de la Casa o del Ministerio de Cultura porque saben y están seguros que los auspicios nunca les llegará y que, en caso de llegar, desvirtuarían la naturaleza de su trabajo.<br /><br />Esta nueva realidad repliega a ciertos escritores y artistas a refu­giarse en los círculos, a considerarse sacer­dotes que defienden el templo de las hordas salvajes que arremeten contra el arte y la literatura. El templo, símbolo de los iniciados en cualquier culto, al que no tienen acceso los profanos, es el reducto del cír­culo y la representación del poder por delegación de la divi­nidad. Estos nuevos sacerdotes son los detentadores del “saber”, los que poseen “la verdad” para difundirla entre los impíos, los que encarnan el conocimiento y defienden la estructura social, son los cuidadores de la forma porque también ella reviste la jerarquía.<br /><br />Los rituales de iniciación son actos para demarcar la repartición de los conocimientos; la ocultación está siempre presente en el carácter de lo sagrado y eterno. Demostrar la imposibilidad de cambiar las estructuras es la misión de los sacerdotes, impedir que los fieles o devotos de la divinidad interpelen o cuestionen el orden de las cosas es su tarea fundamental.<br /><br />Pero la literatura y el arte se presentan en la vida y se expresa en la obra de aquellos que cuestionaron a toda hora, tanto en la cuestión formal como en la concepción del arte, la función de los tem­plos; en los sur­realistas que quebraron con sus propuestas la utilitaria división entre la vida y el arte.<br /><br />Ninguna manifestación artística puede alcanzar grandeza si no está comprome­tida con la vida no con el templo, no con el círculo; porque no se puede criticar la estruc­tura de poder siendo parte y benefi­ciario de ella.<br /><br />La propuesta más radical, es destruir el templo, hacer que exista el arte y la literatura entre la espalda y el esternón de cada ser humano, des­mitificar el hecho creador y socializar las técnicas de creación. La crítica no se la hace desde la oficialidad, tampoco desde los círculos de amigos para las publicaciones ni desde la reverencia a la forma, sino, desde una propuesta contraria a la que ha tenido la burguesía (disculpen el anacronismo de la palabra); desde una posición consecuente con las aspiraciones del común de la gente y no en devaneos con los dueños del poder y de la figuración.<br /><br />Aquellos que se levantaron contra los grupos preciosistas ahora se yerguen como los defensores de lo bello y de los templos; sin considerar que lo hermoso está en la vida no únicamente en la pala­bra, que la esperanza no es bella por estar retratada magis­tralmente en una obra literaria sino, que es hermosa, porque surca el límite que existe entre la resignación y la insubordinación, que la convierte en tirajebe<a title="" style="mso-footnote-id: ftn3" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftn3" name="_ftnref3">[3]</a> o sometimiento. Eso es lo maravilloso de la palabra, de la literatura, del arte y de la vida.<br /><br />Es preciso, urgente que la Casa de la Cultura se transforme radicalmente para dar cabida a las múltiples manifestaciones artísticas de los diversos grupos y sectores sociales; basta de sumos sacerdotes que nos dicen dónde está el canon y cuál es la regla; el espíritu de los creadores, la obra de los artistas deberían dar color y sentido a esta revolución cuya obra máxima parece la redacción de una constitución que, de la forma como se la elabora, podrá ser cambiada de la misma manera por algún otro grupo que se suceda en el poder. Solamente si la gente, el común de las personas, se moviliza y se apropia y crea la propuesta será perdurable, de lo contrario, más temprano que tarde vendrá la restauración para escribir la historia con los mismos dueños del poder y de los sueños.<br /><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-size:85%;">[1]</span></a><span style="font-size:85%;"> Síntesis asimétrica de elementos indígenas y blanco-españoles.<br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftnref2" name="_ftn2"><span style="font-size:85%;">[2]</span></a><span style="font-size:85%;"> Polo, Rafael. La narrativa mestiza del Ecuador.<br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn3" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftnref3" name="_ftn3"><span style="font-size:85%;">[3]</span></a><span style="font-size:85%;"> La popular cata pero en el habla de los lojanos, honda según la RAE, pero más cercana al tirachinas (Urug. y Arg.)</span><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;">Pablo Yépez Maldonado</span></strong>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-47247564126924920622008-06-12T02:42:00.000-07:002008-12-09T19:52:53.070-08:00JOAQUÍN GALLLEGOS LARA O EL ESTUPOR FRENTE A LA REALIDAD<div><strong><span style="font-size:130%;">Nota aclaratoria:</span></strong><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong><br /><br /><strong><em>Por la muy difundida y autopromocionada teoría-tesis-sofisma del denominado Síndrome de Falcón, reproduzco un texto escrito hace casi 10 años, sin cambiar nada con el compromiso de actualizarlo más adelante para contestar a tan "sabia" teosofía. Creo que muy pocas cosas han cambiado, en especial la parte pertinente a los "intelectuales".</em></strong><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh9chbdmB5jk-l_-PMWY3dUh6kNGHEYARypEY8jIxbwvv_7PVHmulwBRalYowPYvc0t7yDYmoMczyKyZeJ2tKA-fndpZdobI8EHrChPdCBZUSiMV-t2Hi-CSUF3toHLZ66GPvqeA/s1600-h/Joaqu%C3%ADn+Gallegos+Lara.jpg"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLWYYWRcWVF3mFjZrf9NmSCcypJMHasrxlIE6_uBb0cJxYZxlX1WyI8l5tit6JoiNPDVhRop-0gauFpRjCavZ-CUy602bVaceI6UFNIevs7cXif7QLg8QZYBiR_yDS0SbF3FZ6tA/s1600-h/Joaqu%C3%ADn+Gallegos+L.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5210950646955432610" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLWYYWRcWVF3mFjZrf9NmSCcypJMHasrxlIE6_uBb0cJxYZxlX1WyI8l5tit6JoiNPDVhRop-0gauFpRjCavZ-CUy602bVaceI6UFNIevs7cXif7QLg8QZYBiR_yDS0SbF3FZ6tA/s320/Joaqu%C3%ADn+Gallegos+L.jpg" border="0" /></a><br />La búsqueda de la otra parte, el mirar hacia adelante para tratar de encontrar el resto; el mecanismo que permitiese evitar los cadáveres, tan a <em>boca’ejarro</em>, tan cenizos bajo el sol de a perro de todo el Ecuador. Pero; qué hacer frente a la imagen, frente a sí mismo, desnudo e inerme en medio de una sociedad clasificada por la cuna, el dinero y el abolengo. Nada más temerario que asirse de las ideas: Dios debe tener una sabia concepción de los equilibrios; a quien no tiene piernas le provee de alas y fuego y temeridad, porque jugarse el cuerpo en los fogosos campos del avatar político, cuando aún tenía vida, daba la posibilidad de soñar con asaltar el cielo. Ahora, a lo máximo que se aspira es a transformar su olor rancio por los aromas más elaborados de los banquetes, de las curules congresiles.<br /><br />Nada más humano que aprender a soñar cuando el cielo está tan lejos. Y esa imagen, de centauro del tercer mundo se hará luego novela para terminar en película, para beneficio de su autor o de su director. Pero cuando el cuerpo se convierte en mito, se deja de lado sus contenidos y se lo extrae como simple símbolo que puede significar todo menos lo que fue.<br /><br /><em><strong>“Joaco”</strong></em> es la expresión más clara, disonante, cuestionadora, interpelante, y humana de los escritores del Ecuador del Siglo XX. No es solamente la actitud como preconizaban antiguos militantes de la palabra y conmilitones de la revolución en desdibujados cafetines, donde la bohemia consumió todo su trapío sin el cual, ahora, se los puede mirar deambulando de institución en institución para alardear de sus antiguos discursos incendiarios; tampoco es solamente el oficio, como el de los disidentes de la corriente anterior que se apuraron a espulgar sus poemas para esperar-esperanzados su admisión en las academias y en los homenajes. ¡Más que eso! Gallegos Lara es el planteamiento irrenunciable de la posibilidad de soñar y soñarse, de elaborar sobre el muñón el más alto proyecto humano sin temor a denunciar la dependencia; ese extraño mal que todavía sufrimos.<br /><br />Debajo de las procelosas aguas de la conciencia nacional; ahora que se hacen ferias con honoris causas, subyace el discurso afiebrado de <strong>Joaquín Gallegos Lara</strong>; esas ganas inmensas de rehacer el mundo con los materiales al alcance de la mano; esa desesperada conciencia de conocer las posibilidades ilimitadas que dan el sueño y la mente a pesar de estar en un cuerpo maltrecho. Y que la pasión es el arquetipo de la moral, y que la moral no es un discurso de convento o de viejas logias; y que el amor, ese caos que agita el fuego, no puede ser entendido únicamente desde la razón; y que la patria, ese mapa con todos los colores posibles no es (o no debería ser) una hacienda patibularia. Pero nada. A pesar de haber transitado 69 años desde la aparición de <strong>“Los que se van”</strong>; se siguen yendo, y no pararán de irse a pesar de los coyoteros, a pesar de la migra, a pesar del alza del dólar: nada detiene este desangre, a pesar de las financiadas campañas electorales; a pesar de los medios de comunicación comprables o vendibles. A pesar de las supuestas armonías y los diversos tiempos. Si no caminamos con nuestros propios pies, o con nuestras manos si es necesario, el Ecuador se dividirá en tantas haciendas cuantos mayorales existan.<br /><br />El bautizo de sangre ya tuvo su confirmación; ahora estamos en la mayoría de edad; y, sin embargo, nada más lejos de la conciencia creadora; nada más escuálido que nuestro aspecto de país subsidiador de banqueros mostrencos.<br /><br />Hay una constante en la literatura de <strong>Gallegos Lara</strong>: la patria. Esa patria estructurada en diversos personajes; nada más amado que esos personajes propios, con acento ecuatoriano, que tienen conciencia sobre lo local como afirmación de pertenencia; los otros, los globalizados desde antaño; los que pretendieron vender el país o ponerlo bajo protectorados de distinto tipo; todavía andan sueltos con su desvarío y su talega de monedas. Antes y después, el sueño; antes y después la conciencia; antes y después la ría con sus panaderos, obreros, y mujeres caminando del brazo del futuro, de la esperanza. Ahora, acaso todo referente sea inútil; pero tal vez por eso sea más urgente su prosa; tal vez, por eso sea más notoria su ausencia. Si no existen referentes es preciso crearlos, es necesario inventarlos a pulso, con el tesón de aquellos que han esperado la vida entera para asomarse al espectáculo del futuro.<br /><br />¿Es necesario rescatar la memoria de Joaquín Gallegos Lara? Tal vez... para dedicarle algún monumento y explorar el arte declamatorio para alarde de los discurseadores, de los profesionales de la palabra. Tal vez... con la posibilidad de rescatarlo puro, sin contagio posible con las ideologías del pasado, esa ideología de los dinosaurios según nuestros prestigiosos columnistas de los medios de intoxicación. Tal vez... para sacarlo del contexto y convertirlo en símbolo aberrante de teorías novedosas pero incompletas según las cuales la literatura del Ecuador sufre el <strong><em>“Síndrome de Falcón”</em></strong>. O. Tal vez... para hacerlo hablar como viejo oráculo de los obscuros acontecimientos que se avecinan. <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo9ZzT5zFuEaHXIkm2JdlXtqi6whqdeXot7T7rMiWk4kdoQDxyXY_55GE5XjrX1HBMol7SKe4Zl2EGhSInhYLdd0R8h4EjzYQiPwjn7n4s8uUFtfLroyhc563pEzmUQcL2S34eiw/s1600-h/Guayaquil+1922.jpg"></a><br /><br />Yo creo que no es necesario rescatar nada, que la conciencia y la actitud de J<strong>oaquín Gallegos Lara</strong> no está en los círculos literarios, ni siquiera en los círculos políticos; está en la tenacidad del pueblo que crea y recrea sus condiciones de vida para transitar la existencia; está en la multiplicidad de actores que tienen su propia voz y que no requieren de intermediarios para hacerse escuchar; está en la poesía más pura que se contrapone al proyecto hegemónico de una transnacionalización salvaje que pretende borrar todo vestigio de lo popular pues no concuerda con el verbo globalizar.</div><div><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5210952852688860978" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" height="258" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikK84SQyTDq4cmAhEcwbv_Z9OE2OnTFNKdF2eb2enELuScDjrDgxf6gvpyxXP-U8JItQtZmp-8NQipmYIVKdT0gLPOOjVDt_2rl4z4rSStoNv_atxgkFeiCDwwQIUdcpgETzJTHQ/s320/Guayaquil+1922.jpg" width="363" border="0" /><br />Noviembre, mes de bautizos y derrumbamientos, de gritos alucinantes. El 15 se cumplirán 77 años de la masacre inicial de obreros (que de las de indígenas ya nadie lleva la cuenta); cabalístico número si se es afecto a la numerología; el 16 ya habrán transcurrido 52 años de la muerte del <strong>“Cojo genial”</strong>; el 9 en cambio se cumplieron 10 años de la caída del Muro de Berlín. Para aquellos que no se dejan llevar por los festejos y los onomásticos el Siglo XX se inició con la matanza de Guayaquil y se cerró el 9 de noviembre de 1989 con el inicio de la caída del socialismo real. Dos hechos; el uno local en el marco de una conciencia que rompía sus relaciones con el pensamiento feudal hacendatario y el otro universal con el cual el capital transnacional lanzó su grito de triunfo sobre el supuesto cadáver de la historia. Pero ni lo uno ni lo otro. La ideología del dominado todavía pesa en las altas esferas de la política y, si el lojano Pablo Palacio trató de desvirtuar la realidad, otro lojano, pero de ascendencia fenicia, pasará a la historia como uno de los artífices que no solo la desacreditó sino que la corrompió, la desequilibró, la endosó, la desfinanció; es decir, hizo de la realidad ese pastiche que se llama crisis; y que constituye el drama amargo de todos los días ahora matizado por el parto de los volcanes como confirmación de nuestra condición telúrica, ígnea.<br /><br />Es necesario hacer una distinción entre el hombre y el símbolo. <strong>Joaquín Gallegos Lara</strong> es la imagen misma de la realidad ecuatoriana. Mutilado y en medio de la angustia existencial de afirmarse sobre bases inexistentes. Pero también está el otro lado, esa capacidad para fantasear y hacer, de nosotros mismos, ese imaginario lleno de héroes anodinos y fabulosos, ingenuos hasta el desparpajo.<br /><br />A <strong>Joaquín Gallegos Lara</strong>, capaz de decir que en <em>“Nuestro infeliz país, toda alegría se la robamos a alguien. ¡Aquí no podemos ser dichosos sin ser canallas!”</em>, lo queremos, entero, sin que se convierta en el tótem sagrado, en el icono vacío; sin que pretendan acomodarlo en el altar patrio al lado de los héroes, los santos o los mártires. Es el intelectual atento a la realidad del país; el que pretende indagar las causas y exponerlas, sin el maniqueísmo fácil que impide al lector acercarse a la obra. Es el crítico que discute tendencias, lúcido y frontal, sin que la militancia partidaria le impida confrontar puntos de vista; es el político que cuestionó la corriente <em>browderiana</em> a pesar de estar en minoría al interior del aparato político. Pero, sobre todo, es el recreador de la realidad, sensible y apasionado que retrata al Guayaquil de inicios de siglo y que pone en escena al intelectual como testigo para que cumpla su cometido. Ese mismo intelectual que devendrá en víctima, en protagonista incomprendido, cuando la pequeña burguesía tenga acceso a espacios del poder; tanto como para exigir su derecho a estar en otra realidad, a esperar que, a su retorno, el común de los mortales pueda comprender sus complejas elucubraciones teóricas y estéticas. Hasta devenir en <em>el desencanto</em>; es decir, la confirmación por parte de nuestra romántica intelectualidad de que la realidad es más extraña y ajena que nunca; y, que a pesar de todos los esfuerzos civilizatorios, es imposible concretar los sueños.<br /><br />Luego de un siglo, el ciclo de la literatura ecuatoriana se cierra casi con el mismo espíritu; el escritor encerrado en su torre de marfil alejado de la cotidianidad ramplona del ciudadano de carne y hueso. La <em><strong>posmodernidad</strong></em>, que recupera el mito de Narciso, es el espacio que permite justificar esta actitud. Pero la realidad es más terca que la belleza individual y si frente a Narciso se levantó Némesis para castigar tanta arrogancia; en América Latina y en los países dependientes existe una corriente subterránea que incorpora a los nuevos actores, a los nuevos protagonistas. Es la expresión de la pluralidad; nadie pretende representar ni expresar las opiniones de los demás; que cada quién tome el espacio que le corresponde para completar el rompecabezas de los actores sociales. No existe la necesidad de hablar por los demás; la expresión más clara es el papel asumido por los indígenas en nuestro país; es impensable que en el futuro se puedan realizar los famosos diálogos nacionales sin su presencia. Hace setenta años la realidad fue otra. La necesidad de descubrir al país, de retratarlo de cuerpo entero, impulsó a los intelectuales de aquel tiempo a tomar la palabra en nombre de los demás. Tal vez, ese desplazamiento, explica su nueva actitud; perdido su protagonismo el intelectual se ha refugiado en las ONG's como mediador en el diálogo entre la sociedad civil y el Estado, cumple el mismo papel de los apuntadores en las obras teatrales, sabe el texto y el desenlace pero no conoce al público pues están de cara a las escenas creadas por su pluma y de espaldas a las reacciones que provocan sus intervenciones.<br /><br />No es casual que se pretenda recuperar ciertas tendencias y dejar en el olvido otras; en el debate ético y estético no existen actos gratuitos; la ingenuidad ha dado paso a la más profunda sospecha. Luego del boom petrolero y un mini boom literario en nuestra comarca, la disputa por los micro espacios de poder al interior del aparato estatal, en el sector de la cultura, se han agudizado. Es que la vía "democrática" del neoliberalismo exige construir la apariencia de amplios consensos. Para ello, son importantes los espacios culturales para revestir de racionalidad y belleza a un proyecto que carece de solidaridad y entiende, únicamente, las razones de la rentabilidad y la ganancia. No es contradictorio por lo tanto, frente a esta realidad que los intelectuales participen en <em>"las sabatinas del poder"</em>; no solo en este régimen sino en todo este largo trayecto de transformación del Estado, desde la dictadura hasta el gobierno de las armonías y de los descarados subsidios hacia la banca.<br /><br />Pero también es cierto que existe otra corriente; aquella que da continuidad a un proyecto popular, alternativo, creativo, solidario, múltiple, polifacético y lúdico que recoge la tradición de los grandes de la literatura y el arte en general para ejercitarlo en los espacios anónimos de lo cotidiano. Y, debajo del vacío cascarón de las formas, emerge fantástica una conciencia que se nutre de la cosmovisión andina sin negar los aportes del pensamiento crítico occidental; recoge la tradición solidaria y la práctica colectiva; incorpora el colorido y las múltiples escalas en esa mágica partitura que constituyen los diversos pisos ecológicos, sociales y culturales.<br /><br />La literatura y el arte para ser tales, deben ejercitar una especie de revolución permanente. En la década de los treinta, en contraposición a la visión del indio, del montubio, del campesino y del obrero desde el punto de vista del patrón o patrono; se puso en escena, a los mismos personajes, desde la perspectiva de la intelectualidad pequeño burguesa, comprometida con un proyecto político y social que irrumpía en la historia nacional para disputar espacios al clero y aún a los liberales.<br /><br />Noviembre, mes para hacer balances, para depositar ritualmente las cruces sobre el agua o hacer un festival con otro ladrillo en el muro de Berlín.<br /><br /><em>"Porque se va el montubio, los hombres ya no son<br />los mismos. Ha cambiado el viejo corazón<br />de la raza morena enemiga del blanco.<br /><br />La vitrola en el monte apaga el amorfino<br />tal aguaje largo los arrastra el destino<br />los montubios se van pa'bajo del barranco."<br /></em><br /><strong><em>Los que se van</em></strong>, el libro que, según <strong>Benjamín Carrión</strong>, le permitía presentar algo nuevo de la creación ecuatoriana en sus tertulias literarias en el extranjero, fue calificado como <em>"crudo, brutal, exagerado y pornográfico"</em>; según los críticos de esa época, que no difieren mucho de los actuales.<br /><br /><strong>Joaquín Gallegos Lara</strong> en cambio, como oposición y contrapartida, saluda el aparecimiento de la narrativa de <strong>Jorge Icaza</strong> y afirma que <em>”Es bajo el signo del crecimiento del movimiento de las clases trabajadoras que se realiza el avance literario. Los escritores jóvenes conscientes, influidos por la lucha nacional revolucionaria de las masas populares, no quieren seguir siendo los serviles instrumentos de las clases dominantes de su país y del imperialismo extranjero, como sus antecesores en las letras lo han sido, y abren los ojos y se enfrentan a la realidad y se enfrentan a la vida con auténtica fuerza humana”</em><br /><br /><em>“Las novelas de <strong>Icaza</strong> no son falsas. Son la auténtica expresión de nuestra realidad humana. ¿Os espanta el cuadro? Debierais avergonzaros de ser los domésticos letrados de la clase social que es capaz de cometer los crímenes cotidianos que Icaza narra y que por más polvo que queráis levantar no podréis ocultar. La explotación bestial a la que se somete al indio desde la conquista, después de haberle robado todas sus tierras es innegable. No debe haber ocurrencia más idiota que aquello de que debemos ocultar que esto existe (...) para que la burguesía extranjera no se asuste y venga a viajecitos de turismo, creyendo que todo en el Ecuador son lagunitas de Otavalo y prostitutas pintadas en la calle Machala de Guayaquil. No, majaderos y lacayos: Ecuador no es un país de turismo sino de tragedia.”</em><br /><br />Para completar esa valoración del quehacer literario de su tiempo, con toda la fuerza y honestidad que le daba su estatura moral es capaz de señalar que, por su parte ha podido <em>"anotar una cuestión que es quizás sustancial en Icaza (...) no percibe la psicología del pueblo indio, no es capaz de penetrar en la intimidad del alma india, y por ello, con raras excepciones, sus escenas son siempre de afuera para adentro. Los actos del indio, su fisonomía social son esas, en verdad. Icaza no cambia nada. (...) Pero ¿Lo de adentro? ¿Qué piensan, qué sueñan, cómo aman, cómo se acercan con ternura a los hijos? De esto no sabemos nada.”</em> Eso lo dijo hace 63 años y aún estamos sin conocer esa realidad que impide integrar nuestro espíritu nacional; porque sin ellos será imposible completar nuestro ser.<br /><br />Y, para hacer más visible su actitud frontal, aquella que impide entrar en los círculos báquicos de los contemplativos, le dice a <strong>Raúl Andrade</strong>, uno de los periodistas más notables que ha tenido nuestra pacata prensa, con motivo del pedido que este hiciera para que <em>“aunque sea se abalee al pueblo, con tal de impedir que Velasco Ibarra llegue al poder”</em>:<br /><br /><em>“<strong>Raúl Andrade</strong> era el espíritu de la neblina, que se enreda en los techos y desdibuja en las calles, en las tardes encharcadas de Quito. Soñaba como un noruego y escribía como un francés. Sin duda para muchas almas románticas habrá sido un cruel desengaño hallarlo en el papel de carabinero. (...) La razón que el da no son, naturalmente las escasas ayoras y el mal rancho, inherentes al oficio. El habla de un planazo que le arrearon los velasquistas el año 35.<br />¿Tanto rencor por un planazo? ¿O es que se lo acertaron en los ojos y lo dejaron ciego ante la realidad del Ecuador? ¡Asegura también que teme por la tranquilidad de las familias; como si fuera una vieja solterona, él que fue un bohemio!” </em><br /><br />Parece que cambian los personajes pero no las circunstancias. Hay tanto que decir en el Ecuador y tanto silencio cómplice. La calificación de intelectual se ha convertido en el requisito indispensable para entrar en el baile de las donaciones, de los financiamientos.<br /><br />¡No!, para decirlo como Machado;<br /><br />“No quiero cantar ni puedo<br />a ese Jesús del madero<br />sino al que anduvo en la mar”<br /><br />No es posible rescatar a <strong>Joaquín Gallegos Lara</strong> únicamente desde la perspectiva de la literatura o de la política; es necesario entenderlo en la pasión, en esa capacidad para cuestionarlo todo; para asir la historia y las condiciones con las dos manos; para vivirla intensamente ya sea desde su puesto de vendedor de boletos o inspector de canteras. Nada es ajeno a su espíritu sensible. Incluso el amor llegó para envidia de los que se suponen elegidos, predestinados. Yo no quiero al héroe ni al personaje, quiero al hombre, con todos los equívocos que pudo tener, pero sobre todo con la valentía suficiente para arrostrar su destino, actitud que les pesa a aquellos intelectuales que escriben desde sus mullidas sillas y respaldados por nombres de plástico. Toda obra responde a las necesidades de la época. Y los grandes gestos corresponden a los iluminados. Qué contraste con la actitud pueril e impúdica de quienes hacen sonetos a las armonías y a los tiempos. Debe ser que por haber sido secretarios todavía les hace falta el jefe que les dé la pauta.<br /><br /><strong><span style="font-size:85%;">Pablo Yépez Maldonado</span></strong><br /><strong><span style="font-size:85%;">Quito, 11 de noviembre de 1999</span></strong><br /><strong><span style="font-size:85%;"></span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Ilustración y fotografía de Guayaquil (noviembre de 1922) tomadas del Diario El Universo</span>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-55209211804933228422008-06-11T04:01:00.000-07:002008-06-11T04:19:03.356-07:00UN TRANVÍA LLAMADO DESENCANTOEl 16 de enero de 1994, con grandes titulares, <strong>Raúl Pérez Torres</strong>, en el diario El Comercio, describió las características y las circunstancias de <strong><em>"La generación del desencanto"</em></strong>. A pesar del bautizo masivo nadie -hasta el momento-, ha renegado del nombre ni de sus connotaciones. <em>"Una Literatura de la ambigüedad, de la angustia, de la incertidumbre, del desencanto del hombre y de sus instituciones, una literatura que, sin embargo, busca la identidad perdida, la inocencia, el gesto, el otro rostro de una existencia urbanizada y encementada."
<br /></em>
<br />¿De dónde proviene el desencanto? En 1988, año en el que la socialdemocracia ganó el gobierno –“por una nariz”-, al populista Abdalá Bucaram, se realizó un encuentro denominado <strong><em>"Cultura entre dos crisis"</em></strong>; en donde se exaltó a los veteranos reductores de cabezas y se puso al día su iconoclastia, su irreverencia y su capacidad de seducción en los puestos de administración cultural. Desde la otra orilla (hay algunos que niegan las orillas, el río y la realidad entera), <strong>Rafael Larrea</strong>, decía: <em>"Mientras estemos vivos, hablaremos. Y muertos también. No hemos nacido para morir. (...) No habrá jeques ni alfombrazgos si no hay poetas que se inclinen ante el rey de pacotilla."</em>; en su postrer intento por rescatar el poder de lo irreverente: <em>"Fuimos y somos enemigos de los opresores, de los falsos estetas, de los falsos poetas, de la mediocridad y el servilismo."</em> En ese año los entonces jóvenes integrantes de los Talleres Literarios se sentaban a la mesa de los conferencistas para señalar que ya no pretendían reducir cabezas pues, <em>"el tiempo nos ha ahorrado el trabajo"</em>, y cuestionar acre e irónicamente la actitud burocrática y la retórica de papel de algunos de los <em>desencantados</em>.
<br />
<br />La condición desencantada se presenta como una posición extrema, la única factible entre el decoro, la honestidad y el oficio del intelectual. Parece imposible, para la generación que teorizó la revolución, dejarse de mirar en el espejo de la derrota, les resultó más fácil recrearse como personajes de novela o escribir prólogos, o disculpas que asimilar sus engendros:
<br />
<br /><span style="font-size:85%;"><em>"Pero no, el tiempo no ha vuelto; ha girado, sí, pero en una espiral. Hoy parece lo mismo pero es diferente. Alfredo, el ideólogo, el caracterizado representante de la cordura y el saber revolucionario, el que apoyaba a Fabián en el propósito de organizar un movimiento popular, de verdad popular; el que había luchado hasta el fin contra los exaltados que desconfiaban del pueblo y abogaban por las guerrillas; el que se oponía a los soñadores de poemas afirmando que la palabra cultura sólo tiene sentido cuando es coreada por las masas; el que mil veces había hecho oír su voz de barítono sobre el aullido insensato de las asambleas desenfrenadas y noveleras; el sabedor de todos los vericuetos de la dialéctica y de las trampas de la estrategia, él tampoco es el mismo: el tiempo y el cansancio le han hecho otro; ha devenido sociólogo, experto en textos consagrados e inquisidor de falacias, desvíos y herejías. (...) Ha terminado detrás de un escritorio, arrimado en el respaldo de su sillón, con aire de tonto solemne, revolucionario jubilado, leyendo y escribiendo Informes Importantes, dictando cátedra de materialismo histórico en la Universidad y creyéndose capaz de diagnosticar el error táctico de los que pregonan su hambre exhibiendo carteles en la puerta de la fábrica cerrada; ex-defensor de la vinculación con los obreros, ex-opositor de la alternativa terrorista, ex-orador de motines y asambleas; ex-disidente, ex-preso, ex-liberado, ex-sinempleo, es ahora funcionario de alto nivel técnico, con libre acceso al despacho del señor ministro, asesor y hombre de confianza, intelectual de izquierda, solemne porquería."</em></span>
<br /><span style="font-size:85%;"><em>
<br /></em><strong>Fernando Tinajero</strong><em>. El desencuentro.</em></span>
<br /><span style="font-size:85%;"><em>
<br /></em></span>El escritor se arrogó funciones de Demiurgo, se convirtió en el Dios inmisericordioso capaz de arrojar del paraíso a sus criaturas más amadas.
<br />
<br /><em><span style="font-size:85%;">"No hemos sabido perseverar, nos hemos dejado llevar por la comodidad, por lo más fácil, hemos buscado pretextos para dejar de actuar, hemos caído en la trampa y muchos hemos abandonado el país porque era un país de cerdos y hemos viajado a Europa porque allí sí nos entienden y alaban nuestra finura y nuestra inteligencia, e inclusive podemos pescar una francesita descuidada para elevar nuestro status. (...) No hemos roto nada. Generación de la pose. Hemos salido de los brazos de mamita para buscar otros más débiles. Seguimos siendo tan mediocres como nuestros padres. La vida del mediocre es lineal, simple, incapaz de transgredir normas (a lo más enmascararlas) de romper reglas, huele a devocionario, a pan guardado, no tiene alternativas, se va engordando de las vulgaridades cotidianas, de su falta de pasión, de esa monotonía asquerosa de tres comidas diarias y pasta dentífrica, suprimiendo quizá la pasta dentífrica, a fin de demostrar que no somos iguales. De comunistas hemos pasado a consumistas." </span></em>
<br /></em></span><span style="font-size:85%;">
<br /><strong>Raúl Pérez Torres</strong><em>. Teoría del desencanto.</em>
<br />
<br /></span>La literatura se convirtió en el campo virtual de la revolución donde fue posible instalar a los existencialmente atormentados héroes, incapacitados para romper su dependencia vital e intelectual. A falta de héroes reales, la novela se alimentó de la imagen del intelectual-centauro y lo convirtió en el héroe; héroe que siempre osciló entre la incomprensión de las masas, del partido, de la familia, del mundo en general. No es nada extraño que los héroes abandonen su papel (o la patria), aspiren estar más maduros para comprender este país iridiscente o a la espera de que cambie la realidad para que tengan cabida todos sus sueños.
<br />
<br /><em><span style="font-size:85%;">"Elegimos un camino pero no llegamos a recorrerlo, ni siquiera dimos el primer paso, nunca llegamos a existir. Todo fue un simulacro, entiendes; una representación que sustituyó a lo real y que la vivimos como si fuera la propia vida... la tragedia de los actores que ensayan una, dos, tres, cien mil veces la gran epopeya y mueren el día anterior a la primera representación real... (...) Fuimos los héroes, los mártires anónimos de una guerra que nunca se dio, de una causa que nadie llegó a conocer... No, no existió la dinamita social... Fuimos la pólvora que explotó solitaria... Oh, el doble ascetismo de la muerte... Morir sin haber existido jamás. Somos los nonatos (...) los nonatos de la revolución."
<br /></span></em>
<br /><span style="font-size:85%;"><strong>Alejandro Moreano.</strong><em> El devastado jardín del paraíso.
<br /></em></span>
<br />La autodenominada <em>"Generación del desencanto"</em>; maneja una propuesta estética desde la derrota, refuerza la constatación de la imposibilidad de cambiar la historia. La mayoría de sus integrantes participó o simpatizó con los movimientos titulados revolucionarios que luego cayeron en la orfandad al derribarse el Muro de Berlín. Una literatura de la nostalgia y el recuento, de la lamentación. Los géneros preferidos fueron la novela, el cuento y el ensayo; en los inicios de su actividad literaria se sumaron a la corriente transformadora que recorría América Latina, en sus estertores, su discurso lo desarrollan desde el recuerdo; no entienden la realidad actual: hostil, vertiginosa, individualista, identificada con estereotipos de la metrópoli más que con la esencia de lo nacional. Su grandilocuencia se ha convertido en una suerte de expiación de culpas. Entablaron a la literatura con una serie de reflexiones filosóficas y la trataron de abordar, esencialmente, como construcción de la dicotomía entre reforma y revolución; constituyendo, lo revolucionario, el mundo de las ideas encarnadas en el intelectual-mártir, capaz de cuestionarlo todo y de cuestionarse entero pero incapaz de convertir los sueños en realidad; su lucha es un enfrentamiento desigual con sus fantasmas y sus progenitores; una literatura de la derrota a pesar de estar coqueteando (desde esa época hasta la actualidad) con el poder y sus meandros<a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftn1" name="_ftnref1">[1]</a>.
<br />
<br />Pero en contra de todas las evidencias <em>"... quienes se instalan en el desencanto y lo racionalizan como un nuevo valor. Aparentemente radical, esta actitud es profundamente conservadora: prefiere adaptarse al curso supuestamente natural del mundo. Parece que el temor a las desgracias en que desembocaron nuestros sueños nos censura en los deseos. El desencanto genera hastío y nos acosa la fatiga. Basta mirarnos y recordar al poeta:
<br /></em>
<br /><em>Os digo que la vida está en el espejo, y que vosotros sois el original, la muerte (...) Estáis muertos, no habiendo antes vivido jamás. Quien quiera diría que, no siendo ahora en otros tiempos fuisteis. Pero, en verdad, vosotros sois los cadáveres de una vida que nunca fue. Triste destino"</em><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftn2" name="_ftnref2">[2]</a>
<br />
<br />
<br />COROLARIO
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<br />Frente al cinismo y la ingeniosidad de los teóricos de la posmodernidad<a title="" style="mso-footnote-id: ftn3" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftn3" name="_ftnref3">[3]</a>, frente al desencanto y sus variantes que nadan en el vacío o la levedad del ser; el panorama de la literatura ecuatoriana y latinoamericana en general tiene nuevas vertientes, vigorosas voces que expresan una nueva realidad. Agotado el filón del "Boom" -del cual el Ecuador nunca participó-, que exportó a Europa el mundo mágico de la imaginería popular, existe una nueva oleada que se nutre de la mitología y sabiduría de los pueblos y nacionalidades indígenas, de los grupos con diversas opciones sexuales, de los migrantes y su caleidoscópica visión del mundo.
