martes, septiembre 25, 2007

"LA MEMORIA CONSTANCIA DEL OLVIDO"

Comentario a la selección poética de MIGUEL DONOSO PAREJA
Libro de K-Oz

Por Diego Velasco Andrade*

“toda invención es real
solo si hay alguien
que la sueñe”
M.D.P


Es el mar, es el incesante bambolear de las olas fluyendo en su rítmica espiral de azares...es siempre el mar, el rítmico paisaje donde se perfila con nitidez la obra poética de Donoso Pareja. Y es también el mar, la metáfora sinuosa de “lo imprevisible” en donde se desarrolla la búsqueda de su inalcanzable musa Gudrum, perdida en las turbulentas aguas del amor, pues el amor como el mar, es solo constancia de la memoria y del olvido...

I
PAISAJE MARINO CON NIÑO JUGANDO JUNTO AL MUELLE



Años 30: un niño juega en primerísimo primer plano en el muelle de Puerto Rico, puerto petrolero junto a La Libertad, antiguo territorio valdivia: escenario azul de la infancia de Miguel Donoso Pareja. El azul del mar como telón de fondo, es un cuadro de Magritte, humedecido por el incesante ir y venir de las olas, con su rítmica espiral de azares...

Y es en el mar, la metáfora sinuosa de “lo imprevisible que nos trae la vida”..., ese paisaje en donde se desarrollan los textos de Miguel Donoso, metáfora espiral en la búsqueda incesante de su musa Gudrum en las aguas turbulentas de la memoria y es también G, la letra difunta de su amor, porque el amor es a la vez para el escritor, memoria y olvido.

II
G, ESPIRAL INTERMINABLE

“G espiral interminable”, forma dinámica y primigenia del embrión, del vegetal y el animal, del microcosmos del ADN o del macrocosmos de la Vía Láctea...Forma que adoraron los antepasados valdivios del poeta: el spóndilus sagrado, que simboliza a la creación.

Para nuestras culturas de tradición, la vida natural, la vida cósmica y la vida social, estaban ligadas por una espiral que siempre permanece y regresa incesantemente y a la que los andinos llamaron pacha kutik: espacio-tiempo que vuelve y pone de cabeza al mundo y sus formalizaciones de la realidad, cada quinientos años...

Y G también, es Guayaquil, la ciudad originaria de Miguel, la simbiosis de la G de Guayas y la K del tsafiki Kil, lenguaje del Ki o centro del mundo en la desembocadura y mestizaje de las tierras altas y bajas del Ecuador, en el húmedo útero del golfo de Guayaquil: simbiosis de las culturas andinas y costeras en el caudaloso delta del Nilo ecuatorial.

G es también la octava letra del alfabeto, la nota musical inglesa y el número 8, el lambda griego y el infinito que no tiene principio ni fin y que en el texto de Donoso Pareja, representa a la memoria: ese paisaje utópico en donde “no hay amor sino amores y no hay dolor, sino dolores”.

IV
“MEMORIA CONSTANCIA DEL OLVIDO”

La memoria es la brújula del marinero que evoca en el presente-pasado, esa “certeza indescriptible del vacío/ memoria irreparable del olvido”, porque... “si G es memoria/ solo queda/ su vacío/ la /oscura sensación/ de recordar borrándonos/ sustituyéndonos por otro en el camino/ paladeando/ los olvidos sucesivos/ la invención/ que hicimos de nosotros”... así, “la memoria, como constancia del olvido”, es para Miguel el reino caleidoscópico en donde nunca puede reinar lo absoluto, siempre lo plural, lo imprevisible y caótico, lo diverso...

V
EXILIO Y NOSTALGIA O
“LA EXISTENCIA DEL DECAPITADO”

En las noches de luna imaginaria en el país de la gran Tenochtitlán, el joven valdivio, ya convertido en Henry Black el marinero, -alter ego y personaje arquetípico de Donoso Pareja a lo largo de toda su obra-, reemprende la búsqueda de la mujer amada en el espacio espiral de la memoria; imágenes sonoras y sinestesias persiguen la silueta de Gudrum por todos los rincones de GEA. Donoso es el navegante que somos todos, en el imprevisible vaivén de la memoria, aunque la mayoría de nosotros a la deriva y
Sin conciencia poética de aquello: uno al otro inventándose/ en la angustia, miserable del desasosiego”

Y en su viaje de circunnavegación Henry Black busca a la mujer y busca al eros como “centro abisal de todos los sentidos”, busca a Gudrum “atento a lo brutal de su esplendor/el lomo de la iguana/ el grumo de la esperma”. Porque “en la devoración del otro y la ansiedad de lo absoluto” en “la suave imbricación/ del dos” en “la erótica cumplida”, está también presente la búsqueda y travesía hacia nuestro puerto final, hacia “esa noche que no tiene despertar”... hacia ese gélido “instante del relámpago”.

VI
SELECCIÓN POÉTICA Y TEXTO PLURAL

Este libro es como el mismo autor lo ha querido: un “texto plural con todas las entradas y ninguna”, abierto al mirar y admirar de sus páginas, quizás guiados por las olas del azar, a una “lectura y escritura simultáneas”, en donde la espiral de la memoria, de la mujer, de la erótica y de la muerte, desean fundirse en aquel templo de lo fértil femenino que porta Gudrum como su símbolo sacro: “el templo de su pubis / espóndilus sagrado”... “todo después de tí/después de siempre/amor invulnerable/presencia de luz de lo imposible".

Henry Black o Miguel Donoso o los dos a la vez, solo hicieron un alto en su puerto valdivio para meditarlo, releerlo una y otra vez mirando a veces a la estrella polar y en otras a la cruz del sur y quisieron echarlo a bogar en el mar de la memoria como una botella de náufrago a nuestras orillas. Miguel sabe que para todo buen navegante de la escritura, al final de la travesía solo le queda su obra, esa “gélida sonoridad guerreando sobre el mar”... “en el lecho amortajado/ del oleaje”... allí donde “solo el silencio prevalece” y como su intuición poética nos advierte

“al desovillar la espiral nos daremos cuenta”
que tan solo “somos la constancia del vacío”.


*Escritor, miembro fundador del colectivo K-Oz; dirige los Talleres de Literatura de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

No hay comentarios.: