El tren se escapa
mientras el sol cae a plomo
sobre el sonido de los graffittis
el deseo late debajo de los adoquines
nadie ha colocado aún el epitafio final
a pesar del olor a gas y a los claveles
que escaparon al cerco del autoritarismo
a la muerte gélida del individuo
o al asalto en Higuerillas
(el humo del cigarrillo
el constante acceso de tos
y sus ojos apuntando fijos a la vida)
revolución escrita en hojas de napalm
aliento que recorre la columna
dorsal de Tlatelolco
y cae en la universidad Libre de Berlín
pero el tiempo es su peor aliado
basta
para que el único rey negro
caiga debajo de las barras y estrellas
y los jóvenes revoltosos de la época
se vistan de burócratas
tranquilo De Gaulle
que conoce los caprichos de la historia
fuma mientras el gran oso de la tundra
calcula su deseo
y se evade del mejor orgasmo de la humanidad.
Desembarco en pleno help de los de Liverpool
manos tinturando el cielo
manos transitando de la marihuana al LSD
para desabrochar el cerebro
tantas veces
pero tantas veces como fuere posible
para volar al son de Woodstock
y sus 1400 megatones de potencia
Debajo de los adoquines está la playa
debajo del tiempo la magia
y la desazón
porque todos llegaremos a viejos
todos colgaremos nuestros huesos
en la cremallera de Janis Joplin
o en el largo cuello eléctrico de Jimi Hendrix
La revolución en contra de los bibliógrafos
Nanterre pirómana relee a Marx
desde la ternura de Rimbaud
y
ante la urgencia del amor
las plazas se transfiguran en tálamos colectivos
las aulas son piezas del rompecabezas erótico
el amor sale a proclamar su derecho a existir
libre
fuera de los muros convencionales
haz el amor
haz el amor
siempre que puedas haz el amor
siempre que te permitan los años haz el amor
siempre que tengas oportunidad haz el amor y nunca
nunca renuncies al sonido crepitante del orgasmo
Checoslovaquia (gran pasión para la levedad del no ser)
y su primavera
cortada a medio tallo
y a un tris de echar simiente.
La mente analítica
no procesa las diferencias
la ciencia es aún un largo discurso
con algunas faltas de ortografía
y el mayo francés
es un collage de Danieles Rojos o Jeans Azules
o Sartre vendiendo cien escuelas y cien flores
la revolución cultural fue apedreada
en los periódicos europeos
¡¡prohibido prohibir!!
es el epitafio
a nuestros minusválidos estados nacionales
emocionales.
Nosotros
ingenuos como siempre
arrimados a la cola del cometa
para ver qué sucede
para ver cómo se desarrolla el mundo
con anarquía incluida
para sentirlo como un chip en la garganta
Contacto en Francia
contacto en Londres
en México
Santiago Buenos Aires Berlín
en Siberia
para no derretirnos
el gran oso mientras tanto
jugaba la final con la paciencia amarilla
y nada
todos en medio de la atmósfera posmoderna
detrás de las cámaras y las sonrisas
coito interruptus de fin de siglo.
Mayo como un pez se desliza por los pliegues de la memoria
mayo
como el sedal para los sueños
mayo
cartílago espiral para nuevos juegos
para nuevas posturas existenciales
mayo francés
para la locura de Althusser
y su deseo de ser libre
no de la filosofía sino de la cotidianidad
y Poulantzas
con su estructura a cuestas
en medio de la complejidad del nuevo salvaje
ese Leví-Strauss reivindicador de Calibán
pero nosotros
recién rompiendo el candado de las universidades
para inaugurar el nuevo milenio
con cientos de cadáveres de atraso
con cientos de páginas
sin escribir
sin editar
sin soñarlas siquiera
-incluso para soñar se debe tener valor-
(DURMIENDO SE TRABAJA MEJOR; FORMEN COMITÉS DE SUEÑOS)
porque debajo del deseo está la constancia
y en su hueso principal
la pasión como el motor único y primario.
Y nunca se habló del futuro
el tiempo se congeló
en el violento palpitar de la sangre
corriendo desbocada hacia el azar
esa dimensión extraña donde todo es posible
-nosotros mismos somos posibles-
porque desde ese momento se acabaron las certezas
y cada quien diseñó su vida
con lo que tenía a mano
con lo que sobraba en su morral.
Amor fugaz como las consignas
amor de barricada y en medio de los gases
amor que nunca buscó su perpetuación
(para evitar el negocio de las agencias de bienes raíces)
amor ardiente de hemisferio izquierdo con el sexo central
sexo que descubre nuestra pasión por el placer
el placer que descubre nuestra ilimitada
posibilidad de amar
el amor rompe barreras en el mercado
el amor se descobija de la razón
para ser
para acurrucarse en mitad de la vida
en medio del pan amargo de todos los días
y los textos aburridos de Platón
o Diderot
para buscar desesperadamente
la puerta escapatoria del aparato y la funcionalidad
de la cordura
-lado visible de la represión sistemática-.
En mayo debería llover a cántaros sobre la memoria
para expiar la culpa por no haber estado presentes
por no asir la lujuria y la pasión sin miedo
sin temor a ser contaminados
ahora nos refugiamos en la monogamia
por asepsia mas que por consideraciones antropológicas
huimos del fuego
para salvaguardar nuestras escleróticas alas
tememos a la imagen porque el espejo nunca nos retrató
mayo del 68
antesala de la razón global
redonda y chata
supersticiosa y cabalística
han pasado años luz de la masacre en indonesia
la euforia de los cirujanos se coaguló
el tumor no fue extirpado de raíz
en lugar de libros
-síntoma de los tiempos-
se saquea micromercados
y se apedrea autobuses en las capitales de las sociedades “satisfechas”
(¿de qué? nadie lo sabe)
para llevar la realidad virtual al dormitorio
sobre el amor
la imagen
sobre la pasión
el control remoto
debe llover a cántaros en este país árido de lujuria
el cálculo sobre el pan
el calendario sobre los actos culturales
debe llover a cántaros sobre la imposibilidad y los límites
sobre la modorra y el sentido común
debe llover sí
sobre el silencio y sus paredes
sobre la música y sus lágrimas
sobre los volcanes
retratados como iconos vacíos de magma
debe llover
a cántaros
o como se le ocurra
para despertar el instinto
el violento deseo
la perversión permanente
de ser felices.
Pablo Yépez Maldonado
Quito, mayo 2008
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