<br />
<br />Uno de los aspectos más sobresaliente es la clara división entre la literatura realizada por hombres y mujeres. El protagonismo de las mujeres, en todos los ámbitos del acontecer humano, ha cuestionado el papel predominante del hombre, incluido el de la sexualidad. La mujer es el personaje principal de la literatura; a pesar de tener una carga demasiado fuerte aún del <em>"happy end"</em>, estilo Corín Tellado, y de proyectar un estereotipo de compañero ajeno a la cotidianidad y al medio (tierno, solvente, inteligente y casi sin ninguna demanda de tipo sexual)<a title="" style="mso-footnote-id: ftn4" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftn4" name="_ftnref4">[4]</a>. El hombre, mientras tanto, aparece disminuido y cuestionado por culpas actuales y pasadas, reducido a la accesibilidad de los amores contingentes, acorralado por su conciencia autocrítica. Incapacitado momentáneamente para elaborar una propuesta alternativa; arrinconado en su concepción de pecado no puede salir de las cuerdas para rebatir las pruebas históricas de su culpa.
<br />
<br />Un panorama desconcertante, rico en sus múltiples tratamientos y formas de presentación. Una realidad compleja que no puede ser abordada con los mismos métodos de hace dos décadas, con irrupción fuerte y permanente de movimientos sociales que tradicionalmente no tuvieron acogida en los movimientos políticos de vanguardia. Expresados literariamente en la superposición de géneros: novela policíaca, negra, ciencia ficción, erótica; con o sin personajes definidos; cuestionando al lector, al editor, al narrador; etc.
<br />
<br />Pero en el Ecuador todavía existe una marcada tendencia a creer que la literatura únicamente llega hasta la <em><strong>“generación del desencanto”</strong></em>; tanto por la ineficacia de las instituciones encargadas de la difusión cuanto por los mismos personajes que se autopromocionan sin dejar que la luz descubra las nuevas tendencias y a los/as nuevos/as escritores/as. Es que, paradoja de paradojas, aquellos que luchaban por el poder a través de soñar una revolución ahora lo poseen por el prodigioso poder del mimetismo como ya lo enunciaran en sus obras narrativas...
<br />
<br /><strong>Pablo Yépez Maldonado</strong>
<br /></span>
<br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftnref1" name="_ftn1"></a><span style="font-size:85%;">[1].- El caso más conocido es el de Jorge Enrique Adum, quien, en palabras de Alejandro Moreano, demuestra la decadencia de un excelente poeta -autor de "Los cuadernos de la Tierra"-, tradicionalmente comprometido con los partidos de izquierda ahora participando de las "sabatinas del poder".
<br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftnref2" name="_ftn2"></a><span style="font-size:85%;">[2].- Norbert Lechner. Un desencanto llamado posmodernismo. Debates sobre modernidad y postmodernidad. El poema es de César Vallejo: Trilce, LXXV.
<br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn3" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftnref3" name="_ftn3"></a><span style="font-size:85%;">[3].- "El Estado y/o la empresa abandona el relato de legitimación idealista o humanista para justificar el nuevo objetivo: en la discusión de los socios capitalistas de hoy en día, el único objetivo creíble es el poder. No se compran savants, técnicos y aparatos para saber la verdad, sino para incrementar el poder." Jean-Francois Lyotard.
<br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn4" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftnref4" name="_ftn4"></a><span style="font-size:85%;">[4].- Véase, por ejemplo, la narrativa de Marcela Serrano. </span>
<br />Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-21465405760338275712008-05-22T09:42:00.000-07:002008-05-22T10:06:19.441-07:00Cercanía, metrópoli, cosmopolitismo e imaginaciónLa caótica forma de concebir y ordenar el mundo por parte de los europeos, de poner el universo de cabeza para nosotros y arriba lo que supuestamente deseamos, nos ha obligado a crecer en alas de la imaginación y hurgar sobre nuestras precarias formas de adorar al sol más que al dinero y practicar la sana costumbre de los abrazos antes que el <em>chat</em>. Esa desmesurada forma de reconocernos sacrílegos en nuestra cosmogonía y en la <em>non </em>santa pasión nos ha relegado hacia la periferia de las metrópolis y los centros industrializados. De allá se emanan los cánones y las teorías, las propuestas para tratar de descifrar nuestro desorden y nuestras entelequias. Casa adentro sucede lo mismo, nos reconocemos en las limitadas voces de ciertos <em>vates</em> de Quito, Guayaquil y Cuenca –en el mejor de los casos-, el resto del país es invisible, no existe para las escasas casas editoriales –más que editoriales se debería hablar de imprentas nada más-, el escuálido presupuesto de las casas de la cultura provinciales no permite sino atender gasto corriente y uno que otro acto para promocionar las figuras y figurines de la comarca provinciana. Pero al margen de todo ello, fuera de las metrópolis y de los deseos de ser reconocidos por las antologías y los antologadores se produce literatura de una sensibilidad que está en peligro de extinción (si las editoriales gorbernaran el mundo):<br /><br /><strong>DECISIÓN AL ESPEJO…<br /></strong><br /><em>alguna vez tuve que vivir…<br /><br />las cigarras cegaban el silencio en mis manos<br />quieren ser el telón de mi jazz de papel<br />y fusilan mi eco de saxo fumador<br /><br />pero decidí nacer muerto…<br /><br />caminé cuando plantaba corcheas fucsia en tu espalda<br />serán domingos de ombligo al sol<br />y esa bujía negrajoven quema vírgenes para sí<br /><br />polvo que cae del eclipse de pianos ferrocarril<br />talvez disecaban sus motivos de hielo dulce<br />para enfermar las alas que recibiré por correo?<br /><br />total jamás descansé de no pestañar…<br /><br />el augurio cuaja un mensaje en tu pierna derecha<br />¿será la cortada profunda de la risa?<br /><br />la sensación de beber clavos en el cafecito de tu memoria<br />o fue cambiar huellas por presencias?<br /><br />ahora que recuerdo lo que tuve<br />recojo mi oreja del bolsillo<br />y dejo de ser al espejo…<br /></em><br /><br />Ó<br /><br />¡QUISIERA!<br /><br /><em>lengua de fuego en el olvido<br />al salir el sol<br />cantarnos alegrías,<br />pero solo me extingo<br />en el disco duro<br />de este perro ocaso.<br /></em><br />TRAGICOMEDIA<br /><br /><em>Todo se me acabó<br />en una sazón de canciones tétricas<br />y Tú<br />caminas descalza<br />sobre mi lomo maltrecho<br />cuando cayeron mis escuadras férricas,<br />mis pies ya laberintos<br />en este camino extraño<br />donde esas bolas de hielo<br />destrozan todas mis hojas amplias.<br />Cazaría palomas de fuego<br />para existir,<br />pero me abstengo<br />no sé por qué?<br />¡o sí!<br /><br />Por agua tibia.<br /></em><br />El primer poema de <strong><span style="font-size:130%;">Patricio Cárdenas H</span></strong>. y, los dos últimos, de <strong><span style="font-size:130%;">Juan Píntag</span></strong> integrantes del taller de literatura <strong><em>Magnitud nadie</em></strong> de Riobamba. Constatación de que <em>el sur también existe</em> y tiene una forma propia de expresar esa relación perversa (o virtuosa) entre la periferia y el centro; entre las ganas de estar inscritos en el cosmopolitismo y la sensibilidad que crece como el pasto a la vera de las autopistas de alta velocidad.<br /><br />¿Qué es el centro, qué es occidente; qué es el canon? Todos aquellos conceptos constituyen construcciones para iniciar la reflexión del otro a partir del yo, de lo que conozco, de la certeza de mi existencia dentro de ciertas normas fijadas por mí o por mis iguales. Pero occidente se ha desplazado de manera constante; ya no queda en Grecia ni en Roma, dejó de habitar la Francia ilustrada o la España monárquica e imperial; ahora está en los EEUU a pesar de todos los esfuerzos por evitarlo y, en el futuro se desplazará más hasta llegar a la milenaria China para… ¿empezar de nuevo?<br /><br />Y, en medio de esta invención de la civilización y la demarcación con los bárbaros está la noción del centro, como eje fundamentador del equilibrio, el que nos permite corregir los desbalances del cuadro para evitar vernos descolocados, fuera de foco o de la porción áurea, porque nosotros (si tenemos la fortuna de habitar el centro) somos los que determinamos la posición correcta, las normas del bienestar (y toda su desvergonzada teoría de la pobreza y sus oprobiosos mapas de la miseria), de la decencia y de la buena literatura; es decir estamos en capacidad de determinar lo que se debe consumir para alimentar el espíritu en la dirección correcta (claro). Y la estética del cannon esa concepción del arte y la literatura bajo ciertos preceptos en los que no caben (no podía ser de otra manera) la desmesura y la racionalidad de los afectos; porque poseemos otra escala, otra dimensión de las cosas donde el ser humano no es nada más que una parte del cosmos con tanto derecho a existir como la paciente tortuga o el enigmático helecho; y, el tiempo no es <em>money</em> ni nada que se le parezca sino el espacio donde se despliega el placer en su mágica cromática construyendo y deconstruyendo identidades, pasiones, cercanías y similitudes; es decir que el estar no es definitivamente, para nosotros, igual que el ser.<br /><br />Estamos y somos o parecemos pero no siempre porque en nosotros está la máscara y la representación, la ambigüedad y la unicidad. Nunca constituyó para nosotros un dilema <em>El</em> <em>hombre unidimensional</em> de <strong>Marcuse</strong>, ni la agonía existencial –cercana al nacional socialismo- de <strong>Heidegger</strong>; tenemos la capacidad de hacer varias cosas a la vez –por ejemplo escribir, ser burócrata, poeta, intelectual, consejero del príncipe y amigo de los súbditos-; o nos burlamos de nosotros mismos, no nos problematizamos en el sentido estricto de la palabra, ironizamos acerca de nuestra condición rupestre, pedestre y campechana, porque no tenemos otra salida y, si acaso tenemos alguna a la mano nos evadimos (el problema con los evadidos es que constituye la auténtica preocupación de los carceleros); no somos los proscritos por vocación propia como aquellos que se ponen al margen porque no desean el bienestar de las sociedades opulentas (como en Suecia); somos proscritos porque nos pusieron ese emblema en la fábrica central de producción de letreros: la academia. Ya, en 1949 nos bautizaron como <em>“subdesarrollados”</em> como inspiración del presidente Truman para dar coherencia a la política de las entidades financieras y de <em>“ayuda”</em> a los países que carecíamos del nivel tecnológico y productivo de los países desarrollados; y, antes, nos negaron el alma cristiana como pretexto para el saqueo y el adoctrinamiento.<br /><br />La verdadera confrontación entre parecer y ser se da entre la razón (la academia) y la sensibilidad (la cultura, las artes y la literatura); la primera pretende sentarse en la misma mesa que los grandes teóricos del mundo occidental complementando el vademécum de términos que describen de mejor manera la realidad (aquella que no entienden ni es muy cercana a ellos sino es a través de las cifras y las estadísticas); y, la segunda que recrea y goza la realidad; tanto la goza que llega a tal extremo del realismo trágico –sin el esquema de la tragedia griega pero con los mismos resultados: la muerte-.<br /><br />Entonces no nos queda más que embarcamos en los sueños para construir otra patria fuera de los linderos estrechos de este país de ficción y asediamos al norte para poner en jaque su filosofía de la existencia encarándole su falta de sensibilidad, su extraordinario amor por la comodidad y la seguridad (tanto las aman que se inventan pretextos para invadir tierras que les asegure el combustible para sus automóviles sin que les importe los cientos de miles de víctimas civiles agrupados en eso que llaman asépticamente: daños colaterales); y la figura de <strong>Nietszche</strong> y su crítica de la moral llegan al absurdo porque “occidente” no llora ni se disculpa por los horrores que es capaz de generar a través de sus fuerzas de ocupación sino que se solaza criminalizando a los desertores de ese gran naufragio que es África o pateando <em>sudacas</em> en sus metros.<br /><br />Pero el espejo tiene una cualidad: nos devuelve enteros en nuestra miopía porque pretendemos construir las alternativas a partir de esos escombros. Y desde esa racionalidad absurda demarcamos y canonizamos. Es decir los <em>felipillos</em> de la comunidad intelectual actúan de intermediarios en el enmascaramiento de esta realidad bullente, mágica, contradictoria e inequitativa. Y, con la voz de los académicos, se desprecia la rudimentaria incomprensión del “interés estatal” para hacer de este país un centro minero para realimentar (otra vez la misma historia) las fauces voraces de “la industria”.<br /><br />Nuevamente recaemos en el discurso de la periferia, las metrópolis y ... la falta de imaginación que, como en el caso de los dos poetas de <em>nuestra</em> periferia nos demuestran que lo que sobra es la imaginación pero que aún está ausente en los obscuros y fríos círculos del poder; y, que la cercanía es una condición que nos impide reconocernos...<br /><br /><span style="font-size:85%;"><strong>Pablo Yépez Maldonado</strong><br /></span>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-69270735567740708242008-05-13T10:30:00.000-07:002008-12-09T19:52:53.992-08:00La Kbzuhela o la renovación perpetuaCavilar de arriba para el centro, conocer el otro yo de la seriedad encuadernada, desenterrar los fantasmas y ponerlos a caminar, construir un acuerdo para renegar de él a la semana, asistir a los talleres casi con vocación mística de desahogo y reencuentro, vociferar y acunarse, acompañarse en su soledad voluntaria, en su hastío de las normas y las buenas costumbres, desbaratar los horarios solo por el gusto de hacerlo para luego sentir el temor de no pertenecer, estar siempre y no quedarse; ser y no parecer, vivir a plenitud al filo de una gillette, construir y derribar, barajar los días para constatar el persistente sonido de los segundos en medio del desasosiego y la incertidumbre. Parece un escenario conocido y, sin embargo, algo ha cambiado; ahora presentan sus obras, ahora tienen la oportunidad de enfrentar la crítica mordaz o la más absoluta indiferencia, la comparación y la constatación de los errores, pero fundamentalmente tendrán que soportar la lectura ávida de los lectores atentos que descifrarán sus textos y mirarán semidesnudos a sus autores; porque de eso estoy seguro, pusieron todo de sí en esta pasión que libera y aherroja, que nos convierte en perspicaces conspiradores de la realidad y sus vomitivos.<br /><br />Este grupo forma parte de la generación pos 11-S y la paranoia antiterrorista; si es que cabe seguir hablando de generaciones, pues la sucesión es más rápida y la tendencia a la obsolescencia programada es casi generalizada. Cada tres años cambian los modelos tecnológicos, por eso el tiempo nos parece más vertiginoso, pues todo se construye para desechar y olvidar si no sirve a nuestros propósitos hedonistas. Este vértigo aparente responde a nuevas formas de cronometrar el tiempo, para que las facturas se ajusten a los segundos.<br /><br /><p align="right"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNCzP9SrpDrSfrDntH079wX4YRjS5HbxFyO28FWeKUNWfBitlLIPZj3sJQm8wAKR8MavToC8p1aObVtYlmFUdYb9IV4Fl04KkLxwSLVBPks1vXULraI93gRJaE4_Ic90K6toBZvg/s1600-h/CONTRATAPA+KBZUHELA.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199919890908171554" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNCzP9SrpDrSfrDntH079wX4YRjS5HbxFyO28FWeKUNWfBitlLIPZj3sJQm8wAKR8MavToC8p1aObVtYlmFUdYb9IV4Fl04KkLxwSLVBPks1vXULraI93gRJaE4_Ic90K6toBZvg/s200/CONTRATAPA+KBZUHELA.jpg" border="0" /></a></p>Nosotros somos una prueba de aquello (todos y todas para estar de acuerdo con el argot de género); repasamos los minutos cada vez que nos pasan la cuenta. A todos nos sobrepasarán las ediciones de nuevos libros de literatura y, así nos propongamos, nunca podremos abarcar el amplio panorama de lo que se escribe, edita y publica a diario en el mundo; ni siquiera lo que se dice, se aspira, se sueña en este país, en esta ciudad, en nuestro barrio; porque la información excede nuestra capacidad de comprensión; a todo ello se debe sumar la proliferación de los <em>bloggers</em> que están atentando –en buena hora-, contra los cánones, el deber ser y la forma correcta de escribir, y los mensajes por los celulares crean una nueva ortografía que descoyunta las sagradas reglas de la real-y-endé-mica-a-ca-de-mia-de-la-lengua debido, fundamentalmente a la economía del lenguaje y a la ley del menor esfuerzo.<br /><br />Entonces ¿qué hay de nuevo en esta convocatoria? Todo y nada: es decir, el ciclo vuelve a empezar para que se ponga en evidencia que la imaginación y el sueño permanecen en nosotros de manera consustancial y que nunca (por lo menos eso esperamos) nos abandonarán. En medio de esta efervescencia de construcción y deconstrucción de identidades (cuando en realidad la identidad solo existe como concepto en matemáticas, es decir en la abstracción más pura), encontrar una razón para existir, escribir y publicar constituye un acto de confrontación con la literatura, el mundo y uno mismo, además de justificar nuestra existencia.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRsZtyarl7Izp05jc4y6H6KBI8_R9w75_tNx7sTfWhryB23d2Pc0PQCBs_1AXiLSryNrqdExkdX-WR7lEx84xw7TrotcHQ2cyyqpdSYgLVBiOdbldnfzOSj5B14cdCvwczofkGuA/s1600-h/CUENTOS+INVOLUNTARIOS-PAUL+MI%C3%91O.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199919899498106162" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRsZtyarl7Izp05jc4y6H6KBI8_R9w75_tNx7sTfWhryB23d2Pc0PQCBs_1AXiLSryNrqdExkdX-WR7lEx84xw7TrotcHQ2cyyqpdSYgLVBiOdbldnfzOSj5B14cdCvwczofkGuA/s200/CUENTOS+INVOLUNTARIOS-PAUL+MI%C3%91O.jpg" border="0" /></a>Qué pretende en medio de este caos el grupo La.Kbzuhela con su proyecto editorial, con sus cinco libros, tres de poesía y dos de narrativa y una novela en proceso de publicación; ¿qué es lo que atraviesa su propuesta, qué los convoca, los une, los retiene, los motiva, los repele, los vuelve a juntar? ¿Qué protervos motivos persiguen con la puesta en escena de sus particulares visiones del mundo, sus azarosos, procaces, profundos, ingenuos y a veces intrincados textos? ¿Qué nuevo reto plantean a los críticos, a los estudiosos de la literatura o a los comunes y corrientes lectores con la presentación de estos libros?<br /><br />¿Qué es una generación? ¿Se puede hablar de generaciones en la actualidad cuando el universo de preocupaciones se ha diversificado tanto que es casi imposible hallar un punto de encuentro entre las comunidades de jóvenes, adolescentes o adultos de una ciudad o de un mismo barrio? Si descontamos las preocupaciones básicas por la subsistencia la cantidad de información que consumimos y la diversidad de fuentes de consulta, la particular forma de emitir respuestas y de enfrentar la realidad hace que cada agrupación de individuos constituya una cofradía –con sus propios y particulares códigos de conducta-, y responda frente a su específica condición en este mercado global donde cada quien pretende acaparar la mayor cantidad de bienes para disfrutarlos o, más bien para exhibirlos, frente a los demás. Solamente como aproximación a una particular manera de concebir y entender el mundo de un grupo de personas y con los riesgos de la didáctica se puede hablar de una generación; además, hay que considerar las limitaciones de la cronología y la casi nunca especificada relación con la realidad concreta; ahora cada vez más diferenciada y a la vez con una tendencia a la homogenización.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnTGWgydIpwfN2eAo-5-cUUTbPODOasRHEr9Tqxee4r6FsOocz0i_erRG2IWY6ctigpwR_Hko7k9Av4Q1qtRsrJK9dgT9cfCBiP7jhlmx1GoNqvfKYBL87CCxbJnc7a38ZelxH7A/s1600-h/KALEIDOSCOPIO-JUAN+PA.+MOGROVEJO.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199919903793073474" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnTGWgydIpwfN2eAo-5-cUUTbPODOasRHEr9Tqxee4r6FsOocz0i_erRG2IWY6ctigpwR_Hko7k9Av4Q1qtRsrJK9dgT9cfCBiP7jhlmx1GoNqvfKYBL87CCxbJnc7a38ZelxH7A/s200/KALEIDOSCOPIO-JUAN+PA.+MOGROVEJO.jpg" border="0" /></a>Pero ¿cuáles son las fuerzas centrípetas que logran que un grupo de jóvenes se reúna casi religiosamente y de manera semanal durante más de tres años para confrontar textos, debatir propuestas, para torear la soledad, para compartir el vino de la existencia? Para contestar esta pegunta es necesario remitirse a los textos para encontrar aquellos ejes que articulan el discurso propio de una generación nueva, con una personalidad absolutamente distinta a las precedentes y, sin embargo, en esencia, con la misma expectativa.<br /><br />Si, para abarcar el universo, es preciso condensarlo en una palabra, ello también es pertinente en este proceso de comprensión; Pravda, contiene el cuerpo, su reiterada referencia a los elementos físicos del ser humano es una constatación de que el último reducto, donde se libra la más feroz batalla es en ese espacio donde nosotros mismos somos los contendores; Pravda es la vocación por la sensualidad, el erotismo, el placer por la soledad y el contacto con el otro; Zaratana, en cambio es la obsesión por el mar, por la libertad, el olvido y la soledad; es la mirada obnubilada por la grandeza y la magia del mar que encierra todo ese mundo donde cohabitan los seres mitológicos y otros no tan mitológicos ni tan mágicos como nosotros mismos; por su parte Certezas híbridas es el diálogo entre las evidencias y las citas conocidas y la incertidumbre; la soledad construida sobre los andamios del erotismo y su objeto de deseo –casi nunca encontrado-, es el descrédito del discurso para reconvertirlo, es un atentado a la sintaxis del amor y su recreación.<br /><br />Esas son las líneas fundamentales en los tres libros de poesía como una primera y muy breve aproximación; en cuanto a los dos libros de cuentos o relatos cortos; Cuentos involuntarios es la constatación de la dualidad, es la reconstrucción del espejo para ver y vernos en nuestras dos dimensiones absoluta y diametralmente opuestas, es decir es la recuperación de ese vizconde demediado que deambula entre nuestro parecer y nuestra conciencia, es una eficaz y condensada fórmula para regurgitar nuestra pertenencia –no somos animales puros ni pretendemos serlo-; por su parte Kaleidoscopio es la búsqueda de aquellos seres atormentados por la idea de la muerte y la soledad, aquellos que expiaron su originalidad a través del suicidio o la locura –esa aparente locura que cuestiona el orden establecido, pero a la vez es la demostración de que la imaginación tiene un poder que sobrepasa lo efímero de la vida y la esquizofrenia de la rutina.<br /><br />En pocas palabras esos son los temas recurrentes de estos cinco escritores, claro que no pretendo con esto quitar la magia a las interpretaciones individuales y muy personales que cada lector haga por su cuenta. Pero este ejercicio, complementado con otra obra que está por publicarse, esa novela –famosa desde ya-, Chicos de casa sin piscina, configuran una propuesta, vigorosa, cuestionadora, madura a pesar de la juventud de sus perpetradores, conmovedora por la lucidez en su quehacer literario, alejada de los pretendidos cánones en los que supuestamente se desenvuelve la literatura de esta tierra mitológica.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRUzotDVGybwOCQrWl94cbkABSaxUvrFiSdNTDjD8eji1xIwo2AIjFXetHWybFL6djkWZ98T30Vn-kMeVLEBOCEFPBhL-7By44nCnEAUNBLGCiyu-NxGmuwPr-sgWr8stl4aoEhw/s1600-h/PRAVDA-ANDREA+SAMANIEGO.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199919908088040786" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRUzotDVGybwOCQrWl94cbkABSaxUvrFiSdNTDjD8eji1xIwo2AIjFXetHWybFL6djkWZ98T30Vn-kMeVLEBOCEFPBhL-7By44nCnEAUNBLGCiyu-NxGmuwPr-sgWr8stl4aoEhw/s200/PRAVDA-ANDREA+SAMANIEGO.jpg" border="0" /></a>A contrapelo y como contrapunto de aquello que se llamó “Cinco como un puño”, este grupo, como exponente de su generación, tiene seis o siete exponentes, tal vez como expresión de las mutaciones genéticas muy en boga en estos tiempos de guerras bacteriológicas y misiles “inteligentes”. Entonces se nos puede llenar el morral de citas para explicar su propuesta, que Ciorán, Morín, Nietchzche, Kafka, Virginia Wolf, Easton Ellys, Miller y todos aquellos que deambulan por las estanterías de las librerías de libros usados y las páginas de Internet; sí, ellos y muchos más: está presente la literatura ecuatoriana y su vasta selección de poetas casi inéditos y peor leídos, está en escena la novísima literatura latinoamericana con esa visión desgarrada que raya en lo trágico –pero debo hacer una salvedad, en el caso que nos ocupa no es una tragicidad profesional, un goce del infortunio en sí mismo, sino como constatación de que las puertas escapatorias no existen como se pudo comprobar dramáticamente en la Discoteca Factory, que las soluciones a las crisis no se halla en el desenfrenado consumo como lo evidenciaron los afectados por el feriado bancario (y el que está por comenzar). Todo de nuevo: cíclica y mágicamente. Ya no es factible la evasión ni el desencanto, solo la posibilidad de vivir las circunstancias y paliarlas con todos los métodos imaginables que se tenga a mano: a nado hacia Europa para caer en los espejismos del bienestar de las sociedades “satisfechas” (¿de qué?, vaya uno a saberlo); a horcajadas sobre la soledad y sus escondites mágicos donde cohabitan el orgasmo y la rutina; de frente a la realidad virtual y su fría pantalla de plasma, ejercitando la crítica acerba sobre los sitios donde desgastamos nuestros cuerpos; pero siempre y como último recurso la ternura donde nos refugiamos para redescubrirnos enteros pero fragmentados, cínicos pero humanos, frágiles pero optimistas frente a nosotros mismos; porque de eso se trata, de reconstruir este universo con el material que poseemos, con el lenguaje elaborado por nuestros peculiares y particulares músculos con los que nos inventamos la vida.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuKacZ8aQjAUUTpLVGYXpsGSsgb7yeoiHdlcM3cWOZT3xsVmAcDLh50HGnXna5LihJbDYZYp2suDohACQedaDN1YIF3ox-5r8OKa4GmNKO-yo9Q4y6m5z1_-GClxekYolV_qzgqg/s1600-h/ZARATANA-FREDDY+AYALA+PLAZARTE.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199919912383008098" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuKacZ8aQjAUUTpLVGYXpsGSsgb7yeoiHdlcM3cWOZT3xsVmAcDLh50HGnXna5LihJbDYZYp2suDohACQedaDN1YIF3ox-5r8OKa4GmNKO-yo9Q4y6m5z1_-GClxekYolV_qzgqg/s200/ZARATANA-FREDDY+AYALA+PLAZARTE.jpg" border="0" /></a>Este grupo, de esta generación, pone en cuestionamiento a las mismas instituciones en las que desarrollaron su trabajo –porque el paraíso y las promesas son ficticias-; estos escritores abocados a una realidad donde la reciprocidad es más valiosa –si se quiere sacar adelante los auténticos y más profundos sueños-, que las dádivas y los compadrazgos; estos jóvenes escritores dan fe que la pasión es más decisiva que la propia razón y las constituciones y, que las revoluciones –está comprobado-, si no lo transforman todo no cambian nada.<br /><br />Entonces bienvenidos y bienvenidas al mundo mágico donde cada uno de nosotros porta el código para rehacer el mundo, para reconstruirlo en su múltiple y cambiante realidad; como aquellas estructuras fractales donde cada uno es, en sí mismo, una parte y a la vez el todo. Bienvenidas Johanna y Andrea, bienvenidos Paul, Freddy, Marco, Santiago y Juan Pablo porque es demasiado violenta la esperanza para refugiarnos en el desencanto o en el secreto; ahora que los vientos soplan tan fuerte como invitándonos a reedificar las sociedades sobre bases más sólidas, más auténticas y más diáfanas, más profundas y humanas.<br /><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;">Pablo Yépez Maldonado</span></strong><br /><strong><span style="font-size:78%;">Quito, 8 de mayo del 2008</span></strong>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-62098175105621339892008-05-05T12:52:00.000-07:002008-12-09T19:52:54.462-08:00EL PLACER AÚN YACE DEBAJO DEL ASFALTOEl tren se escapa<br />mientras el sol cae a plomo<br />sobre el sonido de los graffittis<br />el deseo late debajo de los adoquines<br />nadie ha colocado aún el epitafio final<br />a pesar del olor a gas y a los claveles<br />que escaparon al cerco del autoritarismo<br />a la muerte gélida del individuo<br />o al asalto en Higuerillas<br />(el humo del cigarrillo<br />el constante acceso de tos<br />y sus ojos apuntando fijos a la vida)<br />revolución escrita en hojas de napalm<br />aliento que recorre la columna<br />dorsal de Tlatelolco<br />y cae en la universidad Libre de Berlín<br />pero el tiempo es su peor aliado<br />basta<br />para que el único rey negro<br />caiga debajo de las barras y estrellas<br />y los jóvenes revoltosos de la época<br />se vistan de burócratas<br />tranquilo De Gaulle <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjab2qhHnysjUa43Em0ZaqoVHwoUC_xp7xZ0Vsjly6rvh3JMdTcmfvasKxAX9vpeVkrrqd2aJniTV4OnFIjOlHAlY-jAwPHUqk5QkP02YnXLeNc0sNxgYT-ceoiUjO1_XpuLXc7QA/s1600-h/La+libertad+cabalga+de+nuevo.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5197001731434022498" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 199px; CURSOR: hand; HEIGHT: 222px" height="157" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjab2qhHnysjUa43Em0ZaqoVHwoUC_xp7xZ0Vsjly6rvh3JMdTcmfvasKxAX9vpeVkrrqd2aJniTV4OnFIjOlHAlY-jAwPHUqk5QkP02YnXLeNc0sNxgYT-ceoiUjO1_XpuLXc7QA/s320/La+libertad+cabalga+de+nuevo.jpg" width="139" border="0" /></a><br />que conoce los caprichos de la historia<br />fuma mientras el gran oso de la tundra<br />calcula su deseo<br />y se evade del mejor orgasmo de la humanidad.<br /><br />Desembarco en pleno help de los de Liverpool<br />manos tinturando el cielo<br />manos transitando de la marihuana al LSD<br />para desabrochar el cerebro<br />tantas veces<br />pero tantas veces como fuere posible<br />para volar al son de Woodstock<br />y sus 1400 megatones de potencia<br /><br />Debajo de los adoquines está la playa<br />debajo del tiempo la magia<br />y la desazón<br />porque todos llegaremos a viejos<br />todos colgaremos nuestros huesos<br />en la cremallera de Janis Joplin<br />o en el largo cuello eléctrico de Jimi Hendrix<br /><br />La revolución en contra de los bibliógrafos<br />Nanterre pirómana relee a Marx<br />desde la ternura de Rimbaud<br />y<br />ante la urgencia del amor<br />las plazas se transfiguran en tálamos colectivos<br />las aulas son piezas del rompecabezas erótico<br />el amor sale a proclamar su derecho a existir<br />libre<br />fuera de los muros convencionales<br />haz el amor<br />haz el amor<br />siempre que puedas haz el amor<br />siempre que te permitan los años haz el amor<br />siempre que tengas oportunidad haz el amor y nunca<br />nunca renuncies al sonido crepitante del orgasmo<br /><br />Checoslovaquia (gran pasión para la levedad del no ser)<br />y su primavera<br />cortada a medio tallo<br />y a un tris de echar simiente.<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTEaVx8IVTLJWyDVIxsyyZcjDuybU0RnxnVd57bLt5dQ_S8a13bs7yACailoxoVfzytGrCJlj7kUkHlcg32BhugEMQEiev_R0lCHgakCrSbqAeJa4WLBU_ygTavX6RQdl5TOfRRg/s1600-h/Mayo+68+Archivo+Xavier+Miserachs.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5197001731434022514" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" height="174" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTEaVx8IVTLJWyDVIxsyyZcjDuybU0RnxnVd57bLt5dQ_S8a13bs7yACailoxoVfzytGrCJlj7kUkHlcg32BhugEMQEiev_R0lCHgakCrSbqAeJa4WLBU_ygTavX6RQdl5TOfRRg/s320/Mayo+68+Archivo+Xavier+Miserachs.jpg" width="255" border="0" /></a><br />La mente analítica<br />no procesa las diferencias<br />la ciencia es aún un largo discurso<br />con algunas faltas de ortografía<br />y el mayo francés<br />es un collage de Danieles Rojos o Jeans Azules<br />o Sartre vendiendo cien escuelas y cien flores<br />la revolución cultural fue apedreada<br />en los periódicos europeos<br />¡¡prohibido prohibir!!<br />es el epitafio<br />a nuestros minusválidos estados nacionales<br />emocionales.<br /><br />Nosotros<br />ingenuos como siempre<br />arrimados a la cola del cometa<br />para ver qué sucede<br />para ver cómo se desarrolla el mundo<br />con anarquía incluida<br />para sentirlo como un chip en la garganta<br /><br />Contacto en Francia<br />contacto en Londres<br />en México<br />Santiago Buenos Aires Berlín<br />en Siberia<br />para no derretirnos<br />el gran oso mientras tanto<br />jugaba la final con la paciencia amarilla<br />y nada<br />todos en medio de la atmósfera posmoderna<br />detrás de las cámaras y las sonrisas<br />coito interruptus de fin de siglo.<br /><br />Mayo como un pez se desliza por los pliegues de la memoria<br />mayo<br />como el sedal para los sueños<br />mayo<br />cartílago espiral para nuevos juegos<br />para nuevas posturas existenciales<br />mayo francés<br />para la locura de Althusser<br />y su deseo de ser libre<br />no de la filosofía sino de la cotidianidad<br />y Poulantzas<br />con su estructura a cuestas<br />en medio de la complejidad del nuevo salvaje<br />ese Leví-Strauss reivindicador de Calibán<br />pero nosotros<br />recién rompiendo el candado de las universidades<br />para inaugurar el nuevo milenio<br />con cientos de cadáveres de atraso<br />con cientos de páginas<br />sin escribir<br />sin editar<br />sin soñarlas siquiera<br />-incluso para soñar se debe tener valor-<br />(DURMIENDO SE TRABAJA MEJOR; FORMEN COMITÉS DE SUEÑOS)<br />porque debajo del deseo está la constancia<br />y en su hueso principal<br />la pasión como el motor único y primario.<br /><br />Y nunca se habló del futuro<br />el tiempo se congeló<br />en el violento palpitar de la sangre<br />corriendo desbocada hacia el azar<br />esa dimensión extraña donde todo es posible<br />-nosotros mismos somos posibles-<br />porque desde ese momento se acabaron las certezas<br />y cada quien diseñó su vida<br />con lo que tenía a mano<br />con lo que sobraba en su morral.<br /><br />Amor fugaz como las consignas<br />amor de barricada y en medio de los gases<br />amor que nunca buscó su perpetuación<br />(para evitar el negocio de las agencias de bienes raíces)<br />amor ardiente de hemisferio izquierdo con el sexo central<br />sexo que descubre nuestra pasión por el placer<br />el placer que descubre nuestra ilimitada<br />posibilidad de amar<br />el amor rompe barreras en el mercado<br />el amor se descobija de la razón<br />para ser<br />para acurrucarse en mitad de la vida<br />en medio del pan amargo de todos los días<br />y los textos aburridos de Platón<br />o Diderot<br />para buscar desesperadamente<br />la puerta escapatoria del aparato y la funcionalidad<br />de la cordura<br />-lado visible de la represión sistemática-.<br /><br />En mayo debería llover a cántaros sobre la memoria<br />para expiar la culpa por no haber estado presentes<br />por no asir la lujuria y la pasión sin miedo<br />sin temor a ser contaminados<br />ahora nos refugiamos en la monogamia<br />por asepsia mas que por consideraciones antropológicas<br />huimos del fuego<br />para salvaguardar nuestras escleróticas alas<br />tememos a la imagen porque el espejo nunca nos retrató<br />mayo del 68<br />antesala de la razón global<br />redonda y chata<br />supersticiosa y cabalística<br />han pasado años luz de la masacre en indonesia<br />la euforia de los cirujanos se coaguló<br />el tumor no fue extirpado de raíz<br />en lugar de libros<br />-síntoma de los tiempos-<br />se saquea micromercados<br />y se apedrea autobuses en las capitales de las sociedades “satisfechas”<br />(¿de qué? nadie lo sabe)<br />para llevar la realidad virtual al dormitorio<br />sobre el amor<br />la imagen<br />sobre la pasión<br />el control remoto<br />debe llover a cántaros en este país árido de lujuria<br />el cálculo sobre el pan<br />el calendario sobre los actos culturales<br />debe llover a cántaros sobre la imposibilidad y los límites<br />sobre la modorra y el sentido común<br />debe llover sí<br />sobre el silencio y sus paredes<br />sobre la música y sus lágrimas<br />sobre los volcanes<br />retratados como iconos vacíos de magma<br />debe llover<br />a cántaros<br />o como se le ocurra<br />para despertar el instinto<br />el violento deseo<br />la perversión permanente<br />de ser felices.<br /><br /><strong>Pablo Yépez Maldonado</strong><br /><strong><span style="font-size:78%;">Quito, mayo 2008</span></strong>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-44486969258750292752008-04-25T08:26:00.000-07:002008-12-09T19:52:54.595-08:00Certezas híbridas<span style="color:#33cc00;"><strong>poemario de Johanna López</strong><br /></span><br /><span style="color:#33cc00;"><strong><span style="font-size:130%;">Nos conocemos demasiado para tener esperanza...</span></strong><br /></span><br />Constatar la soledad únicamente reafirma la actual condición humana; desafiar y deconstruir, desarmar y provocar, criticar y afirmar; todos los elementos para la poesía actual, posmoderna –pos: en búsqueda, en desvarío; moderna: proposición arcaica de felicidad e igualdad, fraternidad y libertad-; elementos constitutivos para aseverar que estamos solos y que todo es inútil –menos la poesía que confirma el desatino y, a la vez, el acierto de la existencia. Porque, paradoja de paradojas, existiendo se puede negar y escribiendo se puede reafirmar la ¿inutilidad? de la existencia.<br /><br /><br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5195162153991472722" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiO3Pskhd_GFmFTtC_Ik1yWTBdYrF_4eyMp7pnWAlMoNzDSiTnhu_Itrodb3k3SBBO7rbX6HLqvXIZYbTJZyJQt4eSq4-5XRtdg6qupia-pDihdYWjEEnMFIoCxaWVq7bXN-ka3MQ/s320/CERTEZAS+H%C3%8DBRIDAS-+JOHANNA+L%C3%93PEZ+SANTOS.jpg" border="0" /><br />Entonces el universo se despliega en su mágica contradicción, en su tierna y estremecedora variedad de sentimientos, escenas, acciones y desacatos. La poesía es un arma cargada de... referencias, de elementos híbridos que nos hacen caminar –casi por inercia- hacia la vaciedad y el desencuentro; porque, dónde es posible construir esa arquitectura de la pasión si el otro no está o no permanece; dónde podemos anclar nuestros sentimientos si la estructura endeble de nuestras formas de ser no permanecen ni nos garantizan un mínimo de firmeza. Johanna López desestructura el discurso poético tradicional para llevarnos de la mano –a regañadientes claro-, hacia una nueva forma de percibir el mundo bajo la marca de la incertidumbre, por eso su reiteración en los pesimistas ascéticos para redondear una obra donde la soledad se transmuta en erotismo en el profuso caminar del desencuentro y el desenfado.<br /><br /><em>¡¡No te pierdas donde no estás!! /no destruyas el espacio /que no está construido...</em> plegaria de los náufragos hacia aquellos que se supone constituyen esa parte donde la certeza nace de sus potenciales actos, o de sus demenciales actos de poder. El cuerpo constituye el último reducto de afirmación de la libertad, la trinchera que nos queda para lanzar la ofensiva final hacia... nuestra derrota; porque no se pretende la victoria –esa constituiría la verdadera derrota-, lo único que se aspira es a dejar constancia de la lucha, que no nos digan que marchamos sin enfrentar el reto. En la poesía está la bitácora de las batallas emprendidas y del calor con el que las enfrentamos... Nada está perdido y sin embargo nada nos pertenece, porque no queremos poseer ni que nos posean, no pretendemos conocer sino dejar constancia de nuestra infinita ignorancia y de nuestra hermenéutica.<br /><br /><em>Estuve callada por mucho tiempo /hoy reorganizo mi farewell, /hoy escribo mi epitafio sencillo: /”aquí murió la que nunca fue”</em>; la poesía desestructura, cambia nuestra posición en relación al mundo, pero no nos lleva a terrenos más confiables, nos conduce al laberinto de los espejos del que brotan todas nuestras inquietudes. Porque no nos mostramos más enteros, nos percibimos fragmentados, porque no nos pensamos más cuerdos, nos entendemos más dementes y más audaces en nuestras refutaciones. Porque, quién puede afirmar en este momento que tiene las respuestas (si es que algunas vez las hubo), quién es el osado que las pergeñe por lo menos. Desactivadas las revoluciones sociales ahora nos refugiamos en las revoluciones ciudadanas para convocarnos a través del <em>cel</em> o la <em>internet</em> para desafiar nuestra poca consistencia y nuestra provocativa subversión del lenguaje, pero nada más... es que ¿hay algo más?<br /><br />Tal vez, y esa es la apuesta de la autora quien, a pesar de conducirnos con inusitada maestría por su laberinto, nos deja sueltos y solos y sin ningún hilo que nos auxilie para que nos reencontremos en nuestro desvarío como lo demuestra ese diálogo entre Bartolomé y Bernardo que se ha repetido desde el fin de la modernidad y, en nuestros países, desde inicios del siglo XVI. Globalizados pero sin descargar nuestro morral de localismos, viajeros del mundo sin abandonar la pacha mamita (como dicen los shamanes que hacen su trabajo en Europa y viven del cuento y alimentan el PIB).<br /><br />Johanna López recupera los profundos causes de nuestra historia, pone en escena aquel universo que apenas se tocó en nuestra poética (solo dos alucinados lo entrevieron: César Dávila Andrade y Hugo Mayo); demasiado preocupados de encontrarnos nos perdemos; demasiado preocupados de inventarnos nos clonamos, demasiado proclives a lo foráneo nos desconocemos. Ahora, cuando las tendencias cambian en nuestros países pero aún no se redimen a las víctimas, la poética se inaugura con diversas y distintas preocupaciones. Desacreditando el discurso y reconvirtiéndolo, dislocando la sintaxis del amor para recrearlo; <em>dueles y no sé qué tanto /lo último que deseo es / mirarme en tus ojos / para destrozarme de nuevo, /nuevamente, /novatamente...</em> la persistencia en la recuperación de aquello que nunca se tuvo y la constatación de la soledad como único designio de los tiempos; pero, para qué más, si nos basta con tenernos para reinventar el mundo ¡¡y de qué manera!! Tercos y deslumbrados nos volveremos a perder.<br /><br /><em><strong>Certezas híbridas</strong></em> es un largo batallar de la voz poética por desanudar la inercia, los cenáculos, los discursos poéticos del siglo de las luces ¡nucleares!; las propuestas políticas que nunca cuajaron y, si lo lograron, se derrumbaron ante el <em>bip</em> de los ordenadores y los ergonómicos diseños de los celulares. Es que no existe ninguna certeza, es que la hibridación puede producir vástagos estériles o generar nuevas especies. Es que el mundo está cada vez más cerca y el calentamiento global no nos permite hacer muchas conjeturas sobre el futuro, es que el ansia de poder y la disputa de los recursos naturales es despiadada, es que la declinación de la única potencia militar global nos puede arrastrar hacia la catástrofe mundial, es que la fe depositada en dios o en las encuestas de opinión ya no es suficiente; es que –en definitiva-, nos conocemos demasiado como para tener esperanza...<br /><br />Pero a pesar de ello ¡persistimos, soñamos y escribimos!; y nos escrutamos, demasiado descarnadamente: <em>abductor del caos de la ebriedad pasajera, /Abba Patris en el juicio /en las vértebras de Eva /Leviathan encima y abajo como cuerpo humano, / inhumano… </em>porque ya no creemos más en los discursos del ser humano, tan solo en su intuición, en su loca obstinación por el amor y la ternura y su correlato: la soledad y el hastío. Es que no ya no hay más que... certezas híbridas.Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-9518949227173061882008-04-24T15:15:00.000-07:002008-04-24T15:41:14.746-07:00Es abril Marco y el silencio rechina en nuestros costillaresEl <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Machángara</span>, el milenario testigo del cambio de esta alcoba de patojos, el que se lleva todas las inmundicias y los secretos mejor guardados de los habitantes de este ombligo equinoccial, el que puso en evidencia que la ciudad no puede pasar por alto el curso natural de las aguas; el que tiene incrustado entre las riberas un gigantesco molino de sueños y tiempo, el que conoce de las alcantarillas y los perseguidos –los que se arrastran miserables sin ningún <em><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Jean</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Valjean</span></em> que los redima ni los recree-; este río, hace veinte años, recibió el cuerpo de Marco <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Núñez</span> Duque luego de ser torturado y asesinado por los cuerpos represivos de este estado que no cambia a pesar de todas las asambleas que los ciudadanos realicen y discutan para cambiar esta realidad terca y alucinante.<br /><br />Cuerpos represivos de los que nadie quiere hablar pero que existen por las evidencias en las contusiones múltiples, en las vejaciones, en las desapariciones; no se evidencia hasta el momento ninguna intención de revisar esos lúgubres documentos –que con seguridad deben existir- donde debe constar la historia de tantas víctimas anónimas escupidas en la calzada de cualquier <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">perimetral</span> o en las quebradas donde se construyen los parques lineales para que la gente olvide la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">linealidad</span> de la existencia.<br /><br />Son veinte años desde aquel aciago día en que lo encontraron en el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Machángara</span> durante los cuales Marco ha permanecido inmutable. Hay quienes creen que lo mataron sin saber lo que hacían, que desconocían el ser fantástico que tenían entre sus manos; yo creo que tenían perfecta noción de sus actos. <em>La locura no existe sino en una sociedad, <strong>no existe por fuera de las formas de la sensibilidad que la <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_7">aislan</span> y de las formas de repulsión que la excluyen o la capturan…</strong> la gran protesta lírica que se encuentra en la poesía es un esfuerzo por volver a dar a la locura una profundidad y un poder de revelación aniquilados por el internamiento</em><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftn1" name="_ftnref1">[1]</a>. No existe demencia más grande que aquella que cuestiona todo en los escenarios más extraños de la vida. Es en medio de la locura y el caos que el Marco está presente entre aquellos que lo quisimos como fue, sin pretender convertirlo en el icono de las letras ni en el nuevo canon hacia el cual la literatura debería derivar.<br /><br />Es abril Marco y el silencio rechina en nuestros costillares, nos hace falta tu risa y tu mirada penetrante, así desnudándonos en nuestra forma tan aséptica de entender la literatura, porque a pesar de no llegar a configurar parte del canon creo que constituiste ese referente para desacreditar el papel(<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">ón</span>) de escritores en medio de la bohemia y el desparpajo. Jugábamos a ser felices en ese momento político en el cual gobernaba el dueño de la hacienda –luego llegaría el mayordomo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">nomás</span> y se notaría la diferencia-; pero ya los efectos fueron irreversibles, ya no estabas, te desaparecieron y te reaparecieron pero como cadáver, como una cifra más de los que son víctimas de la delincuencia común, en la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">perimetral</span> o en las quebradas.<br /><br />Pero qué nos dejaste si no habías producido casi nada, aparte de la tesis de grado del colegio acerca de la teoría de la relatividad y esos textos creativos, crípticos, irónicos y lúdicos que luego constituirían <em>“Entre <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">Bakunin</span> y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">Jackeline</span> en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">blue jean</span>”</em>.<br /><br />Creo que la certeza de que las cosas cambiarían, de que aquellos revolucionarios tan cuerdos y tan serenos, aquellos de los que te burlabas y a los cuales parodiaste en tus textos, alcanzarían el poder tan ansiado; ahora lucen de ministros, asambleístas, asesores, subsecretarios, es decir toda la intelectualidad de la izquierda <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">modosita</span> y acomodada está en el proscenio del poder y nosotros seguimos en la periferia, es decir seguimos sentados en las bancas de El <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">Ejido</span>, observando cómo se construye (cómo <em>se debe de </em>construir) el país, la constitución, el socialismo, la <em><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">égalité</span></em>, la <em><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">fraternité</span></em> y la <em>liberté</em>. Pero entonces cómo nos burlábamos de sus famosos tonos revolucionarios, claro que nos punzábamos nosotros mismos porque también teníamos uno que otro integrante con las mismas veleidades; y te acuerdas de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">Doris</span>, Julia, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">Alexandra</span>, del Germánico; todos están de una u otra manera saboreando las mieles de lo conseguido.<br /><br /><em>Muevan las industrias, las industrias, muevan las industrias</em>; esa canción de Los Prisioneros chilenos que tarareabas cuando llegaste al <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">Matapiojo</span>, a modo de inútil reclamo para detener el sangriento <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">reacomodo</span> del proceso productivo en la patria de <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_22">Víctor</span> Jara, en esa época bajo la bota de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">Pinochet</span>; y, claro, también el <em>Baile de los que sobran</em> que anunciaba la época de la privatización de la educación y el crecimiento sostenido de las universidades <em><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">light</span></em> privadas. Las cosas no han cambiado mucho a pesar de los nuevos vientos que recorren estas tierras.<br /><br /><em>“Ni vos mismo te crees”</em> pero es cierto; aquellos jóvenes de entonces ahora de la mano de la revolución ciudadana están dentro del palacio y nosotros, como te digo seguimos fuera. ¿Entonces qué ha cambiado? Muchas cosas no han variado, continúa la apatía de las instituciones que se supone deben apoyar el quehacer cultural (de los otros ámbitos ni hablemos porque no existen ni siquiera expectativas); pero de aquellos gestores culturales, activos militantes de la época solo nos quedan los recuerdos, ahora son proyectistas exitosos de eventos culturales que no tienen mayor trascendencia porque se hacen al amparo de las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_25">ONG</span>’s cuyo discurso ya sabes para que servían y para qué siguen sirviendo. No existe una correlación entre el nivel de la esperanza y la realidad de los objetos del sueño, ninguna relación entre la cantidad de ilusión invertida (a pesar de la retórica exacerbada) y las realizaciones artísticas; me parece porque toda se apuesta a ese híbrido de Constitución a medio camino entre el socialismo del siglo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_26">XXI</span> y la encíclica <em><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_27">rerum</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_28">novarum</span></em>; es decir un bodrio para ser cantado en medio de aires <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_29">semimarciales</span> (al estilo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_30">Paquisha</span> de los ahora <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_31">tecnocumbieros</span> Pueblo Nuevo) en medio de la consternación general porque los subsidios tendrán que acabarse pues <em>no hay cama <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_32">pa</span> tanta gente</em> y esta Asamblea no se atreverá a decir <em>“este cuerpo es mío”</em> en relación a la píldora del día <strong><span style="font-size:130%;">D</span></strong><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_33">espués</span> para no contrariar a la misma secta de sectarios que expulsan a las chicas que se atreven a gozar antes del sagrado matrimonio y no toman las debidas <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_34">precausiones</span> (abstinencia predican los más pulcros pederastas, pero cómo abstenerse si el cuerpo <em>divino <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_35">est</span></em>). En fin Marco que el tiempo ha pasado pero que de la generación de los talleres, no se conoce más que a 2 o 3 poetas, pero que la onda sigue pues como te encantaba soñar vamos a construir el M29 a través del comité central con el cual nos tomaremos el poder y, cuando eso suceda... nadie se habrá dado cuenta.<br /><br />Como te dije Marco: <em>Sin novedad en la frente</em><br /><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=31569192#_ftnref1" name="_ftn1">[1]</a> <span style="font-size:85%;"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_36">Michel</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_37">Foucault</span></span>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-8591388232602864292007-09-28T15:55:00.000-07:002008-12-09T19:52:55.513-08:00ENTRE BAKUNIN Y JACKELINE EN BLUE JEANS...<strong>Recordando a Marco Antonio Núñez Duque</strong><br /><strong><span style="font-size:85%;">(Quito 1967-1988)<br /></span></strong><br /><strong><em><span style="font-size:85%;">Por: Diego Velasco Andrade*<br /></span></em></strong><br /><br /><em>" el público subido en la tarima<br />los poetas en los asientos<br />los poetas piden autógrafos al público<br />el público declama los poemas<br /></em><br /><em>los poetas aplauden..."</em><br /><br /><span style="font-size:85%;"><em><strong>Marco Núñez Duque</strong><br /></em></span><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSoQrwwOx6MVIDoTG0xl7o_Ycxsa8ee_jk_QpEWR07m9LuXqfsNmo2NLTkp1U12URBXetOEHa1VxedO5UH-hfHHH7-HNyL7GsOUWCl2D_T2sgQCzzikKVPNtGKwKllD2KPucjVzw/s1600-h/poi2.jpg"><em><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5115394572262424146" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 495px; CURSOR: hand; HEIGHT: 323px" height="257" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSoQrwwOx6MVIDoTG0xl7o_Ycxsa8ee_jk_QpEWR07m9LuXqfsNmo2NLTkp1U12URBXetOEHa1VxedO5UH-hfHHH7-HNyL7GsOUWCl2D_T2sgQCzzikKVPNtGKwKllD2KPucjVzw/s320/poi2.jpg" width="367" border="0" /></em></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Poner de cabeza al mundo, a un mundo que independientemente de nuestra conciencia, ya vive de cabeza, quizás esa fue la constante de Marco Núñez Duque, en sus textos y en su vida; porque su vida y literatura fueron inseparables, como su poesía de la cuántica, o su teoría de la relatividad de la utopía...<br /><br />Y poner de cabeza a su propia cabeza, aquejada de una lúcida esquizofrenia; de una utopía galopante sin lugar y sin nadas, sin coordenadas: ésa fue también su batalla; poner de cabeza a un mundo razonante y "razonable", desnudando a Marx de su racionalidad ortodoxa y también a sus cuerdos revolucionarios criollos, para dejar que el ácrata Bakunín saliera de su tumba a hacer el amor, con la despostillada Jackeline de su obra póstuma "Entre Bakunin y Jackeline en blue jean..." (Colección matapiOjO 1989).<br /><br />Y así, poniendo de cabeza aquel mundo, que "ni él mismo se creía", Marco Núñez pudo sacar la lengua al poder y empezar a inaugurar en su cabeza, un otro orden más tierno, pro "imaginante", hecho de azares, pretextos y ucronías; poblado de escuadras espirales y de físicas sin volante; ese mundo marciano y antipoético : "Sin novedad en la frente", donde "la ortografía es una mandarina", como ya lo dijeran otros locos en el París del sesenta y ocho, que Marco tanto admiraba.<br /><br />Y, quién sino Marco Núñez Duque, para cuestionar el poder desde la antipoesía, cuestionarlo sin que el mismísimo poder se diera cuenta, "cuando nos tomemos el poder nadie se dará cuenta", decía...; así que ¡a cuestionarlo desde el anonimato¡ y a emprender en el proyecto de su novela siempre inconclusa que parodiaba a la de Jorge Dije Agú…; cuestionarlo a dentelladas y centellas, a zanahoriasos y rebanadas de queso, a hachazos sin ache. Quién sino Marco Núñez Duque "el cuerdo de remate", el superhéroe en calzoncillos del matapiOjO; y, para sus amigos de la juventud comunista, alias el ''autocomandante'' Baku...<br /><br />Eran los 80: ¿la década perdida?; entre leones y borgistas, entre chinos y camarones, entre radicales y revisionistas, unos cuantos locos se estrellaban cual mariposas contra las luces y barrotes de la oligarquía; la utopía se pintaba roja en los muros y se recogía cenicienta en las cuevas de los torturadores. Una generación trunca entre el Che, Alfaro y Jarrín era vigilada bajo la lupa de la ''inteligentzia'' (militar). La fría lógica del poder mezclaba en un solo saco a mendigos, poetas o guerrilleros, y los lanzaba sin más a las gélidas aguas de una laguna o los enterraba a los pies de un árbol de puma-maqui ; y andar como Marco o Baku, repartiendo volantes y recitando poemas y cuentos incoherentes, con pasamontañas y pañuelo rojo, era "sospechoso", obviamente "subversivo", ya lo habían advertido en la víspera, los viejos robles del león (el ministro Robles) y los tordos buitres oficiales ("el torvo gorday")...<br /><br />Marco Núñez Duque llega un viernes de 1985 a la biblioteca de El Ejido y se fascina con el descubrimiento de un clan utópico interesado en eliminar al insecto que se reproduce en la calva de la pobreza (¡matapiOjO vive, espantajos¡). Viene de enredar a la física cuántica con la teoría de la relatividad en una aventura politécnica frustrada; viene sin saber cómo diseccionar un texto, ni especular sobre paradigmas y sintagmas... ; mas, él se ilumina con la utopía de "socializar los medios de producción literaria"; con reproducir el taller en núcleos de niños, jóvenes y ancianos ; con distribuir entre las más amplias masas, la chistera del mago, el muro descascarado y los cadáveres exquisitos: ese ''surrealismo a la criolla'', con que Nicanor Parra, nos había hecho "ensoñar"...<br /><br />Venía de egresar del colegio Juan Montalvo; de lanzar granadas gaseosas a los "chapas" en la indoamérica; de recibir una esquirla en la pierna, como su mejor medalla de cuasi guerrillero adolescente; venía también buscando un amor... un amor que pudiese calmar todas sus ganas de amar... ; mas, solo encontró un amor colectivo, un amor de grupo; y entonces el gato félix, pablinsky, edwin, makarios, walter y susana, y luego vitorius, paco benavides, gorter, el fabianus, los lulupos: leopoldo tobar y alfredo pérez y cómo no: jackeline, magdalena, ruth, silvia, aleyda y soledad… fueron los musos y las mesas, los mozos y las misas de sus textos de cabeza ; de esos collages equilibristas, mezcla de filosofía anarquista, geometría analítica, física cuántica, patafísica pura y sobretodo, gran soledad...<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy0n1JbqMnA80QYsUYAe6_ah4Or9Y629FeR3js7z98463O-Rs8DSmk4fwvx9__tNOtO4V0q6attQcIgcaDAA_rcUXq_K-ls6ncHt21T0obrJdRKLvILPxFjfDsm5sgbVwzC0SzXA/s1600-h/slide0024_image039.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5115394563672489538" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy0n1JbqMnA80QYsUYAe6_ah4Or9Y629FeR3js7z98463O-Rs8DSmk4fwvx9__tNOtO4V0q6attQcIgcaDAA_rcUXq_K-ls6ncHt21T0obrJdRKLvILPxFjfDsm5sgbVwzC0SzXA/s320/slide0024_image039.jpg" border="0" /></a><br />Y así, Marco Núñez Duque, decidió ser un matapiOjO dispuesto a imaginar contra el poder, un "escarabajo utópico" que se burlaba de la muerte tecleando a contraluz de su padre (viejo empleado del basurero municipal) sobre una vieja máquina colegial ; dibujando una hoz y un martillo en su premonitorio "Fusilamiento maquinado". Marco era una liebre antidemocrática jugando en ''La cueva de Zoonderet"; un Romeo cuántico haciéndole el amor a la Física sobre un plano inclinado.... Hasta que, un 13 de abril de l988, tras su "peligrosísimo seguimiento y captura" por la CIA, KGB y el SIC reunidos, nuestro inefable "autocomandante" desaparece, y solo aparece días después, flotando en las turbias aguas del Machángara.<br /><br />***<br />Hoy, a casi veinte años de su muerte, vuelven a cabalgar sobre las hierbas de El Ejido, su superhéroe en calzoncillos: Bakunin y también Jackeline: su rota Dulcinea en blue jeans... ; son la peor ofrenda para cualquier cineasta que no desee ser famoso con su historia abducida, ni convertirlo en una tierna leyenda de la década perdida: los 80; una historia de superhéroes de carne y hueso como la de aquellos cientos de fantasmas de muertos, torturados y desparecidos, que aún no terminan bien de recoger sus pisadas...<br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Física: Otra vez tendré que acostarme contigo...<br /></span><span style="font-size:85%;"><em>Marco Núñez Duque</em></span></strong><br /><br /><em>En los bailes, la distancia de las parejas es directamente proporcional a1 ritmo de la música. ¿quién baila con más velocidad : una tortuga o una pareja de enamorados?<br /><br />Sin demora contesta Alexandra: la tortuga. Respondo así: la distancia de los enamorados es directamente proporcional su velocidad, por lo tanto si la distancia tiende a cero, la velocidad también; de ello se deduce que la tortuga baila con más velocidad.<br /><br />Entonces Física, tomas la forma de una chica de ojos color ultravioleta, cabello de vidrio fusible, tu pecho en forma de representación espacio - tiempo, pasas la lengua por tus labios infrarrojos, dices: lo que hablas es bellísimo; hacemos el amor con movimiento armónico simple, recostados en las páginas del texto; al terminar te acaricio, hablo suavemente de la teoría de la relatividad y tú, excitada, muerdes mis labios y respondes con cálculo los cables y en cortocircuito salgo con la longitud de onda de un cuantum.<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1LmsUMpUaKLUb9dsdlZZW6JtvynlA-vL4O_DRTxFen1GQZ8MhBR3_G3RUjdA7Ca4-DcrLCe4ykMRgSiyEN9DLlFj3XOHA_ITXo8lSzi5alWAyGN2lbJpWDk1WM2fgP3x1XxLeVw/s1600-h/otro.PNG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5115394602327195250" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" height="208" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1LmsUMpUaKLUb9dsdlZZW6JtvynlA-vL4O_DRTxFen1GQZ8MhBR3_G3RUjdA7Ca4-DcrLCe4ykMRgSiyEN9DLlFj3XOHA_ITXo8lSzi5alWAyGN2lbJpWDk1WM2fgP3x1XxLeVw/s320/otro.PNG" width="287" border="0" /></a><br />Voy donde Alexandra y le digo: "sabes que desde que te vi me gustaste y quisiera ..."; ella responde: "no puede ser, eres un politécnico y yo soy humana; mientras tú calculas la cantidad de movimiento del bus urbano, un chico normal me besa apasionadamente”; en vez de acariciarme dirías: "salió el problema 250 libros/segundo". Entonces, le lanzo mi indiferencia de rayos catódicos. Te encuentro desnuda... recostada en el plano inclinado..., otra vez tendré que acostarme contigo.<br /></em><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;">*Escritor y miembro fundador del matapiOjO en el Quito de los 80, junto a Pablo Yépez, Hernán Hermosa y Makarios Oviedo. Actualmente es miembro del grupo K-Oz, y dirige los Talleres de Literatura de la CCE.<br /><br /></span></strong><strong><span style="font-size:85%;"></span></strong>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-38657936238729538652007-09-25T08:01:00.000-07:002008-12-09T19:52:55.850-08:00"LA MEMORIA CONSTANCIA DEL OLVIDO"<div align="left"><strong>Comentario a la selección poética de MIGUEL DONOSO PAREJA<br />Libro de K-Oz<br /></strong><br /><span style="font-size:85%;"><strong>Por Diego Velasco Andrade* <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieVzxaKcTlO76mQFwZWdZ2o13z3_t7biKtNASkMlFkwYwg9ydu-Rslq47sh3wPjPDWJtu5Wyg5ReBy6S3zXlPoo7E-pW7QYN4d_jJ8NZUNZhFcn0JoUJAdb1spiIBtLNvqt9DNSQ/s1600-h/MIGUEL+DONOSO+P.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5114162633908010530" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieVzxaKcTlO76mQFwZWdZ2o13z3_t7biKtNASkMlFkwYwg9ydu-Rslq47sh3wPjPDWJtu5Wyg5ReBy6S3zXlPoo7E-pW7QYN4d_jJ8NZUNZhFcn0JoUJAdb1spiIBtLNvqt9DNSQ/s320/MIGUEL+DONOSO+P.jpg" border="0" /></a><br /></strong></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirRRnkNpYNGHIR7BMPRzZ0PkCK79GGisvLgaCv4Bqckq1XwIVvyx9lpuEmzFwfG-mB5r79Qc9vAc94NcWHBK9YvMDRRyjOs9wbCbmbzCezQXteU5RzRqf6YL1vM4JRmXeL5LBVqQ/s1600-h/MIGUEL+DONOSO+P.jpg"></a><br /><strong><em>“toda invención es real<br />solo si hay alguien<br />que la sueñe”<br /></em>M.D.P<br /></strong><br /><br />Es el mar, es el incesante bambolear de las olas fluyendo en su rítmica espiral de azares...es siempre el mar, el rítmico paisaje donde se perfila con nitidez la obra poética de Donoso Pareja. Y es también el mar, la metáfora sinuosa de “lo imprevisible” en donde se desarrolla la búsqueda de su inalcanzable musa Gudrum, perdida en las turbulentas aguas del amor, pues el amor como el mar, es solo constancia de la memoria y del olvido...<br /><br /><strong>I<br />PAISAJE MARINO CON NIÑO JUGANDO JUNTO AL MUELLE</strong><br /><br /><br />Años 30: un niño juega en primerísimo primer plano en el muelle de Puerto Rico, puerto petrolero junto a La Libertad, antiguo territorio valdivia: escenario azul de la infancia de Miguel Donoso Pareja. El azul del mar como telón de fondo, es un cuadro de Magritte, humedecido por el incesante ir y venir de las olas, con su rítmica espiral de azares...<br /><br />Y es en el mar, la metáfora sinuosa de “lo imprevisible que nos trae la vida”..., ese paisaje en donde se desarrollan los textos de Miguel Donoso, metáfora espiral en la búsqueda incesante de su musa Gudrum en las aguas turbulentas de la memoria y es también G, la letra difunta de su amor, porque el amor es a la vez para el escritor, memoria y olvido.<br /><br /><strong>II<br />G, ESPIRAL INTERMINABLE<br /><br /></strong>“G espiral interminable”, forma dinámica y primigenia del embrión, del vegetal y el animal, del microcosmos del ADN o del macrocosmos de la Vía Láctea...Forma que adoraron los antepasados valdivios del poeta: el spóndilus sagrado, que simboliza a la creación.<br /><br />Para nuestras culturas de tradición, la vida natural, la vida cósmica y la vida social, estaban ligadas por una espiral que siempre permanece y regresa incesantemente y a la que los andinos llamaron pacha kutik: espacio-tiempo que vuelve y pone de cabeza al mundo y sus formalizaciones de la realidad, cada quinientos años...<br /><br />Y G también, es Guayaquil, la ciudad originaria de Miguel, la simbiosis de la G de Guayas y la K del tsafiki Kil, lenguaje del Ki o centro del mundo en la desembocadura y mestizaje de las tierras altas y bajas del Ecuador, en el húmedo útero del golfo de Guayaquil: simbiosis de las culturas andinas y costeras en el caudaloso delta del Nilo ecuatorial.<br /><br />G es también la octava letra del alfabeto, la nota musical inglesa y el número 8, el lambda griego y el infinito que no tiene principio ni fin y que en el texto de Donoso Pareja, representa a la memoria: ese paisaje utópico en donde “no hay amor sino amores y no hay dolor, sino dolores”.<br /><br /><strong>IV<br />“MEMORIA CONSTANCIA DEL OLVIDO”<br /></strong><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxlOngeCc5_I_7zyWFoz1IK-ZI5CTC7rXriA_hGYEmi0Q9hnB3FXZj7DGkDSVizZ6edi0uIsJzaY3IsM6BpusdPpETgC6ysvxbRqaKNS3R5QTvmcyX96mwZ9sZl0y4fsv1M_gkbQ/s1600-h/miguel+donoso+pareja.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5114162633908010546" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 281px; CURSOR: hand; HEIGHT: 281px" height="292" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxlOngeCc5_I_7zyWFoz1IK-ZI5CTC7rXriA_hGYEmi0Q9hnB3FXZj7DGkDSVizZ6edi0uIsJzaY3IsM6BpusdPpETgC6ysvxbRqaKNS3R5QTvmcyX96mwZ9sZl0y4fsv1M_gkbQ/s320/miguel+donoso+pareja.jpg" width="294" border="0" /></a><br />La memoria es la brújula del marinero que evoca en el presente-pasado, esa “certeza indescriptible del vacío/ memoria irreparable del olvido”, porque... “si G es memoria/ solo queda/ su vacío/ la /oscura sensación/ de recordar borrándonos/ sustituyéndonos por otro en el camino/ paladeando/ los olvidos sucesivos/ la invención/ que hicimos de nosotros”... así, “la memoria, como constancia del olvido”, es para Miguel el reino caleidoscópico en donde nunca puede reinar lo absoluto, siempre lo plural, lo imprevisible y caótico, lo diverso...<br /><br /><strong>V<br />EXILIO Y NOSTALGIA O<br />“LA EXISTENCIA DEL DECAPITADO”<br /></strong><br />En las noches de luna imaginaria en el país de la gran Tenochtitlán, el joven valdivio, ya convertido en Henry Black el marinero, -alter ego y personaje arquetípico de Donoso Pareja a lo largo de toda su obra-, reemprende la búsqueda de la mujer amada en el espacio espiral de la memoria; imágenes sonoras y sinestesias persiguen la silueta de Gudrum por todos los rincones de GEA. Donoso es el navegante que somos todos, en el imprevisible vaivén de la memoria, aunque la mayoría de nosotros a la deriva y<br />Sin conciencia poética de aquello: uno al otro inventándose/ en la angustia, miserable del <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUzy1IwcZlM47MaGJ8bkX005d-1UDISXYjtSFCOE_ZiE3Wc2tQusYukjvT3ovkF4rHqt5bck2n735e6mOig3engca6UAkhcgDOJ2waSVLxI83a_Am_-i66W7NFgS14LH7vwYYs4w/s1600-h/miguel+donoso+pareja.jpg"></a>desasosiego”<br /><br />Y en su viaje de circunnavegación Henry Black busca a la mujer y busca al eros como “centro abisal de todos los sentidos”, busca a Gudrum “atento a lo brutal de su esplendor/el lomo de la iguana/ el grumo de la esperma”. Porque “en la devoración del otro y la ansiedad de lo absoluto” en “la suave imbricación/ del dos” en “la erótica cumplida”, está también presente la búsqueda y travesía hacia nuestro puerto final, hacia “esa noche que no tiene despertar”... hacia ese gélido “instante del relámpago”.<br /><br /><strong>VI<br />SELECCIÓN POÉTICA Y TEXTO PLURAL<br /></strong><br />Este libro es como el mismo autor lo ha querido: un “texto plural con todas las entradas y ninguna”, abierto al mirar y admirar de sus páginas, quizás guiados por las olas del azar, a una “lectura y escritura simultáneas”, en donde la espiral de la memoria, de la mujer, de la erótica y de la muerte, desean fundirse en aquel templo de lo fértil femenino que porta Gudrum como su símbolo sacro: “el templo de su pubis / espóndilus sagrado”... “todo después de tí/después de siempre/amor invulnerable/presencia de luz de lo imposible".<br /><br />Henry Black o Miguel Donoso o los dos a la vez, solo hicieron un alto en su puerto valdivio para meditarlo, releerlo una y otra vez mirando a veces a la estrella polar y en otras a la cruz del sur y quisieron echarlo a bogar en el mar de la memoria como una botella de náufrago a nuestras orillas. Miguel sabe que para todo buen navegante de la escritura, al final de la travesía solo le queda su obra, esa “gélida sonoridad guerreando sobre el mar”... “en el lecho amortajado/ del oleaje”... allí donde “solo el silencio prevalece” y como su intuición poética nos advierte<br /><br /><em>“al desovillar la espiral nos daremos cuenta”<br /></em>que tan solo <em>“somos la constancia del vacío”.<br /></em><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;">*Escritor, miembro fundador del colectivo K-Oz; dirige los Talleres de Literatura de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.</span></strong></div>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-1872468837292041632007-09-14T15:56:00.000-07:002008-12-09T19:52:56.796-08:00“Mirando brotar de las orugas simples mariposas…”<strong>o, palabras necesarias para leer<br />AHI LOS VIDRIOS,<br />selección poética de Alfredo Pérez Bermúdez,<br />querido “perro ebrio” que hoy busca,<br />nuevos y solares senderos.<br /></strong><br />Diego Velasco Andrade*<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPi0E4VxMCrXPMf-Sj_Pbb25u404tVwQxkDnhsPCXLGHmUc-lKIgU8iFYQr1q5XS-8ouo2zqlDuIvASA3HCJcDnPThIVmFcG7dKNcIint_biUwdfY933rBf1OEk6n_KbzFpGwsTA/s1600-h/image086.png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5110198944625164610" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 261px; CURSOR: hand; HEIGHT: 258px" height="264" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPi0E4VxMCrXPMf-Sj_Pbb25u404tVwQxkDnhsPCXLGHmUc-lKIgU8iFYQr1q5XS-8ouo2zqlDuIvASA3HCJcDnPThIVmFcG7dKNcIint_biUwdfY933rBf1OEk6n_KbzFpGwsTA/s320/image086.png" width="267" border="0" /></a><br /><strong><em>AHÍ LOS VIDRIOS</em></strong>, selección poética 1982-1998 (K-Oz Editorial, 2007), comienza con unos pocos textos de su primer libro <strong>INICIALES</strong> (1982), cuyas hojas mimeografiadas fueron echadas a volar a manera de avioncitos poéticos entre los funámbulos artistas del tradicional barrio Las Casas, allá a finales de los 70, hoy descabezado por la autopista occidental; poemas compartidos entre amigos de la bebida, de la poesía maldita, de las barbas de Marx, de la ganga de Bob Marley y de la danza; por ello, no han sido reconstituidos por el autor, sino a través de húmedos papeles amarillos y débiles colillas de memoria:<br /><br />“Las horas transcurren/como pétalos transparentes e invencibles/ …Los nocturnos compañeros de la soledad rehusan a escapar de sus celda de / amapolas/…La música de la oscuridad/ lira moribunda”, dice el inexperto poeta y confiesa en voz alta su afán de integrarse a los cánticos de Rugama, Borges, Cardenal, Roque Dalton que llegan al país desde una convulsionada Centroamérica: “ en mi adentro/flotan campanas/que evocan con su boca de bronce/los embrujos de mi propio sonido de gigante”…/Bárbaras criaturas/ sobre mis bábicos tejidos/ La lenta lánguida médula/de una muértela tristela”…<br /><br />El ilusionado poeta de la juventud comunista, aprendiz de danza y admirador de las puertas neuróticas de Jim Morrison, tanto como de las frescas canciones de Patricio Mans y Alfredo Zitarroza, ensaya neologismos, danzando sobre las palabras, como queriendo jugar con los sonidos que le traen los vientos nuevos que llegan desde El Salvador y Nicaragua : “Sobre su cuerpo la música de todas las partes/…La dramática aventura de la palabrala”… ¿o quizás de la palabra la ?…<br /><br />***<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg174FS3m4oByerXuw25-NwvN7AoXt4WSowzJIbPoAROEMXFWJ96p6JkabBUk2OLdvwrYTT0shT-vqh6jVe2AaZMMns8Mg2QmvBIiSGNtDjRwX2W9s81YSd-zMHe7dOc6yjHVG27Q/s1600-h/image089.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5110199760668950866" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg174FS3m4oByerXuw25-NwvN7AoXt4WSowzJIbPoAROEMXFWJ96p6JkabBUk2OLdvwrYTT0shT-vqh6jVe2AaZMMns8Mg2QmvBIiSGNtDjRwX2W9s81YSd-zMHe7dOc6yjHVG27Q/s320/image089.jpg" border="0" /></a><br /><strong>PARA ENCANTAR ESTA MUERTE</strong>, (1992) inaugura la etapa de oficio y de conciencia poética -antes que política - de su autor, que se interpela sobre su misión preguntándose qué es un poeta ?...“un marica que escribe sobre la espuma/ o un soberbio que desprecia/ la leche toda de su mami/ tan buena protectora/ de quien concibe la virtud del vicio/ la manera de jugarse la ruleta rusa/ antes que le atraviese el plomo”…<br /><br />Han terminado los 80 y el poeta ha visto esfumarse a Marco Núñez Duque, Gustavo Garzón y a tantos otros… y sabe muy bien responder a pregunta tan poco solemne: ¿Qué es un poeta?/sino un helicóptero/ al que algunos imbéciles insecticidan”...En especial sabe que adentrarse en la literatura, es también internarse en un laberinto del que muchos ya no volverán ilesos:<br /><br />“De manera que he dado en el lugar/ exacto/ donde habían decidido/ mi última y definitiva muerte”…<br /><br />Pero también el poeta se indaga sobre la identidad, aquel animalito escurridizo que nos ronda y picotea desde la escuela, primero como un fantasma patriotero, heredero de los viejos himnos militares de generales y brigadieres de antiguas e imaginarias tiwintzas pero sobretodo como tabla de supervivencia, puesto que para saber a dónde ir, el poeta primero quisiera saber de dónde vino:<br /><br />“Antes de ser ecuatoriano/ fui concebido en la imaginación/ de una madre furtiva/ quizás era un tubo de ensayo/ por medio del cual/ debí ser un osado astronauta/ para traer los anillos de sourt a la tierra/ con los que permaneceríamos unidos/ toda la vida”¡ qué aburrida! la muerte también”<br /><br />Y quizás más allá del “poeta como héroe” o como víctima, Alfredo Pérez asume lo inútil del oficio y su fugacidad en una época antilírica, mercantil y nada heroica, cuando las viejas utopías han sido derrumbadas y la gran mayoría de ex poetas y revolucionarios de cafetín y ratitas de barco, buscan una nueva justificación para su cómoda existencia:<br /><br />“No hay razón para escribir/ estos injustos versos/ versados en la nada/ sólo sé que he mirado al cielo/ y apenas he alcanzado a tocar/ el timbre de tu casa/ Nadie ha contestado”…<br /><br />“Dirás porque me viste/ en la peor de las cantinas/ que soy un vulgar borracho que entre viejos alcohólicos/ y drogadictos/ estuve oliendo a demonios/ como si los demonios olieran a eso/ Comentarás el dato raro/ en el círculo de amigos tan bonitos/ de quienes ya me cansé”<br /><br />Entonces el poeta se hunde también en los vericuetos alucinados de la ensoñación de Castaneda, de las nuevas sicodelias y de la casi muerte: “El amor es mi adicción”, -dice- y nos describe sus pesadillas:<br /><br />“Hormigantes pisadas/ como pumas negros/ que en estampida de perturbación abandonaron las batallas/ botan tóxicos”… “desde un montículo de/ inservibles tarros/ una petrificada y oscura voz/ farfulla:/ bienaventurados los borrachos/ porque sólo ellos ven a Dios... dos veces”.<br /><br />CRUZADO y SIN CRUZ, crucificado en su gólgota urbano el poeta curioso y metropolitano del Quito noventero, otra vez sin sueños ni utopías “municipal y espeso” como lo describiera el decapitado de inicios del siglo XX pero ahora a fin de siglo; destrozando su espuria humanidad en miles de vidrios dispersos en las veredas del centro colonial, en la falaz gringolandia o en el serpenteante Guápulo, reducto de bohemios, poetas, músicos, aprendices de shamanes, “bridgeros”, peyoteros mexicas y charlatanes de toda laya, de ahí que podamos comprender el sentido polisémico de titular su selección poética: AHÍ LOS VIDRIOS:<br /><br />“AÑICOS<br /><br />Hay que estar/ alucinado/ para ver un poema/ en un conductor de moto/ a alta velocidad estrellándose/ contra un muro”...“Fui cayendo como una hormiga/ en un océano de aire/ o más bien dicho/ de compuestos químicos…<br /><br />Fue toda una experiencia/ Quisiera detallarte en lo más mínimo/ pero estoy algo confuso/ porque bruscamente desperté / con tu peluca en los brazos”…<br /><br />Quizás por ello la conciencia vital del poeta actual que conocemos, sea el reconocer en su pasado haber tocado el límite, haber chocado contra el muro de la propia lógica social, de su propia conciencia de supervivencia;<br /><br />“Que cómo estoy?/ ya verán/ aquí/ hipotecando el cuerpo/ vendiendo mi alma al diablo/ saciando la sed de todas luces/ caminando las plazas del teatro/ día y noche/ rescatando huérfanas/ metáforas/ alumbrándome/ desde hace siglos con la bronca de dios”.<br /><br />***<br /><br />En <strong>PERRO EBRIO</strong> (1998), el poeta se transforma en can, habla con boca de espuma, es un perro de filudos caninos, que deambula sin norte por calles, plazas y avenidas; mas no el miedoso "perro de rico" y de pedigrí; es el mismísimo poeta urbano, que buscando un hueso o un pan en el asfalto se pregunta: “¿de qué sabor será ese dinosaurio?”<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNn8czKZZwtGwrRGopbO93dwss2ucsnITRkTSDvnztVuNyGPLe7HYlqcrNOWnR1Gqk2BO-cnFREgXyT510xY5L72vQSRTSTUXjrIOjt05MGJN6Ofct7iCxy_cb8gJARNVJkY7V3Q/s1600-h/slide0002_image006.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5110200069906596194" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNn8czKZZwtGwrRGopbO93dwss2ucsnITRkTSDvnztVuNyGPLe7HYlqcrNOWnR1Gqk2BO-cnFREgXyT510xY5L72vQSRTSTUXjrIOjt05MGJN6Ofct7iCxy_cb8gJARNVJkY7V3Q/s320/slide0002_image006.jpg" border="0" /></a><br />Es el perro emputado y emputecido, perro cínico, perro asesino en potencia, el que somos todos (y “todas” diría alguien con conciencia de género) cuando nos vemos cotidianos y sin maquillaje. Es el perro poeta borracho que asalta versos y esquinas robando a los sátiros, se mete en lupanares y hace el amor con deliciosas perras nocturnas. Es el mismo perro poético de Jacques Prevert en "le chien á la mandoline", o el mismísimo “perro tocando la lira” del Euler Granda tzántzico.<br /><br />Y no nos asusta este perro borracho, porque sea como nos dice el mismo autor: un "fantasma exquisito complicándolo todo", nos asusta por sus ladridos, por sus mordidas en el ojo bizco de nuestra moderna hipocresía y, peor aún, porque no parece tener ningún interés en ser reconocido por La Realísima Academia Ecuatoriana de la Lengua, peor aún por La Sociedad Protectora de Animales.<br /><br />En continuidad con su poesía fabricada en los 70 y 80, aquella de escepticismo social, de crítica mordaz, sarcástica y sin utopías, el poeta de los noventa ahora se limita a sintonizar con su olfato el basurero que olemos a diario, y aunque pareciera desinteresarse de lo que va más allá de su pelaje, en su canina poética subsiste la crítica social no como una evasión, ni tan siquiera como un alegato, ni como una búsqueda erótica, espiritual o existencial ( otras vertientes en la poesía ecuatoriana de fin de siglo XX) sino más bien como un solitario aullido a la luna, como un ladrido sin eco en los muros de la noche...<br /><br />En estos textos el perro hablante asume la primera persona,- que no corresponde al poeta-, sino al yo perro ebrio y voz poética que nace, crece y desencarna, en un mundo donde no hay resurrección a la vista, ni futuro, ni salida posible, pero siempre habrá algo inconcluso moviéndonos la cola. Sucede que el poeta perro ebrio, ya no se atreve a ser anunciador de paraísos sociales y democracias al uso y abuso y, con su olfato de diez leguas a la redonda, es el único que se resiste a llevar escafandra, ante la corrupta pestilencia que paulatinamente nos invade:<br /><br />" abro mi ventana/ para que el viento de la nuit/ refresque mi comunista y sufrida cabeza" , nos dice y se muestra convencido de que " amar es como matar a una mujer", el poeta ebrio, perro maldito, salteador insomne de “fast foods”, paria incomprendido, deambula lunático entre gays, discotecas, boutiques y otros perros decentes ladrando :<br /><br />"...ah! estás intrépidas gentes químicas/ no comprenden el perfume/ ni el agua"…todo aquello mientras, un “dios vocifera en los televisores…es un caníbal/ que atiza el fuego en los lupanares".<br />Entonces, el poeta perro se desata de collares y arriba a su madurez poética y "libre como un paria", con " la cara magullada de tanto limpiarse y parecer decente", solo le queda la angustia terrestre, tirarse de los pelos y auto-expulsarse del paraíso, para luego despellejarse, porque en el futuro ya no hay esperanza...<br /><br />En derredor de perro ebrio "tornan devotas víboras/ a depositar sus huevos en las bocas", y granizan ángeles prófugos como una "llovizna en la oscuridad”; son ángeles caídos a las alcantarillas desde el limbo de la modernidad global, aquellos seres que no quieren permanecer sin Dios, eternos y perfectos, que mueren por bajar a la tierra a divertirse un poco: "Señor no quiero que te caigas y me dejes solo/ aquí/ arriba señor/ en esta ciénega azul...”<br /><br />Porque el poeta perro, aunque ebrio, al igual que los niños y los locos, aún intuye las nociones del bien y del mal, pero a diferencia del autonombrado "poeta social" de otras épocas, no busca, ni propone ningún Edén, ninguna pócima milagrosa para cuando llegue el 2007...<br /><br />"Asumo el viento que se cuela por mis muchas narices” ...nos dice el poeta can, a quien no le corresponde dar sermones, ni rezar cuatro avemarías a la virgen de las lajas; solo le cabe golpear, aullar, rasguñar, tañer las campanas del basurero, hociquear rabioso aullando a la luna, a ese satélite luminoso que es pista de alunizaje para otros ángeles tan prófugos del paraíso y tan cuadrúpedos como él.<br /><br />Y el perro neurótico que vagabundea sarnoso y tan campante y que a muchos apesta, quisiera lanzarse a las ruedas del trole quiteño, dedicándonos su último estertor y estirar la pata: ..." yo jean boxer siento la necesidad del infinito: acaricio con dulzura esta arma plateada que no puedo” ... "desgarbado e incongruente/ me debato entre las aspas de la modorra/ tengo un incurable alucinógeno en cada pestaña”..."yo no tengo diez dedos en cada brazo con los que pueda suicidarme”...."hurgo el puñal ajeno que el creador ha puesto entre mis manos mientras la humanidad/ gastronómicamente enferma vocifera/ viva la infamia/ viva el delito/ abajo el amor del cerdo/ y que me lo sirvan como un tomate”.<br /><br />El perro-poeta crucificado en la encrucijada de siglo, el perro peatonal atrapado por el consumismo y ya no por el dinosaurio comunismo; el poeta-perro sin veterinario al alcance, se interpela, se cuestiona, se “problematiza”, en aquella realidad pretendidamente "sobria", globalizante e inhumana en donde asiste “al fin de la Historia”:<br /><br />"No quiero ser analizado/ No soy una taza de café/ No estoy impreso en una camiseta"…"me brotan mariposas de las axilas/ me zumba un moscardón/ en el hueco de la cabeza ... / incrédulo me palpo el rostro "..." soy un sobreviviente de Auswitchz / tengo pezuñas de cerdo”<br /><br />Espeluznante, se interroga sobre el sentido de la existencia en medio de los estragos de su propia borrachera y como cualquier perro solitario, sabe que puede terminar atropellado o envenenado en cualquier esquina:<br /><br />…"¿y si me sucediera esta noche para siempre la felicidad ?...", entonces el perro poeta se lame la herida y se alienta a sí mismo, y aunque solitario, huérfano y desarraigado, aún indaga por su padre y por su madre, es decir por algún hogar y, escarbando su último hueso entre los escombros, recurre a la hamaca de su abuela para mirar “brotar de las orugas simples mariposas”; así, reconociéndose como un ser perruno, vivo y vulnerable buscará otra vez nuevas infancias :<br /><br />"Tengo miedo padre/ de no haber nacido aún/ del vientre de tu esposa: mas/ hoy que cumplo 33 años/ en la caparazón de mis cobijas/ me masturbo y lloro..."<br /><br />***<br /><br />En el último libro de esta selección <strong>AHÍ LOS VIDRIOS</strong> (2007), que confiere precisamente el título general al volumen, la ciudad con su universo multidiverso aparece como el ruidoso escenario en el deambular del poeta, que se despide de una etapa subjetiva de su vida y de su creación:<br /><br />“La ciudad es una opera espontánea, disléxica, anacrónica, dirigida por el diablo que agita la batuta de su cola… ríe y goza haciéndonos cómplices de sus partituras” , el poeta se abre ahora al gentío y a la gente que “es una fiesta en algarabía contaminada de polución y nervios”; todo esto ocurre en una época antilírica y antiheroica para el hombre, para el mundo y también para la literatura, cuando “La historia ha depositado sus infelices huevos en las piedras sempiternas de la urbe que tiene la firma arquitectónica del analecta”...<br /><br />Es fin de siglo, en aquella infeliz y numerosa ciudad perdida de sí misma, donde el poeta y la voz poética, el observador–creador, el loco-lúcido y desorientado vate, deambulan simultáneos y paranoicos… “sin saber/ a qué lado del escenario he estado”, en donde la muchedumbre sin lumbre, es la actriz colectiva del libro abierto de la ciudad, esa selva inhóspita de neón y grisáceo cemento que el poeta registra de manera insólita :“La muchedumbre atraviesa los escenarios como un gran renacuajo saltando en sus monumentales cuatro patas”…<br /><br />Y en medio de aquella ciudad postmoderna es ahora el tiempo, el nuevo dios impenitente e insufrible, que se desploma como sol canicular sobre seres de “carne y piedra”; es el tiempo sucesión de sonidos y de horas, sucesión de luces y de palabras, babel de tiempos gramaticales que el poeta escucha a la diestra y siniestra del padre: “siempre en ese maldito tiempo gramatical, bajo la misma inflexión en que la gente vive anegada en el mar imperceptible y sin embargo macroscópico del vulgar lenguaje”…“Pero el reloj sigue su implacable marcha, en su horario y en este espacio fundido en el dintel del tiempo”…“sólo caben pretéritos o futuros imperfectos”...<br /><br />Y es el tiempo urgente, la sola divinidad del tiempo es oro y ahora dólar, deshaciéndose fugaz en pedazos de hierro y serpientes de lata que desfogan vapores de un fétido incienso, lugar intemporal donde “El trole se detiene. Como un grosero gusano abre sus pestañas y excreta una masa lóbrega que cae a la estación y se dispersa. Inmediatamente se enlata engullendo toda vestimenta”…<br /><br />Y es también allí la soledad, la única compañera omnipresente del poeta en su serpenteante y larga travesía urbana:<br /><br />“Yo soy la carne devorada que anda sobre<br />/los pies de la soledad<br />como un hombre con el semblante<br />/elevado y radiante<br />sobre la tierra”.<br />…………………<br />“La soledad cabe en el ojal de la aguja del<br />/universo<br />con la que está clavada la mariposa<br />cuyo aletear produce la tormenta que hoy se desata en mi corazón<br />mientras las serpientes se sirven<br />de la leche de mis senos<br />para alimentar a los orfeos que crecen en<br />/sus vientres.”<br /><br />Sí, la ciudad contemporánea parece tragarnos, echar fuegos contaminados y al fin va a terminar tragando también al poeta terrestre y meditabundo que ya no puede echar vuelo como antes, pues ha perdido como las aves domésticas, su capacidad de volar, solo: “Los jilgueros urbanos y las palomas realizan sus últimos vuelos, son aviones que a esa hora aterrizan en sus aeropuertos, dejando libre el espacio al enorme pájaro de la noche.”<br /><br />Sin embargo, hay otros seres e insectos, otras aves y gentes, que echan vuelo y se evaden de otras formas en la oscuridad: “Oh misteriosos voltios que brillan/ en el rimmel oscuro de la ciudad/ luciérnagas que embellecen el cementerio/ de los edificios en este agosto a media noche”… “Algo en las tinieblas se mueve por dentro:/es la carne de los niños drogadictos que/ brillan con luz propia/ y me ciegan de blancura/ aún cubiertos con cartones y periódicos.”<br /><br />En medio de aquel paisaje lóbrego, el poeta es solo instrumentista de un solo de soledad, un solitario más entre la gente, tocando su solo de saxo, sin eco ni respuesta posible, sin ningún toquecito en la espalda de todos aquellos innumerables otros seres que circulan vertiginosos a su lado:<br /><br />“Paso a paso, en su mediocre ebriedad, el poeta ignorado se pierde en el sendero conocido; la noche con su frío aliento le zumba en los oídos, lo besa”...pues “A estas gentes químicas un pepino que les importa mi búsqueda. ¿Qué diría si alguien me preguntara? acaso que todo es alusión, seña secreta; que en esta ciudad de los ecos todo nos hace signos y todo se calla y se oculta.”<br /><br />En el CANTAR DEL REY CENIZA, uno de los más bellos textos de todo el libro, el poeta parece vencido frente al mundo lluvioso, nada sensible e inclemente que lo rodea, parece fabricar su propio epitafio de vocales y escribir no con pluma fuente, sí con garfios de hielo, su ansiado testamento:<br /><br />“Era yo un caballo bajo las patas de la lluvia/ que desbocada tiraba de mis crines/ barranco a barranco/ Sin que nadie lo supiera mi relincho atravesó el asfalto/ y en cada casco me herían con sus ojos los tristes…La proyección urbana de lo oscuro/ me había lanzado en dirección opuesta/ a los radares/ y me hallé solo/ esperando el regreso de mi sombra/ para que me circundara el pie/ hasta alcanzar mis ojos/ en cuyo iris habíase embadurnado la luz/ y la melancólica leche de los dioses”…<br /><br />El fin de una etapa suicida y asesina en la poética de Alfredo Pérez Bermúdez se aproxima y el poeta, cavando en su propio camposanto (que más tiene de campo maldito), anticipará su rechazo al irremediable tanatos:<br /><br />“Ángeles zarrapastrosos/en su verde oliva/ arrastrando sus atuendos infantiles/ Entran/ en mi cámara mortuoria/ como Pedro a su casa/ Me levanto, los conjuro/ y escupo.” Porque el poeta no parece tener ganas de despedirse pronto hacia otras dunas solitarias, ni cree en profetas, ni en dioses ambientales que van a llegar a salvarnos:<br /><br />“El hueco de ozono es el vacío/ por donde se va/ a las catacumbas/ abdominales del creador” y mientras: “Los peces del diluvio caen/ sobre las cabezas de los transeúntes”... “Soy la única bestia humana/ que se deleita poniendo el corazón al/ fuego y baila en su sepulcro/ mientras llueve/.../ Uno de los animales ha de embarcarme hacia/ el crepúsculo para el naufragio y ya en él/ me arrojará/ mis muertos definitivos.” <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRVKusAjhFInoQMMesAPi-7fRReEqMD32GVun66KMaoD6v9bciI00_RaQpav1Mx_ZLymivYPzYzuWlmwhyphenhyphenFOniMh2StRMXyPOU5GBtN9u3K7UzThxCdb_VSAGYPEkYEWSexmlDAQ/s1600-h/image120.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5110200413503979890" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRVKusAjhFInoQMMesAPi-7fRReEqMD32GVun66KMaoD6v9bciI00_RaQpav1Mx_ZLymivYPzYzuWlmwhyphenhyphenFOniMh2StRMXyPOU5GBtN9u3K7UzThxCdb_VSAGYPEkYEWSexmlDAQ/s320/image120.jpg" border="0" /></a><br /><br />Pero se advierte al final de esta estadía poética en el infierno como hubiese soñado Rimbaud, que el poeta anuncia, otro tiempo esperanzador; la llegada de su hija Camila Anahí y el arribo también de serafines que le anuncian otros posibles cielos y de otros territorios celestes que lo harán devenir padre; el tiempo luminoso de los serafines, que a manera de información a los escépticos, aún existen y que con palabras del poeta dejamos constancia.<br /><br />“<strong>LOS SERAFINES</strong><br /><br /><em><strong><span style="font-size:85%;">a Camila Anahí</span></strong></em><br /><br />El fin de semana hay niños que juegan<br />construyendo castillos de barro<br />con el cielo de la tierra<br />o trepando al único árbol del patio<br />a tumbar limones<br />o correr los pollos que tan tiernos compró<br />/madre<br />para que no se desplome la columna de la<br />/casa<br />o lo que es lo mismo que padre se<br />/recupere de la trombosis<br />viendo revolotear<br />los pajaritos de tres generaciones<br /><br />- Hazme caballito papi...<br />dice la de dos años<br />y trepándose al lomo<br />me desprende la corona de espinas<br />para que por toda la casa la corretee<br />hasta que me rompa la dorsal<br />y aun así me pide que no pare y la<br />/complazco<br />porque extenuados nos desbocamos<br />con ternura de ángeles sudados-<br /><br />En mi casa hay niños que despliegan alas<br />y se confunden con serafines<br />que abuela decía existen<br />y en verdad<br />existen”.<br /><br />Así, el asombro infantil, la vida y la ternura, podrán dar a luz en el poeta a un nuevo serafín que sobreviva en medio de tanto escombro, el tiempo ha pasado vertiginoso y cuando el siglo XXI ha comenzado a disolver las hojas de sus primeros años el poeta reflexiona: “Cuando las palabras se me ofrecieron/ como en una tinaja/ llena de frutas de oro/ envejecí/ como un niño prematuro”.<br /><br />Iniciará entonces la búsqueda de un nuevo cielo posible y en medio de la perdida y otra vez recobrada poesía, buscará renacer de las cenizas de fin de siglo y de sus ebrios y de sus dementes actores milenaristas; habrá que esperar mucho más de Pérez Bermúdez y en especial, una vital e incesante búsqueda de nuevos senderos que le hagan desembocar en las nuevas y luminosas poéticas del libro que el autor no ha querido aquí incluir, pero que tenemos la fortuna de conocer “Bajo el umbral de la mariposa”.<br /><br />“Nosotros/ que vaciamos el vino/ terminamos bebiéndonos la sangre”-sentencia para la generación de fin de siglo Pérez Bermúdez -casi al terminar AHÍ LOS VIDRIOS-; sin embargo agregaríamos, siempre esperanzados en el oráculo de sus propias palabras:<br /><br />“En mi corazón arde el verano<br />Un verano de altura y de águilas.”<br /><br /><br />Julio 1998 / agosto 2007<br />*<strong><em><span style="font-size:85%;">Escritor, diector de los talleres de literatura de la CCE</span></em></strong>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com24tag:blogger.com,1999:blog-31569192.post-46070414962421898372007-09-13T14:17:00.000-07:002008-12-09T19:52:56.966-08:00POESÍA ECUATORIANA DE LOS OCHENTA<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiq4_3FDJRr9zKa4TpBB6mLgVGKlFPifqqfaJ7uOh3MSCSFQRDw0UEbIXZh2_uHrAzpJ9YKzcW8jy-JCGGIfWc9PlkBn1DTWzIq-BgPpoiWA3r2PkV7EA9HYBm53haea2YRZQONWw/s1600-h/image146.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5109806801226137906" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiq4_3FDJRr9zKa4TpBB6mLgVGKlFPifqqfaJ7uOh3MSCSFQRDw0UEbIXZh2_uHrAzpJ9YKzcW8jy-JCGGIfWc9PlkBn1DTWzIq-BgPpoiWA3r2PkV7EA9HYBm53haea2YRZQONWw/s320/image146.jpg" border="0" /></a><br /><div><strong>Fernando Nieto Cadena</strong></div><br /><div></div><br /><div><em><strong><span style="font-size:85%;">a Miguel Donoso Pareja, ya se leerá por qué.</span></strong></em><br /><br />Desde mi primera lectura del Bestiario de Julio Cortázar, comprendí que todo escritor debe cultivar, mantener y atesorar su propio bestiario personal (valga el pleonasmo). El título de la antología (10/80) me parece sugerente y me conduce a los eriales de la nostalgia. Recuerdo que en el único número de Puño y Letra que logró publicar Carlos Calderón Chico (entonces el chico Calderón), en la entrevista que me hizo al preguntarme si era parricida Sicoseo le contesté que no, que pretendíamos ser raticidas para liberar de las ratas que carcomían a la literatura ecuatoriana (palabras más o menos literales porque la memoria siempre mejora los recuerdos).<br /><br />Tal vez por eso me entusiasma escribir sobre esta antología que bien pudo ser de once poetas por aquello de establecer la alineación futbolera ideal de la poesía ecuatoriana surgida en los ochenta aunque se hubiera perdido el juego iconoclasta que se agazapa como 10/80. Creo que está bien así. </div><div><br />Son diez. Por supuesto no creo que son los únicos diez que podrían enlistarse pero responden los diez antologados a lo que sus antologadores prefiguraron para mostrar lo que nuestra poesía fue capaz en esos años y en los actuales. La antología me permite, además, reconocerme como uno más entre ellos aunque aparentemente estoy en otro casillero. Lo del reconocerme aquí debe ser porque los acuartelamientos generacionales siempre me han parecido sospechosos y mecanicistas por lo miméticos que solemos (sabemos, supongo se sigue diciendo por allá) ser a la hora de embestir y vestirnos con las modas al calce de la crítica moderna.<br /><br />A la mayoría de los antologados los he leído aunque sea parcialmente antes de esta mañana frente al río Grijalva en Tabasco. A unos pocos los conozco personalmente. Y a unos cuantos los estoy conociendo en sus textos. Sin embargo tengo la impresión que a todos ya los conozco. Sucede que algunos -los de entonces- seguimos siendo casi los mismos. Por eso al leerlos estoy aprendiendo un poco más de un país o una ciudad que alguna vez fueron nuestros y míos y ya no existen.<br /><br />Pero no se trata de refocilarme en la saudade en pro de aquel tiempo pasado que para mí, como todo tiempo pasado, siempre fue peor. Al fin y al cabo el mejor tiempo que tenemos es el presente por el simple hecho de saber que estamos vivos. Perogrullidades aparte, la lectura de 10/80 me reconforta porque despeja unos cuantos prejuicios que -al calor epistolar de unos amigos- me estaban creciendo la idea de que la poesía ecuatoriana a partir de los noventa cruzaba los arenales de la inanidad con el regocijo de uno que otro avestruz que se niega a mirar lo que en realidad estaba/está pasando. Por fortuna Fernando Itúrburu y la editorial K-OZ me volvieron a otra grata realidad. Fernando es doblemente responsable porque me puso en contacto con la gente de Buseta de Papel y con la gente k-óztica. Como era de esperarse la mayoría son de Quito y Guayaquil. Pero también aparecen de otras ciudades lo que me permite comprobar que los años no pasan en vano. Lo importante es que se trata de diez poetas que con sus muy personales voces líricas ofrecen en calidoscopio un panorama satisfactorio de la producción poética ecuatoriana surgida en los ochenta. Mantienen su vitalidad creativa con la misma intensidad (más diestros en el manejo del lenguaje y equipados con herramientas teóricas más sólidas por supuesto) con que llegaron a este oficio de apesadumbrados contrastes y paradojas, rumbeando desde y entre la confusión ideológica-estética hasta la lucidez sin falsas modestias ni almidonadas vanidades.<br /><br />Estos diez poetas son una feliz imagen de ese espejo trizado que debe ser -pienso, sueño- la poética de una región, un país o un continente. La multiplicidad estilística va de la mano con las propuestas coincidentes desde sus muy particulares miradas que escrutan y excavan las múltiples realidades de una cotidianidad no siempre resignada a ser chivo expiatorio de las indagaciones y experimentaciones del discurso poético, en apariencia cada vez más imbricado como bricolage lingüístico. Por aquí puede desmadejarse la piolita que permite llevar el trompo en la uña para ejercer una diestra habilidad para sumirse en la magma del lenguaje y no fracasar en el intento.<br />Esto significa que nuestra poesía, la ecuatoriana, ha dado un paso más hacia quién sabe dónde, eso no importa, porque mantiene un rejuvenecimiento y una revitalización que construye puentes comunicativos entre las pasadas poéticas y las que se avecinan. Dogma del docto doctor Perogrullo, sin la poesía de los ochenta (que extiende lo generacional hacia los noventa, mediados de los noventa por lo menos) no podrían haberse dado propuestas tan significativas como la del grupo Buseta de Papel, por ejemplo ni se explicarían los vasos comunicantes de algunos grupos actuales con Sicoseo, La Bufanda del Sol y los Tzántzicos, grupos por otra parte sobredimensionados con fervor legendario en trance de mitificación narcisista.<br /><br />Todo esto para saludar a los diez de los ochenta que se muestran como ellos quisieron, con textos donde se ven y se reflejan y quieren ser vistos. La gama de propuestas es intensa y diversa. Cada uno jala para su propia costilla. Los unifica acaso el desparpajo para decir las cosas como las perciben, sienten y exteriorizan. Si bien se unifican en la intención de socavar los cimientos de un lenguaje siempre pacato y recatado en nuestras muy occidentalmente cristianas fontanas, cada quien se mueve por su propia sombrita descomponiendo y al mismo reconstruyendo un mundo particular que sirve como retrato hablado de quienes se lanzaron contra viento y marea a descubrir su cosmos poético por la única vía posible, la entrega absoluta a la exploración y experimentación del lenguaje a partir del descreimiento del oficio poético como ejercicio de videntes traslucidos y trasnochados y, deudas son deudas, del descrédito de la realidad que avizorara don Pablo Palacio.<br /><br />Pienso no fallar si apunto que los diez han pasado por la experiencia del taller, la mayoría -además- por un taller coordinado por Miguel Donoso Pareja, lo que de por sí ya es una cierta garantía de que lo bien aprendido ya no se olvida nunca. Esto para señalar que esta muestra sirve para desvalorizar la conseja de ancianos precoces que niegan las virtudes -con todos y sus a veces graves defectos- de los talleres a los que lo menos que les acusan es de ser fábricas de escritores y en el peor de los casos de laboratorio de clonación de escritores a imagen y semejanza del coordinador de turno. Cada quien se quita las muelas antes de que les duela según sus propias limitaciones y egoísmos.<br /><br />No sé si sea a la vez de exagerado aventurado decir que esta antología es testimonio, homenaje y reconocimiento de la bondad de los talleres literarios. Por supuesto no es la única manera para llegar a ser escritor pero es un buen espacio para ganar tiempo y superar con el apoyo de otros lo que llevaría el doble o triple de tiempo en el crecimiento como escritores. Aquí, en estos diez poetas que no se presentan como dos puños, se confirma que lo mejor que le pudo pasar a la poesía ecuatoriana en los últimos veinticinco años fue contar con la presencia de Miguel Donoso Pareja al frente de varios talleres, reproduciendo lo que ya hizo en México.<br /><br />Por el momento, es cuanto puedo decir. Las fichas que acompañan los textos de los 10/80 resumen mejor lo que yo podría decir -circunstancialmente- y lo que podría opinar de cada uno de ellos. Lo que sí puedo adelantar es la alegría y satisfacción de haber leído esta antología que me permite restaurar mi confianza que, aunque no lo haya dicho nunca el viejo Quijote, si los perros ladran es<br />porque la joven/nueva poesía ecuatoriana tiene aún mucho que ofrecernos y sorprendernos. Como siempre, el camarada futuro -perdón por la nostalgia- tendrá la última palabra.<br /><br />Villahermosa, Tabasco, México,diciembre 2006.</div>Pablo Yépez Maldonadohttp://www.blogger.com/profile/00313851592519122522noreply@blogger.com0